Partida Rol por web

Y oscuro, todos parecen volverse a reunir, Alma ya estaba esperándolo, siempre en silencio, pues era mejor escuchar en este momento pues era evidente que los demás sabían más que ella.

Cuando vuelvo de comprar un nuevo carjac de virotes, por si acaso, saludo con un gesto a los ya presentes y subo a la habitación donde lo dejo con el resto del equipo. Después  me dirijo a la mesa donde ya esta Alma.

– ¿Hace mucho rato que nos esperáis?

Me siento de cara a la tarima donde según se comentaba actuaría el bardo.

- Parece que he llegado a tiempo para la actuación. ¿Sabéis alguna cosa nueva?

Alma estaba meditabunda cuando alguien se le acerca, su primera reacción fue mirarlo con desdeñosa actitud, peor luego suspiró, era parte del grupo, lo recordaba de la mañana.
- los elfos son gente apreciada en este pueblo, así que más que lo evidente, no - rodó los ojos un poco y miró hacia la salida - ¿esperarlos? no, no sé cuanto tiempo llevo, - se disculpo, sonando ligeramente más agradable que antes - ¿quien eres? - le pregunta, era obvio, no conocía su nombre.

Tiene razón tendríamos que comenzar por lo obvio, presentarnos. – Soy Olaff Relier un humilde clérigo de Tempus. El formar parte de esta caravana ha sido la primera vez que he salido del monasterio.

Mirándola con una cierta timidez. – Y usted es…, disculpe pero no recuerdo su nombre.

Alma intenta no ser tan desagradable como generalmente lo es, después de todo, él era del grupo que había jurado proteger - Alma Endenwen,  soy un caballero errante- algo en su ser le dijo que no era conveniente decirle sus planes, o sus aspiraciones, obviamente, no las entendería.- ¿y que sabes tú sobre todo este asunto?

Bien que tal si dejamos las presentaciones y el resto de parafernalia para después de la actuación del bardo

Digo sentándome a la mesa.

Sin decir una palabra, observa desde una mesa, a oscuras y solo. Con la diestra acariciando su barbilla, Cynan medita sus pasos a seguir. Poco importan los motivos del grupo, van por el mismo camino que el. Y hacer lo conveniente siempre ha sido la forma de ser de el...

Elessar entra despacio en la posada... mientras se retira la capucha de la cabeza mira a su alrededor. Cuando localiza a Auris, se acerca al grupo y con un corto asentimiento de cabeza lo saluda. Sin mas busca una silla cercana a la mesa, se retira la capa, la posa en el respaldo y se sienta.

--"Auris... Olaff... lo poco que he sacado en claro tras el paseo es que el claro es conocido por la gente de este lugar pero que es evitado... hasta por los animales. Los cazadores no intentan aventurarse por la zona."

Después saluda elegantemente con la mano a Alma.

--" Elessar Meneldur para servirla." Es correcto, ni cortante ni seco, más bien suena franco.

Más información llegaba  a sus oídos, traída por los hombres que ahora se le acercaban, algunos con buenos modales, otros, no tanto, "insignificantes...", pensó, y desvió desdeñosa la mirada del primero de ellos, que habló de un bardo,luego el otro, que se presentó, tomando la mano de Alma estrechándola,  la mujer, que de por sí, tenia un aspecto pequeño, ahora sin su atuendo de caballero, pasaba por cualquier otra muchacha dela taberna.

- Alma Endenwen,- le responde con el mismo tono seco con el cual se presentó - ¿de que claro habla? - preguntó, cuando el hombre se sentó ya en la mesa.

La mira directamente a los ojos durante unos segundos y después, con voz calmada y melodiosa le responde.

--"Es un claro que se encuentra cerca de Eterlund, parece ser que es un lugar maldito." Una sonrisa se dibuja en su cara... "Los de mi Raza son muy duchos a dejar lugares encantados, según parece."

Mira a Olaff, --"Maese, ¿ha encontrado algo de interés?"

Al oír que se dirigen a mi dejo de comer el trozo de queso antes de contestar a Elessar. – No conseguí ninguna información en la armería donde compre un nuevo carjac de virotes para mi ballesta.

No es nada o puede ser significativo. – Puede indicar de que no hay mas grupos indagando y que no se han incrementado los ataques por encima de lo acostumbrado. Una cosa así lo harían comentado.

La tarde avanza y el grupo se va reuniendo en la posada del Perro Astado. Todos habéis resulto vuestros asuntos con mayor o menor éxito, ya sea ir de compras o reunir información. Está anocheciendo y ya es tarde para salir de viaje, así que os preparáis para la actuación del bardo, ya que de todas formas tenéis que quedaros a dormir.

Curiosamente, hay poca expectación por la llegada del bardo, sólo un grupo de parroquianos, que parecen habituales del local asisten a la actuación, además de vosotros. El bardo, es un muchacho joven al que la posadera presenta como Alec Hojadeplata, y para la mayoría de vosotros resulta evidente que el joven es un semielfo. Viene acompañado por una mujer humana que es una especie de ayudante o sirviente, aparentemente algo mayor que él, pero bastante atractiva, aunque evita en todo momento cruzar la mirada con nadie del público.

El bardo empieza su actuación con un par de canciones populares acompañándose de una yartina, para animar a los habituales, después se anima con una canción bastante famosa en élfico. Más tarde, cuando la mayoría de los parroquianos están bastante borrachos, recita un poema, también en élfico, mientras la mujer humana hace el acompañamiento con un flaurillo.

Finalmente el bardo se retira a una de las mesas a descansar y beber algo mientras la mujer humana interpreta un tema, que ninguno de vosotros reconoce, con el flaurillo.

La canción élfica que interpreta el bardo es una canción popular entre los elfos, pero aún más popular entre los no elfos admiradores de los elfos, porque es sencilla de cantar incluso para los que no hablan con fluidez el idioma.

El poema, por otro lado, nunca lo habías oído, es sobre un amor imposible entre un elfo y una humana. Bien construido e interpretado, pero algo triste.

La canción élfica que interpreta el bardo es una canción popular entre los elfos, pero aún más popular entre los no elfos admiradores de los elfos, porque es sencilla de cantar incluso para los que no hablan con fluidez el idioma.

El poema, lo conoces bien, es sobre un amor imposible entre un elfo y una humana. Lo has leído varias veces, pero es la primera vez que se lo escuchas a un bardo. Es bastante bello, pero muy triste.

Un bardo semielfo no es algo que llame demasiado la atención. Elessar escucha tranquilamente toda la actuación, la parte movida y rítmica la sigue con leves toque de su mano contra el muslo mientras que el poema lo escucha con interés.

Cuando termina, mira alrededor suyo y se levanta... dirigiéndose hacia donde está el bardo

Cuando llega el bardo y su música, te distrae el hecho de que la mujer que le acompaña te resulta familiar, pero no consigues ubicarla. Por fin, cuando el bardo se retira y deja el escenario a la mujer y su flauta, te das cuenta de quién es. Es la mujer a la que maltrataba el tipo del otro día y que salió huyendo, sin embargo ahora está disfrazada. Lleva más ropa que la última vez que la viste. Ahora tiene el pelo más claro y recogido en una trenza, incluso los ojos son de otro color, pero no hay duda de que es ella.

Cuando llega a la altura del bardo, en élfico le pregunta...

--¿Cómo es que has elegido un poema tan triste y complicado para recitar entre tantos humanos? no creo que se hayan quedado ni con una décima parte de su belleza...

Ah, hola, amigo. Tengo pocas ocasiones de utilizar mi repertorio élfico. He visto que tenía un par de espectadores del pueblo y la mayoría de los humanos están bastante borrachos para notar la diferencia, así que me pareció oportuno aprovechar la ocasión, por vosotros.

Habla un correcto y fluido élfico, pero tiene un ligero acento norteño, casi imperceptible, pero ahí está.