Partida Rol por web

El resonar de unos pasos, hace que gire la cabeza para ver, al fin, a mis compañeros saliendo por la puerta.
Por tanto, lo primero que hago, sin poder evitar un suspiro, es empuñar mi arma y envainarla sintiendo de nuevo su agradable peso en mi cadera izquierda.
Me ajusto el escudo sobre el hombro, y señalo a mis compañeros sus armas. Solo faltaría que se olvidaran de recogerlas.
Y entretanto, Elrohir me describe lo que nos espera.
Decididamente, nos espera una bonita fiesta sin duda.
Me giro hacia el y respondo cuando concluye.
Amigo mio. Considero prioritario reunirnos con los demás para que puedan opinar sobre este asunto. Digamos que, por la descripción recibida, va a ser un paseo que no olvidareis jamas. Si volvemos.
Y no puedo evitar sonreír de cierta manera al decir esto.
Para mi, hay concepto claro que no debemos obviar de ninguna manera. Vamos a patear mas allá del limite de los 12000 pies. Toca invertir en equipo para poder lograrlo.
Dicho esto, doy unos pasos mientras, ya sin ningún disimulo, miro a mi alrededor buscando una taberna. Y mientras lo hago, concluyo diciendo.
Puestos a recomendar un curso de acción, recomiendo meternos algo potente entre pecho y espalda ahora que podemos. Después, lo echaremos de menos.

Recordáis que junto a la Logia de la Linterna había un edificio anexo donde se servían comidas y bebidas.

He estado callada, este no es mi terreno, pero lo interesante, sera comprar ropa de abrigo. Creo que aun me queda algo de dinero.

Creo que tendremos qeu comprar algo mas que ropa de abrigo. En esas latitudes conseguir hacer un fuego es algo dificil si hay viento o nieva. Deberiamos conseguir algo de madera mientras vamos, y conseguir grasa, un tazon por la mañana es bueno para el cuerpo

aceite de lampara, antorchas y otras cosas, sin embargo coincido con Tercil, vamos a tomar algo y hablamos con los demás a ver como nos aprovisionamos antes de comprar nada, tal y como es esta gente mejor que se encargue de las transacciones alguien menos llamativo

Al cabo de unas horas os volvéis a encontrar en la taberna situada en el edificio anexo a la Logia de la Linterna, donde os hospedáis y habéi shablado con Amara Li.

Una vez en la mesa con todos mis compañeros aldrededor procedo a explicar a mis compañeros todo lo que hemos podido averiguar en la biblioteca 

El monasterio fue fundado hace más de 2000 años por el mismísimo Maestro de Maestros, Irori. Fue durante mucho tiempo un monasterio apartado del resto del mundo donde los monjes iban a buscar paz interior, y tan sólo algunos bajaban al valle a buscar provisiones con las poblaciones y campesinos de la zona.

El monasterio se encuentra muy aislado, a gran altitud, las montañas del Muro del Cielo son las más altas de todo Golarion por lo que hay que tener cuidado con las condiciones adversas de la climatología..

Según leyendas de los habitantes de la zona cercana, un demonio atacó sus tierras y destruyó el monasterio y a los monjes. Parece que está abandonado hace mucho tiempo pero no se sabe por qué. No existe ningún mapa del mismo.

La fauna local está compuesta por todo tipo de alimañas de alta montaña: cabras, yaks, leopardos de las nieves, lobos de invierno, conejos y liebres nivales, zorros, aves rapaces de alto vuelo, algunos insectos, etc los animales de esas altitudes intentarán atacar con emboscadas o sin ser vistos hasta golpear.. 

Hay una leyenda sobre uno de los pasos los Dos Hermanos. Dos grandes montículos de roca que dice la leyenda que eran dos hermanos que siempre se defendían el uno al otro y para no separarse se convirtieron en piedra. Ha sido lugar de peregrinación durante mucho tiempo.

 Como le he comentado antes a Tarcil y Durma creo que es buena idea llevar algunas cabras u ovejas para que sirvan de cebo en caso de que nos acechen animales salvajes y en cualquier caso, es carne que podemos comer, también llevar una buena reserva de aceite de lampara para disponer de fuego a esas alturas encender la madera humeda o congelada no es nada sencillo y puede salvarnos la vida, el erudito estaba convencido de que no hay un demonio sin embargo algo hay, sea lo que sea, le gusta el frió, esperemos que odie el fuego o el tiempo haya acabado convirtiéndolo en polvo miro a mis colegas clérigos es posible que hayan insectos venenosos y no disponemos de medios para llevar reservas de contraveneno, del mismo modo un par de mulas de carga con agua y provisiones no será excesivo, el monasterio esta a gran altitud creo que es buena idea que una vez lleguemos a él nos hagamos con una estancia la caldeemos y reposemos antes de iniciar la busqueda, es demasiado arriesgado ascender y descender en la misma jornada incluso si no se nos plantea ningún percance, desconozco la meteorología del lugar espero que nuestros guías no, independientemente de cualquier precaución que podamos tomar no quisiera encontrarme en medio de una tormenta de nieve estemos o no guarecidos, bueno ¿que opinais?

Karasu escucha las explicaciones de Elrohir pacientemente. Parece que Sukeiru no iba a poder separarse mucho de él durante el viaje, un cuervo negro en medio de un paraje nevado rodeado de aves rapaces no sonaba a la mejor idea del mundo.

Para prender fuego creo que puedo echar una mano... aunque algo de aceite nunca viene mal... Respecto a la montaña en sí... ¿habéis obtenido información sobre si el trayecto es peligroso o será necesario escalar alguna ladera?... Y lo de los animales no lo tengo muy claro... ¿no atraería eso a más depredadores? Aunque tampoco soy un experto en el tema...

Horas después, entramos en la taberna en donde hemos sido hospedados. Allí, nos reunimos con nuestros compañeros plumifero y pequeño incendiario.
Y mientras hablan yo aprovecho para levantar mi zurda y tras rascarme el bolsillo y hallar, alguna que otra moneda mas o menos identificable, pido una bebida tipica de la zona.

Como me cuesta mantener la maldita compostura cuando veo la ración que puedo permitirme con mis escasas monedas. A sorbitos he de beberlo para que me dure un poco.
Y tras posar, con delicadeza el platito en la mesa, no vaya a romperlo eructando mismamente, empiezo a desear encontrarme con algún bicho de esos que se han mencionado.
Mas que nada, para poder desahogarme un poco.
Al fin alzo la cabeza y presto toda mi atencion a los mios.
Compañeros, espero de verdad que si tenemos guias, sepan llevarnos con presteza. Pues me parece a mi, que no os percatais del grado de peligro que tienen estos paseos a altitud elevada.
Cualquier cosa que sirva para facilitar prender fuego, cuenta con mi total aprobacion.
También quiero cordajes de seguridad para todos, así como cinturones y mosquetones. Picos para todos. Espero que la palabra piolet pueda ser reconocida por estas gentes, crampones o, si lo preferis, clavos para las botas. Tambien clavos de montaña. Para clavarlos y asegurar cualquier posible trepada vertical.
Ropa de abrigo. Siendo esta ropa acolchada. Carne seca o pescado ahumado. Nutrientes concentrados pues quemaremos mucha energía. Muchísima os lo digo yo. Algún brebaje contundente, para casos de necesidad. Mochilas compactas. El peso a la espalda dejando las cuatro extremidades totalmente libres. Una única tienda de campaña comunal por si hemos de acampar. Y todos dentro como borregos para no congelarnos.
Tras esta charla, acabo el platito raquitco del brebaje este y miro a Elrohir.
Lo siento Elrohir, pero no creo que podamos ser capaces de ir tirando encima de lo que nos espera, de cabras o algún otro animal. Pero estoy totalmente de acuerdo en llevar contravenenos. Solo faltaría ver mermadas nuestras capacidades por la picadura de algún bicho.
Ahora mi mirada se pasea por los rostros de todos mis compinches antes de concluir diciendo.
Recordad las palabras clave según mi punto de vista. Un puñetero monasterio aislado del mundo, a saber a que altitud, en las montañas mas altas de Golarion.

Vaskalinsvel llegó a la taberna acompañado de otro gnomo, que no paraba de mirar a su alrededor y apuntar cosas en un libro.

- Chicos, este es Abrosthor, apodado el Curioso. Un compañero de la Sociedad, al que la capitana Amara Li ha pedido que se una a nuestra pequeña excursión al monte.- dijo, y acercó un par de sillas más.

Mientras sus compañeros relataban lo que habían descubierto sobre el monasterio, Vaskalinsvel sacó un paquete de tabaco y empezó a liarse un pitillo con un papel de fumar negro como el carbón.

- Fuego, ¿eh?- dijo, al oír todo lo que iban a necesitar.- Tranquilos, eso dejadlo de mi cuenta.- sonrió y chasqueó los dedos. Una pequeña llama apareció en el pulgar del gnomo, que la usó para encender el cigarrillo.

- Uooh... -exclamó el nuevo gnomo mirando la habilidad sortílega de su compañero-. ¿Puedo tomar yo uno? ¿De dónde es esa hierba? ¿Y el papel por qué es tan negro? ¿Tiene sabor? ¿Hay muchos fumadores en tu tribu*? -por supuesto, mientras detallaba estas preguntas iba tomando nota del resto del grupo-. Oh, qué torpe, no me he presentado, ¿verdad? Abrosthor el Curioso, miembro de la Gran Logía, escritor y aventurero. ¿Qué tal? ¿Cuándo partimos? ¿De dónde venís? ¿Cuál es vuestra historia? ¿Qué aficiones tenéis? Bla bla bla bla bla bla bla....

Solo sonrio mientras me siento y pido algo para comer, no voy a gastar todo lo que me queda. 

Tendre que racionar un poco por si hace falta en el viaje. Miro a mis compañeros y me rio al ver al nuevo integrante, al menos no tendre que preocuparme por tener alergia a las plumas de mis compañeros voladores, al solo haber uno.

Observo como sus compañeros hacían gala de su dominio del fuego como no, la logia sabe bien a quien elige para cada misión el mismo dominaba en cierta forma los elementos aunque no con tanta soltura como para presumir de ello, carecer de la precaución de los cebos era un contratiempo sin embargo cuando empezaron a hablar de escaladas verticales es cuando se preocupo un poco, no estaba habituado a la escalada pese a que en sus entrenamientos diarios hacía cosas mucho mas complicadas  sin embargo cuando el caballero empezó a exigir un equipamiento digno de un grupo de escalada de elite no pude evitar fruncir el ceño naturalmente espero que tengas dinero para pagar todo lo que estas pidiendo, botas claveteadas, ganchos, cuerdas, y todo lo demás ya que a menos que nuestros buenos anfitriones nos lo proporcionen no sé como vamos a pagarlo me relajo un poco antes de continuar bueno la capitana dijo que nos darían lo básico ropas cuerdas y raciones, entonces solo queda comprar  algo de aceite, lamparas, antorchas,  vino para calentarse, sacos de dormir, yo cogería además un caldero pequeño y utensilios básicos de cocina por si tenemos que calentar agua o cocinar algo similar ¿algo mas?

Todo el dinero del que disponía...
Respondo mirando a Elrohir
Ya lo done en aras de las necesidades del grupo. Me he quedado pelado.
Y muestro de nuevo una sonrisa un tanto particular.
Ahora bien. Si creéis que ya estamos listos, solo nos queda informar al mando de la misión y emprender la marcha. Y por mi parte, lo estoy.
Y esto ultimo, lo digo señalando con el indice de mi zurda el recipiente ya vacío. Mi mirada vuelve a pasearse por los rostros de los presentes pero no añado nada mas. La misión esta clara.
Y que va a ser una misión interesante, también.

Vaskalinsvel estaba a todas luces inquieto, y no trataba de disimularlo. La paciencia no era precisamente una de las virtudes que atesoraba.

- Está bien, entonces vámonos ya. ¿Partimos mañana a primera hora?- dijo, y puso diez monedas de oro sobre la mesa.- Esto es de Tarcil y mío, que cada uno ponga otras cinco y que Elrohir se encargue de las compras, parece que es el que más sabe del tema.

Se levantó de la mesa.

- Con vuestro permiso, me voy a descansar. Mañana nos espera un día muy largo.

Cuando nuestro ígneo compañero deposita las monedas sobre la mesa, asiento con satisfacción. Y también apruebo su intención mientras se levanta de la mesa.
Por tanto, me ajusto mi espada y me acomodo el escudo al hombro y mientras yo también me levanto, digo.
Sabias palabras sin duda. Mañana nos espera una jornada que, me parece a mi, solo va a ser la primera de unas cuantas bastante divertidas. Acumulad fuerzas mientras podáis pues las necesetirais.
Dicho esto, alzo la diestra enguantada en ademan de despedida y también yo me retiro a los aposentos que se nos han asignado.

De acuerdo... Elrohir tiene pinta de saber lo que hace... -afirma Karasu mientras deposita las cinco monedas (todo el dinero que tenía encima) encima de la mesa.

En mi opinión deberíamos comprar solo cosas para imprevistos... supongo que los guías llevarán todo lo apropiado para un viaje "normal"... pero me fío de tu buen juicio... -le dice a Elrohir.

Pasan las horas y los aventureros se van retirando a sus aposentos. Dejando a Elrohir, que no conoce la lengua de la zona, encargado de las compras.

Cada vez queda menos gente en la sala.

Cuando veo que mis compañeros se retiran empiezo a guardar las monedas y el papel donde anote las cosas bueno ¿alguien sabe la lengua local? ha sido un gran problema hoy a la hora de adquirir información desde luego después de lo acontecido en el día era perfectamente posible que los comerciantes se escondieran en sus tiendas sin vendernos nada