Partida Rol por web

El ex-militar mira las estrellas y no tarda en orientarse. Sabe en que dirección está el pueblo, pero... ¿Qué más se hay en los alrededores?

—Si no nos han drogado ha tenido que ser magia negra... —bufó—. A saber lo que se meten... estaba ahí el tío de la tienda, ¿os fijastéis? El fumeta.

Se detuvo un instante para echarle un vistazo al cielo, logrando dar con las dulces estrellas que le permitieron conocer una aproximación de la posición que mantenían actualmente. Asintió con ligereza un par de veces para sí.

La pregunta de Monica le hizo bajar la mirada y dirigirla hacia la susodicha, enarbolando finalmente una sonrisa socarrona.

—¿Estás de coña? No salgo de casa sin ella —afirmó como si tal cosa—. Permiso de portación oculta, nena. Nunca os habéis enterado.

Acto seguido dirigió sus ojos de nuevo al frente.

—Me hago una idea de dónde estamos... vamos a rodear el pueblo, dar con la carretera por la que venimos y salir de este agujero. No os quedéis atrás.

Sin ánimo de dar hueco a discusiones, el chófer se puso en marcha.

-No sabría decirte, sólo recuerdo al tipo que tenía delante, aunque si recuerdo el olor de la marihuana- Dijo Patrick, tras pensarlo un momento.

Quedó completamente maravillado al ver el arma de fuego y a su portador orientándose mirando las estrellas -Algo de suerte, por fin- murmuró.

Sin mas dilación se dispuso a obedecer, siguiéndolo a buen paso, aunque mirando alrededor en busca de alguna roca o palo, algo que le pudiese servir como arma improvisada.

Pasos en la oscuridad... sigilosos... un haz de luz que alumbra de forma errática a breves intervalos...

Dirigió de inmediato el arma hacia el último lugar en el que había percibido el haz de luz. Quien quiera que fuera que rondara por ahí era distinto a la muchedumbre que les había dado caza. O habían cambiado sus tácticas o no formaba parte de los payasos encapuchados...

—Shh... —susurró a sus compañeros—. Agachaos...

Quedó a la espera, atento, aguantando la respiración y aproximando con lentitud el índice al gatillo...

Patrick dejó de inmediato de buscar palos o rocas y escuchó atentamente a Isaac. El ex-militar parecía saber lo que se hacía, a diferencia de el, por lo que obedeció y pasó a esconderse tras un árbol, cuidándose mucho de mi siquiera respirar fuerte.

Empezá a entender esas historias de animales deslumbrados en medio de una carretera y que no se apartan. Me quedé mirando la luz sin saber que hacer hasta que la voz de Issac me hizo reaccionar. Me tire al suelo intentando ocultarme tras un árbol. 

- Maldita linterna - la voz de Jake suena molesta, mientras golpea con la palma de la mano la linterna.

Avanza un par de pasos y se saca un peta de un bolsillo y lo enciende.
- Llevo un rato buscándoos, corréis mucho. Esos idiotas no conocen el bosque como yo, doy muchos paseos por aquí. No os alcanzarán.

Se ríe de manera jovial

No podía creerlo.

Patrick contempló la llegada del fumeta como si hubiese visto salir un fantasma de entre los árboles. Boqueó dos o tres veces, tratando de encontrar las palabras, o la reacción apropiada, mientras sentía enrojecía.

Sin saber si reír, llorar, gritar o volver a correr miró a sus compañeros con los ojos fuera de las órbitas.

Agaché la cabeza hasta tocar el suelo con la frente. -La madre que..- 

Volvi a mirar. Era real, el fumeta del pueblo nos había ayudado a escapar 

-¿Jake?..¿Que diablos está pasando aquí?.-

Olisqueó algo... un olor penetrante e inconfundible... pero mantuvo la cara de póker, esperando que sus sospechas fueran confirmadas. Al percibir la voz de Jake separó el dedo del gatillo y bajó el arma, pero no del todo... entrecerró los ojos ligeramente.

Monica ya había disparado la pregunta obvia, así que él se decantó por otra:

—¿No nos podrías haber avisado de lo que iba a pasar?

- Bueno... yo...

Se acerca a vosotros y os dedica una mirada digna de un cachorro perdido.

- Desde el momento que pisasteis el pueblo os tenían vigilados, siempre lo hacen. Si os hubiese avisado, se darían cuenta y sería un problema - da una calada y os ofrece - sobre todo para mí.

Golpea la linterna y esta parece que vuelve a funcionar.

- Siempre que puedo les fastidio el ritual. Esto no va conmigo.

Sin saber muy bien que terminar de pensar, o si fiarse siquiera, Patrick asintió a su "salvador"-

-Desde luego lo has  hecho, Jake, ha sido algo...mmm, sorprendente- Dijo -Pero...¿por qué? ¿Quién es esta gente?-

Preguntó, preocupado.

-¿Ritual.. cómo que ritual..y como que siempre que puedes?

Me incorporé. La curiosidad y la mala leche eran más fuertes que el desconcierto. -Hay que llamar a la policía -

- Todo lo que os han contado es mentira.

Sujeta la linterna bajo el brazo y se frota la cara, sin que se le caiga el peta o se queme las manos.

- Hace años, en uno de mis paseos, - da una larga calada y sujeta la luz con firmeza - encontré una extraña criatura. Iba muy colocado y me pareció un cachorro perdido y se lo llevé a Kimana.
>> El caso es que cuidó al bicho ese y creció y resultó que tenía poderes. También... bueno... le gustaba la sangre y la carne cruda y eso. A cambio de darle de comer, el les daba cosas... salud, boletos de lotería premiados con dinero para salir de paso sin llamar la atención del fisco...

Tose y sorbe por la nariz.

- Están locos y desarrollaron un culto en torno al ser. Drogan a los turistas y suelen cambiar de droga. Eh... no siempre soy capaz de ver como lo hacen y hacer algún antídoto.

Mira a su alrededor y sigue fumando con tranquilidad al ver que no se acerca nadie.

- Antes de que lo peguntéis, yo era químico. También os diré que no me matan, por qué la criatura... me tiene aprecio o algo así.

- ¿Una criatura?- era difícil de creer, entre otras cosas porque Jake no era precisamente alguien de quien pudieras creer que todo lo que veía era real 

-¿ Una criatura que les concede deseos a cambio de comida.. personas?..¿Os estáis cargando a la gente que pasa por este pueblo?- 

Me apoyé en un árbol. Era increïble. -Joder..¿A cuantos Jake?..¿Desde cuándo?..¿Y nadie denuncia las desapariciónes?Somos de la televisión Jake, si desaparecemos se organiza la de dios.. tendréis rondando por aquí a todos los canales imaginables..nos jode mucho que desaparezcan nuestros colegas -

- Bueno... es cierto que algunas desapariciones han levantado sospechas y que algunas personas que han logrado huir han vuelto con amigos o autoridades... para resolver el problema... pero no es tan fácil. El ente ya está despierto tras el ritual y suele tener hambre...
>> Lo mejor que podéis hacer es huir y olvidaros de esto, nadie os perseguirá.

-Una criatura- dijo Patrick, mirando a Jake de arriba a abajo, con un tono que no animaba a pensar que estuviese creyendo al fumeta.

Negó un par de veces con la cabeza -Mira, no me importa, sólo quiero largarme de aquí, cuanto antes mejor- Volvió a mirar a Isaac -¿Hacia donde? preguntó, ansioso.

Volvió la vista a Jake -¿Por qué no vienes con nosotros? De vuelta en la civilización podemos llamar a la policía-.

El incidente había afectado a Patrick, que solo pensaba en salir de allí, y las historias de criaturas, sectas y demás cuentos propios de una película de terror, aunque no los terminaba de creer, no hacían bien a sus nervios.

Isaac miró de reojo el peta que se le ofrecía. Sus ojos lo dejaban claro: no quería.

Cuanto más avanzaba la conversación, más se iba convirtiendo la cara del chófer en la definición del escepticismo. Acabó negando con el rostro para sí un par de veces, sosteniendo una sonrisa divertida. Decir que la explicación se le antojaba ridícula sería quedarse corto.

Acabó bajando el arma.

—Mira, no sé qué rollo extraño os traéis aquí... —acabó resumiendo así todas las groserías que se le venían a la mente—. Pero a fin de cuentas eso no importa, tenemos que pirarnos —coincidió con Patrick.

Qué químico dañino había en el agua de ese pueblo que les hacía ver a todos cosas extrañas no era importante, lo que sí que sabía es que esa gente era peligrosa, independientemente del motivo. Para él resultaba más que suficiente.

—¿Vienes? —le preguntó a Jake.

- ¿Y a donde vamos?.. tenemos que llegar al pueblo más cercano con teléfono.. Joder, no tenemos nada, está todo en el hotel, y vamos disfrazados de mariachis..ni una sola prueba..y si decimos que nos drogaron no nos harán ni puto caso-