Partida Rol por web

La Alianza Rota de Calebais

Escena I - La Búsqueda del Caballero

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22/02/2012, 01:04
Alberto de Salamanca

Alberto espoleó ligeramente a su corcel, aproximándose a la estatua con forma de hurón con intención de observar la inscripción con mayor detalle. Lerimyra. El nombre le era familiar...

- Mi señor. - dijo, dirigiéndose a ser Frithnand - Reconozco este nombre. Sólo que nunca creí que lo vería escrito más allá de la fábula. - hizo una pausa, después, tiró de nuevo de las riendas, aproximándose al caballero.

- Estoy convencido de que será el sendero de la derecha el que nos guíe en dirección a Calebais. Sin embargo, el sendero de la derecha asciende, y quizá nos aporte una visión más clara, si nos decidimos por él. Aunque no sería conveniente movilizar a todos los hombres en esa dirección...

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22/02/2012, 01:05
Alberto de Salamanca

Luis Belaguer sentía una inmensa curiosidad por ese nombre. Los Bjornaer nunca habían gozado del afecto de su maestro, lo cual hacía que el propio Luis sintiese hacia ellos una simpatía que por otro lado era vacua, pues apenas había tenido tratos con miembros de esta casa.

Y sin embargo, ahora no podía evitar sentir una enorme curiosidad, al ver el nombre de la extraña maga escrito en aquella roca. Sabía que si era descubierto se exponía a una muerte que sin duda no sería ni rápida ni agradable. Pero la curiosidad le llevaba a arriesgarse, del mismo modo que le había llevado a aceptar el plan de su señor, el joven e inexperto Ser Frithnand, quién, convencido de la inexistencia de los magos, hechizos, y seres de leyenda, había organizado aquella expedición suicida al corazón de Calebais, donde una Alianza entera había perecido en manos de poderes infernales... o eso se creía.

Si Ser Frithnand hubiese sabido lo cerca que había un mago de él, probablemente no habría sido tan escéptico. Por otro lado, su escepticismo le había empujado a aquella campaña, de la que Luis confiaba obtener mucho más que simple gloria y honor para su señor...

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22/02/2012, 23:38
Ser Frithnand

Detuvo su caballo frente aquellas estatuas tan dispares. Examinó con gran detenimiento a cada una de ellas, pero no pudo distinguir nada extraño , nada que le indicara que camino era el correcto. El escaso sol que iluminaba el rostro del pétreo anciano, lo hacía mas tenebroso aun si cabe y aquello no le inspiraba confianza, pero ese no era motivo suficiente para decantarse por un camino o por el otro. Entonces el salmantino adelantó su caballo hacia la figura en forma de animal bípedo y luego se aproximó a él. Escuchó con interés lo que el sabio tenía que decirle y una vez este terminó el caballero asintió.

-Armand, Gilbert vayan por el camino de la derecha y informen de lo que divisan desde allí-Se movió algo incomodo sobre su caballo.- Y Alberto cuéntame mas sobre esa fabula, cuento o lo que sea que te refieres.- Quería tener toda la información antes de tomar una decisión.

"Nadie dijo que iba a ser fácil"

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23/02/2012, 13:03
Marcus von Vermeer

Sobre la montura, Vermeer había observado a ambos debatír el siguiente paso, intranquilo. Los lugares como aquél siempre habían despertado su curiosidad, pero también su miedo. Y, a riesgo de ser tomado por idiota, se aventuró a comunicar sus pensamientos:
Caballeros - dijo con voz queda - ...es por el bien de la empresa que me veo en la obligación de comunicaros mis pensamientos.

Algunos oían su voz por primera vez, parecía inquieto; con la mirada ausente, el cuerpo tenso.

Fue hace unos instantes, antes de que el señor hablara, que ví y sentí temor, no el mío propio, sino el de las imágenes que vinieron a mí, Una torre invertida, cadàveres apilados, horrores que sujetan éste lugar... Por favor, no me tomen por demente, tampoco he dado cuenta del vino ésta mañana - Apostilló.

Había vuelto en sí.

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23/02/2012, 17:07
Saul Arnaud

Si le interesa, ser Frithnand, la fabula que yo me conozco en la que aparece ese nombre, que no se si será la misma que Don Alberto, versa sobre una chica y sus indecorosas aficiones con animales...- Dice con media sonrisa el juglar- Aunque tal vez el sepa alguna mas, pues esta la conozco de cantares de taberna.

La vision del escudero dejo intranquilo al juglar- Marcus- hace un inciso- ¿Puedo llamarte Marcus?- continua- eso es inquietante, ¿hay algo mas en tu vision? ¿una advertencia, quizas?

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23/02/2012, 17:31
Director

La conversación de los aventureros fue cortada por un grito de guerra. Menos de un segundo después, más gritos se unieron al primero, creando una cacofonía entre las paredes de piedra. Los incontables gritos precedieron a la carga: docenas de pequeñas criaturas surgieron de las profundidades del camino de la izquierda, embistiendo en un ascendente ataque. El grupo se dio cuenta de que estaban ante las criaturas representadas en una de las estatuas: seres bajos, de no más de un metro de altura, similares a hurones bípedos. Sus cuerpos estaban llenos de pelo castaño y enmarañado. Sus estrechas cabezas de ojos demasiado grandes estaban sostenidas por largos cuellos extremadamente finos. Vestían andrajos, y portaban garrotes con clavos oxidados, viejas lanzas y, algunos, escudos de madera casi deshechos. Sus grandes pies desnudos apenas sonaban a pesar de venir a la carrera.

La hueste alcanzaría el cruce en cuestión de segundos, mientras el sol volvía a ocultarse tras el manto de nubes.

Eran demasiados para contarlos.

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24/02/2012, 12:54
Alberto de Salamanca

Alberto observó estupefacto cómo cientos de extrañas criaturas parecían aflorar de entre los árboles, dispuestos a atacarles con sus rudas lanzas. Los gritos se sucedían entre los soldados, mientras él trataba de controlar a su caballo impidiendo que saliese completamente desabrido.

- ¡Mi señor! - gritó - ¡Se nos echan encima!

Maldijo entre dientes. No era un guerrero, y no sabía cómo afrontar aquella situación, pero aún así desenvainó su daga, mientras retrocedía hacia el centro de la formación.

Notas de juego

Alberto se protege detrás de los guerreros...

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24/02/2012, 12:57
Alberto de Salamanca

Parece que la Bjornaer logró su objetivo... al menos en parte.

No esperaba que la situación se precipitase tan rápido. Por lo que había podido escuchar de la hechicera, se la debía tomar poco en serio en su labor... claro que la casa Bjornaer era a menudo despreciada por su inclinación al trato con las criaturas silvestres. Sin embargo, nadie que pudiese ver lo que ellos estaban viendo seguiría opinando igual que entonces.

Luis observó la situación, al tiempo que se situaba en segunda fila con intención de interpretar su papel, y de paso, de evitar el contacto directo con las criaturas. Necesitaría tiempo si deseaba poder hacer algo. Miró hacia el risco, en busca de algún punto flaco en la roca. Los desprendimientos habían sido hasta ese momento un gran temor para ellos, pero en ese momento podían jugar a su favor.

Notas de juego

Pues eso, quiero intentar buscar algún punto en el que las rocas estén inestables, a ver si puedo provocar un desprendimiento sobre las ratillas que nos atacan. Dime lo que tengo que tirar ;).

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24/02/2012, 16:33
Director

Notas de juego

Necesitarías un hechizo espontáneo de Perdo Terram. En tu caso, el bono es +7 (Perdo 0, Terram 5, Vitalidad 2)

Así que hazme una tirada de estrés (mira el principio de La Posada como se hace). El bono no se lo añadas por si el resultado es 1 o 0. Ya se lo sumo yo al total de la tirada. Si tienes alguna duda, me comentas.

Y sí, hay varios puntos donde lograr fácilmente el derrumbamiento.

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25/02/2012, 13:16
Alberto de Salamanca

Luis pudo comprobar que efectivamente había numerosos puntos desde los que provocar un desprendimiento.

Espero que esto nos valga de algo.

Se concentró, haciendo fluir el poder desde su interior. Lo que trataba de hacer no era fácil, y encima llevaba tiempo sin invocar un hechizo. Pero a pesar de la complejidad de la situación, sintió cómo el poder se canalizaba desde su interior, al tiempo que sus energías se consumían levemente.

Sonrió satisfecho: nadie había visto nada, y ahora un rugido surgía de entre las rocas.

Notas de juego

Entiendo que describir el hechizo y todo eso es cosa tuya. 

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27/02/2012, 02:20
Marcus von Vermeer

Asió las riedas fuertamente, y el caballo respondió, retrocediendo unos pasos atrás. Seguidamente, blandió la espada, y encaró al animal hacia el enjambre de harapos que se acercaba vertiginosamente al umbral.

- Ya saben lo que tienen que hacer, maldita sea - dijo a los lanceros.

Entretanto, se preguntó si aquél batallón podían ser ratas a la carrera, una emboscada, o símplemente huían espoleadas por alguna otra locura. En cualquier caso, le pareció que el camino a seguír estaba decidido.
No dependía de él.

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27/02/2012, 13:59
Ser Frithnand

Su espada fue desenvainada al instante, años de experiencia le habían enseñado a estar siempre listo y preparado para la batalla- !Alberto! colócate detrás nuestra rápido-. Agarro fuertemente las riendas de su poderoso y valeroso caballo y se puso en posición defensiva esperando a que aquellas criaturas atacaran.

¿Que era aquello?, la mente de Frithnand se preguntaba si era cierto todas aquellas leyendas, pero esa idea se le fue tan rápida como vino. se preparo para luchar si era necesario, eran menos en numero pero mayores en tamaños. si hacía falta estaba dispuesto a lanzar una pequeña carga.- Lanceros, preparaos para el ataque.- Su caballo se colocó en la mejor posición posible,como sabiendo lo que iba a ocurrir en unos segundos. Denotaba tranquilidad en aquellas situaciones, situaciones en las cuales había sido adiestrado.

Miró a su brillante espada "No me falles Fragarach"

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27/02/2012, 16:05
Saul Arnaud

¡Santo dios!- grita sobresaltado el juglar- La prole de Ierimyra nos ataca.

Con movimientos torpes, azuza su mula para cubrirse tras los lanceros, junto a Alberto- Si me permite que le acompañe, sere un estorbo ahi delante.

Mientras hace eso, mira alrededor de ellos por si la carga de los entes no es solo una distraccion por otro mal que aparezca a sus espaldas.

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27/02/2012, 17:48
Director

Los lanceros reaccionaron con rapidez, cerrando el paso a los extraños seres que habían surgido de las profundidades del sendero. Sus largas armas se irguieron como una pequeña muralla puntiaguda, afilada. Tras ellos, alzados sobre sus équidos, los dos caballeros prepararon el acero, dispuestos a dar muerte. El juglar y el sabio esperaron en la retaguardia, dejando sus vidas en manos de los guerreros. El arte de la guerra era todo lo que separaba a los aventureros de una ominosa muerte al inicio de su odisea.

Primero solo fueron unas pequeñas piedras, pero en cuestión de segundos, fueron grandes lascas y rocas. Cayeron como una inesperada lluvia mortífera, de polvo, guijarros y cantos. Los gemidos de aquellas pequeñas criaturas se mezclaron con la sangre y el infortunio. Una nube cubrió el sendero ascendente, acariciando la punta de las lanzas. Más allá de las armas, no podía verse nada, mientras las paredes que rodeaban al sendero se venían parcialmente abajo.

Entonces, lentamente, el polvo se posó, dejando un paso inaccesible. Las rocas cubrían los cadáveres del enemigo, mientras el silencio se posaba sobre el grupo tras los últimos estertores del eco.

Las Gargantas Gemelas habían aceptado el sacrificio, mostrando su verdadera y peligrosa cara. Ahora la duda era: ¿estarían satisfechas, o querrían volver a probar la sangre del desdichado?

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29/02/2012, 13:36
Ser Frithnand

Fortuna y destino se aliaban con los aventureros.

Roca y barro apilados a unos pocos pasos de ellos cubrían el camino y bajo la tierra recién desplomada se encontraban sepultadas aquellas criaturas sacadas de un cuento de hadas. Como intentando certificar lo que veían sus ojos adelantó su montura hacia las rocas caídas y examinó con una mezcla de curiosidad y asombro a uno de aquellos seres que asomaba de entre las piedras. La expresión de su rostro indicaba lo que segundos antes había pasado, sus pequeños rasgos denotaban sorpresa, miedo y dolor.

"Solo es una especie de animal que me era desconocido".Giro la mirada hacia sus compañero y comprobó que todos estaban bien, la sorpresa inicial había hecho que los olvidara por unos segundos.- Alguien conoce el nombre de estos diminutos monstruos- El testarudo caballero se negaba a creer en leyendas. Mientras esperaba respuesta alargó el brazo y examinó exhaustivamente las piedras desprendidas.-Parece que la fuerte lluvia de anoche debilito esta zona de la garganta,- Sonrió a sus amigos-Y al parecer en el momento oportuno.-Las imponentes paredes que se levantaban ante ellos no parecían seguras.- Salgamos de aquí antes de que seamos sepultados nosotros también.- Escrutó el camino que le había sido obligado a seguir.- Por suerte o desgracia el camino ha sido elegido, no por nosotros, sino por un ente superior.- Señaló el cielo como refiriéndose a Dios.-Confió en que halla elegido bien-

Fortuna y destino se aliaban con los aventureros, pero no conocían si para bien o para mal.

Las rocas no habían caído sobre ellos de milagro, pero ahora al menos el camino estaba decidido. Apremió a Biarly y este respondió al instante marcando el ritmo de la marcha. Al pasar junto a la figura del anciano se detuvo delante de sus ojos. El sol que se colaba entre el polvo hacía que la figura pareciera aun mas tenebrosa, temible, como dando un aviso de lo podrían encontrarse en aquel camino. Sus pasos habían sido elegidos y el caballero los afrontaba con valor y moral alta. Su honor sería revindicado y su nombre recordado.

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29/02/2012, 18:49
Alberto de Salamanca

Alberto observó con estupor cómo la lluvia de rocas y polvo hacía desaparecer, tan repentinamente como habían aparecido, a la horda de hurones armados que había aparecido de la nada.

Tras escuchar la pregunta de Ser Frithnand, Alberto se giró.

- Eran hurones, mi señor. - dijo, con una mueca - Sólo que nunca había leído que supiesen manejar las armas.

Espoleó a su montura para ponerse a la altura del caballero.

- Mi señor, con todos los respetos. - añadió - No deberíamos tomar estas advertencias a la ligera. - hizo un gesto con la mano, frotándose el mentón.

- No tuve tiempo de hablaros sobre la leyenda de Ierymira. - hizo una pausa teatral - Por lo que he podido leer, que no es mucho, decían de ella que era una bruja capaz de hablar con los animales.

Alberto señaló hacia las rocas.

- Las leyendas a veces resultan difíciles de creer, pero ahora, viendo lo que han visto nuestros ojos, ¿Podemos realmente negar que estas tierras están malditas?

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29/02/2012, 22:48
Saul Arnaud

Siempre abierto de mente, el juglar trata de tranquilizarse mientras cabila que puede haber sido lo causante del derrumbe.
-Mmmm puede ser que las rocas se soltasen con el agua, mas es mucha suerte que se rompiesen en el momento justo y necesario.- Dice quedo- Tal vez algun ente extraño ha afectado a las piedras, como el dragon al que venia a buscar. O solo fueron los gritos de los animales los que provocaron el derrumbe. Lo que si estoy seguro es que los hurones no son ni tan grandes ni saben usar lanzas, ser Frithnand

Espolea a su animal en direccion a l resto del grupo. Aunque han escapado de una buena, le parece que el caballero, valiente por lo que demuestra su forma de actuar, no hace demasiada cuenta de la situacion. O es demasiado confiado- piensa

Tal vez la leyenda que cita sea de donde proviene la cancion picante que recuerdo, Don Alberto. ¿Podria contarla, para asi poder tener otra version mas seria de ella?

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01/03/2012, 17:33
Marcus von Vermeer

Sorprendentemente las visiones que el escudero había relatado al grupo, habían cobrado vida, de la misma forma que la misma deidad podía estar detrás de todo el derrumbe...o no.
Porque la tierra es vieja y las gargantas altas, y los siglos se han sucedido desde que el río horadara la cicatriz que ahora tiembla.
Y Vermeer también tiembla, porque los miedos del pasado no son nada con lo que está a punto de vivir.
Observa entonces a los lanceros, que miran curiosos a las criaturas inertes.

- Si de mi dependiera -dijo envainando la espada polvorienta- no estaríamos departiendo aquí.
Aventurémonos en el camino señor.

Suspiró.
- ¿A propósito, tiene algo que ver con las driadas?

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01/03/2012, 17:49
Director

Los aventureros dejaron atrás la muerte que yacía bajo aquellas rocas, y ascendieron por el sendero que el destino, o algún ser superior, había elegido para ellos. Las palabras que intercambiaron resonaron entre las paredes de piedra, que siguieron siendo igual de altas a pesar del ascenso. El sol, tímido, surgió por fin de entre las nubes, brillando ahora casi por encima de la comitiva, si aquello era posible a esa hora del día. Un suave calor empezó a templar armaduras, pieles y telas.

La ascensión continuó durante varios minutos, en una ligera cuesta que apenas esforzaba a los caballos. Por delante, tres lanceros protegían a los jinetes con sus largas armas de asta, mientras los dos restantes cerraban el grupo, atentos a cualquiera que los pudiera seguir.

En aquel agobiante lugar, bajo el sol y con cada sonido retumbando en exceso contra la roca, empezaron a sentir que el paso del tiempo era difícil de desenmarañar. ¿Hacía cuánto habían dejado atrás la entrada de las Gargantas Gemelas? ¿Minutos, horas? El sol volvió a quedar oculto bajo negras nubes, aunque estaban seguros de que había estado más alto de lo que debía.

Y, constantemente, a uno y otro lado, los aventureros vieron repetida una y otra vez la misma palabra, inscrita por manos torpes en la piedra.

Ierymira

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05/03/2012, 08:59
Ser Frithnand

"Ierymira" Aquel nombre se repetía constantemente en la paredes de la garganta y Ser Frithnand cada vez estaba mas intrigado por la leyenda. Mientras avanzaba por el angosto camino una y otra vez le parecía ver el mismo paisaje y la marcha no parecía avanzar. Al caballero el trayecto se le estaba haciendo largo, pesado y el tiempo parecía Progresar con mas lentitud de lo normal. Todo en aquel lugar parecía o sonaba extraño.

Pasó la mano por la roca, comprobando si había peligro de derrumbe y viendo que estaban seguros se detuvo. Giró su caballo hacia los otros- Que os parece un descanso-se dejo caer sobre su animal, descansando un poco la espalda.- Y así podréis contarme mas sobre esa historia que habla de Ierymira-.