Partida Rol por web

No creo que pueda culpar a Gundren de querer asegurarse que podemos cumplir con la misión antes de encomendárnosla.
Si hay que pasar por el trámite dispuesto... pues se pasa.
Subo un par de escalones de la escalera que hay tras de mí y preparo el arco...

Gundar enarcó una ceja cuando escuchó el comentario de Sildar. Y su humor no era mucho mejor que el del humano remilgado.

Mira humano. Puedo entender que Gundren quiera proteger su mercancia. Pero esto no son maneras. Si no se fia de nosotros que nos lo diga y busque, o no, a otros que le hagan de guardias. Yo tengo mis propios intereses para llegar a la ciudad, y ésto es sólo un extra ya que me pilla de camino.
Pero mira bien mis barbas. ¿Acaso parezco un barbilampiño recién salido de debajo de las faldas de su madre? Tengo más años que todos vosotros juntos, sin contar al elfo. Y llevo entrenando con el martillo desde que tengo fuerza suficiente como para levantarlo. He sido sarg...miembro de un ejercito enano y de compañias mercenarias . Y he peleado en varias batallas. Aunque no las he ganado todas, sí que me he ganado el respeto que se me merece.
Por Moradín que no participaré en este... infantil juego.

Y se cruzó de brazos a la espera de una disculpa, que seguramente no llegaría. Pero desde luego no se iba a rebajar a que lo tratasen como a un simple recluta.

Señor Grend, no se lo tome tan a la tremenda - dice Sildar tratando de quitarle hierro al asunto -. A todos nos viene bien un poco de ejercicio para probarnos y desentumecer los huesos.

Entonces Sildar avanza rápidamente hacia Kwame mientras se cubre y después aletea con su capa formando una brisa mágica que empieza a entorpecer la visión de vuestra primera línea defensiva.

Haciendo un brusco molinillo con el brazo izquierdo, Gustav se quita la molesta capa de encima.

Kwame estaba deseando bajarle los humos a Sildar. Toda su concentración se centraba ya en el combate, y cuando el contrincante hizo ese extraño movimiento, el guerrero actuó con rapidez. Llevó su mano hasta la capucha y la deslizó sobre su cabeza, para proteger los ojos de esa neblina mágica.

El veterano se sorprendió de la buena reacción del trío, además trató de impactar a Kwame en el hombro pero éste fue más rápido y evitó el golpe con un grácil movimiento.

Quizá no tengas tanta suerte la próxima vez, arquero.

Se lamentó Sildar.

Kwame sonrió como respuesta a la amenaza de Sildar. A continuación, desenfundó su espadón para descargarlo sobre su rival. Aunque su fuerte era el ataque a distancia, de momento mantendría su posición haciéndole frente.

Sildar se vuelve a sorprender por los recursos de Kwame.

No está mal arquero, tu técnica podría ser de gran utilidad, aunque los goblins no serán tan complacientes como yo.

Dicho esto, el veterano se escabulle rápidamente del guerrero haciéndole tropezar y posicionándose tras él.

-¡Maldita sea!-exclamó Kwame al tropezar y caer de bruces.

Aquel viejo tenía más recursos de lo esperado.

Kwame cae al suelo desconcertado por el grácil movimiento de Sildar.

Entonces el veterano arremete contra Gundar utilizando de nuevo su garrote.

¡Vamos señor Grend! Espabile y póngase en guardia.

Espeta Sildar al enano tratando de que muestre su potencial.

No he hecho bien la tirada, perdón. Para hacer las dos tiradas d20 al usar la ventaja de la inspiración, ¿debo dejar "cantidad" en 1 y tirar dos veces?

Puedes hacerlo como quieras, o como lo has hecho o eligiendo cantidad 2.

Sorprendida por la agilidad del viejo caballero, doy un paso atrás para tener mejor ángulo de disparo. No quiero hacer mucho daño al tipo ni dar por error a alguno de los demás. Sólo se trata de dejar claro que sé lo que me hago.
Le disparo una flecha, apuntando a la parte inferior de su pierna, por debajo de la rodilla, esperando dar en el gemelo o el pie.
Seguro que tiene afuera esperando a alguien que le cure...

Gundar estaba desarmado. Ya había dicho su intención de no participar en aquella pantomima, por lo que no había sentido la necesidad de embrazar su escudo o coger su martillo. No se esperaba que aquel humano cometiese la canallada de atacarle. Por lo que cuando recibió el golpe se sorprendió mucho, aparte del dolor que conllevaba obviamente. No obstante la sorpresa cedió paso a la furia apenas controlada. Apenas, pero aguantó.

Por Moradín. Que no esperaba este acto de cobardía propio de un apestoso orco.
Vuelve a tocarme humano y te aseguro que esto acabará mal para tí. Muy mal.

La rabia bullía en el seguidor de Moradín. Pero éste logró mantenerla bajo control...de momento. Como no quería estallar allí se retiró de donde transcurría la acción. En su interior gundar razonaba que el oro que recibieran por escolatar la mercancia hasta Phandelver no merecía aquello.