Partida Rol por web

para la pareja era de lo más normal comprar cosas en máquinas expendedoras, incluso a veces era más barato que tener un equipo de pos pago.  Rina buscó en sus bolsillos algo de dinero, asintiendo a lo que decía Lia, y diciendole que no se no se preocupara, apenas vieran una casa de cambio, pasarían, pensó, y compró el más barato, la máquina emitió un sonido mecánico y el resorte giró soltando el equipo de color negro, que cayó desde lo alto de la máquina, era como comprar una bebida gaseosa en lata, aunque algo más cara.

metió su mano en la goma que cubría el compartimiento de recibo, y sacó una caja de plástico, sellada al vacío, de esas que son difíciles de abrir, pero, justo al lado de la máquina tenía habilitado para abrirlas. La kitsune sacó el celular y botó el plástico en el compartimiento de reciclaje. Encendió el celular y esperó que estuviera listo para digitar el número. Antes de dar a llamar, miró a sus compañeros, en una mezcla de expectación, miedo, nerviosismo, e hizo la llamada, la suerte estaba echada.

Una voz familiar para la japonesa suena:

- Si? al habla Yamamoto Ryuji... en que puedo ayudarle?

De fondo se escuchaban algunas conversaciones en japonés, parecía que donde estaba era un lugar donde había gente

Una voz familiar para todos  suena:

- Hai? Ryūji Yamamoto supīchi... Watashi wa anata o tasukeru koto ga dekimasu ka?

De fondo se escuchaban algunas conversaciones en japonés, parecía que donde estaba era un lugar donde había gente

-Yamamoto-sama...- debía ahora escoger sus palabras, se mordía el labio inferior, nerviosa, había algo que no les había dicho a sus compañeros, y el porqué usó dinero, aun tenia la idea de que la investigación sobre los seres como ellos se había confirmado con el accidente de Maki, pero que seguramente, se sospechaba desde antes, y si habían llegado al castillo, qiizás sabían de ella y de Makoto, por eso no era seguro usar sus celulares, además el resto tendría que activar la telefonía internacional lo que demoraría aun mas en activarlos, el roaming. 

-soy... Rina Suzuka- era mejor empezar sin mentiras, pero quizás con medias verdades - estoy en la ciudad, es urgente verlo, es algo de vida o muerte -no exageraba, además él la reconocería, la voz de él le era conocida. Miró a sus compañeros, viendo si querían sugerirle algo, aunque habían sido muy directa.

El hombre parece sorprendido y dice:

- Si... ya decía que me sonaba la voz...

Cuando le dice que está en la ciudad se extraña y pregunta:

- Vaya no sabía que estabas en la ciudad...bueno me entarima mal, pensaba que tenias trabajo...

Fue cuando le dijo lo de que era cuestión de vida o muerte cuando se sorprendió, el hombre pregunta:

- De vida o muerte?, espera, ha pasado algo?... bueno, no importa, yo me estoy quedando en el hotel Prince Park junto a la torre de Tokyo... pero, claro, ya se, podemos quedar en un sitio más discreto, el parque Yoyogui lo conoces verdad? en la parte este hay un café, lo distinguirás fácilmente porque es un edificio antiguo, se llama Café Tanaka, si quieres podemos vernos ahí en 30 minutos, no ando muy lejos, o para cenar en el hotel, lo que prefieras

El hombre parece sorprendido y dice:

- Un... Watashi wa watashi no koe ga kikoeta to nobemashita...

Cuando le dice que está en la ciudad se extraña y pregunta:

- Anata wa machi ni ita shiranai iku... Yoku watashi ga machigatte paretaizu, watashi wa anata ga shigoto o motte ita to omoimashita...

Fue cuando le dijo lo de que era cuestión de vida o muerte cuando se sorprendió, el hombre pregunta:

-  Seishi de, yosō, nanika ga yoku, kinishinai... Okotta, watashi wa za purinsupākutawā Tōkyō no tonari no hoteru ni taizai shite imasu... Shikashi, mochiron, watashi wa shitte iru, ni taizai suru koto ga dekimasu ka? Yori hikaemena saito, yoyogikōen wa hontōni kare o shitte imasu ka? Azuma ni anata ga konomu, anata wa watashitachi ga 30-budeatte mo yoi shitai baai ni wa, kafe Tanaka to yoba reru furui tatemonodearu tame, kantan ni kubetsu sa remasu haruka ni aruite inai, matawa hoteru de shokuji o suru tame ni dono yōna kafe ga ari,

Nyara se encontraba mejor de ánimo, así que eso le tranquilizó. Por un momento su mirada se perdió en los hipnóticos anuncios. "Eso debe estar pensado para atrapar la atención, vaya locura". 

Al llegar a la máquina expendedora, Kurt se rascó el bolsillo, como si eso fuera a aparecer yenes de la nada. "Admítelo, no tienes yenes para comprarte un móvil." Miró la máquina disimuladamente. "Esa cosa no será inmune a la telequinesis, pero tampoco es plan. Mejor dejarlo".

El joven dio unas palmadas al trasto y finalmente se apartó.

- Lo próximo que van a hacer es ponerles sentimientos.

Dijo refiriéndose a las máquinas expendedoras y sonrió. Tampoco sería de extrañar.

El caso es que Rina empezó a hablar con Ryuji, pero con tanto ruido era muy difícil seguir la conversación, y tan sólo pilló algunas palabras sueltas.

- Si nos dice dónde está, podemos ir a esperarlo.

Comentó de pasada, pensando que estaría en una fiesta o reunión. 

Katarzyna escuchó como pudo la conversación telefónica, aunque le resultó algo difícil, ya que el auricular estaba, lógicamente, pegado a la oreja de Rina.  Por fin habían contactado con Yamamoto.  Umm.   Yamamoto.  Indudablemente, la joven polaca se había perdido bastantes cosas en el castillo.  Y una de ellas parecía ser:

- ¿Y quién diablos era Yamamoto?  -  susurró, con mucho cuidado de que no le oyeran al otro lado de la línea.
- ¿Y por qué nos ayudaría?  -  fue una pregunta que le importaba más todavía.

Obviamente, Rina y Makoto lo conocían bastante bien - ¿sería su maestro en temas de magia o algo así?  -  En cualquier caso lo iba a averiguar pronto.

Cuando Rina empezó a hablar Lia aprentó ligeramente los labios, nerviosa. Era un momento importante para poder empezar con buen pie la misión. Tomó la mano de Chris entrelazando los dedos para relajarse y sonreírle brevemente.

Al escuchar a Katarzyna sintió que era la más indicada para las explicaciones, de modo que habló en voz baja en segundo plano para no molestar a Rina.
-En octubre del 2014 nosotros llegamos por primera vez al castillo de Suiza. Yo salí al patio de armas del castillo y llegó un helicóptero del castillo de Kyoto, que había sido atacado. En él venían inconscientes y heridos Rina, Makoto y Himiko-Omitió que Rina le había arrancando presa del descontrol el brazo a Makoto, Makoto estaba inconsciente y sin dicho brazo, Himiko simplemente desmayada, aunque Lia tuvo que darle de su sangre para revivirla. O el despertar de Rina que casi acaba con todos. En resumen: nada agradable de contar, así que mejor pasar ésa escena-También el señor Ryuji Yamamoto. Vino herido acompañando a los tres mentados. 'Pertanto', él es del Castillo de Kyoto y conoce a Makoto y Rina, de modo que es nuestro único contacto en el Castillo de Japón con el que podemos contar...o eso espero. Pero si está en juego el futuro y la seguridad de todos los que somos 'diferentes', tendrá que creernos y ayudar-No podían contactar con Rina y Mako de aquél tiempo, Dios sabría que horribles consecuencias podía tener. 

Miró a Rina intentando descrifrar en su rostro lo que podía estar diciendo el signore Yamamoto.

Cuando recordó aquellos dias rememoró a Bruce, a Janet, Manuel y Andrea, al entrañable dottore, el director que parecía el signore Connery... y Beni.

Dios... qué diferentes serían ahora las cosas si pudiese volver a aquellos días. Tendría tantas preguntas... Beni... Ojalá pudiese volver a tomar el té con ella. O preguntarle a Manuel cómo manejar el aire y qué podía llegar a aprender... ¿Podría enseñarme nuevas técnicas? Quizás enfriar o calentar el aire que me envuelve... o incluso llegar a invocar tormentas, Che ne so io? Soy un cachorro de criatura elemental, arrojada al frenesí del espacio-tiempo.

La mano que tenía libre la cerró en un puño.

Necesito... necesito ser más fuerte. El encuentro con los soldados le mostró que debía fortalecerse si realmente quería ser capaz de luchar al lado de Chris y sus compañeros...que de algún modo, estaban forjando entre todos una extraña amistad, aunque no con la misma intensidad, pero allí estaba. Y ella... a pesar de todo, casi muere. Se humedeció los labios. El recuerdo del balazo en el pecho realmente le daba escalofríos, de modo que cerró los ojos y se centró en visualizar los torrentes azulados de su alredor, ver el viento.

¿Qué temperatura traían las corrientes? ¿Qué olores?

Notó una leve brisa que pasó cerca de Roxanna y rozó la mejilla de Rina antes de pasar por encima del hombro de la italiana. Interiormente sonrió. Le gustaba aquella forma de desconectar. Era contemplar aquello de lo que estaba hecha.

L'aria. Non ho mai smesso di guardare voi, e ora ti trovo affascinante. Il vento non cessa mai.

Mientras Lia contaba sobre quién era Yamamoto, Rina conversaba con él, aunque la historia que contaba la hizo distraerse un poco, habían pasado muchas cosas desde ese momento, incluso la herida de Makoto  causada por ella misma; ahora, sin embargo, tenían la oportunidad de no sólo evitar el futuro apocalíptico para los seres como ellos, sino que también evitar que esos hechos se den. 

- etto... Yamamoto-sama - hizo una pausa, para repasar mentalmente lo que le había dicho el hombre, tenía la opción de decirle que no estaba sola, que habían otros nueve como ella, pero recapacitó, eso podría ser intimidante, Yamamoto, por muy fuerte que fuera, podría serle demasiado sospechosa la situación, de hecho, ya de por sí lo era. 

- ummmm... está bien, nos juntamos en el café, es mejor conversar en este momento, lamento no poder darle más detalles en este momento, pero cuando nos encontremos, me comprenderá, - mira al resto, esperando que aceptaran su lógica, y confiaran en ella. 

 Vicky se quedó un rato mirando los anuncios japoneses, poniendo caras raras, extrañada por el idioma y el anuncio en sí.

 Escuchó la conversación entre Lia y Kat y a lo que entendía de Rina, mirándola con curiosidad de como transcurriría la conversación. Al menos Rina no parecía preocupada, y eso tenía que ser bueno.

 - Veamos cómo sale esto... - Comentó cruzándose de brazos.

Natuk. Cuando escuché a Rina hablar por teléfono con aquel hombre, no sé el motivo, pero se me vino a la mente la imagen de Natuk. ¿Qué habría sido de ella una vez nos fuimos... al presente? ¿Habría muerto, seguiría viva...? No entendía si el tiempo que en este momento, que para nosotros era el presente, transcurría también para ella a la misma velocidad que para nosotros.
De ser así tal vez incluso podríamos llegar a invocarla sin que llegase a morir. De hecho ¿sería posible invocarla si ella llegase a morir en el futuro? Estaba encarcelada en la cueva que yo misma creé, si salía de algún modo... los soldados darían con ella probablemente. Tal vez su única esperanza fuese Himiko, aunque ella era de todo menos amigable.

─¿Qué te ha dicho? ¿Qué hay que hacer? ─pregunté a Rina con un toque de impaciencia─ Recuerda que hay que traer a Natuk, hay que traerla, Rina─.

─Cuento contigo para que Natuk no sufra más, y poder acabar esta historia sin más víctimas, no me falles─pensé mientras posaba mi mano en el antebrazo de Rina, a la espera de una respuesta─.

De nuevo, Rina habla por teléfono mientras los demás esperamos. Yo me quedo ahí junto a Lia, escuchando por un lado lo que dice Rina y por otro las explicaciones que le da Lia a Kata. Yo apenas recuerdo al pavo, ese día me lo pasé en el laboratorio practicando. Sólo me encontré con él en el comedor y no dijo ni pío. Si no lo llegan a volver a mencionar se me habría acabado olvidando la existencia del buen japo, igual que se me acabará olvidando la de esa chica rubia que desayunó una mañana en el castillo para no volver a aparecer jamás y la de tantas otras personas que han pasado por la vida de un muchacho con muy muy mala memoria para las caras y los nombres.

Oigo que Rina dice algo de ir a un café. Por mí perfecto, cuanto antes nos encontremos con él mejor. Así que sólo queda esperar a que nos pongamos en marcha.

Seguía escuchando la conversación por que de entenderla poco la verdad. Vi que Vicky se había quedado mirando los anuncios como me había pasado a mi. 

Aqui venden de todo. ¿Eh?

Escuche a Lia.

Supongo que si os ayudo bien puede ayudarnos ahora. Y ademas creo que podemos convencerle de que somos ``especiales ´´sin demasiados problemas. ¿no?

Escuche a Roxana hablar de traer a Natuk . A mi Natuk no era santa de mi devoción. No se había algo que no me gustaba.

Por no mencionar que si cambiábamos el pasado el futuro se alteraría y ya no se crearía a Natuk. Lo cual no se si era un hecho que hubieran pensado…

Cuando dijeron lo del café me impaciente un poco. LA verdad es que tenia ganas de avanzar y hacer algo. no me gustaba sentirme una inútil. Y ahora mi aportación era bastante pobre la verdad.

Oye chicos. Una cosa. Ya se que lo hemos hablado. Pero yo siempre he tenido un mente muy abierta. ¿ Y si me llamo? Se supone que estoy con Maki ahora mismo. Y estoy con Arthur. Bien podrían o podríamos por así decirlo de ocuparnos de proteger al novio de Maki.

Katarzyna torció los labios, no era una mala idea, pero temía que cambiar el entorno cercano a Maki les haría perder información valiosa.

- Umm, no sé.  -  contestó a la propuesta de Katherine.
- Eso podría alterar los eventos alrededor de la primera.  -  se llevó la mano a la barbilla, pensativa.
- Por poco que tu yo del presente cambiara su comportamiento, Maki podría cambiar sus movimientos.  - 
- Lo malo es que así podríamos perder la información que tienes, de dónde y cuando Maki estará  -

La joven polaca se guardó de decir su verdadero temor, el cual era que, si empezaban ya a lidiar con el tema de la primera, podría ser que alteraran el futuro y hacer que Natuk dejara de existir antes de poder invocarla.

Mientras todos esperaban y pensaban que hacer Lia siente un golpe, al mirar puede ver como una niña de unos 11 o 12 años se ha chocado con ella, la pequeña se asombra al verla y dice mientras hace una reverencia:

- Pe...perdone... yo lo siento...

Puede ver como la niña le resulta realmente familiar, tiene algo muy familiar para ella, de hecho la niña se queda mirándola sorprendida y dice:

- Que...señora más guapa...

Es entonces cuando escucha a un hombre y una mujer que se acercan, el es el primero en hablar, extrañamente no solo entienden lo que dice la niña sino también los padres de esta.

- Himiko... ten cuidado... pide disculpas a esa señorita...

La mujer que se acerca casi corriendo se coloca junto a Lia y hace una reverencia mientras dice:

- Lo siento, perdone... Himiko tienes que tener más cuidado

Cuando se giró al notar el golpe y vio a Himiko casi le sale el corazón de la boca. Apretó los labios y contuvo la respiración, mirando a la niña con los ojos ligeramente más abiertos.

Era Himiko. La de verdad. Su Himiko. 

El amor de niña que le había robado el corazón cuando llegaron al castillo malheridos. Y allí estaba ella, de pie, tan encantadora como siempre. Suerte que tenía la mano agarrada a Chris porque por un instante casi se lanza a abrazar a la pequeña, pero cuando levantó la mano tiró de la de Chris y fue como volver a la realidad. Estaban en otro año, ella aún no la habia conocido.

Contempló a los adultos que la acompañaban. ¿Serian sus padres? Himiko nunca le habló de ellos, así que no lo sabía con seguridad. Necesitó una respiración profunda para asimilar aquél encuentro inesperado. Soltó con suavidad a Chris y levantó sus palmas hacia la mujer en señal de que no pasaba nada y también hizo breves y cortas reverencias con una amplia sonrisa.

-No se preocupe señora, no ha sido nada...-por un momento le costó coger seguridad en la voz. Miró a sus compañeros, seguro que la habían reconocido. Luego miró a la niña y le sonrió con ternura. Era Himiko...-¿Así que te llamas Himiko? Tu también eres muy bonita.-su sonrisa enseñaba los dientes blancos y los labios rosados de la italiana-¿Sabes? Tengo una amiga que se llamaba Himiko, como tú. Pero ella tenía una sonrisa muy bonita...¿me dejas ver la tuya, a ver si también lo es?-sonó familiar, divertida. La verdad es que echaba terriblemente de menos ver a Himiko sonreír y quería verla contenta antes de que alguno de los adultos la tomara de la mano y se la llevara, así que de éste modo podía arañar unos minutos con ella.