Partida Rol por web

Bien, ya sabemos donde esta el arabe... Mmm, con el unico que me hablaba era el Malkavian y a desaparecido y todos los que quedan se dispersan sin importarles lo mas minimo la mision... Esta bien, tomare medidas e informare al principe de lo ocurrido.

-Erik, redacta una carta diciendo lo ocurrido al principe y busca quien se lo pueda hacer llegar. Habiendo dos cainitas menos en el grupo creo que podemos prescindir de uno de sus criados. Quiero que le llegue directamente a él, sin pasar por ningun otro, por lo que no pienso pagar a un recipiente para que lo pierda.

Hablare con el arabe, no lo deseo pero hay que saber que planes hay de ahora en adelante... -Piensa este mientras se acerca al moreno cainita.

Puedes ver como Erik se sienta en una mesa que esta desocupada dispuesto a comenzar a escribir.

Haramand te observa desde las sombras, quizas esperando a que des el primer paso. Pero lo cierto es que aguantar su mirada es un tanto incomodo...

No sabrias decir si esta pensativo u observandote detenidamente.

-Saludos árabe. -Dice haciendo a su vez una leve inclinación de cabeza como saludo. -Seguimos el mismo camino y cometido y no nos hemos presentado como es debido. Mi nombre es Thorkell, también conocido como Palidanoche. ¿Seriáis tan amable de responderme con vuestro nombre? Me gustaría que pudiéramos hablar sobre las rutas a tomar y saber cuando partiremos... ¿Sabéis por casualidad donde encontrar también a la señorita Vykos?

-Mi nombre es Haramand -Su voz es un leve susurro apenas audible- , siento si os he disgustado con mi comportamiento, pero al contrario que la mayoria de vastagos yo soy bastante anti-social. La dama Vykkos desperto poco despues de mi y fue a cazar, me temo que durante el viaje no pudo alimentarse como es devido y quiere abastecerse ahora.

La joven sonríe de lado...

Alza una mano y le acaricia suavemente la barbilla...

-De verdad...?-Pregunta, prácticamente ronroneando...-Estás.. Seguro que quieres que me vaya...?-Susurra a su oído...-Porque... Si estás seguro, me iré... Pero... Si no lo estás... Podríamos ir a un sitio más.. Cálido... ¿No crees?-Roza sus labios contra la oreja del joven, haciendo así que sus palabras penetren por el oído del mismo, de una forma totalmente excitante...

El ghoul se aproxima a su maestro, con un papel en la mano.

-Mi señor, la carta ya esta finalizada, ¿quiere que la lleve personalmente u ordeno a uno de los ghouls del principe que la lleve el mismo?

La respiración del muchacho se empieza a agitar, es obvio que cada vez le cuesta mas contener los nervios para hablar correctamente.

-Yo...-Comienza- Bueno...Tu...

Mira a un lado y a otro, como para asegurase de que nadie mas este observando o escuchándoles.

-Mi casa no esta demasiado lejos de aquí...

-Entiendo... En ese caso gracias, señor Haramad. Le dejo solo, no le robo mas de su tiempo, es todo cuanto necesitaba saber. -Dice despidiendose de este y acercándose a Erik una vez que ve que este se levanta y camina hacia él.

-Dile a uno de los criados que por orden mía debe hacerle llegar esta carta al príncipe, pero antes sella con cera el sobre para que ponga mi cuño -Dice mostrándole el anillo de su mano derecha. -No quisiera que la carta se abriera antes de llegar a su destinatario...

Erik te acerca la carta ya dispuesta con la cera, parece que por una vez ya habia pensado algo por el mismo, no todo iva a ser malo.

Espera a que la selles y la guarda en sus ropajes, hasta que pueda ir a darsela uno de los ghouls.

-Con su permiso, me retirare un momento para hacer entrega a uno de esos ghouls.

Mientras esperas a que los demas lleguen puedes ver como uno de los ghouls del principe se devate contra un caballo tratando de sacarlo de el carro, al parecer para montarlo.

Se ve que el chico no es demasiado habilidoso.

Sonríe, felina...

Acerca sus labios al oído del joven...

-Entonces... Llévame...-ronronea, sumamente complacida...

No tardais demasiado en llegar al hogar del muchacho, amparados por la oscuridad de la noche, abre una pequeña puerta que lleva a un cuartito.

Lhyria camina, sin perder la elegancia, mas pensando a la vez en el festín de lujuria y gula que se dará esa noche...

"Juju.. Estoy hecha toda una señorita pecaminosa..."

Aparezco delante del ghoul, tirando de él, haciendolo caer
- ¿Qué tan rápido desea marchar, que ni siquiera se despedirá? ¿Por qué tanta prisa, cuando nuestro destino es el mismo? ¿O acaso me equivoco?
Habla, pues escucharé lo que tengas que decir.

El ghoul te mira con miedo al no haberte visto.

-Que susto me a dado señora, por Dios. Parece que mi destino a cambiado -Dice con mas tranquilidad- Erik me manda en nombre de su señor a que le mande una carta al principe Vincent y ese era mi proposito.

Mientras te habla te enseña la susodicha carta para que veas que no miente.

El cuarto no es demasiado grande pero al menos esta limpio y al parecer bastante ordenado, y tiene lo que se necesita una cama.

El joven acaricia tu brazo con una sonrisa en los labios cuando de pronto su expresion cambia.

-Estas..Muy fria..

Evangeline mira la carta con algo de asombro.
- Todo esto está muy bien... si queremos que el señor Palidanoche quede como un principito delante de sir Vencel. Déjamela un momento, que quiero hacerle unos retoques, ya que el señor Palidanoche no se expresa como alguien de su clase debería hacerlo.