Pasan los minutos y Astrid empieza a hablar en un idioma extraño, no sabéis ni remotamente que es lo que dice, sin embargo todos véis como las llamas de la hoguera empiezan a cambiar, empiezan a aparecer siluetas en el fuego.
Parece como si Astrid os estuviera contando una historia, quizás su historia... A través de la única forma que puede, a través de las imágenes en las llamas.
Las imágenes acaban como comenzaron, todos tenéis lágrimas en los ojos, puede que porque habéis entendido la historia que os ha querido contar Astrid o simplemente porque habéis estado fijándo vuestra vista en el fuego.
Al despertar de ese estado veis que Astrid está quieta, no habla y no parece respirar. Está fria a pesar de que está cerca de la hoguera, sus labios según pasan los minutos se van poniendo azules y luego morados.
Una lágrima cae por mi mejilla a la vez que me agacho al lado de Astrid y la cierro los ojos suavemente.
Mi niña. Siempre has sido mi niña, digo con un tono velado de arrepentimiento.
No has muerto en combate pero estoy seguro que en el Valhala estarás esperándome cuando llegue.
Me siento en el suelo cerca de la hoguera para calentarme, agacho la cabeza y pido al padre de todos que Astrid cene con él esta noche.
Me acerco a la fogata y mancho mis dedos con el polvo de carbón que hay esparcido por el suelo cercano. Me giro y le dibijo en la frente unos simbolismos para que no se distraiga o pierda hacia su viaje al Valhala; también le contorneo los ojos con el negro polvo más por estética que por otra cosa. Le beso las manos y se las junto en el pecho. La estructura que construimos la usaremos como pira para darle una muerte honrosa a esta guerrera.
Esperaremos a que vuelvan los que se han ido para ponernos en marcha. Varias lágrimas caen por mis mejillas.
Floki, prepara la pira en donde las demás que has mencionado antes, Finn, Engla, ayuden a Floki en todo lo que necesite.
Rio, tu y yo prepararemos el cuerpo para el embalsamiento.
Estaba talando algo de madera cuando me doy cuenta de lo que ha pasado, voy corriendo a donde están todos y veo que finalmente Astrid no lo ha conseguido. Reflexivo y con algo de amargor en mi interior digo "Que injusto final morir de esta manera... sin duda estamos en un lugar peligroso, debemos ser cautelosos en todo momento" me acerco a Astrid para despedirme de ella y digo "Al menos viviste tus últimos momentos siendo una mujer libre, espero verte en el Valhala... hasta pronto Astrid"
Se nos ve acercarnos al campamento, haciendo algo de ruido del gran saco que cargo lleno de trozos de metal sacados de la torre.
Estamos de vuelta, había un montón de chatarra tirada; espero que sea suficiente para hacer ese trineo vuestro.
Ya que nadie dice nada lo digo yo xPxP
"Me temo que ya no será necesario nada de eso... Astrid está ahora en Valhalla. Hemos esperado a que llegaseis antes de quemar su cuerpo... por si queríais despediros de ella..."
Vaya, eso es desalentador, pero en su estado era el resultado mas probable.
Me acerco al cuerpo y presento mis respetos debidamente.
- Esperen por favor camaradas!
En la torre me he encontrado con su dueña, le he explicado la situación y me ha dado un brebaje, por favor permítanme espacio para ofrecerle! - . Dijo en voz alta Brunilda mientras que se acercaba al cuerpo de Astrid para hacerla tomárselo tan pronto le fuera posible
El líquido negruzco cae por la garganta de Astrid de forma viscosa, al principio no parece surgir ningún efecto, luego Astrid comienza a convulsionar y empieza a tener un color "mal sano" en la piel como manchas negruzcas, le surgen ojeras negras profundas y sus ojos se tornan blancos.
Al cabo de unos minutos se incorpora y os mira con los ojos vidriosos.
Retrocedo cuando la veo convulsionarse.
¿Pero qué magia negra le has dado?
Empiezo a ver como su cuerpo cambia y voy preparándome para lo peor, sujetando mi espada, pero sin sacarla de la funda.
De repente Astrid, se levanta como si nada, pero su aspecto me recuerda a los cuentos de terror que oía contar por el pueblo.
Me alejo sobresaltado cuando veo a Astrid levantarse y saco el hacha por puro instinto
"¿Pero qué es esto, más putas alucinaciones? no puede ser, todos estamos viendo lo mismo ¿no es así? Astrid, pensabamos... que estabas muerta.."
- Esperen por favor un momento camaradas! Parecías muerta Astrid, pero te verti un brebaje que me ha dado la misma bruja de la torre y has reaccionado de inmediato! Cómo te sientes? -. Responde Brunilda a Astrid y al resto mientras que acerca su mano a soporte de su lanza por si es necesario ocuparla
La noche es fría y el viento arrecia cada vez más, parece que la hoguera no va a ser fuente de calor suficiente para aguantar. Necesitáis una de dos, o guareceros en un sitio cubierto y hacer fogata o empezar a caminar para entrar en calor antes de que el frío sea más profundo.
Me agacho ante Astrid, la cojo la mano y se la beso. Gracias por esperar un poco más para estar en el Valhala mi niña.
El gran padre de todos podrá esperarte un poco más para llevarte a cenar con él.
¿Puedes andar?
Les miro con asombro.
¿Esperar para estar en el Valhala? Más bien la habéis arrancado del Valhala, es que soy el único que está pensado que eso, puede que no sea Astrid.
No eres el único Lothbrook, yo creo que la cuervo de la torre nos la ha jugado de alguna forma. Miro a la mujer pelirroja y de grandes pechos, un poco desconcertado.
Brunhilda, ¿Qué hiciste para que te diera esa poción? No me creo que la cuervo haya sido simplemente buena samaritana y te la haya dado.