Partida Rol por web

 La tension del momento podia cortarse con un cuchillo, y entonces una risa de mujer comenzo a escucharse cada vez mas alta, de pronto todos miraron a chia, tenia a un chino levantado con una sola mano contra la pared, este intentaba soltarse, pero aunque a chia no parecia prestarle atencio este no podia soltarse.

-jaja, jajaja, Pendragon, ni se te ocurra tirar el arma- luego mira al chino que apunta al hijo de Mina y comienza a hablarle- Adelante, disparale, esta protegido por mi magia demoniaca y no conseguiras nada mas que dejarlo incosciente,aun asi no me gustaria que la señora Mina viera la escena, asi que- chia se quito sus gafas de sol dejando al descubierto unos bonitos ojos negros, el chino de su mano seguia intentado uir pero el fuerte brazo de chia lo agarraba del cuello sin aflojar su presa.- tira el arma- entonces el color negro de los ojos de chia se extendio, y sus globos oculares se volvieron totalmente negros dandole un aspecto que daba miedo, ademas, al mismo tiempo, el hombre que  chia habia agarrado comenzo a gritar de dolor, las siguientes palabras que dijo chia sonaron como salidas del abismo-O me como tu alma- en ese momento el hombre que chia tenia agarrado de la mano se quedo totalmente inmovil y chia lo solto dejandolo caer muerto, chia se quedo mirando con sus terrorificos ojos a aquel chino que apuntaba al niño.

"Maldita sea, llevo demasiado tiempo sin hacer esto, no he podido renovar mis fuerzas, Solo he conseguido cansarme mas, y desperdiciar el chi de este hombre, pero no esta todo perdido si tira el arma"

Un fuerte dolor en mi pecho fue todo lo que pude sentir antes de caer al suelo, aunque mientras las lágrimas asomaban por mis ojos, lo último que pude ver con claridad fue la expresión de mi hijo y aunque no pude reaccionar ni pensar en nada, su expresión me destrozó hasta el alma.

Cuando pude volver a darme cuenta de algo, note unas manos golpeando mi rostro para espabilarme y me senté rápidamente cogiendo mucho aire en mis pulmones antes de llevarme la mano al pecho y ver que el balazo no me había herido. No tenía ni idea de cómo ni por qué pero mi mirada se posó en Chia rápidamente, suponiendo que esto era obra de ella pues aunque me hubiera gustado ser inmune a los agujeros de bala, sabía de sobra que no, que no lo era.

No tuve mucho más tiempo como para pensar, ya que vi al hombre apuntando a mi pequeño, como Chia cogía a aquel hombre y se la volvían los ojos negros y como Pendragon apuntaba a aquella mujer. Por un momento, al ver a la mujer oriental que se supone que estaba de nuestro lado, cosa que agradecía, un frío escalofrío recorrió mi espalda, pero lejos de irme a dar pon vencida, decidí aprobechar lo distraído del hombre y abalanzarme sobre él para tirarle al suelo. Me daba absolutamente igual ganarme de verdad esa bala, lo único que me importaba era que el niño no sufriera ningún daño.

Dicen que el amor de madre todo lo puede, y en el caso de Mina esto fue muy cierto. Logró no solo salvar a su hijo, sino que derribar al chico que le apuntaba. Lo que le permitió a Katty reacionar y sacar su arma para dispararle al primero que se atreviera a hacerle daño al pequeño Quincy.

Por su lado, Chia solo había logrado matar al chino que tenía en sus garras, pero no consiguio absorver su chi, lo cual la seguía manteniendo debil.

En ese momento, en que todo era tenso y no se sabía quien era el que disparía, cuando por la puerta de la fábrica aparece la chica china que los ayudó (Karameneh), Nayland Smith y un anciano en una silla de ruidas que solo Chia conocida y se trataba del tío de Karameneh. Ese anciano, al ver lo que pasaba, se pone de pie y dice con voz potente que deja a todos descolocados:

- ¡Ya es suficiente! Esto se ha transformado en un despropósito. No tiene ningún sentido esta vengansa estúpida. Solo ha debilitado al Si-Fan.

Ninguno de ustedes alcanza a entender que pasa, pero ese anciano no hablaba como viejo.

Levanté la cabeza una vez derribé a aquel hombre para ver qué era lo que sucedía, aunque en seguida me puse de rodillas en el suelo y me desplacé hasta mi pequeño para abrazarlo y quedarme ahí junto a él, protegiéndolo entre mis brazos de todo lo malo que pudiera pasar.

No entendía nada y nos abía quién era ese hombre que estaba hablando, aunque lo que sí que sabía era que me faltaban algunos detalles de todo aquello y que no iban a tardar en ponerme al día..

- Sólo quiero llevarme a mi hijo y a Quatermain, a los dos que os habeis llevado sólo para traerme aquí.. Nunca he querido formar parte de todo esto y mucho menos, mi única familia.. - Apreté un poco más a mí al pequeño.

Los ojos de chia volvieron a la normalidad, cuando el peligro directo sobre el hijo de mia desaparecio, estaba cansada, habia usado mucha de su energia en el conjuro para protejer a Mina y a su hijo y su intento de absorer la energia vital de aquel chino no habia resultado, cansandola todabia mas, aun asi, no aparentaba cansancio, y se mantenia depie tranquila. tenia curiosidad sobre lo que estaba pasando en el lugar, y estaba empezando a sospechar que el emperador podia haberla engañado, y se estaba poniendo de mal humor.

El anciano se lleva las manos a la cara y se saca el maquilaje que llevaba y que lo hacían verse mayor y ante ustedes se presenta un tipo de rasgos afilados y duros, ojos verdes y penetrantes y un dejo de crueldad en el rictus de su boca. Al verlo, los chinos se ponen de rodillas y unden la cabeza en el suelo, mientras que Fah-Lo-Sue parece estar muerta de miedo. Entonces el sujeto vuelve a hablar:

- Yo soy Fu-Manchú, único líder del Si-Fan - al decir esto le lanza una mirada amenazadora a su hija -. No tengo animosidad en contra de la señorita Murray. Si ella y sus compañeros tuvieron algún problema con nosotros, eso ya pasó, pues la venganza es solo para los débiles que no tienen claros sus objetivos. Prohibo cualquier daño a aesta mujer o a quien se encuentre con ella.

"En cuanto a ti, Dragón Negro, has de sentirte engañada, pero no todo lo que te dijo el Emperador fue falso. Tu hermano estuvo aquí y ahora se dirige a África con un cargamente de explosivos. Has sido de gran ayuda para que yo vuelva a mi lugar, así que pide lo que quieras para compensarte.

No tenía demasiado claro qué era todo lo que había sucedido, pero al parecer, la hija de ese hombre había usurpado su puesto de lider de toda esa gente sin que su padre estuviera demasiado de acuerdo, y chia, había sido enviada aquí sin que se la contara esto..

De todas formas, mi único problema era salir viva y con mi hijo y las personas que me acompañaban de ahí y parecía que eso ya lo íbamos a lograr así que asentí cuando me habló y mostré una sonrisa agradecida.

- Gracias.

No dije nada más, aunque cogí a mi pequeño en brazos ( aunque pesaba para tenerlo mucho tiempo así ) y lo abracé mientras las lágrimas llenaban mis ojos, aunque esta vez lo hicieran de felicidad.

- Te quiero Quincy.. - Le di un fuerte beso en la mejilla y luego le miré con una sonrisa. - ¿ Estás bien? ¿ Te han hecho daño?

No sabia , hasta que punto me habia engañado el emperador,  tenia que aclarar mis ideas, y enterarme mas de lo que estaba pasando, sobre todo enterarme de si lo del elixir que me combertiria en humana era verdad, y por el bien del emperador esperaba que esa parte no fuera mentira, pues enfadada podia ser un enemigo terrible. Mire a Fu-manchu seria y dije- La quiero a ella- dije señalando a Karameneh- aceptas?

Fu-Manchú mira con desprecio a la esclava (ese es el significado de la palabra mongola Karemeneh) y le dice:

- Estaras a disposición de lo que la mujer demonio desee. Cuando termine contigo, volveras a mí.

Entanto, el pequeño Quincy parece estar indemne. Y abraza a su madre por todo el tiempo que han estado separados.

En esos momento, en que los chinos se retiraban y Fah-Lo-Sue era llevada como prisionera por los mismo que antes la servian, llega un carruaje negro con el simbolo de los mazones libres en la puerta. De él se baja Bond y Jonathan Harker. El ex marido de Mina iba furiso a, seguramente, arrancarcelo de los brazos, pero Péndragon lo detiene ferreamente y cruza un par de palabras con él que nadie logró escuchar, pero que hizo que Jonathan se pusiera blanco de miedo y diera media vuelta.

Después Péndragon se acerca a ti y dice:

- Usted y el pequeño pueden pasar la noche en mi casa. Su padre lo ira a buscar mañana en la mañana.

Las lágrimas corrían por mi cara ya, agenas a todo lo que pasaba a mi alrededor, pues el abrazo de mi pequeño fue lo suficiente como para llenar mi alma, como para sentirte en paz y armonía durante unos instantes, como si aquello fuera el mayor logro de mi vida, lo mejor que había hecho nunca.

Al escuchar el carruaje levanté la vista y al ver bajar de él a Jonhatan mi corazón dio un vuelco. El el fondo, y aunque aquello volviera a abrir el vacío que siempre me acompañaba, sabía que el pequeño Quincy estaría mejor con su padre, que mi vida siempre se complicaba demasiado y que como era el caso de lo que acababa de suceder, su vida correría peligro a mi lado, pero era algo tan difícil de reconocer..

Pendragon volvió a sacar la cara por mí y no tenía ni idea de lo que le habría podido decir, pero la mirada de odio de mi ex marido fue lo suficientemente clara como para decirme que le acababa de amenazar con alguna cosa.

- Muchas gracias Jack. - Dije con una sonrisa agradecida. - Has hecho mucho por mí y yo más bien poco para pagarlo.. - Me dejé llevar, cosa que no solía hacer demasiado y dejando un poco a Quincy en el suelo di un abrazo a Pendragon y le susurré un gracias antes de separarme de él y volver a coger a mi hijo, sin poder evitar que las lágrimas de felicidad bañaran mi cara de nuevo.

-Bien, te la devolvere cuando ya no me hagan falta sus serviciós, cuando llegue ese dia la mandare aqui mismo.- Luego mire a Karameneh y con tono autoritario dije- vamos, me perteneces hasta que dejes de serme util- me sentia utilizada y engañada y eso me enfadaba, aun asi, cuando vi a Mina y su pequeño abrazarse, no pude evitar sonreir y que un par de lagrima se desprendieran de mis ojos, me acerque a pendragon y le pregunte- Te importa si me quedo en tu casa esta noche? no tengo donde dormir.

ademas preferia hablar con karameneh a solas y con tranquilidad, sobre todo, de lo que habia pasado, lo que sabia de mi hermano y si sabia que cosas de las que me habian dicho eran verdad.

Péndragon le dijo a Chia que sería un honor tenerla como hospedada en su hogar. En tanto, Bond traía un montón de papeles, pero pendragon lo detuvo secamente y dijo:

- Lo que sea puede esperar para mañana.

Entonces se les acerca Strogoff, quien venía con un rifle en las manos, lo que indicaba que seguramente era el francotirador que le voló la cabeza a uno de esos chinos.

Al final, otro carruaje llegó y Péndragón los invitó a tomarlo. Mientras iban camino a la casa de Jack, el les dice:

- Espero que se encuentren bien. También me gustaría informarles que el señor Quatermain fue rescatado y se encuentra nuevamente seguro en mi casa.

Todo había quedado al fin tranquilo. Tanto que el pequeño Quincy se durmió en los brazos de su madre. Pendragon miraba al niño muy pensativo y tratando de que nadie le escuchara (en caso de Chia no se podia, pues iba sentada al optro lado de Mina), dijo:

- Señorita Murray, no quiero ser impertinente, pero su hijo no se parece en nada físicamente a Harker... Leí los diarios de usted y de Van Helsing, por lo que conozco su historia... Creo que no debería mantenerse muy alejada del pequeño. Hay cosas que no podemos evitar heredar de nuestros padres y es posible que él necesite de su ayuda tarde o temprano.

Estaba observando el rostro de mi pequeño dormido. Era como un pequeño angelito que hacía que me sintiera la mujer más afortunada del mundo, hacía que una sonrisa de sibujara en mi rostro cuando lo veía así. Lo había echado tantísimo de menos.. aunque se haía demostrado que lejos de él estaba mejor.

Ante las palabras de Pendragon levanté la cabeza para mirarle aunque consiguió sacarme los colores y que me pusiera totalmente roja, pero no, no se había ganado una mala respuesta por aquel comentario, ya que había hecho mucho por mí y creía que sólo trataba de ayudar. Respondí en un susurro, pues no quería despertar a Quincy.

- Ese es uno de los motivos por los que Jonhatan y yo ya no estamos juntos precisamente. Nunca he podido asegurarle que este niño fuera suyo.. y él, nunca ha podido perdonar lo que hice.. - Negué con la cabeza ante mis palabras. - Sabe de sobra que no es hijo suyo, al menos, no fue el que lo " hizo " y aunque yo al principio no estaba segura de cual de los dos sería, lo que no dice mucho a mi favor como persona, supongo que en mi interior siempre supe la respuesta.. Aún así, Harker lo quiere como si fuera hijo suyo, le ha puesto su apellido y ya has visto como es capaz de ponerse si le sucede algo.. Es un buen padre..

Sí, era triste, pero era mejor padre de lo que se podría decir sobre mi actuación como madre.

- Todos tenemos un pasado y en él, cosas de las que nos arrepentimos.. aunque el pasado de algunos sea más cercano que el de otros.. - Levanté la vista para mirarle, pues ahora estaba hablando del suyo. - No todo el mundo tiene necesidad de escribir diarios para que el resto ate cabos y en tu caso, me ha sido bastante sencillo hacerlo.. aunque tu historia sea una leyenda y la mía algo que pasará sin pena ni gloria, que nadie recordará dentro de cien años..

chia escucaba la combersacion pues le era inevitable estando al lado de Mina, por lo que habia entendido, Mina era la madre del pequeño, pero al parecer el hombre que aparecio antes no era el padre, por las palabras de ambos me parecia un tema de infidelidad, o algo parecido, lo que le llamo la atencion a chia fue la frase que dijo pendragon  "Hay cosas que no podemos evitar heredar de nuestros padres", y comenzo a preguntarse quien seria el padre del pequeño, y que seria lo que heredaria este.

Chia miro al pequeño como intentando ver algo que se le hubiera escapado antes, y cuando Mina dijo " Todos tenemos un pasado y en él, cosas de las que nos arrepentimos.. aunque el pasado de algunos sea más cercano que el de otros"- Chia empezo a pensar en su pasado,  y unos segundos despues comenzo a hablar en voz baja, hablaba mas bien para ella misma, como si recordara en voz alta su vida, cuanda hablaba daba la impresion de que toda esa fuerza que aparentaba, habia desaparecido, y en su lugar hbia una pequeña niña perdida.

-Naci hace mas de 3000 años, mi padre era un poderoso demonio, y mi madre una humana que fue violada y tras darnos a luz a mi hermano gemelo y ami asesinada por este, lo unico que recuerdo de mi madre es una sensacion de calidez, de amor, Mis poderes demoniacos despertaron en mi cuando creci, y se alimentaron del mal que sembraba mi padre en mi alma, hasta el dia en que le mate, el mal y el odio viven dentro de mi, y si puedo mantenerlo a raya hoy en dia, es gracias a lo que me enseño mi madre en pocos segundos, gracias a esa corta sensación, gracias a unos pocos segundos de amor. - Chia miro al pequeño de Mina- No se quien es el padre, y no es asunto mio, pero si lo que puede heredar este pequeño es malvado, el amor de una madre ayudaria a sobrellevarlo, ojala yo lo hubiera tenido cuando despertaron mis maleficos poderes, no tendria tanto mal en mi interior.- chia se abrazaba a si misma como si tubiera frio.

Giré mi cabeza hacia Chia, ya que me había centrado tanto en hablar con Pendragon tratando de no despertar a mi pequeño que no me había dado cuenta de que ella también me había escuchado.

Su historia era triste, muy triste y me hizo volver a mirar a mi pequeño pero élcontaría con su madre pasase lo que pasase, incluso aunque fuera mi propia sangre la que necesitase..

Volví a levantar la cabeza y puse una mano en el hombro de la mujer oriental, como tratando de darla apoyo y eso que acaba de decir que tenía como más de tres milenios, pero si a algo estaba ya acostumbrada es a las cosas extrañas sin explicación alguna y a cometer un error tras otro sin poder evitarlo. Básicamente esa había sido mi vida.

- A mi hijo nunca le faltará una madre, siempre podrá contar conmigo y aunque no viva con él, procuraré que sepa donde me encuentro siempre por si me necesita..

Péndragon se queda un rato pensando al escuchar al historia der Chia y como Mina muestra un amor de madre que deshace toda la fachada de mujer dura y controlada. Al final sonríe para si y dice:

- Es bueno conocer a alguien más viejo que yo... y a alguien que puede atar cabos tan certeramente... aunque las leyendas suelen ser exageradas.

 En ese momento llegan a la casa de Pendragon, asi que todos bajan y son invitados a pasar, excepto la señorita Katty. Pendragon la lleva aparte y discute algo con ella. La chica se ve bastante afectada, e incluso se diría que lloró un poco. Despúes se subió al carruaje y se fue sin despedirse de nadie.

Asentí a las palabras de nuestro anfitrión, pero no añadí nada más, pues me parecía que ya había quedado todo dicho, y aún estaba tratando de controlar el rubor que cubría mis mejillas y al que sin duda, no estaba acostumbrada.

Quincy se medio despertó cuando lo bajé en brazos del carruaje, ya que por mucho que quisiera no hacerlo, pesaba ya demasiado como para cargar con él a todas partes en brazos..

Tampoco me pasaron desapercibidos los gestos entre Pendragon y aquella muchacha, a la cual parecía que no correspondía sus sentimientos o que al menos tenían algún problema, pero como aquello sí que no era asunto mío y no pensaba meterme, caminé hasta el interior de la casa. Lo primero que hice fue llevar al pequeño a la cama, lo despertaría en un rato para que cenase algo, pero que al menos descansara un par de horas y luego, aunque temerosa de hacerlo, pues con los hombres parecía que mi costumbre era sentirme culpable, quise acercarme a ver a Quatermain.

Chia sonrio cuando al escuchar la malabras de Mina, Se alegraba de que su magia hubiera funcionado y Mina hubiera salido sin un rasguño de el balazo que estaba destinado a ella, no solia usar demasiado su magia demoniaca, y habia perdido algo de practica asi que al menos eso saliera bien la alegraba, tambien sentia un poco de envidia hacia Quincy, tenia una madre que lo queria mucho.

Cuando baje del carruaje pregunte a Pendragon donde podia darme un baño, y me dio algunas señas antes de ir a hablar con la mujer visiblemente colada por el, yo por mi parte hable con Karameneh- vamos, tengo que bañarme, ablaremos mientras me baño.