Partida Rol por web

Fargrim agarra uno de los cadáveres de goblin que menos salpique de sangre y se acerca hacia las escaleras.

-Bien, entonces vamos a mirar si realmente hay trampas o que.-

Intentando minimizar el ruido el enano sube al piso superior para analizar el lugar y finalmente lanzar el cadáver del goblin al medio de la habitación para comprobar si salta alguna trampa.

Fargrim se adelanta, arrastrando el cadáver de uno de los goblins. Los demás seguís sus pasos por la escalera. Una vez que estáis arriba, el ex-convicto lanza el cadáver al centro de la habitación y el suelo parece temblar, como si de un momento a otro se fuese a colapsar. Pero finalmente no ocurre nada más.

Fargrim analiza la habitación, hace un chasquido con la lengua y se gira para mirar las antorchas.

Con cuidado saca una de su soporte y la lanza hacia el fondo de la habitación, donde las sombras.

-Tanta tranquilidad ...- Masculla en lengua enana.

Al tiempo que Fargrim se acerca a la pared para descolgar una de las antorchas, los demás os fijáis cómo surge un destello gélido de los cráneos de los esqueletos. En ese momento los huesos empiezan a ensamblarse con rapidez, como un engranaje perfecto, y los huesos cobran "vida".

A su vez, unas cuantas flechas provenientes del fondo os curo de la sala os caen encima. Tan solo Fargrim resulta herido por las flechas cuando una se le clava profunda en el estómago.

Al caer la antorcha en el extremo sur de la habitación, las sombras se desvanecen y observáis a tres goblins subidos en la estructura de madera, uno de ellos ballesta en mano celebrando haber acertado con su flecha al enano. Otro está recogiendo su ballesta después de que se le haya caído al suelo. El tercero se diferencia de sus compañeros por ir vestido con una túnica medio rasgada y llevar una vara echa de huesos. Este último goblin ejecuta rápidamente un sortilegio y conjura sobre vosotros una nube de vapores irritantes.

Había sido una ilusión? Un deja vu? O tan solo un mal presagio? Cuando Fargrim se echa mano a la herida en el estómago descubre que no tiene tal herida. La antorcha arrojada al otro extremo de la habitación desvanece las sombras y podéis ver cómo un goblin está subido en la plataforma de madera, portando una vara decorada con huesos que apunta en vuestra dirección. En la misma plataforma hay otros dos goblins, preparados para disparar con sus ballestas.

Uno de los esqueletos intenta golpear a Travok con una espada oxidada, pero la armadura del enano detiene el golpe. Los otros dos esqueletos disparan flechas contra Fargrim y Clevor, pero carecen de la puntería suficiente como para acertarles. 

Con félida gracia el explorador invoca la fuerza del depredador felino sus pies se afirman y se hace siente más intuitivo levanta el rostro para ver con claridad la fuerza de sus adversarios, con pericia apunta su arco y aprovechando la baja estatura del enano suelta una potente flecha que con el ánimo de hacer retroceder al muerto vivo.
En medio de la molesta aura el explorador ve a los esqueletos apiñados en el rincón y avanza hasta tener un tiro más claro , 3 flechas en su mano porta cuando sale del aura, emocionado por la batalla levanta el arco una vez mas y con brutal precisión lanza los proyectiles a los esqueletos que se refugiaban en la esquina, hay que moverse ahora enanos a la carga, dice mientras pone una nueva flecha en su arco y apunta a los arqueros de la plataforma

Dagor consigue abatir a los tres esqueletos con sus rápidos disparos.

Si hay algo que Clevor sabía reconocer a la distancia era una emboscada. Lo había aprendido de la peor forma, perdiendo amigos y aliados, pero sobreviviendo y saliendo victorioso al final. En cuanto entraron en el primer piso de aquella nefasta torre, puso a todos sus compañeros de sobreaviso y frustró el intento ataque furtivo que habían preparado los goblins.

Travok avanzó como una mole bloqueando los huesos de los no-muertos, Dagor reaccionó como una tormenta de proyectiles que desarmó a tales enemigos dejando el camino libre para que los enviados del gremio avanzaran.

-¡Travok, Fagrim, conmigo!- gritó mientras rodeaba la habitación evitando adentrarse en la zona inestable del piso, era inútil arriesgarse teniendo a los principales enemigos en posición más alta y con armas de proyectiles.

Finalmente llegó al parapeto tapizado, y decidió detenerse allí un momento para analizar la situación, utilizando el pequeño muro de cobertura.

El humano salio corriendo para parapetarse en la estructura, y pidió a los enanos que le siguieran. Travok miro a su homólogo y encogió los brazos
Me parece que aun no sabe que somos de patas cortas, ja ja. YÁ VOY, CLEVOR YA VOY, PERO ANTES LE MANDO UN REGALO AL VERDOSO
Cogió su gran hacha con ambas manos y se la lanzo al goblin. El arma giro en el aire haciendo un zumbido aterrador he impactando a la criatura en todo el torso, con tal fuerza que le hizo retroceder. Con un chasquido y un charco del sangre, el arma salio del objetivo y voló a mano de Travok, mientras este se habia parapetado en una estatua.

El hacha de Travok vuela e impacta en uno de los goblins situados en la plataforma. A su lado, el que tiene pintas de brujo comienza a reirse - Soy Magdutt el Oloroso. Temblad ante mi poder! - Tras ejecutar una serie de movimientos con sus manos, una nube apestosa e irritante surge cerca de Clevor. 

En ese momento Clevor observa cómo un par de cuchillos rasgan el tapiz descolorido y tratan de apuñalarlo. Detrás del muro había otros dos goblins apostados. El humano consigue evitar el primero, pero el segundo se le clava en la clavícula.

Por su parte, los dos goblins situados en la plataforma disparan sus ballestas contra el elfo. Ambos proyectiles se clavan en la pierna y el costado de Dagor.