Partida Rol por web

Frustrado, te retiras a tu hotel, donde te relajas con un espumoso baño lleno de sales. Después, el servicio de habitaciones te sirve una apetitosa cena que comes con deleite y te acuestas temprano para recuperarte del pesado viaje.

A la mañana siguiente, perfectamente descansado, te arreglas y bajas al comedor para tomarte un nutritivo desayuno con el que afrontar lleno de energía el día que te espera. Posteriormente, te acercas al recepcionista, que por lo menos puede mantener una conversación normal en inglés y le comentas tu deseo de buscar alguna biblioteca. Él te da la dirección de la más importante de Viena: la Biblioteca Nacional de Austria, sita en la JJosefsplatz y que antiguamente era conocida como la Biblioteca Imperial. Antes de que te marches, te hace observar que los libros estarán en alemán casi todos y que no sabe tu nivel de alemán.

Joseph agigantó la sonrisa aún más al escuchar que eran de Boston. ¡Si eran vecinos se podría decir! Y gente bien. Eso sí que era comenzar con el pie derecho.

_¡Ni que lo diga! ¡Temía ponerme a hablar solo en cualquier momento! -respondió estirando la mano para estrecharla al Sr. Abel-. Joseph Sinclair, mucho gusto. Señora... -dijo saludando con cortesía también a ella-. Soy médico y profesor de la Universidad de Miskatonic -completó su presentación-.

Fue recién en ese momento que el Dr. Sinclair reparó en una belleza despampanante que había estado distraída mirando los lujos del hotel, sin prestar atención a la conversación, y era en ese momento que se sumaba al grupo.

_Oh, ¿está con ustedes? Mucho gusto, señorita. Joseph Sinclair -volvió a presentarse. Al verla con mayor detenimiento su cara le resultó familiar-. Disculpe el atrevimiento, pero me resulta conocida. ¿Es usted famosa? Creo haber visto su foto alguna vez.

Paseo entre los tomos... percatándome de lo inútil de mi presencia en la Biblioteca ya que absolutamente todos los libros están en una lengua ininteligible para mi y que, imagino, debe ser alemán...

Profesor... - visiblemente consternado por mi incapacidad - ...temo que voy a resultarle poco útil... - más bien totalmente inepto -. Regresaré al hotel a ver si, desde allí, puedo hacer algo de provecho...

 ¿Temprano? ¿Después de revisar los cafés de Viena  y asistir al espectaculo del Gran Teatro? Bueno, sin duda son otras costumbres. 

 Bueno, casi todos... casi es la clave, ¿no? le comento con una sonrisa Busco información sobre historia, política, antropología.... soy una especie de diletante curioso. ¿Puede entonces recomendarme alguna otra biblioteca, no tan grande, pero dónde pueda conseguir información en mi idioma? ¿O alguna otra fuente de información? ¿La universidad quizás?

Stuart alargó su sonrisa todo lo que pudo y le ofreció las cinco libras en sobornos que ayer no llegó a utilizar como propina al personal del Hotel.

Una vez en los pasillos de Historia y Ocultismo nos paseamos arriba y abajo buscando.....mirando.....leyendo.....aunque esto último lo hago sólo yo, pues observo como mi joven colega Ibrahim pone cara de sorprendido mientras trata de leer un viejo libro que ha cogido.

El alemán es una lengua muy compleja y difícil. Tranquilo, a mi al principio me costó bastante.....Y por lo que puedo ver el alemán antiguo mucho más.....con un poco más de paciencia podría entenderlo, pero mucho me temo que el tiempo es algo que empieza a escasearnos.

Será mejor que volvamos al hotel. Mañana a primera hora iremos a presentarnos en la casa de subasta y luego visitaré la tienda de antigüedades. 

Aunque esto último lo haré sólo si no quieres acompañarme o se te ocurre algo más interesante que hacer. Le digo a Ibrahim  con una cara desilusionada  por no haber disfrutado todo lo que me hubiera gustado de esta gran biblioteca.

Observo que, a pesar de los conocimientos del Profesor, éste no logra descifrar el contenido de los libros que hojea en la biblioteca y parece darse por vencido en ese cometido.

Hum, si, no tengo inconveniente en acompañarlo a ver antigüedades - me ofrezco -. Siempre y cuando no prefiera ir solo, claro está! - prevengo - Por otro lado... - discurro mientras salimos del edificio - hubo algo que dijo que me pareció sumamente, categóricamente, terminantemente importante - el índice vuela alternativamente frente a mi rostro y el del sufrido acompañante -. Si, me refiero a la posibilidad de tener constancia acerca de la identidad de las otras personas que vayan a participar en la Subasta, quizás en el Hotel puedan informarnos al respecto o, como mínimo, orientarnos acerca de dónde podemos preguntar!

Finalizada nuestra grata visita pero no fructífera, a la Gran Biblioteca de Viena. Decidimos volver al hotel.

Querido Ibrahim  ya hemos pasado demasiado tiempo aquí. Será mejor regresar al hotel. Tendremos que descansar  y cenar. Para mañana a primera hora acudir a la casa de subastas para acreditarnos. Luego, sí no es muy tarde y no surge nada más importante, me gustaría ir a la tienda de antigüedades.  Voy comentandole mientras salimos a la calle y pedir un taxi.

Afortunadamente, no tuvimos que esperar demasiado tiempo hasta que un taxista nos abrió sus puertas para llevarnos de regreso al hotel. 

El trayecto se me hizo bastante corto, quizás por conocer el camino de regreso o el cansancio producido por la poca información obtenida. Empiezo a pensar que hubiera sido mejor quedarme en el hotel con mi gran amigo y compañero Joseph. ¿Qué tal le habrá ido?

Cuando llegue al hotel hablaré con Joseph sobre la actitud del primer taxista, no quisiera encontrarme con otra situación así. 

Dime Ibrahim ..... en el pasado hubo algún ..... como llamarlo....malentido entre mi amigo y usted.... o simplemente es que su forma de ser..... tan.....no sabría describirlo aún.... sumado a sus raíces antropologicas produce ese efecto ante ciertas personas.....

¿se conocen ustedes desde hace mucho o sólo de vista?

El atardecer no me pareció tan bonito como los acostumbrados a ver a través de la ventana de mi despacho, sin embargo, me venían a decir lo mismo....hora de cenar acostarse. De nuevo el ruido del motor del taxi me devolvió al presente. El ver las puertas del hotel me produjo una sensación placentera y de inminente descanso.

Bueno Ibrahim .... siento declinar  su invitación para cenar....pero estoy algo cansado .... pediré que me suban a mi habitación una cena  ligera .....y a dormir. Qué descanses. Me despido de Ibrahim en la recepción del hotel no sin antes saludar de nuevo a Markus, el recepcionista.

El recepcionista acepta con un gesto elegante el billete de 5£ y te sigue informando: Si que tenemos la de la Universidad, pero imagino que estará accesible sólo para personal relacionado, estudiantes y profesores y además no estoy seguro de si tendrá más posibilidades de encontrar libros en inglés. - hace una leve pausa tratando de encontrar la mejor forma de decirte lo siguiente: Me temo que después de la guerra, el inglés no sea el idioma más popular actualmente en Austria. Nunca lo ha sido, pero ahora...

¡Caballero, me abruma usted! - te dice entre sonrisas, en ningún modo ofendida - No soy famosa aunque espero serlo algún día. Me llamo Rubee Tuesday y estoy en Viena acompañando a mis amigos. ¿Qué le trae a usted por aquí?

_Seguro que así será. ¿A qué se dedica usted? Yo estoy aquí por una subasta -en este punto ya se dirigió a los tres- que se realizará en dos días en la casa Ausperg. ¿Y a qué han venido ustedes?

Mientras tanto, Joseph intentaba recordar ese nombre. Rubee Tuesday. ¿Sería un nombre real o un nombre artístico? Difícil saberlo y no sería de buena educación preguntarle.

El sandwich mixto me supo a gloria y fue una inyección de energía. Decidí entonces ir a la habitación de Joseph para comentarle mis magníficas averiguaciones mientras degustabamos  un buen coñac.

Joseph....está despierto....vamos abre la puerta traigo una buena botella para amenizar la primera noche ..... hablaba mientras golpeaba suavemente la puerta contigua a mi habitación. en esta ciudad donde el alemán es muy hablado.

De camino al Hotel, mantengo una relajada conversación con Diehl que me requiere acerca de varios aspectos.

Dime Ibrahim ..... en el pasado hubo algún ..... como llamarlo....malentido entre mi amigo y usted.... o simplemente es que su forma de ser

Diría, apreciado Profesor, que la actitud del Doctor Sinclair es debida, más bien a su carácter... - explico - ...solo lo conozco de vista, nunca, jamás, en absoluto he tenido diferencia alguna con él...

El trayecto transcurre, lánguidamente, hasta el Hotel, en el que el Profesor parece presa de un repentino agotamiento y se despide de mi.

Bueno Ibrahim .... siento declinar  su invitación para cenar....pero estoy algo cansado .... pediré que me suban a mi habitación una cena  ligera .....y a dormir. Qué descanses

Igualmente, Profesor. Buenas noches - lo miro afectuoso, justo antes de internarme en el restaurante a buscar una mesa en la que cenar y, quizás, enterarme de los últimos chismorreos acaecidos.

Llegado el atardecer, me preparo para la gran cita de esta noche.

Me regalo un largo baño repleto de jabones y aromas y luego me pongo manos a la obra con el vestido. La muda de esta noche la tengo pensada desde hace varias semanas.

Habiendo olvidado por suerte hace años el corsé, me empiezo a vestir con una camisola de seda bordada, que hará de ropa interior y que pone de relieve que no me hace falta ningún corsé para lucir una bonita silueta. Sin duda la moda actual favorece a las chicas que ya sean bellas de natural.

Como mi pelo corto ya es atrevido de por sí entre la clase alta (no he tenido tiempo de dejarlo crecer mucho en estos dos meses), he optado por un vestido ligero pero recatado.

El vestido es de terciopelo púrpura y cae por detrás hasta los pies para luego recortarse hasta media pantorrilla por delante. Incluye pedrería bordada en la cintura y termina en volanderas en los brazos, que cubren hasta tres cuartos.

Me pongo una gran diadema plateada en el pelo para evitar que el flequillo caiga por delante de los ojos y finalmente saco de su estuche la joya de la corona: un conjunto de perlas que incluye colgantes, pulsera y collar.

Éste último, larguísimo, da tres vueltas alrededor de mi cuello y cae descuidadamente por encima del vestido, dándole por fin al conjunto el aire de lujo y elegancia que se espera de una dama mi naturaleza.

Después de darme unos pequeños toques de maquillaje de noche, me preparo el bolso. En él pondré un pañuelo de seda, un pequeño kit de maquillaje con espejo, el dinero en una billetera, un bloc de notas con su pluma, una cámara fotográfica de bolsillo, el catálogo de la subasta y el mapa de Viena.

Finalmente me pongo las medias de seda, los zapatos negros de tacón de ajuga y el abrigo de piel de zorro.

En el vestíbulo del hotel me hago pedir un taxi y creo que… ya estoy lista para la gran noche.

 ¡Qué injusticia! Pero yo soy Americano, no soy inglés... murmuró Stuart sorprendido, hasta que recordó todos los sobornos que tuvo que hacer su padre para no ser destinado al frente Ah... ¿por lo del dieciocho? ¿La ofensiva de Aisne y todo eso? Bueno, pero si solo fue al final....

 Ver la cara del empleado del hotel fue suficiente. No les gustaban los estrangeros. Captado el mensaje.

 Pero si había algún lugar en Austria dónde hablasen inglés y se alegrasen de verle ese sitio era sin duda la Casa de Subastas Ausperg. Sin prisa, se dirigió al taxi y le indicó que, después de dar un paseo por las grandes avenidas, se dirigieses a la Casa de Subastas Ausperg. Para no tener problemas de idioma decidió hablar en italiano con la población civil y enseñar una targeta de visita de la casa para más datos.

La mañana empezó maravillosamente en la cafetería del hotel, donde mi colega de docencia Ibrahim quiso invitarme a un buen desayuno americano. Detalle que agradeci enormemente, sin embargo una gran sonrisa se dibujaba en mi rostro al mismo tiempo que le decía...

Bonito detalle, sí señor, pero seguramente sea el cambio de horario entre continentes, pues olvida que el desayuno está incluido en la reserva.

Finalizado el desayuno, le indicó mi agenda para hoy...

En primer lugar, sin más demora deberíamos ir a la casa de subasta y acreditarnos . Luego podríamos ir a la tienda de antigüedades para ver si tenemos más suerte que en la biblioteca . Le parece bien?

Dando el último sorbo de café me dirijo a recepción...

Buenos días Markus, saludo al recepcionista, podría pedirnos un taxi para que nos lleve a la casa de subasta? ?... y a ser posible que el taxista sepa hablar inglés. Ya se que esto último podría ser complicado...pero seguro que una persona ....inteligente y sagaz como usted .... seguro que lo consigue.... Yo tengo una premisa....cuando abandono un hotel ... suelo ser generoso con la factura... gracias Markus, se que hará lo que pueda. Término de hablar mientras me foto súbitamente el dedo índice y pulgar de mi mano de derecha.

La cena no deparó novedad alguna y, al bajar a desayunar la mañana siguiente, me encuentro con el Profesor Diehl que me expone la manera como planea pasar el día.

No me parece mal, Profesor - me zampo un bollo untado con mantequilla que ayudo a tragar con un poco de zumo de naranja - pero ya que vamos a acreditarnos, podríamos enterarnos de quien más pujará en la subasta, qué le parece??? - sigo engullendo el desayuno como si no hubiera mañana, cosas de haberse criado en famélico ambiente...

Tras el desayuno, el mismo Diehl, que mantiene mejores relaciones que yo con el personal del hotel, encarga un taxi que nos lleve al lugar en el que tendrá lugar la Subasta... Ardo en deseos de llegar al lugar al que, por supuesto, deseo llevarme la cámara fotográfica para inmortalizar los efectos que van a ser Subastados!