Partida Rol por web

Geralt quería preguntar al conejo gigante cómo se combatía con esas pesadillas, si una espada podría cortarles o si necesitaban magia. Pero antes de que pudiera abrir la boca, ocho de esas sombras se abalanzaron contra La Liga. Como acto reflejo, Geralt desenvainó la espada de plata y con la mano izquierda realizó el signo de Igni. Si el fuego no acababa con ellas, quizá la luz que surgía del fuego pudiera espantarlas.

Luna aceptó la mano de la vampiresa con una sonrisa y entonces, el conejo habló. Luna miró la sombra a la cual debían viajar y pensó en los dementores. Esos seres capaces de robar la alegría de un alma, el guardián perfecto para una prisión de magos peligrosos como Azkaban. Era una suerte que no hubieran allí, ya que esa cantidad simbolizaría su muerte.

Decidió convocar un hechizo que los contrarrestaba, aunque no estaba segura si funcionarían con las pesadillas, lo peor que podía hacer era intentarlo. Luna se enfocó en su padre y en la posibilidad de volverlo a ver. Tras sentir una sonrisa natural surgir de sus labios y un hormigueo en su corazón, Luna exclamó - Expecto Patronum -.

Pulsé entonces el reloj para que este fuera tornándose en un escudo redondo de color de bronce, rodeando todo mi brazo para, junto con Norte, ponerme en la vanguardia, teniendo en todo momento a Anaklusmos en la mano, desencapuchándolo para que la pluma pasara a ser una espada de una mano de color bronce.

-¿De donde surgen esas cosas? ¿Y como las combatimos? No parecen algo material-

Preguntaba mirándolas hacer, tragando saliva y parpadeando levemente, aunque no mucho para no perderlas de vista, tratando de lanzar un corte contra una para espantarla al menos.

Lord Asriel se mostraba aun cauto con la señorita Harker cuando fueron emboscados por esas pesadillas, debido a eso se encontró en medio del ataque sin poder hacer nada.

Hoyos de conejo, sombras de sueños malignos, a Stelmaria seguía sin hacerle gracia ser la presa, ella era un felino, debía ser quien cazara, no quien se defendiera.

Al grupo además se había anexado un conejo del tamaño de los dos patas, se preguntaba si podría darle caza, cosa que le tentaba demasiado, un delicioso conejo se le antojaba, por el otro lado una dos patas contra natura, no podía sino oler la muerte en ella, era la compañía menos grata hasta el momento.

Podía darse el lujo de pensar en todo eso mientras aquellas nubes negras los emboscaban, así que al ver a Asriel en problemas salto con todas sus fuerzas para esquivar así a las nubes negras.

Todos empezaron a atacar utilizando todas sus fuerzas. Al hacerlo se dieron cuenta que las sombras tenían forma física y que era posible dañarlas por ataques normales, de todas formas hubieron tres miembros que lograron pensar afuera de la caja. El primero fue Geralt que con su luz logró empezar a molestar a las sombras, luego Artemis con su brillante ataque de neutrinos que logró debilitar las sombras, pero fue otra la persona que dio en la tecla.

Luna fue la heroína de la tarde, usando su conocimiento sobre su mundo logró usar su patronus para ahuyentar a las sombras. Rápidamente el conejo hizo correr a las sombras oscuras como si se tratara de dementores y empezó a guiar al grupo por las oscuros pasadillos de la cueva.

Tras caminar en silencio por unos minutos (ni Mina ni Bunnymund parecían tener ganas de hablar) llegaron a una parte en la que el camino se abría. En el centro de la cueva vieron la una figura diminuta acostada en el suelo sola.

¿Luna eres tú? Creo que es él, el Hombre de la Luna

La muchacha había invocado a un conejo mágico, mucho más útil que Bunnymund sin dudas, que espantó a todas las pesadillas. Era una vista magnífica.

Caminamos tranquilos pero a paso veloz por aquellos túneles esperando encontrar a nuestro aliado, al Hombre de la Luna. Sonreí con sorna espetando -que conejo tan útil, señorita Luna-, intentando molestar a mi camarada hecatómbico.

Pero mi risa no prosiguió al ver en el suelo, tendido, lo que parecía ser el secuestrado. Enfundé uno de los sables y corrí hacia su cuerpo, arrodillándome a su lado y sacudiéndolo con mi mano libre -HoLu, ¿Estás bien?-.

Igni había funcionado en parte, pero lo que realmente les había salvado fue el hechizo de Luna Impresionante 

Sin envainar la espada, Geralt siguió al conejo hasta una especie de cueva, donde había un ser en el centro. Bunnymund lo reconoció como el hombre de la luna, y Norte se acercó hasta él para comprobar su estado. Mientras, Geralt seguía en guardia, preparado para atacar por si las pesadillas regresaban

También corrí tras mis compañeros, sin enfundar la neutrinno en ningún momento, sin embargo. Cuando Norte salió corriendo hacia el centro de la caverna, quise detenerlo. ¡Idiota precipitado! ¡Aquello podría estar lleno de trampas! ¡Era demasiado sospechoso que el hombre al que veníamos a buscar estuviese solo así, sin más, en el centro de una gran caverna, únicamente protegido por un par de sombras huidizas... 

Así que, sin poder detenerlo, automáticamente me coloqué en guardia, haciendo un gesto a Geralt que había llegado allí también y estaba a mi lado, para que hiciera lo mismo, y me puse a vigilar en todas direcciones, esperando que se activasen las posibles trampas  que aquella acción podría conllevar. 

Luna vio al conejo de luz correr por la cueva y abrirse camino entre las pesadillas. Parecía que las pesadillas y los dementores se alimentaban de lo mismo: temor. A pesar de provenir de mundos tan diferentes, siempre habría una conexión por la magia en todos ellos.

- Gracias, señor Norte - entonces, vieron en el suelo a la pequeña figura y Bunnymind lo reconoció. Parecía diminuto, tal vez estaba débil o herido. Luna trató de mantener el hechizo para que las pesadillas no se les acercaran, mientras esperaba que el pequeño hombre reaccionara ante su presencia. Si se dejaban llevar por sus temores, el patronus de Luna podía desaparecer y estarían en problemas una vez más.

Cubriéndose el rostro por la capucha de su túnica, Sonea no dejaba de prestar atención a todo lo que pasaba. ¿A poco los vampiros podían vivir más que los magos? Debían tener un poder incluso más grande que los que ha conocido y se quedó pensando si eso no la consumiría como el destino que le depara a los usuarios de la energía interna cuando llegan a cierta edad... de ser así, de cierta manera era afortunada.

Fue entonces que frente a ella notó las sombras aparecer y quiso aparecer una esfera de luz potente para hacer algo al respecto; no obstante, le falló la concentración y no pudo ejecutar su magia. Sin dejarse llevar por el estrés, dejó que el resto de sus compañeros defendieran con sus propias habilidades; pero quien pareció hacer mejor su obra fue Luna, quien conjuró algo que le pareció una ilusión de un animal que logró ahuyentar a esas cosas oscuras.

-Increíble...-susurró más para sí ante la magia de la rubia.

Entonces miraron a alguien y Norte se lanzó al susodicho, por lo que simplemente se unió a la comitiva de Geralt y Artemis por si algo pasaba. Eso sí, mantuvo su atención alrededor y a Luna, pues si ella se agotaba era probable que las sombras regresaran.

Usando su poder de telepatía, Sonea quiso comunicarse y entrelazar con tres de los miembros a los que tenía más confianza: con Geralt ya se había comunicado en el pasado, Artemis logró ser alguien que se abrió con ella en su momento y Luna, una maga que empezó a admirar.

Al percibir sus esencias intentó atravesar la barrera mental que siempre está en los demás e intentó comunicarse. No eran palabras que se escuchasen, sino una idea que se formaba en las mentes y sólo ellos podían escucharlo, a excepción de otros telépatas.

-Chicos... esto podría ser una trampa. Y me disculpan si no pude hacer mucho, usar mi magia me deja agotada... y debo felicitarla, Lady Luna.

Sonea transmitía admiración, una mezcla de culpa y frustración y se podía percibir una especie de cansancio mental. De igual manera había algo de "emoción" que se logró detectar debido a que hacía esta comunicación con "alguien" aunque no se detectaba quién exactamente.

Lord Asriel estaba en la retaguardia por lo que cuando pudo ver al hombre de la luna, no pudo sino suspirar.

Por fin, alguien a quien todavía no secuestran.

Como todos, estaba en alerta constante de posibles trampas, no tenia experiencia con la Luna pero si con trampas humanas.

-¿No deberíamos sacarlo de aquí?

Al no conocer la fisionomía del hombre de la luna, no sabía si debían llamar a un médico, un veterinario o un electricista, simplemente se salía de su comprensión así que la opción más lógica era sacarlo de ahí.

-Si vuelven a aparecer mas enemigos tendremos problemas. 

Bunnymund se giró hacia Norte con cara de pocos amigos cuando él hizo el comentario sobre el conejo.

Espero que no estés hablando de mi, los pooka no solo somos una raza orgullosa sino unos de los seres más peligrosos de la tierra.

Cuando el resto corrió hacia el Hombre de la Luna, Bunnymund también lo hizo. El pooka se arrodilló frente a su amigo y intentó tomarlo en sus brazos. Para sorpresa del resto de la liga los brazos del conejo atravesaron el cuerpo del Hombre de la Luna como si estuviese hecho de humo.

Si bien Sonea se pudo dar cuenta de que quizás esto era una trampa, el resto del grupo (liderados por Norte) habían avanzado lo suficiente.

Alrededor de ustedes empiezan aparecer robots parecidos a las sombras, si bien su aspecto era tenebroso les hacían recordar a las polillas lunares que habían encontrado antes. En el fondo de la habitación pudieron ver una imagen roja que se reía al mirarlos. Esta imagen desapareció tras pocos segundos y quedaron solos con las criaturas robóticas.

Las mejillas de Luna se sonrosaron - Gracias - sonrió ampliamente y luego escuchó.

- Creo que están esperando para emboscarnos. Deberíamos utilizar una barrera protectora. De esta manera, no será tan sencillo ser atacados - su voz sonaba segura.

- Por esto mismo, creo que debemos identificar si se trata del verdadero hombre de la luna. ¿Cómo podemos hacerlo? -.

Las sospechas de Sonea se materializaron y la figura era ilusoria. Luna tragó saliva algo consternada, pues estaban rodeados por unas criaturas metálicas. Ella sabía que su patronus no funcionaría igual, pero era el momento de hacer algo al respecto. Miró a Artemis y supo que él sabría más qué hacer.

Entonces, miró a Bunny - ¿Dónde puede estar? -.

El aviso de Sonea sobre la posibilidad de que pudiera ser una trampa había llegado ligeramente tarde, pero Geralt ya estaba preparado por si regresaban las pesadillas. Lo que apareció fue algo diferente. Recordaban a las polillas lunares falsas, y Geralt imaginó que podían estar fabricadas del mismo material.

Esta vez Geralt decidió actuar como defensor en vez de como atancate, y realizó la señal de Quen para proteger a la liga. La vida de un Brujo solía ser muy solitaria, sobre todo cuando tenía que cazar monstruos, por lo que no estaba acostumbrado a realizar dicha señal para proteger a mucha gente Espero que entremos todos.

-No- murmuró el hombrezote cuando se dió cuenta del error que su precipitación había cometido -¡No!-. A un lado y al otro surgieron aquellos roboinsectos dispuestos a atacarlos.

-Bunnymund, ¿No estaba aquí el Hombre de la Luna? ¿¡No lo habían detectado!?- habían caído en una trampa como un barril por una colina, solo esperaba no reventar contra el fondo al golpear.
Pensó en lo investigado con Artemis pero no recordaba ningún detalle en particular. Lo único en lo que había pensado era en que esas polillas podrían ser reconfiguradas una vez vencidas para volver con su líder o para trabajar para ellos, eran máquinas después de todo.

-Máquinas, metal, electricidad...- se activó, irónicamente, una lámpara sobre su cabeza -¿Alguien puede atacarlos con electricidad? Funcionan mecánicamente, por lo que la misma los imantaría, dejándolos inmóviles- sonreí blandiendo mi espadón. Esas corazas no eran vulnerables a los sables.

¡Bang!

Asriel había tardado en disparar a la figura roja y cuando alcanzo a jalar del gatillo, está ya se había desvanecido.

-¿Alguien reconoció esa silueta?

Pregunto al tiempo que recargaba, cada quien, hacia un esfuerzo para salir de esa situación, pero esta vez poco había que el pudiera hacer.

Y viendo que Geralt y Norte tenían un plan, pensó en cubrir a sus compañeros.

-Tranquila Stelmaria -Le susurro a su daimonum, que lucía bastante molesta.