Partida Rol por web

Me acerco hasta la zona conflictiva y trato de apaciguar los animos.
Ya que estamos a bien para con la guardia,estoy seguro que ellos pueden intervenir y arreglar el asunto.
Asi pues hago una seña a los guardias para que se acerquen.

Igreth se tranquilizó un poco y guardó discimuladamente su espada. En su interior corría una verüenza poco vista en un elfo. Dándose vuelta de la tienda, se acerca a sus compañeros.

Igreth se da vuelta y se dirige a sus compañeros
- Es hora de irnos...- dijo en un tono lúgrube.- No pienso quedarme ni un minuto más en esta ciudad.- dijo el elfo yendose tranquilamente, y viendo la actitud de los guardias cuando se acercan.

Mientras el elfo se acerca hasta vosotros repentinamente, el tendero continua voceando en voz bastante alta: Huye ahora maldito bastardo elfo !!!GUARDIAS!!! !Ese maldito elfo me ha intentado robar mi mercancía! Mirad como escapa ahora, sin duda eso evidencia que es culpable. !Al ladrón, al ladrón! Atrapad al ladrón.

El populacho, al ver el considerable número del grupo, no parece tener intención de mezclarse en la disputa. Los guardias al ver que el el altercado no ha llegado al combate, se mantienen en la distancia, aunque sin perderos de vista ni un momento.

Igreth se da vuelta y mira al mercante. Sonriéndo se acerca y le dice tranquilamente
- Deja de hacer estas estupideces. Porque podrías quedar mal parado por decir estas cosas. Si hablamos con el jefe de la guardia, sabrá que es imposible que te robara algo. Asique hazte un favor y agrégate menos problemas a los que ya los tienes... y luego concluyó en voz baja, casi susurrando para que lo escuche el mercader solamente.

Luego, sin esperar respuesta se volvió a sus compañeros con un extraño y tranquilo tono
- ¿Continuamos?-

(texto del post de arriba)

-... porque sabes, que los tienes... A partir de hoy, como ya cumpli con lo que tenia que hacer, te voy a estar esperándo, en las afueras de la ciudad, para que resolvamos este asunto. Y si no quieres salir de acá, me entrometeré en tus negocios...- dijo sonriéndo el elfo

El gnomo, curiosamente, se queda sin saber que hacer. Por un lado está tentado de volver a SU transacción, por otro, no quiere dejar a su compañero sin ayuda.

Dudando entre acercarse más al elfo, o volver a sus tratativas con el comerciante de perros se queda mirando lo que pasa, totalmente indeciso. Con un gesto maquinal toma su laud y comienza a rasguear sus cuerdas.

Después de que el elfo se acercara al mercader, este no parece tener ganas de dejar la conversación. Sin embargo, podéis ver como uno de los guardias que se han acercado le hace una señal con la mano para que cierre la boca de una vez y deje de alborotar. El comerciante no lo duda un segundo y se traga sus palabras.

Permanecéis atentos al mercader de armas durante unos segundos más cuando una voz os interrumpe desde vuestra espalda. Se trata de Kolia, que ha permanecido alejado de todo el asunto, inmerso en sus propias compras. Antón, creo que he encontrado un comprador para ese libro que encontraste. Creo que las 70 monedas que me ofrecen son un precio más que razonable, sólo queda que el mercader le eche un ojo al libro. Si lo deseas puedo realizar yo la transacción para que tu puedas seguir negociando sobre la mercancía en la que estas interesado.

Al otro lado de la calle podéis ver al comerciante de perros, ansioso por concluir con la venta del animal. Tal y como están las cosas, una transacción de ese tipo es una alegría para cualquiera.

Al ver que la situación se aquieta, el gnomo decide volver a su tarea. Solo le queda conseguir las ciento veinticinco monedas que necesita, por lo que al oir a Kolia se le encienden los ojos y le dice - Ahora te lo doy, sígueme un momento -

Frotándose las manos se acerca al vendedor de perros y recupera su saco, de donde, tras revolver un poco recupera el libro. Tras un leve guiño a Kolia, verificando que el vendedor no lo puede ver mientras lo realiza, le dice - Así que te darán 150 monedas por este libro... Uhm... no sé, pensé que iba a estar más cerca de las 200. Estuve viendo los conjuros que tiene escritos y son bastante poderosos. Te explico. Este amigo... - señalando al mercader - ... está dispuesto a desprenderse de uno de sus magníficos animales, pero pide ciento veinticinco monedas por el. El tema es que necesito las monedas ahora. Aceptaría los ciento cincuenta, por más que sepa que el libro vale más, si la operación es ya. Si tenemos que esperar hasta mañana... -

Mientras menea la cabeza, fingiendo desconsuelo, espera a ver si el mercader decide tragarse el anzuelo - Ya sabes que nuestros compañeros quieren salir al mediodía. Me gusta el animal, pero no puedo esperar hasta mañana para vender el libro. Cuanto crees que nos darán ahora? - Esperando que el hechicero sea tan rápido con las palabras como con los conjuros espera su respuesta mientras piensa Si Kolia me ayuda y tenemos un poco de suerte quizás puedo hacer el cambio "mano a mano"

Kolia se ve súbitamente sorprendido por las palabras del gnomo, ya que no esperaba tal reacción por su parte. El mago está realmente cortado y se ha quedado sin decir nada unos instantes. El gnomo lo observa furiosamente, ya que su actitud puede estar jorobando su espléndido plan.

Eh...si, por supuesto, Antón. Es una pena que estando la situación como está por estos lares los artículos de magia como este valgan menos de su precio original. Aunque quizás en un otro lugar se puedan vender al precio que merecen ¿no creeis? Kolia sonríe directamente al mercader. Por todos los dioses. Se nota que el mago no ha engañado ni a su madre por una sola vez.

El mercader os observa a ambos un momento, tras lo que dirige su mirada al libro en cuestión. Por unos segundos la incertidumbre se apodera por completo del corazón del gnomo.

Ehh...no...Está bien. Me parece un buen trato. Silus a cambio de ese viejo libro. Y que quede claro que os hago un favor con esto. Ese animal vale mucho más que un simple trozo de papel.

Por suerte el comerciante es aún más torpe que Kolia. Iluso, si realmente supiera que es cierto que el animal vale mucho más que el libro de seguro que se tiraría de los pelos. No os gustaría estar delante cuando lo descubra.

Pese a las vacilaciones de Kolia, el mercader mordió el anzuelo. Antón no desestimó la oportunidad que la avaricia del mercader le daba y cerro el trato con un firme apretón de manos - Un favor... puede ser, pero solo por el tiempo que no tengo. - Sin embargo no era el momento de seguir regateando. Podría ser contraproducente - Habeis hecho un buen negocio - felicitó al hombre

Cargando su saco a la espalda, volvió a emitir su agudo silbido - Fiiiiiuuuu - para que Silas se acercase y lo acarició mientras lo miraba orgulloso - Mi perro - se lo oyó murmurar mientras sus manos alborotaban el pelaje del animal

Con un rápido movimiento montó en el mismo y observo el mercado desde su nueva altura. Usando suavemente los talones, se puso a la par de sus compañeros y les dijo - Yo ya terminé! Uds. Necesitan comprar algo? quieren que los ayude? - Evidentemente el gnomo estaba feliz por su habilidad para la compra.

A Igreth se lo veía un poco preocupado. Estaba con la mirada perdida, y los pensamientos confusos.
- Me... me parece que no puedo acompañarlos hasta la capital...- dijo titubeando.- Estan pasando cosas... que están fuera de mi control.- al elfo se lo veía realmente preocupado.

Guiando a Silas con seguridad, Anton se acercó al elfo - Pasando cosas? - preguntó - Como cuales? - El rostro del gnomo, ahora a la altura de sus compañeros expresaba curiosidad - Sería bueno que sigamos juntos... despues de todo ya demostramos que somos un equipo, no? Podemos ir todos a la capital y luego a... a donde sea que haya que ir. Temas para mis baladas encontraré en todos lados -

Si quereis que sigamos juntos creo que lo mejor es ir hacia donde dice Igreth,si no se equivoca y aquel que estaba con los monjes tiene algo que ver con aquello,tanto dara seguir una u otra pista.Aunque tambien podemos separarnos en dos grupos y seguir ambas pistas para asegurarnos descubrir algo.
Yo creo que la segunda opcion es la mejor pero tambien es mas peligroso separarnos por lo que me da lo mismo lo que decidais,lo acatare.