Partida Rol por web

Te acercas al precipicio siendo adelantada por Owen y Alphonse. Desafortunadamente tratas de  acercarte para ver, pero no logras percibir nada, solo oscuridad. Ciertamente te da algo de miedo acercarte más. Lo poco que observas es nulo.

No veo nada, la voz de Katie sonaba angustiada, mientras se acercaba con prudencia a la barrera. ¿Está ahí el coche? ¿Hay algo?

Confiaba en que sus compañeros vislumbrasen algo más que ella, pero por otra parte deseaba que no hubiese nada que ver.

Tus compañeros Owen, Alphonse, y Katie se acercan hacia el precipicio. Esta última se queda un poco resagada. Mientras tanto tú estas viendo todo desde  otro ángulo, es evidente que al igual que Katie no ves nada al acercarte. Las marcas en el suelo y la barrera de contención rota. No hay luces directas en la vía que ayuden a mejorar la visión. Miras por encima de los hombros preocupado y la luz más próxima esta a unos 27 metros de ahí, en la vía lateral a la casa de la carretera que habías visto ya antes. Y mucho más allá se pueden ver varios puntos de luz pertenecientes al pueblo.

Tras intentar una y otra vez ver algo en aquella penumbra, no lo conseguí.

-No Katie, no veo nada, está muy oscuro, corred-Y doy la vuelta hacia la casa del vecino-Debemos avisar, para que llamen a alguien.

Salgo corriendo hacia la casa del vecino llamando repetidas veces a la puerta, impaciente.

-¡POR FAVOR, ABRA LA PUERTA, ES URGENTE!

A pesar del clima, notaba unas gotas de sudor por mi frente y nuca que se enfriaban rápidamente haciéndome estremecer.

"Arrgg...¿Cómo ha podido pasar todo esto?"

No, me temo que Alphonse está en lo cierto, es imposible ver nada desde aquí y menos en una noche así - Digo mientras miro el cielo encapotado.

No creo que sirva de mucho Alphonse, no creo que nadie haya podido sobrevivir a esa caída. Pero tampoco tiene sentido quedarnos aquí. - Volvamos con Alphonse señorita Katie. - Digo mientras pongo mi mano suavemente, intentando no asustarla, sobre su hombro.

A Katie no le gustaba que la tocasen por norma general, pero en aquellos momentos estaba tan alterada que ni lo notó. Se dio la vuelta y siguió a paso rápido al escritor, que se dirigía a la casa del vecino. Notaba que empezaba a sudar del nerviosismo y de la veloz carrera hasta la casa. Solo esperaba que el vecino les ayudase.

Me debo rendir a la evidencia: No podemos hacer nada, no sin luces

Acompaño al compañero a por el Coetaneo, el vecino quetan curiosamente nos vigilaba... y el dueño del gallo descomunal

Correr hacia la puerta del vecino y tocarla tuvo una reacción extraña. Cuando Alphonse golpeo la puerta basicamente la vivienda se abrió. La puerta estaba sólo ajustada.

El recibidor se ve identico a la casa de vuestro amigo.  Es más, la arquitectura es la misma (*). Lo curioso es que tras los gritos de Alphonse y el estruendo en la puerta no hay respuesta. Nada.

En otra situación sería más caballeresco y educado. En esta... parece que será más facil pedir perdón que pedir permiso.

Entro haciendo ruido, y diciendo "Por favor, ayuda!" y entro en las salas. Me encamino principalmente hacia donde me pareció que nos observaban

Me quedé un poco sorprendido por que la puesta estuviese abierta, pero John no dudó en  entrar así que tras él, hice lo mismo.

-¡¿Hay alguien?!-Y tras esperar unos segundos-Necesitamos buscar un teléfono, llamar a alguien.

Y me puse a rebuscar por la casa para buscarlo, empezando por donde estaba en la casa de Arthur.

A Katie eso de entrar en una casa desconocida sin permiso le pareció de una mala educación terrible. Sin embargo, no recibían respuesta del vecino, y pensar en el profesor Hopkins, quien podía estar en esos momentos gravemente herido al borde de aquella especie de acantilado, la motivó a seguir a sus compañeros. Si el vecino volvía y les encontraba en la casa, las pertinentes explicaciones disculparían su comportamiento. Esto puede considerarse allanamiento de morada, por mucho que esté la puerta abierta, pensó miss Jenkins sintiéndose agobiada ante las circunstancias. Era una persona muy legal.

Una vez dentro de la casa, la mujer lo observó todo con ojo crítico y pronto se dio cuenta de que la casa seguía la misma estructura que la del profesor. Por lo que en seguida se dirigió a la sala de estar (sala de la izquierda del todo), donde su lógica le dijo que quizás encontraría un teléfono.

¡Voy a la sala de estar, miren en las demás habitaciones! les pidió a los demás mientras abría la puerta en cuestión.

Corro junto al resto hacia la casa. Al ver que todos han entrado en tropel a la casa pienso - Ok, ahí no creo que sea muy útil de momento, y no parece haber nadie. 

Decido rodear la casa, por si el dueño pudiera estar en la parte trasera y no nos hubiese escuchado. - Además... no puedo olvidarme de ese gallo.

Cuando entran en la casa se dividen, mientras que el resto esta en el primer piso, Alphonse sube al segundo en busqueda del teléfono.

Independientemente del lugar donde se encuentren o hayan mirado la casa es completamente identica a la de Arthur. Las mismas decoraciones, los mismos libros, los mismos cuadros. Todo en  total limpieza, todo igual. Por un momento tienen la sensación de encontrarse en la misma casa, como si no hubieran salido de la otra. Todo identico.

El reloj establece las 7:47 pm.

Cuando subes además del impacto puedes notar una sombra que sale del cuarto de al lado. El principal.  La puerta esta entre abierta.

El teléfono no da tono.

La sala es completamente igual. Lo único que falta es el libro de fotografias. El mismo cuadro con las siete casas, los mismos libros, la chimenea esta apagada. Todo en total aseo.

El reloj... la hora... notas que curiosamiente  siempre que miras ese reloj  siempre termina en siete o tiene que ver con ese número. En la casa de Arthur también era igual.

Katie examinó durante unos minutos la sala, para luego salir a toda prisa de nuevo al hall y gritar con fuerza.

¡Es todo igual! La sala es idéntica a la del profesor Hopkins... Esto... esto no tiene sentido, lo habló bien alto para que se enterasen al menos los que estaban por la planta baja, al igual que ella. 

La señorita Jenkins empezó a sudar de nerviosismo. Más que miedo, aquello le generaba una tremenda inquietud. Parecía que las casas eran clones una de la otra, y que allí no vivía nadie.

Al ver que el teléfono no daba tono me frustré e intenté tranquilizarme para pensar con claridad, pero había algo que me lo impedía, esa sensación..."Todo...¡todo es igual a la otra casa!" Por un momento me pareció ver como una sombra sale de la habitación principal.

-¿Hola? ¿Hay alguien? Perdón por entrar sin permiso...

Poco a poco voy acercándome hacia la puerta entreabierta intentando mirar dentro.

"Pero me ha dado la sensación de que alguien salía de ella....pero no hay nadie aquí fuera..."

Cuando llegué, abrí la puerta de par en par mirando adentro si había algo. Si no lo hay me doy la vuelta y bajo con los demás.

"E... ¿ESTO que DEMONIOS ES?"

Extrañado, voy a mirar la cocina, si los cuchillos estan como los encontré -y como los dejé- y en un momento de extrañeza suma, dejo de hacer lo que estaba haciendo, para ir al equivalente de mi cuarto.

Yo me eché en la cama... Recuerdo que me eché y descansé un rato...

Rodeas la casa. No hay ventanas abiertas. El jardín es escaso. Escuchas algunas expresiones de angustia de tus compañeros.