Partida Rol por web

-¡ANDEEEEEER!- estaba a lo mío, tratando de curarme a mí mismo y de retroceder al mismo tiempo que intentaba hacer algo por ayudar a nuestros amigos Jorgael y Samash, cuando la voz suplicante y agónica de Ander me sacó de mi concentración. Debía de estar tremendamente herido para gritar como lo había hecho. Soy consciente de que es infinitamente más valiente, dada su frágil complexión, que ninguno de nosotros, así que un alarido así ha de haber sido provocado por un dolor insoportable.

No pierdo ni media décima de segundo en elevar una oración a Bahamut.

-Bahamut, por favor, te ruego, cura a mi amigo. Cúralo, dale la vida, no dejes a este increíble compañero morir por hacer el bien...

Mientras compruebo que Bahamut hace cumplir mi plegaria, no dudo en lanzar de nuevo un ataque contra uno de los molestísimos enemigos con los que nos estábamos enfrentando.

Arryen ataca con lanza de fe al adulto, pero falla, y aprovecha para desplazarse y para potenciar la curación de Ander.

Las crias iban cayendo una tras otra ante los embites del grupo, pero Caradal se percató de como Jorgael se ve de pronto rodeado por varias criaturas, incluyendo una bastante mas grande que el resto, asi que eligiendo a una de las pequeñas para tratar de eliminar enemigos del campo de batalla enfocó su energía hacia ella mientras realizaba el conjuro. Una vez más la energía salió disparada atravesando la sala en la que estaban impactando en la cría, mientras el olor a quemado inundaba la zona.

El proyectil mágico de Cadaral impacta en el joven 3, chamuscándole un poco, pero sin que dé muestras de irse a caer pronto.

Jorgael mira a Shamash que también esta recibiendo daño de la cercania de las criaturas y este asiente con la cabeza dejandole a entender que estaban pensando lo mismo y comienza la retirada progresiva para minimizar el daño recibido. Sin embargo, el enano se precipita al moverse demasiado deprisa, llevado por el estrés del momento, y falla su intento desafortunado de golpear a los dos kruthik de delante.

Jorgael falla su ataque, pero marca a su adversario.
El joven 1 avanza siguiendo a Jorgael y le ataca:

Jorgael falla su ataque, pero marca a su adversario.
El joven 1 avanza siguiendo a Jorgael y le ataca, fallando.
El joven 3 ataca a Shamash, y también falla.

- Bahamut, dame fuerzas para erradicar esta plaga de insectos - el golpe es potente, pero mal dirigido, la espada rebota en las escamas. Debo estar pidiendo demasiado su ayuda piensa Shamash, a lo mejor mi dios espera que sea capaz de valerme más por mi mismo.

Retrocede con cuidado evitando el hoyo y cubriendo la otra ruta hacia sus compañeros. - Muchachos, confio en vosotros, atacadles y retroceder para dejarnos espacio.

Shamash falla.

El mediano suspira, entre aliviado y enojado, al ver que su daga pasa volando inofensivamente entre las piernas del draconido y las mandibulas de una de las criaturas.

“Una menos... me quedan pocas dagas... como siga desperdiciandolas asi, voy a tener que lanzarles pipas de calabaza...”

Con tan negro pensamiento en mente, el muchacho desliza su mano en torno a la empuñadura de otra de sus armas, presto al combate. Antes de que pueda lanzar un nuevo ataque, se da cuenta de que sus camaradas, poco a poco, van perdiendo terreno y reculando, abrumados por los malignos efluvios que emanan de las criaturas, envolviendolas como si fuese una aura debilitadora.

“Nos estan arrollando... Tenemos que inclinar la balanza a nuestro favor... Si pudiese colocarme a su espalda, podria encontrar un hueco en ese caparazon y meterles la daga hasta la mismisima empuñadura...”

Ander flexiona las rodillas, tratando de comprobar si todavia puede moverse con la agilidad necesaria para poner en practica su arriesgado plan... Allanando el camino con un certero lanzamiento de daga.

De nuevo la puntería de Ander con las dagas queda demostrada al impactar al adulto*, que no se duele demasiado del impacto, pues avanza hasta colocarse adyacente a Shamash y a Jorgael, y decide atacar al segundo.

Impacta: 5 pg.

De nuevo vuelvo a la carga, contra el enemigo más próximo que tengo a mi alcance, a por quien no pensaba ir, pero al ver que carga contra uno de mis amigos, no puedo evitar ir en su auxilio.

¡LANZA DE FE!

Mi poderosa voz resuena en toda la sala, y una vez más, el favor de mi Dios me es concedido. La Lanza de Fe surge imponente, tratando de alcanzar a mi enemigo.