Partida Rol por web

Lo que entró no era ni un monstruo ni la Bruja del Mar en persona, si no... ¡Otro grupo idéntico al nuestro! Eran iguales en todo: aspecto, muecas, ropa... Salí de detrás de la estatua y me acerqué a mi doble. Empecé a hacer gestos para ver si él era capaz de repetirlos, como cuando me miraba al espejo y esperaba ser más rápido que mi imagen. Al rato entró otro grupo igual y luego otro más. La pequeña estancia parecía un after a las ocho de la mañana. Mi grupo de dobles estaba a mi alrededor. Miré a los demás y no sabia quién era el bueno y quiénes los dobles. Me centré en los míos. Ellos me entenderían.

-"Argggghhhh. Didu gijujá, prrr, prrrr." Les dije estoicamente.

Podían ser iguales que yo, pero no tendrían lo mismo que tenía yo: guapura, inteligencia, saber hablar con elegancia y a Teddy. El osito empezó a asomar lentamente de mi bolsillo, moviendo la manita para decirles hola a los otros yo. Poco a poco salió y lo cogí en brazos, como a un bebé.

-"Ainsss, ¿ehhh?" Les dije.

Esperé a ver si los otros tenían también dobles de Teddy. Jonathan se puso nervioso y empezó a gritar, pero yo estaba la mar de tranquilo y contento al tener más amigos con los que departir amistosamente.

Los dobles de Mr Bean repetían lo que él hacía. ¿O es al revés? --"Argggghhhh. Didu gijujá, prrr, prrrr." -dijo uno, muy tieso. -"Ainsss, ¿ehhh?" -afirmó otro, acariciando a Teddy. A su Teddy. Pero el primero no tenía Teddy, o más bien asomaba de un bolsillo del pantalón, destrozado el pobre, seguramente para sacar su corazoncito.

-¡¿Preguntar, preguntar qué? -preguntó preguntando uno de los Jonathan, que se acercó a mirar a la Bruja, mientras el tercero observaba muy de cerca nuestra Adéle que, claro, iba con las faldas recortadas. 

Se mezclaban, como temía el señor inglés. Los que entraban querían ver a la estatua, otros querían salir, los de más allá entablan conversación, perplejos, con el miedo en la sangre. Algunos daban media vuelta hacia el pasillo oscuro.

-Yo soy Momi -le dijo la momia azul a Ramsey.- Yo the Mummy -señaló la otra- A mí me bautizaron como Ramsey. -respondió vuestra propia momia. Parecía estoicos y tranquilos, dentro de la caótica situación. 

“Si contemplas mucho tiempo el abismo, el abismo te contempla” era la frase más conocida aunque incompleta que habia escrito Nietzsche. Y sin embargo, entre eso y una paradoja de espacio tiempo digna de Neil Degraisse Tyson, o de la serie Fringe, ahí aparecían sus dobles exactos. ¿Exactos?
No del todo exactos, ya que por pequeñas sutilezas, uno se daba cuenta de que habían tomado caminos similares, pero diferentes al de su equipo. “Efecto Mariposa”
Eso llevaba a otras posibilidades. Eran Adele, Lara, Jonathan, Mr Bean e Indiana. Pero… ¿serian ellos mismos los que estaban detrás del juego?
Y ahora, otro grupo mas, similar, no idéntico al anterior. Miro hacia arriba a Jumanji, en una queja silenciosa. Claro, Jumanji, tranquilo, no solo estábamos muy perdidos, si no que vamos a triplicar la confusión. Así que la sustancia azul funciona como una barrera, un escudo. Bueno, no era el destino que el quería para winterina, y no le hubiera gustado usar sus restos como un escudo y desacrarla.
Pero Bastian, se dijo a si mismo, “si estamos en un Baile, vamos a bailar.” Le paso a Jonathan el lápiz y la tarjeta, si estaba tan seguro de que debía hacerse que fuera el, quien lo hiciera y se posiciono frente al grupo, dejando que adele, y mr Bean quedaran tras de si. Los suyos claro.

- Supongo que estamos en un punto de inflexión. Bienvenidos. ¿Puedo preguntar los nombres de quienes están usando los avatares? -

-¿Qué avatares? -responde, en apariencia confundido, el otro Indiana Jones. -¿Avatares? -igualmente perplejo a la cuestión, ahora el tercer Indy. -¿Quiénes sois vosotros, vosotros todos? 

-Eso es un altar, ¿no? -inquiere uno de los Indis. ¿Qué hace? -otro se encoge de hombros- Vamos a ver, estoy harto de dar vueltas en estos pasadizos. 

Ramsey se rascó la barbilla, lo mismo que hicieron sus dos clones, el pitufo y el más normalito- Esto es obra de hechicería. La bruja esa de la que habláis. O es una propiedad mágica de esta caverna. Lo mío es la ciencia, no los sortilegios ni encantamientos. Imhotep y esa hechicera sin escrúpulos de Anck-Su-Namun seguro que nos sacaban de este entuerto.

El ambiente se empieza a notar y a oler a electricidad. Hay ligero chisporroteo cuando os acercáis justo a uno de vuestros otros yo. *

-Tengo la sensación de que debemos movernos y salir de aquí...eh...hermanos -sugiere la momia azul, Momi.

-¡Wuala! ¡Una moneda, la encontré! -grita de pronto "otra" de las Adèle, mostrándola entre dos deditos.

Esto no me gusta nada... Imhotep y Anck-Su-Namun son unos seres muy poderosos.... por no decir unos hijos de la gran puta, pero no pienso delatarme ante un grupo que los adora....

Me sorprendo mucho mucho cuando indy me da el lápiz y el papel, cosa poco habitual en mi respondo de modo inesperado al arqueólogo mientras escribo en el papel y cuando termino de escribir introduzco la pregunta, gracias.

¿Qué camino hacia la princesa es el mas corto y seguro?

-¿Como que una moneda? Imposible...-dice Eve en shock, como si aquel hallazgo fuera lo más relevante por parte de su doble. No, no era lo más destacable pero sí lo que podía procesar.

En esas ve que Jonathan, espera que "su" Jonathan introduce una pregunta en la boca de la bruja. Bien hecho, al menos recibirían su "destino" fuera lo que fuese eso y tal vez descubrieran como salir de aquí.

Me quedé mirnado a los otros yo. ¡Cada uno tenía un Teddy! No podía ser, y que mi Teddy era el único y verdadero Teddy. Gaurdé el mío nuevamente en el bolsillo y me abalancé sobre uno de los otros Teddy. Quería comprobar si aún tenían el corazón de gominola dentro.

La falta de entendimiento lo sorprendió aun mas. Sin embargo, el era Indiana Jones y no iba a dejar que un percance menor

- Ni lo menciones – le respondió a Jonathan. Le sorprendió el agradecimiento del hombre, pero no era el momento de preocuparse por ello. Indiana paso dos dedos por el suelo, ensuciándose la mejilla con hollín y haciendo lo mismo con Lara, de forma de ser ellos fácilmente diferenciables. Se giro y se señalo para que su grupo lo viera. Se sorprendió cuando otra moneda apareció, pero no tanto, porque de todo el grupo solo Adele había buscado.
Recordo el suceso con el Indio Jumanjiux y no se confio de estos nuevos, pero no quería ser el que iniciara una disputa de modo que se quedo observando.

Los otros yo no querían dar a sus Teddys, cosa normal, ¡pero es que esos Teddys eran falsos! Tenía que comprobar si tenían corazoncito, y si así era, sería una fuente de vida para nosotros.

Daba miedo, era como mirarse a un espejo en el que la ropa no te quedaba del todo bien. Así que así es como me veo. Uh, estoy cañón. Podría disfrutar ésto sino empezase a ser más inquietante aún. El tipo azul le daba escalofríos, más que una momia parecía un dios proveniente de otro plano. No le hacía mucha gracia, el comediante había muerto y el reloj del fin del mundo empezaba a dar las campanadas. Todo tenía un regusto extraño, un más allá del límite mezclado con un viejo capítulo de Stark Trek. ¿Y que sabía ella de esas cosas? Poco, lo que Michael le había dejado caer alguna vez en una de sus conversaciones.

Jonathan escribió una pregunta. ¡Al fin! Miró a los demás, con suspicacia. Indy le marcó las mejillas, era una buena idea. Podía reconocer a su Beanny, era el más peleón, pero ¿Podía reconocer a los demás? Aquel gesto de Bastian la tranquilizó un poco. ¿Y si salían de allí con la Adèle equivocada? ¿Quienes eran esos dobles? ¿Y la risa? Todo tenía un significado. Le enseñó a su Lara doble su antebrazo, mostrándole sus dos barras de vida.

—Hola señorita Croft, me gusta tu peinado. ¿Has visto mi tatuaje? ¿Tienes uno igual?

Se fijaría en si los demás tenían barras de vida. Esperaba equivocarse, porque si sus antebrazos estaban limpios solo podía significar una cosa.

—¿Ya habeís encontrado a la princesa? ¿Y a la bruja?

Debatiendo acerca de la pregunta pasaba el tiempo sin una decisión. Indi le pasó la pelota a Jonathan, que parecía tenerlo claro, quien escribió una consulta sencilla y directa, de la decena que cuestiones que se les ocurría.

Tuvo que apretujar la letra para que la pregunta cupiese en la pequeña tarjeta azul. La devolvió junto con el lápiz al interior del tótem vidente, que más parecía una máquina de feria de  “Shakam, el mago que te lee el futuro”.

Estas cosas tardan, sinónimo de que se está pensando la respuesta o de que el programa del videojuego ejecutaba centenas de miles de algoritmos y secuencias varias de código.  Aunque lo cierto fue que en medio minuto la Bruja del Mar expulsó una nueva tarjeta azul con algo escrito en ella. Dieciocho pares de ojos leyeron la respuesta.

LA BRÚJULA

El Destino tiene sus bromas y su particular sentido del humor.

Había que largarse. La otra Lara rodó los ojos, miró con cierto desdén a Nina.-Claro que tengo uno igual. Mira. -mostró su antebrazo. Tres franjas verdes.-Tú eres un pnj malvado, ¿verdad? Mi reverso oscuro. - Y extrajo sus dos pistolas a mayor velocidad que el ojo humano puede captar, apuntando a nuestra Larita.

Sucede todo así como muy deprisa. indy y Jonathan se tocaron con sus dobles. Notaron algo, se sintieron distintos, pero iguales. El doctor Jones se vio a sí mismo con la cara machada de hollín conduciendo a sus amigos por el pasadizo. Y él se quedaba. A Jonathan le pasó semejante. Era él pero no lo era. Se habían intercambiado de carcasa con sus otros yo...

La tormenta eléctrica cobró virulencia...

El espacio tiempo peligraba.

La mano del caos se bautiza como La Mano de Mr Bean. A Michel se le ha olvidado el condensador de flujo y la ruptura del espacio tiempo, las paradojas temporales y la fractura de la realidad.

Quiere su Teddy. Y lo coge, ante los atónitos y descreídos ojos de una Adèle pasmada con eso de que su otra yo haya localizado un euro. O lo que sea. Pero el otro Mr Bean no se lo entrega por las buenas y muerde al nuestro. Al vuestro, un bocao en los dedos.-Zusñien grrbleble Ñeddy mmío Eso no hace que Michael lo suelte, se lo lleva con él, palpa y toca a Teddy bis, descubre qye está vacío, hueco, sin corazoncito. Ainss.

La electricidad se desmadra. Los rayos cruzan arriba y abajo y en diagonal la pequeña sala.

El inglés sale lanzado hacia atrás, del impacto choque en el encuentro con su sosias, lo mismo que su doble que también vuela al otro lado. Rebota contra el muro, resbala igual que un muñequito hacia el suelo, se desvanece y aparece al poco tirado sobre las baldosas, entre piernas y pies y más piernas y botas y zapatos. 

El mundo se colapsa, los muros del túnel tiemblan, el suelo se resquebraja, unas corren para allá, otros hacia los túneles. Hay quien grita, las Laras abren fuego mientras piruetean como saltimbanquis…

Tan concentrado estaba por conseguir más vidas para los demás, que al final perdí la mía. Encima me había mordido un yo mismo. Me levanté y me miré el tatuaje rayado, ¡solo me quedaba una vida! Alrededor mía estalló el caos. Rayos, risas malvadas, disparos, terremotos, algún pedete que otro, gritos por doquier... ¡Una locura todo! Me llevé las manos a los oídos y me quedé un momento observándolo todo. ¡Había que salir de allí! Me levanté angustiado y salí pitando con los brazos en alto y chillando por el pasillo, por donde algunos dobles iban y venían.

-"¡Ahhhhh!"

A pesar de que había querido evitarlo, ahí estaba, el caos Absoluto. Todo alrededor eran Tiros, corridas, comportamiento salvaje.
La voz de Indiana se hizo escuchar. – Eviten el contacto, de esa forma se traspasan de cuerpo! - y luego grito. – ¿Jonathan, tienes la Brújula? – si no se equivocaba, habia cambiado de cuerpo, lo cual podia ser bueno para ellos. Intento refugiarse tras una columna, mientras sacaba su seis tiros, pero… ¿a quién disparar? Excepto las momias todos eran copias exactas, excepto el mismo.
- Los del Colegio, ¡Conmigo! - Grito Indy, intentando hacerse oír por encima del resto. Mientras iba variando de blanco, el primero que intentara acercarse agresivamente recibiría su dosis excesiva de plomo, y un par de aeroventilas.
De paso reviso la cantidad de vidas que tenia en ese cuerpo, si tenia el caliz lleno, y lo mas importante, si tenia consigo su sombrero.

Eve sale de su asombro justo cuando una de las otras Laras apunta a SU NINA con las pistolas y por un instante, Payton deja de ser la periodista y su ficha de mierda, estaban apuntando con armas a su amiga. La gamer ya no se fija en nada más y se abalanza contra la doble de su amiga, intentando desviar las pistolas o al menos una de ellas hacia el techo. En su cabeza parecía un buen plan, igual que en las películas, pero claro, había tres Laras, ¿y si la otra sí que alcanzaba a su amiga?

-¡RAMSEY!-vocea a su amigo momia esperando que con el caos de la situación y gracias a algún tipo de vínculo desconocido, el cadáver reanimado pudiera ayudarla con la tercera Croft. O no, que tampoco es que el pobre muerto estuviera libre de todo aquel descontrol.

La brújula. La brújula era la respuesta. La misma que Jonathan había cargado hasta tirarla al agua, justo en frente de la cueva donde la iban a necesitar. Destino, delicioso destino, puedes irte a freír espárragos, maldito destino. ¡Esto no tenía nada de gracia! La otra Lara, era un poco más baja y no tenía su silueta, claro, la acusó de ser una pnj malvada.

—No soy malvada, me han diseñado así —quiso decir, pero entonces todo explotó.

Beanny se había convertido en el demonio de Tazmania. A ella le apuntaron con dos armas. Un instante después Eve hizo un placaje más propio de un jugador de rugby. Me ha salvado. Pensó fugazmente. La cosa se desmadró. Así que empezó a patear traseros. No porque quisiera, sino porque los dobles estaban en su camino.

Trató de interceptar a Beanny, si es que era el suyo, para que no se fuera solo por el pasillo. Le agarraría del brazo y le haría girar. Debían seguir a Indy. No era el mismo… ¿Avatar había dicho Bastian? Pero Bastian estaba dentro, era lo que importaba. Trató de llamar a los demás, por sus sombre. No dispararía. No quería averiguar qué pasaría si uno de sus dobles moría. Despejaría un poco la zona para ver su podían retirarse de forma elegante de allí. Si la disparaban, saltaría para evitar las balas. Con todo el caos, si se mantenía en movimiento no necesitaría más.