Partida Rol por web

- Eso.  -  añadió Katarzyna, de forma tajante y seca, acerca de las palabras de Roxana sobre traer a Natuk.

Luego miró de reojo al japonés, aún con los brazos cruzados y con actitud enfadada, volviendo de nuevo a mirar hacia el interior del café.

- ¿Que "SI" lo que decimos es cierto?  -  dijo con bastante énfasis en el "si", de forma despechada y ofendida,
- Comprueba lo que quieras, pero que sepas que fuera hay seis "viajeros" más.  Makoto incluido.  -  Kat se tensó aún más
- Con trescientos años durmiendo, y viaje de vuelta al pasado, cortesía de tu buena amiga Beni.  -  bufó sin disimulo.

La actitud de la joven polaca era a esas alturas totalmente encrespada y descortés.  No era muy propio de ella el dejarse llevar así ante desconocidos, pero hablar, o siquiera pensar en aquella desconocida kitsune le ponía realmente de mal humor, y la tediosamente paciente actitud del tal Yamamoto no ayudaba nada.

- Aunque claro, eso sin contar a Angie ¿no?, o a T.J.  -  dijo, ya de forma hostil, mirando atentamente a las chicas, esperando que dijeran algo.

Parecía que el Señor Yamamoto no nos tomaba muy en serio. O no terminaba de creérselo.

Pido Sake por que han sido unos días muy largos la verdad. comente mientras esperaba.

De Hecho ve a Rina diferente por que es verdad nuestra historia y venimos del futuro. Por el mismo motivo conoce a tanta chica Occidental.

Solo esperaba que nos hiciera caso y nos ayudara. Aunque parecía que así seria

El japonés observa a las chica pero sobretodo a Kath con una leve sonrisa:

- Así que usted es alguna clase de telepata... puesto que ha podido leer mi mente...

El hombre mira a las otras dos chicas y añade entonces:

- Quieren que crea a pies juntillas la historia que me cuentan... como comprenderán es algo realmente difícil de creer y para que vamos a arriesgarnos a males entendidos cuando podemos hablar con Beni muy fácilmente, de hecho ella puede acudir a nosotros si lo desea y su presencia sería necesaria para traer aquí a esa tal Natuk

El hombre sonríe amablemente y añade:

- A no ser que lo que cuentan no sea todo lo que deben de contar y no deseen ver a Beni-sama

En las palabras del japonés, Katarzyna solo entreveía burocráticos misterios y tediosos secretos: cosas como castillos secretos que ni la kitsune Rina conoce, o una maquiavélica y super poderosa Beni a la que es casi imposible acceder.  Todo ello hacía que la joven polaca detestara los asuntos mágicos más y más.

- Pues entonces, sería mejor que ...  -  se detuvo de pronto.

Kat se dio cuenta que, con el enfado, había vuelto a hablar en su polaco natal, y no el japonés (para no llamar la atención más aún).  Eso la irritó, pero también le hizo darse cuenta de que tenía que tranquilizase.  Apretó los dientes y bufó un suspiro forzado.

[JP]  -  Señor Yamamoto  -  Kat pausó la frase y bajó la mirada para mostrar respeto, aunque el tono aún revelaba algo de irritación.
[JP]  -  No es necesario que nos crea  -  empezó a tranquilizarse, pues se daba cuenta que la historia del futuro era difícil de creer.
[JP]  -  De hecho, es mejor que no lo haga  -  se encogió levemente de hombros, y durante solo un instante.
[JP]  -  Tan solo pónganos en contacto con Beni, y ella decidirá  -  pudo conseguir el ocultar su odio a la poderosa super-kitsune.
[JP]  -  Nos ponemos en sus manos  -  

Conforme decía esto hizo una especie de reverencia formal: una inclinación hacia adelante, bajando la mirada, demostrando respeto y reconociendo que le estaban pidiendo ayuda.  En cualquier caso, al estar sentada, no pudo hacer gran cosa, ni extender el gesto más de un segundo.  Tras ello, se levantó y dirigió sus palabras hacia Roxana.

[EN]  -  Creo que voy a asearme un poco.  Rox, ¿quieres guardarme el abrigo?  -  lo cogió de la silla y lo puso encima de su regazo.
[EN]  -  Dentro está eso para traer a Natuk.  -  añadió
[EN]  -  Creo que yo también tendría que haberme pedido uno de esos  -  le dijo a Katherine, señalando el sake con la barbilla.

La reacción del mago no le extraña, era una información difícil de digerir, por eso mantiene la calma, aunque entre sus compañeras, parece condir el desconcierto.

- es obvio que esto pasara... Yamamoto-sama, pero sí, contáctenos con Beni-sempai, ella podrá determinar si decimos la verdad, y si podemos ayudar a nuestra amiga Natuk, - esa misión era independiente de lo que fueran a hacer con Natuk, pero debían cuanto antes actuar, porque la menor variación en los hechos del presente podría generar que Natuk jamás existiera, y si fuera así ¿la olvidarían?.

- cuando quiera, Yamamoto-sama, igual quisiera estar en un lugar más tranquilo, el resto de mis amigos están fuera, en el parque esperando, y están cansados, hemos pasado por mucho para llegar hasta aquí...- suspira la joven, mirando lo que había pedido, sabía delicioso en su boca el café.

Katarzyna no oyó las palabras de Rina, pues se encontraba ya preguntándole a la camarera, con una muy escueta pregunta, sobre dónde estaba el aseo.  Tras la igual de rápida contestación de la uniformada empleada, que señaló con el dedo hacia el lugar, Kat se dirigió hacia allí sin siquiera pararse, pero no sin antes mirar de reojo, una vez más, a su malogrado abrigo, ahora en el regazo de Roxana.

- Ahí estará seguro el hechizo.  -  pensó mientras caminaba.

Se quitó jersey, zapatos y calcetines en escasos 5 segundos, sacudiendo las piedrecitas y la tierra, con cuidado de no ensuciar mucho.  Se quitó la camisa y la camiseta interior térmica y se lavó brazos y manos.  Cuando se lavó la cara, un cierto suspiro de alivio sonó, tras lo cual, la joven polaca se mojó el pelo, pero sin que calara demasiado: lo suficiente para alisarlo un poco.

Se alisó los pantalones y se vistió de nuevo la azul camisa, dejando fuera la camiseta térmica, pues la temperatura no justificaba el llevarla.  Sacudió de nuevo el jersei y se lo puso, colocando con cuidado el cuello de la camisa: por fortuna, el jersei tapaba las numerosas arrugas de la azulada prenda bajo él.  Ya vestida medio decentemente, se recogió el pelo y echó mano a su pañuelo para atarse una coleta, pero entonces recordó que lo usó para tapar una herida de Kurt en la cueva.  Ello le forzó a esmerarse para alisarse el pelo aún mas y sujetarlo con una simple horquilla en una coleta plana.

- No aguantará mucho, pero si lo suficiente  -  se dio el lujo de mirarse en el espejo durante un par de segundos

Pasó la mano con algo de agua por el lavabo para dejarlo limpio y recogió las piedrecitas que habían caído al suelo con algo de papel higiénico, depositándolas en la papelera al lado del inodoro.  Dobló la camisera térmica y se dispuso a salir, un pelín orgullosa de su rapidez: era algo que había aprendido al tener que hacerlo miles de veces, después de andar durante horas enseñando monumentos bajo el caluroso sol veraniego de Italia o Grecia, y antes de recibir al siguiente grupo de turistas, para lo cual necesitaba estar de nuevo perfecta.

-Una especie si. Dije divertida.

Escuche lo que dijo de avisar a esa Beni y evitar malos entendidos. Lo cual no me parecía mal.

Si la cosa va a ir mas rápido y así confía en nosotros no lo veo mal.

Entonces mire extrañada a Kat. 

¿A dicho que va a asearse?  ¿Aquí? ¿Ahora?

Estas a tiempo. comente añadiendo una sonrisa.

Solo esperaba que esto no nos llevara mucho tiempo. Era lo malo de viajar en el tiempo. Y tratar de convencer a la gente del pasado que en realidad era tu presente. Que decías la verdad.Aunque claro si ya habías estado en el futuro . Técnicamente este era tu pasado…

Esto es para volverse loca. Esto no pasaba en regreso al futuro. 

Di otro largo sorbo al sake.

Yamamoto se queda unos segundos mirando a las chicas y dice:

- Bien... entonces creo que en mi habitación del hotel podemos hacerlo, no es necesario que vengáis todos si no queréis, podemos ir ahora mismo o después como queráis, pero tengo previsto quedarme aquí por un par de días mas y por lo que decís sería buena idea actuar lo antes posible...

El hombre da un sorbo a su te y respira profundamente, sin duda para cargarse un poco del aroma del lugar, el cual era realmente relajante

El hombre mira a Kath unos segundos y piensa, se notaba que estaba queriéndoselo decir a ella únicamente:

- Supondré que todo lo que contáis es cierto y no tenéis ningún tipo de intenciones ocultas, si lo que decís del viaje en el tiempo es cierto no deberíais ir diciéndolo por ahí mucho ni hacer nada que pueda llamar la atención... eres telepata pero te hare una recomendación, no trates de leer la mente de Beni...

​Yo prefiero ir la verdad. Di otro sorbo al Sake. La verdad es que estaba bueno. Era amargo. 

Entonces mire a Yamamoto y sonreí.

Hacerlo ahora o esperar un rato, bueno, para mi la respuesta era evidente. Sería mejor acabar con aquel asunto cuánto antes, y no teníamos tiempo que perder, por muchos días que tuviésemos de margen.

─Opino igual. Estaría bien resolver este asunto sin mucha más demora.

Sentencié convencida de que la celeridad era indispensable en la situación en la que nos encontrábamos.

El telefono de Rina suena en esos momentos, mientras Yamamoto dice:

- Bien, vayan al hotel Prince Parck junto a la torre de Tokyo alli en mi habitacion nos encontraremos

- Rina, soy yo, Makoto... tened cuidado, hemos encontrado a Maki y va para allá, con un chico que creemos puede ser su novio, si el chico que muere en el accidente, así que tened cuidado por si os encontráis con ellos

Katarzyna sentía cierto temor por el hecho de haberse separado de las chicas, incluso sabiendo que estaban al otro lado de la puerta.  Un miedo irracional le susurraba, envenenado, que siempre era posible que, cuando saliera de nuevo al café, todos se hubieran ido.  Más aún, le hacía sentir que con los asuntos mágicos, esa posibilidad crecía y crecía a cada segundo.  Era por ello que se había apresurado tanto en su labor de asearse.

Salió sin más demora, apresurada hacia la mesa donde todos debían encontrarse, con el corazón en un puño hasta que por fin pudo ver, a unos metros, al grupo sentado en la mesa, tal cual estaban antes.  Se relajó y deceleró el paso, ya más tranquila, hasta llegar al lugar.

- ¿Bueno qué? ¿La gran señora Beni nos da su bendición o no?  -  dijo, desconociendo las últimas palabras de Yamamoto y las chicas.

Se sentó, de forma algo coqueta, y con actitud algo pícara y respondona: el haberse arreglado y aseado le hacía sentirse más segura y confiada.  En ese momento se dio cuenta de que un teléfono estaba sonando, por lo que paró de hablar.

Mientras terminaban la conversación la puerta se abre y algo llama la atención de todos, una chica realmente parecida físicamente a Natuk entra en la cafetería acompañada por un chico, no llegan a escuchar lo que dicen, pero por su lenguaje gesticular intuyen que ella es muy tímida y educada que saluda varias veces a la camarera, el parecía un chico mucho mas animado

Katarzyna quedó muda durante un instante cuando vio entrar a la pareja en el café, para luego exclamar:

- ¡Madre de Dios!  -  repuso, estupefacta, bajando la voz a mitad de la frase.

Se giró de nuevo hacia las chicas, y dijo con voz baja.

- Apuesto que esa llamada ...  -  apuntó al teléfono de Rina.
- Es de Makoto o de alguno de lo chicos para avisarnos  -  se acercó a la mesa para que la oyeran aún habiendo bajado la voz.
- Sería mejor que nos fuéramos de aquí cuanto antes ¿no?.  -  propuso.

Dejando de lado la similitud física que percibía en los orientales dada mi ausencia de cultura y convivencia con los mismos, juraría por lo que más quisiera que aquella chica no era otra que Natuk. Mi corazón se congeló con un latido seco y violento, recorriéndome un escalofrío por toda mi espina dorsal.

No era tanto la situación de ver a alguien similar a Natuk, si no el hecho de pensar que ya podía existir en es pasado. Pasado, teniendo en cuenta el futuro que vivimos como presente.

─¿Qué diablos significa esto? ─murmuré a la vez que codeé levemente a Kat, alternando mi mirada entre ella y la Natuk del pasado─.

Katarzyna notó de inmediato, a la expectativa que estaba, el toque de Roxana.  Se acercó más aún a la israelí, acercándose la mano a la boca, con el afán de proteger aún más sus palabras.

- Según averiguamos, Natuk está clonada a partir de la primera, por eso se parecen tanto.  -  susurró mirando fugazmente a Rox.
- Será mejor que no influyamos en nada, al menos antes de traer a Natuk  -  dijo, con cierto temor en la voz.

Kat quedó a la expectativa de los demás, esperando que se decidieran a irse o a plantear algún curso de acción.

el teléfono suena, Rina pide permiso para contestar y escucha la voz de su novio del otro lado, informándole algo demasiado importante. Rina instintivamente se giró hacia la puerta, y ahí estaba. Por todos los kamis... si se acercaban ahora, y les hablaban, podrían detener todo lo malo que iba a pasar, pero aún faltaba Natuk, la kitsune tragó saliva, mientras sus compañeras se daban cuenta del sentido de esa llamada, todas eran chicas muy lista. 

- ok... Ya la veo- le responde y cuelga- Yamamoto-sama, iremos, primero hablaremos con el resto, y nos veremos en su hotel, de ahí, hablaremos con Beni-sensei... muchas gracias por su disposición - se pone de pie y hace una reverencia, mientras saca algunos yenes para pagar lo que sus amigas y ella han consumido.

- mejor vamos... chicas- les dice dulcemente, era impresionante cómo podía mantener la calma en ese momento, sin impacientarse.