Acabas de llegar al Potro Pateador, una pequeña taberna a las afueras del pueblo de Pryndalor, tras recibir una carta solicitando tu ayuda e indicando el lugar y la fecha/hora del encuentro. La carta no indica el nombre del remitente. En su lugar hay un sello que asemeja un dragón plateado:
En la taberna hay poca gente. El tabernero, tras la barra, una mujer de cabellos dorados sentada junto a la ventana, una chica de aspecto tenso leyendo un libro gordo, un semiorco barbudo que parece esperar a alguien, y un par de hombres demasiado ebrios para esas horas de la mañana.
Bien, ¿quién ha podido ser el que me ha enviado la carta?
Me doy una vuelta por la taberna observando de más de cerca a los que allí están. Busco el símbolo de la carta en la ropa, empuñadura de arma, papeles etc...
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 5
El viaje desde Waterdeep ha sido largo y tortuoso, y por Fharlanghn que nadie vuelve a engañarte para pegarte semejante caminata. Quizá por eso, pese a tu determinación por hallar respuestas, tu cuerpo no es capaz mas que de encontrar una silla donde desplomarte.
Uf, antes de seguir tendré que descansar un rato.
Mientras me acerco a la mesa vacía más cercana saco mi amuleto y mientras le doy un beso y rezo una plegaria cortita pienso.
Espero que no me hayan hecho perder el tiempo, el mundo este debe ser purificado y no me puedo permitir estar aquí sin razón.
- ¡Camarero! Una ronda de tu mejor zumo de frutas.
¡Todos mis zumos son los mejores de la comarca! - ríe sonoramente ante su propia ocurrencia - ¿Qué prefieres? ¿Arándanos? ¿Melocotón? ¿Piña? - el tabernero se fija unos instantes en ti y en tu amuleto - O quizás un... Paraíso terrenal...?
El tabernero te mira divertido, como retándote a pedir la última opción.
- Jajaja - río a carcajadas por la referencia religiosa. - Una de esas, a la salud de Chauntea. - Miro hacia el cielo y beso los dedos índice y pulgar honrando a la diosa.
Espero a que lo traiga y esté cerca para enseñarle la carta y susurrarle a ver si sabe algo.
Satisfecho con tu respuesta, el tabernero desaparece en una despensa que hay tras la barra. En ese momento, la mujer de cabellos dorados se te acerca con paso inseguro.
Disculpad que os moleste buen hombre - la mujer entrelaza los dedos nerviosa -. ¿Tendríais a bien ayudarme?
- Buenos días mi señora. Antes de cualquier demanda es de bien presentarnos como lo mandan las escrituras. - Hago una pausa para que entienda que es más bien una petición - Mi nombre es Menelpar, paladín de los mil dioses.
Vaya título más guay me acabo de inventar.
- ¿Qué desea?
Disculpadme Menelpar, tenéis toda la razón. Mi nombre es Galatea, viajera de los mil problemas - sonríe con vergüenza ante su tonta ocurrencia -. El eje de mi carro se ha averiado y necesito la ayuda de un hombre fornido para arreglarlo. ¿Os veis capacitado para ello? Sin ánimo de ofenderos, por supuesto - añade, ligeramente sonrojada.
Saco pecho y mi tono de voz de vuelve más grave con las primeras palabras - Por supuesto que puedo, estaría encantado de ayudar a una persona en problemas, como nos indica Tyr en su cuarto escrito. - me relajo y bajo un poco el tono - pero tendrá que ser dentro de un rato, ahora mismo estoy esperando a alguien.
Saco la carta, la abro y la poso encima de la mesa. Me inclino hacia Galatea y prosigo:
- A lo mejor me puede usted ayudar primero, ¿Le suena este símbolo? Mientras señalo con el índice y doy unos golpecitos.
La mujer examina la carta y frunce el ceño.
Vaya, que... Escueto. Antes he visto a un hombre fuera - señala la ventana -. No se si le estará esperando a usted o es mera casualidad.
- Muchas gracias señora! - recojo la carta y me la guardo de nuevo en la parte interior de la chaqueta. - y que le bendiga... ¿Qué Dios procesas por cierto?
Mientras espero que me responda me levanto y pongo la silla en su sitio.
Lathander, por supuesto - responde la mujer abriendo la puerta de la taberna - Alabada sea su luz, que ilumina nuestro camino - te sonríe con encanto mientras te invita a salir primero.
Tirada oculta
Motivo: Inventar dios
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 20(+1)=21 (Exito)
La sigo sin más mientras imagino que tipo de carruaje puede ser, herramientas necesarias, posible pago que pedir etc...
Espero no tener que empujar demasiado, el viaje me ha dejado molido. Por otro lado, el tabernero seguro que nos puede dejar algún martillo...
Como bien había indicado Galatea, en el exterior aguarda de espaldas un hombre que no estaba cuando habías llegado. Luce una amplia capa de viaje que ondea al girarse, tras notar vuestra presencia. Tiene el pelo cano y viste una sencilla armadura de cuero. Una cimitarra descansa colgando de su cinto.
Menelpar, si quiere hable con él primero y luego procuramos arreglamos mi carro - invita la mujer.
Ah, Menelpar - el hombre abre los brazos, en gesto amistoso -. Me alegro de verle aquí.
Le echo un vistazo para ver si lo reconozco, pongo un gesto de confusión inconscientemente mientras observo.
- Eh... Buenas. Parece que me conoces muy bien, yo no tengo ese placer señor... - hago una pausa para que pueda presentarse.