Partida Rol por web

Viendo que las espadas no tienen ningún interés, al menos por ahora, Yimbo se dirige a la mesa de los tres capitanes piratas, viendo en ellos su esperanza de cumplir sus sueños.

- Yo quiero sé pirata -les explica con una amplia sonrisa en la boca- Ya les he oío decí que hay que pasá tre' prueba' y que no quedan formulario' pero... ¿no hay niguna otra forma de que vosotro' o' podái' saltá la burocracia? ¿O de conseguí uno de eso' formulario'?

Wash se rascó la barbilla con un pié, pensativo. -¡mmmh, así que el grumetillo quiere ser pirata eh!- Lanzó una mirada a ambas mujerzuelas - No os mováis de aquí, vuelvo en un momento.- y saltó de la mesa. Buscó los barriletes que había tirado minutos antes y trepó por una pared para escamotearse sobre la puerta de la cocina, a la espera de que el cocinero saliera para infiltrarse en ella.

Como Yimbo quería ser pirata, le estaba ayudando y parecía un buen chico, Greg intentó echarle un cable. Buscó en el grueso libro el capítulo de requisitos para ser un pirata.

- Oh! Aquí lo dice... para ser un pirata... bla bla bla... tres pruebas... bla macho bla bla pollo bla bla bla... aja! Tienes que demostrar dominio de la espada, dominio del robo y dominio de encontrar tesoros. - miró acto seguido a los tres jefes pirata en busca de aprobación. Revisó el libro para asegurarse de que no se había dejado nada y agregó acto seguido - ¡Eh! ¿Quién se ha dedicado a hacer dibujos obscenos en el margen del libro? ¡Son realmente obscenos! - añadió sin quitarles los ojos de encima.

Wash se agazapó junto a la puerta de la cocina a que el cocinero saliera de la misma. Tuvo que esperar varios minutos pero finalmente el cocinero salió para atender a una mesa. Cuando este se encontraba enfrascado en una conversación con un cliente, el mono abrió la puerta y cuando se disponía a entrar sigilosamente el cocinero se giró como si tuviera ojos en la espalda al grito de:

- ¡NADIE ENTRA EN MÍ COCINA, Y MENOS UN MONO PESTILENTE!

El grito persuadió a Wash de tentar a la suerte adentrándose en la cocina. El cocinero parecía tener una visión periférica desde cualquier punto del local. Si querían entrar en la cocina deberían hacer que el cocinero abandonara el bar momentáneamente.

El pirata del centro respondió a Yimbo con el rostro serio.

- Si no hay formularios, no hay carnet. El sindicato nos podría meter en un lío si damos de alta un pirata sin el seguro de pérdida de miembros. No, no no, ¿verdad Charles? -dijo al pirata de verde situado a su izquierda.

Este no le prestaba atención pues se encontraba ensimismado viendo los dibujos del manual del pirata.

Wash volvió junto a las muchachas contrariado. Se sacó el sombrero y se rascó la cabeza con un pié. De repente se le encendió la bombilla -señoritas ¿De que color es el caballo del cocinero?-

- ¿El caballo? -preguntó extrañada -Pues... no lo sé... No sé si tiene caballo ¿Por qué lo preguntas monito? ¿No estarás pensando en hacer cruces raros entre especies, no?

Un gesto de asco atravesó el rostro de la mujer que interrogó a Wash con la mirada.

Wash agitó la mano negando la mayor - Nonono. Busco una forma de despistar al cocinero. De alguna forma habrá venido al bar ¿no?¿A caballo, en carreta o en bicicleta?¡Que se yo!-

Las dos mujeres escucharon atentamente al mono para, a continuación, estallar en carcajadas.

- Jajajaja. El camarero/cocinero viene caminando. No sé cual es su casa pero vive en el pueblo. Y no te esfuerces. El cocinero no abandona este lugar ni aunque haya una amenaza de bomba. ÚNICAMENTE sale de aquí cuando el mendigo de ahí fuera deja de tocar. Y eso no ocurre nunca, créeme.

Mientras la morena hablaba, la otra mujer sacó no se sabe muy bien de dónde, un gracioso gorro rosa de bebé y se lo colocó de improviso a Wash en la cabeza. Ambas mujeres estallaron en un sonoro, "Oooooooooohhhhh!" ante la incredulidad del temible mono pirata (sobre todo "mono").

Los dientes de Wash chirriaban, la expresión era de cabreo total. Sólo le faltaba el humo saliendo por las orejas. Lentamente se bajó de la mesa bufando. Mientras caminaba hacia la puerta se sacó el sombrerito y lo arrojó contra el suelo con furia. -Malditas mujerzuelas sacaleches adictas al grog. Mas vale que seáis buenas u os pasaré por la quilla y luego os tiraré a los tiburones ...-

Abrió la puerta y salió al exterior. Se acercó al mendigo. -Buenos días caballero.- reverencia - Mi nombre Ape Zaius, redactor de la revista Rolling Stone. Me envían a hacer un reportaje sobre su vida y obra.-

Nerea, que apenas había probado el grog (tenía la sensación de estar bebiendo agua de rosas..puaj!!) había estado ensimismada un rato, cuando vió a un mono con un comportamiento bastante rarito. Llamó su atención cuando intentó colarse en la cocina, y no pudo evitar escuchar su conversación (sí, el mono hablaba!) con las mujeres de la otra mesa.

Sin poder contener su curiosidad, se levantó con cuidado de la mesa y siguió a hurtadillas al mono, para poder escuchar lo que hablaba con el mendigo de la puerta.

Yimbo se sintió decepcionado ante la rotunda negativa de los capitanes piratas. ¿Dónde yo podría encontrá un formulario de eso'? se preguntó. Pero al menos, gracias a Greg, sabía cuáles eran las pruebas que debería pasar, llegado el caso.

Entre tanto el mono había iniciado una rara maniobra, tratando de colarse en la cocina. Había manifestado que quería despistar al cocinero, seguramente para birlarle el grog y además Yimbo le vió hacer algo raro con las manos (o con los pies, no lo sabía) como si hubiese recogido algo.

Todo esto acrecentó sus sospechas de que aquel simio debía ser el ladrón de barriletes que andaban buscando, y decidió seguirlo, silbando disimuladamente, para no quitarle el ojo de encima.

Como todo el mundo estaba pendiente del mono, Greg se volvió a centrar en su objetivo ("¡Está vez hasta el final!", pensó su cerebro con el esfuerzo). Había oído la conversación y, suponía, el cocinero saldría en cualquier momento... entonces aprovecharía para colarse en la cocina.

- ¡Eh, aprovecharse de los planes de los demás forma parte de ser un pirata! - exclamó mirando a un punto indefinido (la cámara).

Wash se presentó ante el mendigo y el mono como redactor de la revista Rolling Stones, y creyó en su palabra al comprobar que dos personas los observaban desde la puerta del bar. Sorprendido, el mendigo respondió sin dejar de tocar.

- ¡Ya era hora! Al fin valoráis a los artistas marginales de la calle. Pregúntame lo que quieras.

Se quedó mirando a Wash a la espera de la primera pregunta sin dejar de bailotear y tocar su acordeón.

Wash se quedó tieso durante un momento, perplejo de que la treta hubiera funcionado. - ¡Eeeehm, siii, si. Ahí van las preguntas!- miró alrededor buscando un sitio donde sentarse, finalmente posó su culo peludo sobre una caja. Sacó una libretita donde anota cosas para sus novelas moñas para adolescentes y se puso su monóculo de leer, cruzó sus simiescas piernecillas y comenzó:

- Veamos:

Número 1: ¿Cuales son sus influencias más importantes?¿Tal vez el pizpireto folk pirata de "Calico Jack"  Beck?

Número 2: El acompañamiento que hace con los pies y manos y que compone la base rítmica de sus canciones ¿es por que hace mucho frío en la calle y tiene que calentarse de alguna forma?

Número 3: ¿Cuanto público tiene normalmente en sus actuaciones, una o ninguna persona?¿Es cierto que una vez tocó con Keith Richards?

Número 4: ¿Que hay de cierto en el rumor de que es el mono el que compone todas sus canciones?

Número 5: ¿Eso es un acordeón?¿Podría tocar una polka? -

El sorprendido músico tosió reiteradamente aclarándose la voz sintiéndose importante por un momento y a continuación procedió a responder a las preguntas, sin dejar de tocar aquella alegre canción que empezaba a cansar.

Número 1: ¿Cuales son sus influencias más importantes?¿Tal vez el pizpireto folk pirata de "Calico Jack"  Beck?

- Teniendo en cuenta que mi repertorio incluye una única canción que además es una versión, tengo que decir que mis influencias se centran en el bueno de "Calico Jack" como bien dice.

Número 2: El acompañamiento que hace con los pies y manos y que compone la base rítmica de sus canciones ¿es por que hace mucho frío en la calle y tiene que calentarse de alguna forma?

- Nada de eso. Se debe a un principio de Parkinson que sufro desde los quince años. Esa es la causa del intenso ritmo de la canción. Tal vez me haga batería de jazz en el futuro.

Número 3: ¿Cuanto público tiene normalmente en sus actuaciones, una o ninguna persona?¿Es cierto que una vez tocó con Keith Richards?

- Soy un artista incomprendido, pero en la eterna noche de Meleé Island (recuerda que aquí son siempre las 10) siempre me acompañan mis más fieles seguidoras. Las estrellas del cielo nocturno. Antiguamente realizaba conciertos aquí en el muelle, cuando tenía mis propias canciones, pero hace años que no saco nada nuevo.

Sin lugar a dudas el rumor es cierto... por cierto, ¿quien es Keith Richards?

Número 4: ¿Que hay de cierto en el rumor de que es el mono el que compone todas sus canciones?

- Pues... Esto... De acuerdo... Es cierto... ¡Malditos periodistas chupasangres! Hace años el mono componía, pero ya no encuentra inspiración. Antes la encontraba en las obras de Dostoyevski, pero ya se ha leído todas excepto una: "Crimen y Castigo", pero no la encuentro por ningún lado. Desde entonces toco esta única canción de "Calico Jack" Beck.

Número 5: ¿Eso es un acordeón?¿Podría tocar una polka? -

- Por supuesto que no.

El mendigo respondió a todas las preguntas sin dejar de tocar ni contonearse. Al terminar intensificó su baile animado por la excitación de la entrevista.

Wash se quitó el monóculo de leer y lo volvió a guardar en el interior de su chaleco. Lo mismo con la libreta. -Bien, bien. ¡Quedará fantástico!- dijo bajándose de un salto de la caja donde estaba sentado.

- Directo a las páginas centrales. Ahora una fotografía para ilustrar el reportaje. ¿Donde está el fotógrafo? - daba vueltas como buscando a alguien, cuando vio a Yimbo que disimulaba por los alrededores. -Ah, ahí estas grumetillo. ¡MUEVE TU CULO HASTA AQUÍ OLGAZÁN!-

- ¿Tú te está' refiriendo a mí, señó mono? -era evidente incluso para Yimbo que el mico se refería a él, pero quería seguir mostrando un aire distraído, como si pasase por allí por casualidad.

El muchacho se acercó, en parte por no contrariar las órdenes del pirata, en parte porque sentía curiosidad en cómo se las ingeniaría Wash para quitarse de encima a aquel músico ambulante, que nunca se movía del sitio.

- Pues claro que tu camarillas. Rápido, o estarás un mes limpiando la cubierta. - Wash se giró de nuevo hacia el mendigo mientras le hacía gestos a Yimbo para que se acercara. Se rascaba la barbilla con un pie mientras buscaba el encuadre con la mano - Agh, esta luz es malísima. Por favor, de un paso hacia atrás.-