Partida Rol por web

La hora de la revelación

3.- Bienvenidos a Sevilla

Cargando editor
03/02/2015, 21:36
Jordi Cabo

No, la verdad es que no. Aunque en estos momentos me vendría bastante bien uno.- Responde a la pregunta de alguien para identificar la matrícula del coche.- Aunque siempre podemos ir a la delegación del ministerio de Gobernación y preguntar allí.

Después preguntáis en recepción por el aspecto de los misteriosos visitantes. La descripción no os ayuda mucho ya que los recepcionistas no se acuerdan de muchos detalles, pero un dato sí que resulta bastante revelador, y es que sin lugar a dudas ambos hombres tenían el mismo acento que el profesor Cabo, así que deben ser catalanes.

Cargando editor
03/02/2015, 21:44
Montserrat Cabo

¡Claro que hay un método para volver!- Responde la mujer preguntándose nuevamente en cómo es posible que un país habitado por personas como Matthew hubiera podido quitarles Cuba y Filipinas.- El taxista con el que vinimos nos está esperando para volver a Sevilla.

Yo voy a volverme, mi hermano se moriría del susto si no me ve esta noche en Sevilla. Podemos volver todos y regresar aquí mañana por la mañana o pueden quedarse si lo desean. De todos modos yo no entraría en las marismas de noche, sin luz ni ninguna referencia con la que poderse orientar.

Cargando editor
04/02/2015, 11:56
Nick Jefferson

- Yo también me quedo.- Dije poniéndome de pie.

- No he venido desde tan lejos para ponerme a dar paseos de un pueblo a otro mientras sigo sin encontrar a mi hijo. Y si no hay luz para entrar en las dichosas marismas bajaremos la maldita luna si es necesario.- Respondí a Montserrat harto de dar palos de ciego.

Cargando editor
04/02/2015, 12:14
Steffan Wood

- ¿Catalonia?- Dijo Steffan tratando de hablar español. De su estancia en Francia, y también de conversaciones con su madre, sabía que Barcelona era una gran ciudad.- Eso encajaría con que la matrícula del vehículo empezara por B, de Barcelona. ¿No es así Sr. Cabo? De todas formas me parece bien tratar de que nos den un nombre. Si son catalanes puede que el nombre le suene y arroje algo de luz sobre sus identidades y las razones del seguimiento al que nos vemos sometidos.

Cargando editor
05/02/2015, 17:32
Abraham Colt

- ¡ Y yo también!- se unió el cabo a sus compañeros.

- Yo también quiero saber más sobre todo esto. ¡Algo tenemos que sacar en claro!- dijo un tanto enfadado por la situación.

Cargando editor
05/02/2015, 23:47
Roderick Craven

Hasta hacía un momento habían quedado todos en volver, pero sin saber muy bien por qué... bueno porque al señor Greywood le gustaba jugar a los detectives intrépidos, los demás decidieron quedarse a descubrir ¿qué? la noche y una marisma extraña no era una buena convinación y menos cuando el capellán había sido testigo de que las fuerzas del mal estaban desatadas y habían adquirido la fea costumbre de manifestarse en forma de bicho monstruoso... tenía demasiado vívido el recuerdo de aquel maldito laboratorio como para querer arriesgarse allí.

- Pues yo me vuelvo, dudo mucho que encuentren algo más de noche que a la luz del día. Deberían de hacer caso de las recomendaciones de los locales, al fin y al cabo conocen mejor este terreno que nosotros... Permítame acompañarle de regreso a Sevilla señorita... Vendré a verles por la mañana... Buena suerte caballeros.

Cargando editor
09/02/2015, 14:09
Matthew Greywood

¿Y usted Urdish? ¿Se va o se queda? ¿El aroma del mar o el de la ciudad?—dijo Matthew con cierta sorna. No esperaba menos de Roderick "el valeroso". Sin embargo no podía culparlo: Roderick no tenía hijos y no sabía lo que era perderlos.

Cargando editor
10/02/2015, 18:31
Ernest Urdish

Yo me quedo con ustedes. Alguien tendrá que traducirles si la señorita Cabo se vuelve para Sevilla. - Responde el de Providence ignorando el tono sarcástico de Greywood.- Lo que no estoy dispuesto a hacer es adentrarme de las marismas en mitad de la noche. Aunque si que tal vez podamos conseguir que algún lugareño nos acerque a las inmediaciones.

Cargando editor
10/02/2015, 18:32
Montserrat Cabo

Entonces está decidido.- Añade Monterrat a la conversación.- El señor Craven y yo nos volvemos a Sevilla. Volveremos mañana por la mañana con mi hermano y sus amigos. No comentan ninguna imprudencia.- Os pide antes de irse junto con Roderick a coger el taxi que les lleve de vuelta a la capital hispalense.

Cargando editor
10/02/2015, 18:33
Ernest Urdish

Una vez la mujer y el capellán se han ido. Urdish os propone.- Tal vez deberíamos conseguir algún alojamiento donde podamos pasar la noche, y luego salir a buscar alguien que quiera acercarnos a las marismas. ¿Les parece?

Cargando editor
10/02/2015, 18:33
Director

La noche ha caído y transitar por los caminos sin asfaltar que llevan de regreso a Sevilla es bastante más peligroso que en el viaje de ida, por lo que el chofer circula mucho más lento.

No habéis recorrido ni la mitad del camino cuando os dáis cuenta de que se han hecho las diez de la noche. Montserrat le pide al conductor que se detenga en la próxima población.

Cuando el automóvil se detiene la mujer baja decidida y en unos minutos vuelve con dos trozos de pan envueltos en papel de periódico. Mientras te lo comes, Montserrat te explica que el sabroso relleno del pan consiste en los cuartos traseros del cerdo.

Llegáis a vuestro hotel poco antes de las doce de la noche y tras pagar la carrera bajáis del taxi y entráis en recepción.

Cargando editor
10/02/2015, 18:34
Jordi Cabo

Lo ha dicho usted bastante bien.- Te contesta el profesor, elogiando tus intentos por chapurrear algo en castellano.- Habrá que rellenar el correspondiente papeleo, pero supongo que podremos conseguir un nombre.

El profesor saca su reloj del bolsillo interior de su chaleco y lo consulta. Su hermana y vuestros compañeros se retrasan y el joven pone mala cara, aunque trata de ocultarla.- ¿Les parece que cenemos mientras sus compañeros regresan de Bonanza?- Os ofrece.

Cargando editor
10/02/2015, 18:34
Director

Cenáis plácidamente en el comedor del mismo hotel, los sabores son diferentes a los que estáis acostumbrados, con mucho aroma ajo y aceite crudo, pero aún así lo que cenáis está bastante sabroso.

Termináis la cena sin que ninguno de vuestros compañeros haya aparecido y Jordi, cada vez más nervioso por no saber el paradero de su hermana se niega a subir a sus habitaciones, prefiriéndose quedar en recepción tomando un café.

Son casi las doce cuando por la puerta de recepción entran Montserrat Cabo acompañada por Roderick Craven con pinta de cansados por el viaje aunque en perfecto estado.

Cargando editor
10/02/2015, 18:35
Jordi Cabo

Jordí se levanta raudo del sofa de recepción donde estaba sentado y se acerca a los recién llegados con aspecto de preocupado.- ¿Estáis bien? ¿ Por qué habéis tardado tanto?- Pregunta casi inmediatamente.

Cargando editor
10/02/2015, 18:35
Montserrat Cabo

Montserrat, mucho más tranquila responde con su aire de suficiencia habitual.- Hermano, el viaje hasta Bonanza es de más de dos horas y otras tantas para volver. ¿Cómo esperabas que llegáramos antes?

Solo con oírla hablar sabéis que la mujer dispone de muchos más recursos que su joven hermano.-  Aunque esta vez si que podemos decir que el viaje no ha sido en vano. Ni te imaginas lo que hemos descubierto.

Cargando editor
11/02/2015, 00:05
Matthew Greywood

Matthew se frotó la nuca incómodo. El abandono del cura no le había hecho mucha gracia: cuando los hombres religiosos huían no se podía esperar que un tipo normal conservase la fe. Tampoco le hacía gracia que no volviesen hasta el día siguiente en lugar de aquella misma noche.

Si, quizás sea lo mejor.Y no sé que clase de política habrá en este país con las armas, pero desde luego, me sentiría más seguro si aparte del revolver y la recortada llevase algo más...contundente.

Cargando editor
11/02/2015, 20:10
Abraham Colt

- Pues a mí no me mires, no me he traído el cañón del veinte en el petate- bromeó el cabo. Parecía que el ambiente estaba algo más distendido, pero duró poco tiempo. Al momento los recuerdos de su hijo le llegaron a su mente y su semblante se volvió a entristecer.

- ¿Qué demonios haría aquí el profesor Zamarrenov?- preguntó más para sí mismo que para el resto-. Espero que lo que encontremos nos de las pistas para localizar a nuestros hijos- dijo esperanzado.

- Venga salgamos a buscar un sitio donde dormir. Señor Urdish, si nos hace el favor de guiarnos. Nosotros le seguiremos- dijo haciendo una señal con la mano para que pasara él primero.

Cargando editor
11/02/2015, 23:21
Roderick Craven

Roderick no recordaba haber rezado tanto en toda su vida... bueno eso sin contar con el viaje de ida... y lo del lamentable episodio del laboratorio de los bichos... el caso es que aquel viaje fue mucho peor que el primero de ellos. ¿Cómo se podía ser tan suicida? ¿Es que acaso no sabían que el suicidio era un pecado y que sólo correspondía a Dios dar y arrebatar la vida? Esta última parte debería de habérsela comentado también a los bichos, pero dudó que le hubieran escuchado...

 De manera que el señor Craven recitó todas las oraciones habidas y por haber durante todo el trayecto. Afortunadamente la mujer le ofreció un bocadillo echo de una fina carne de un sabor extraordinario, no recordaba haber comido nada igual y justo cuando se estaba relamiendo, va y le confiesa de donde provenía... el señor Craven a punto estuvo de tirar lo que le quedaba de bocadillo por la ventana... pero se lo tragó muy rápido y casi sin olerlo... estaba bueno y tenía hambre... maldita sea.

Cuando por fín llegaron a su destino, el capellán reprimió el impulso de tirarse al suelo y bersarlo, en su lugar se abanicó un poco con el pañuelo y puso cara de circunstancia, como si se encontrara ligeramente indispuesto, una tontería que no iba con él... cuando en realidad lo que deseaba era tirarse a la cama y no despertarse en cien años...

Finalmente se acercó a sus otros dos compañeros para ver como le habían ido a ellos las cosas.

- Pues... sí, tal y como dice la señorita Cabo, parece que algo hemos descubierto... Pero, ¿Qué tal les ha ido a ustedes, caballeros?- dijo tras limpiarse suavemente la frente y recuperando por completo la compostura, al tiempo que guardaba el pañuelo y los miraba con tranquilidad.

Cargando editor
12/02/2015, 19:13
Ernest Urdish

Según creo están total y completamente prohibidas, tanto su uso como su venta y posesión.- Contesta Ernest.- Con la excepción de las escopetas de caza, e incluso para esas armas, es necesario disponer de un permiso específico del ministerio, que suele ser lento y difícil de conseguir, sobre todo para extranjeros como nosotros.

Después se levanta y se dirige a la barra para habar con el dueño del bar. Tras conversar un momento con él vuelve con vosotros.- No hay ni un mísero hotel, en este pueblo, lo más parecido a un alojamiento es la fonda de asunción. Que según parece dispone de una habitación comunitaria con camastros donde poder dormir. No es que sea el Waldorf Astoria, pero seguro que habiendo participado en la gran guerra habrán dormido en sitios peores.

Salís del bar de la tía María para dirigiros a la fonda. No está lejos, en realidad nada está lejos en aquel pueblo de pescadores formado por cuatro o cinco calles de pequeñas casas de blancas paredes.

El alojamiento era tal y como os esperabais, una habitación rectangular con diez camastros hechos con colchones rellenos de hojas de maiz hacinados en ella que permitía poca o ninguna intimidad, y ningún espacio para los objetos personales más allá de lo que pudieras dejar debajo del camastro. Por suerte, habías viajado hasta Bonanza dejando el equipaje en Sevilla, así que los robos no debían de preocuparos aquella noche.

Quedaban camas libres, he reservado cuatro.- Os dijo el de Providence cuando acabó de hablar con la dueña.- Hay desayuno en la cocina de la casa y con un suplemento la mujer nos hace la cena, pero solo de ocho a diez de la noche.

El hombre parece satisfecho con las gestiones, así que os pregunta.- ¿Y ahora?

Cargando editor
12/02/2015, 19:51
Steffan Wood

Steffan se apresuró a contestar para que de esa forma le contaran rápido aquello tan importante que habían descubierto.

- No es gran cosa.- Dijo apartándose el pelo del flequillo hacia atrás pero con un brillo en la mirada que dejaba las puertas abiertas a que hubiera algo interesante.- Sin embargo cuando nos dirigíamos a la biblioteca a buscar los libros que había consultado el profesor antes de desaparecer, percibimos que nos seguían unos extraños en un coche. Logramos tomar la matrícula por lo que disertábamos sobre si podríamos hacernos con un nombre yendo a las autoridades. La matrícula comienza por B, por lo que creemos que puedan ser de Barcelona.- Dijo con adorable acento afrancesado consciente de que era muy atractivo para las mujeres. Steffan no quitaba ojo de la bella hermana de Jordi Cabo.- No queda ahí la cosa. Cuando volvimos de la biblioteca en el hotel nos informaros que unos hombres con acento catalán, intentaron que les dejaran pasar a nuestras habitaciones a esperarnos. Creo que deberíamos extremar las precauciones a partir de ahora.- Se mantuvo tranquilo tratando de impresionar por su templanza.- En la biblioteca no sacamos gran cosa en claro debido al idioma. Lo que nos pudo traducir el Sr. Cabo sobre los libros consultados es un poco lo mismo de siempre. Portales, el diablo, etc. Pero sí pasó una cosa curiosa al marcharnos. - Hizo una pausa para reclamar toda la atención.

- Al salir nos topamos con un cuadro. Lo único dibujado en el cuadro pintado al oleo era una pequeña ermita. En una de las paredes de la ermita, estaba el símbolo...- Dejaba claro que se refería al símbolo que tenían tatuado en el hombro y que tantos quebraderos de cabeza les había dado.- Era un cuadro de la ermita de Bonanza pintado en 1820. ¿No es increíble?- Dijo mirando a Roderick.- Ahora por favor, ponednos al corriente de lo que encontrasteis.