Partida Rol por web

La noche más oscura

La noche más oscura

Cargando editor
14/10/2009, 16:11
Director

No sabemos exactamente que es lo que hay ahí afuera pero dos cosas son totalmente seguras: es malvado y mata.

Hace un par de horas que la noche se ha apropiado del exterior. Estamos en la vieja gasolinera de Stan, en el valle. La carretera general que lleva a Old Creek está a cincuenta metros de nosotros. El propio pueblo de Old Creek está a menos de cinco kilómetros. Pero en lo que respecta a nosotros podría estar en la luna. La noche lo rodea todo. No es una noche cualquiera: no llegas a atisbar las sombras a través de unas nubes que cubran totalmente la luna. Es, simplemente, como si hubieran echado engrudo por todo el aire que rodea la gasolinera. Estamos atrapados en medio de la oscuridad.

La primera que se dio cuenta de esto fue Nora la Loca. Todos saben que a veces Stan le da algo de dinero y nadie quiere saber a cambio de qué. Tanto Nora como Stan fueron amigos en la infancia, en una infancia muy lejana. Un día el marido de Nora murió y ella se volvió loca. Así de fácil. Luego envejeció por las calles pero de vez en cuando Stan le deja dormir en su gasolinera, como quien recoge a un perro abandonado. Se rumorea que en un pasado muy lejano fueron novios. Se rumorea que incluso fueron novios después de que se casara Nora. Se rumorean tantas cosas... Como digo fue Nora quien dio la alarma:

- Es la noche del Viejo Aaron Hart. Mirad afuera: no se ve nada. La noche es densa como un muro... No se puede salir. No se puede salir.

Stan estaba a punto de cerrar, pero aún quedaba gente tomando un café de última hora. Un matrimonio que venía de Conneticut, un viajante que pensaba pasar la noche en Old Creek, el propio Stan, la vieja Nora y yo mismo. Nadie se percató que la noche se había convertido en un manto de negrura antinatural hasta que lo dijo la loca. El primero en romper el silencio fue el viajante:

- Por todos... ¿pero qué ha pasado? Parece un puto eclipse... No se ve ni la carretera... Joder, no alcanzo a ver ni los coches...

Era cierto: aquello parecía imposible: un efecto visual, un truco de magia... algo así. Pero la loca volvió a hablar con su voz cascada:

- Es el viejo Aaron Hart. Lo mataron hace muchos siglos acusándolo de brujería y ahora regresa para reclamar lo suyo: las almas de quienes lo condenaron injustamente.

Desde luego en ese momento no la creímos: era una loca y lo que decía era una locura. Hasta que el viajante intentó salir del local. Nunca había visto así a Nora pero tuvimos que agarrala. Se echó encima del tipo aquel con una fuerza desconocida. Logramos agarrarla entre el hombre de Connecticut y yo, aunque luego hubiera preferido haberme quedado quieto.

El viajante salió de la gasolinera con paso decidido hacia su coche. Entró en la oscuridad. Luego vinieron los gritos. Nunca oí a nadie gritar así. Lo que pasó a continuación podría achacarlo a que me haya vuelto loco si no fuera porque todos lo vimos. Lo que salió de la oscuridad fue el cuerpo tambaleante del viajante. Parecía como si la propia oscuridad lo estuviese devorando. Era como cuando en las películas un vampiro está expuesto a la luz. Sus huesos se movían y su boca todavía se abría en aquel horrible grito. Sus ojos medio licuados nos contemplaban con un horror incomensurable. Luego su esqueleto cayó a pocos metros de la entrada, allí donde los focos lanzaban su luz salvadora, alejando a la oscuridad.

Siguen ahí. Sus ojos ciegos nos miran con resentimiento.

Escribo todo esto para no volverme loco. En realidad lo escribo porque creo que no saldré vivo de aquí.

No sabemos exactamente que es lo que hay ahí afuera pero dos cosas son totalmente seguras: es malvado y mata.