Partida Rol por web

Por lo que sabes el jade es un producto "de lujo" en estas tierras. Salvo los cangrejo que lo producen, el jade es un artículo bastante reservado y a excepción del Gobernador o algún samurai adinerado resulta improbable que lo tenga nadie.
Quizas en los aposentos del gobernador (que no sabes exactamente dónde están) o en las habitaciones de alguno de los samurais de palacio puede que encuentres.

Bien, pensemos.... -insto Kasikago- Sabemos que las unicas personas que probablemente tengan Jade sean los miembros del Clan Cangrejo y el gobernador... -penso en voz alta.

Bien!-dijo mientras levantaba su pensativa mirada hacia Mirumoto Drashi Bugon- Tenemos 2 opciones: Sabemos que las habitaciones se ordenan por plantas y estas son asignadas segun el rango que posee el samurai, estando las mas bajas disponibles para empleados e invitados de bajo rango, y las mas altas para samurais de alto nivel o visitas del emperador... y estas a su vez se incluyen en un registro al llegar que suele estar en el recibidor, por lo que o bien podemos subir arriba y buscar en las plantas superiores la habitacion del gobernador o volver a la entrada y buscar el libro de registro, para ir directamente a la habitacion de un Cangrejo.

Mientras pensáis cuál será vuestro siguiente movimiento, del jardín podéis oir un rugido helador que os cala hasta los huesos. Quedais paralizados durante unos segundos tras los cuales os reponéis y volvéis a tener el control de vosotros mismos.
No sabéis que ha sido eso pero algo os dice que debéis actuar... y pronto!

- Creo que deberíamos dirigirnos hacia las habitaciones, y debemos darnos prisa, tal vez necesitemos ese jade ya... y no lo tenemos...

Drashi se encamina hacia la puerta rumbo a las habitaciones.

- Kasikago... vamos!!! Todavía estas así?!?! Solo ha sido un rugido… Vamos, no hay tiempo que perder…

Comenzais a caminar hacia las habitaciones, cuando por el pasillo comenzais a oir unos pasos de alguien corriendo por el pasillo perpendicular, si sigue a esa velocidad os encontrareis en el siguiente cruce... parece que lleva mucha prisa.

- Tal vez debamos ir mas despacio y emboscarles si son enemigos... susurro Drashi Bugón.

- Con un poco de suerte no nos han detectado aun.

Kakita Kasikago asintio afirmativamente a las palabras de Mirumoto Drashi Bugon, y desenvainando su katana, continuo sigiloso pero a buen ritmo, preparado para entrar en combate.

Los pasos continúan avanzando hacia el cruce de pasillos que tenéis delante, parece que sin preocuparse por su escandalosa caminata...

Ligeros y sigilosos como dos plumas mecidas por el viento os acercais hasta la esquina del pasillo en espera de lo que está por venir.
Los pasos se acercan irremediablemente.
Cada vez más cerca, se os acelera el pulso, preparándoos para pasar a la acción... cuando del pasillo oís una voz familiar.

¡Dejad de hacer el memo detrás de esa pared!, ¿tenéis ya el arroz? no tenemos tiempo que perder.
Gritó Kiyomori antes de aparecer en el pasillo por la esquina que teníais cubierta. Lo veis empapado en sudor y claramente desmejorado, como si los años le hubieran pasado factura precísamente ahora.

- Así es, tenemos el arroz... pero creemos que ya han entrado, debemos movernos con cuidado...

Drashi Bugón le cuenta a Kiyomori la historia de la cocina y el señor feo que me hirio...

- En estos momentos nos dirigiamos a las habitaciones a buscar el jade, por cierto... que haces aqui?

Cierto, ¿que haceis aqui? ¿no estabais protegiendo la entrada? ¿que ha pasado? - añadio Kasikago-

En la entrada ya no hay nada que hacer, salvo encontra el Jade. Voy a ir llevando al arroz, tened cuidado...
En el momento en el que Kiyomori terminó la frase, hizo un rápido giro de cabeza y lanzó un grito
¡Cuidado!
...y se abalanzó sobre vosotros...

Kiyomori se lanzó sobre vosotros para ayudaros a esquivar lo que ahora veis claro, dos estrellas ninjas (shurikens para los amigos) que se dirigen hacia vosotros.
Drashi Bugón lo vió venir con suficiente antelación, pero escogió mal el lado al que lanzarse y el arma le impactó en el cuello
Kasikago sin embargo supo aprovechar convenientemente el impulso de Kiyomori y dando un salto hacia atrás evitó el proyectil, que se clavó en el suelo.

Tras recuperaros del impacto, podeis ver a un hombre vestido con ropas oscuras bajar del techo y huir hacia el fondo del pasillo.

¡Maldición!, yo conseguiré ese Jade, dadme el arroz y encargaos de ese bastardo infame.