Partida Rol por web

Solo un último esfuerzo más y llegas. Un poco más. Sería mala suerte tener una mala caída ahora. El sonido del viejo encima mío me hace mirar y pierdo un momento el agarre. Mierda....

Mierda, jodido viejo. Perdí la mano y cai un buen tramo, chocando con mis huesos contra el suelo. Por suerte, cai de culo, pero no me voy a poder sentar en una buena temporada. Mierda, seguro que incluso se burlan diciendo que si alguien me ha dado por ahí. Joder...

Y como duele, coño. Veo al Benito allí delante, que con un gesto me ofrece su bastón para apoyarme. La verdad, no le había prestado nunca mucha atención, pero es un buen hombre.

Metiendo la mano en la bolsa, saco una reluciente moneda y se la ofrezco. Toma, y gracias por todo.

El viejo llega al borde de la salida y vislumbra lo que le queda por delante. Escalar una montaña. Acostumbrado a las lánguidas tardes en su taller de instrumentos, ensamblando violines y reparando bandurrias de bardos poco diestros en el arte de calmar audiencias, eso era lo máximo a lo que podía enfrentarse.
Entró en esa cueva pensando que quizá fuera su oportunidad de vivir una aventura y descubrir una faceta escondida de sí mismo, y ahora, después de vomitar hasta la primera papilla, con la piel quemada del gusano de las narices, cansado, desorientada y sin apenas fuerzas, se ve incapaz de conseguir descender con éxito.
Recuerda, por un instante, los momentos más significativos de su vida. Apenas media docena. Cuando abrió el taller. Cuando amplió el taller. Incluso cuando un dia de verano hacía tanta calor en el taller que tuvo la osadía de desatarse el botón de arriba de la camisa, y se da cuenta que su vida no ha sido gran cosa.
Así que toma aire, (el poco aire que sus marchitos pulmones puede contener), coge fuerzas de dónde no sabía que le pudieran quedar y grita:
-GERONIMO!!!!

Y salta con toda su energía esperando lo peor

Bakus avanzó arrastrando entre la repugnante sustancia, blasfemando palabras casi olvidadas por los seres de las profundidades. No sabía como desembarazarse esa ponzoñosa agua que le rodeaba. A su lado los tentáculos que querían estrangularle no parecían tan malos.

Entre tanta negrura no era capaz de verla pero sabía que había una salida unos pies más adelante así que tenaz como solo puede ser un enano le pidió a todos los dioses enanos que le ayudaran a salir de allí.

Benito finalmente llega al suelo y observa con la boca abierta como alejandro cae...le ayuda a levantarse y le alquila el baston para que se apoye... en ese momento los dos veis como el hombre mas viejo del grupo y posiblemente del pueblo salta desde arriba del todo hacia la charca que acierta sin problemas.

Arriba fuera de la vista de sus compañeros el enano se peleaba con los tentaculos y el agua a duras penas avanzando.

En el agujero, bastante disimulado, ahora solo podeis ver oscuridad...parece ser que los tentaculos oscuros no salen del agujero...eso es una suerte para el pueblo...o no.

tu vision empieza a oscurecerse y te cuesta mantener el equilibrio por mareos repentinos....

Simplemente no comprendo qué extraña mierda se le ha metido en el cerebro al viejo para hacer esa locura. Joder, ha acertado de pura chiripa. Encima tiene suerte el cabrón.

Me acerco a la charca, dispuesto a sacar al elefante del vaso de agua antes de que se ahogue. Miro hacia arriba, parece que somos los únicos que hemos salido. Lo siento por el enano.

Me río cuando veo caer al viejo y acertar en la charca. Una risa nerviosa, pues sé que si falla por un milímetro se mata, sí o sí. La verdad, el humo no parece seguirnos, pero no me apetece quedarme a ver qué efectos tiene en el pueblo. Creo que voy a vender el molino y largarme a otro sitio... solo por si acaso.

La visión se le nublaba, los mareos le hacían perder la orientación, pero Bakus seguía tenaz apoyandose en la pared y tratando de buscar la salida.

- Padre Yunke, madre Roca, si me sacáis de aquí prometo no volver a beber una gota de alcohol.

Prometió mientras luchaba por dar un paso más entre los tentáculos.

veis una silueta del enano que sobresale del humo y de la pequeña cascada...su andar es un poco errante...

Strativari cae, inexplicablemente, en el cento de la charca, como si fuera un campeón olímpico. Todo el mundo sabe que ha sido por la suerte del novato, pero él sale chapoteando y riendo del agua diciendo:

-Estoy vivo!!! Estoy vivo!!!

Y sí. Ni él se lo acaba de creer. 

-Vamos a por más aventuras!! Quiero ir a destruir el anillo único yo solo! Y matar al rei de la noche!!! 

El enano comenzó a trepar poco a poco para salir de aquella cueva maldita.

-Estoy vivo!!!

Me acerco al viejo y le doy una palmada en el hombro, no demasiado fuerte. Me alegro que lo estés, ya pensé que moriríamos todos allí. El salto ha sido espectacular, la verdad.

Veo alguien más que baja, y me quedo de piedra. ¡El enano también está bajando! Joder.... me acerco hasta el muro, indicando más o menos donde debe poner los pies para bajar más seguro.

No, no, más a la derecha tienes un saliente. Eso es, así perfecto, ahora un poco más abajo. No, un poco más. Ahí...

Observo al enano y al Alejandro. Yo no me pondría ahí, si el enano se cae se van a matar los dos. Por si acaso, no e acerco.

Miro hacia arriba, parece que a lo que sea eso no le gusta el exterior. Eso está bien.

Strativari sale del agua mientras grita
-estoy vivo!!!