Partida Rol por web

-Para ser vuestros hijos -dice Tudor, mirando con más temor a Valdemar que al propio Giovanni- seguís teniendo la extraña manía de usarnos como simples mensajeros prescindibles. Espero que ese sagrado vínculo sire-loquesea siga siendo tan fuerte como para no arriesgaros a mandarnos a una muerte segura. Pero sea, por mi parte os obedeceré, esperando que sepáis recompensar nuestra lealtad con algo más que un ojo nuevo para éste... -señala desganadamente a Ion.

Ni hago caso de la manera despectiva de Tudor para referirse a mi, habia oido muchos peores en mi infancia y en los ultimas noches y ya estaba acostumbrado. Por no decir, que me interesaba mucho mas las palabras sanadoras de Giovanni.

-¿Asi que decis que mi ojo se puede arreglar?.- Dije interesado y pensativo.- ¿Y exactamante, que metodo es el que estais pensando para tal hazaña?¿Arrancarme el otro ojo para hacer pareja con el otro?¿ O algun ritual demoniaco y doloroso que me devuelva la vista a cambio de tormentar aun mas mi alma y mi mente?

Aunque las cosas que dije, era algo que temia y preferia evitar a toda costa, no pierdo esa sonrisa de seguridad. Tenia mas miedo de que me tomaran por debil y objeto para sus torturas, que la idea de algun dolor pasajero o ritual demoniaco.

Dalina respira sonoramente con la nariz controlándose ante los comentarios inquisitórios de sus compañeros.

- Está claro que no están acostumbrados a estar en una situación en la que cualquier mal comentario nos puede arrastrar a un fatídico final...

- Ion... - dice mirándole con severidad y cruzando las manos encima de la mesa - Sabemos que estás molesto por lo del ojo y que toda esta situación y nueva existencia está siendo muy duro para todos nosotros, pero tus constantes comentarios ofensivos creo que están de más.

Se gira hacia sus anfitriones y se dirige a ellos, no mansamente, ni disculpándose, sino como una igual.

- Está claro que nuestros sires han cambiado su predisposición hacia nosotros y ahora es importante dejar atras posibles afrentas del pasado y comprobar en qué podemos colaborar y ayudarnos.

Después se dirige a Giovanni.

- Así que ese tal Japheth está loco y quiere convertirse en Dios... - Está claro que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente... - y al atacarlo es probable que nos convirtamos en anatemas de esta raza a la que ahora pertenecemos ¿no?

Sin esperar contestación, como si esta última cuestión no fuera importante añade meneando la cabeza:

- Sea como fuere, es mejor estar al lado de la familia y sobretodo... los ganadores - dice sonriendo ante esta última palabra.

- Ya veremos quienes son los ganadores y a quién prestaré mi apoyo al final...

No he dicho que fuese una solución definitiva... pero digamos que los vampiros tenemos mucha capacidad de regeneración y es bastante probable que un nuevo ojo colocado en el sitio del antiguo arraigue... al menos durante un tiempo pues la carne mortal termina muriendo y la sobrenatural... digamos que no es fácil de conseguir dice sonriendo socarronamente a Ion.

El amanecer se acerca chiquillos, es hora de retirarse... mañana partiréis a cumplir vuestro cometido. Descansad esta noche
Dicho esto, los conspiradores se retiran de la sala común algunos hacia la planta superior, otros fuera e incluso alguno entra en la cocina... Al poco estáis solos (o eso creéis) en la sala.

Bien... como diria cesar, los dados estan echados, recomendaria hablar en otro lugar, ya... comprobamos que pueden hacerse invisibles a nuestra propia vista mira a los demas esperando algun tipo de respuesta

-No creo que tengamos problemas en habalr aqui o en otro lado, Francesco. No tenemos nada que ocultar. Creo que les ha quedado claro que actuamos en beneficio propio, y que intentamos estar en el bando de los ganadores. Sólo ellos pueden darnos una esperanza de sobrevivir ahora, de darnos lo conocimientos necesarios para esta nueva vida. Propongo que descansemos esta noche y mañana partamos para darle el mensaje al tal Japheth. Considero que, a pesar de los comienzos tenidos con nuestros progenitores, han cambiado su anterior actitud. Ciertamente es mucho mejor que las torturas que el tal Haardestadt prometía. Asi que pongamos todo nuestro empeño en servirlos, y esperemos cosechar las recompensas a su tiempo.-digo, en vos normal, ni muy alta ni muy baja.

-Y si alguien discrepa y vuelve a abrir la bocaza, es harto posible que acabe mal, así que él mismo... -dice el negativo Grigore, remarcando las palabras.

A ver si lo entienden y deciden conspirar en otra parte, que este no es buen lugar... Nah, no caerá esa breva...

De momento no veo problema para mandar el mensaje a ese hombre. Eso nos reportará más información con la que decidir qué hacer respecto a nuestro futuro.-la voz de Mihaela era seca y cortante, como de costumbre.

"Poder y riquezas. Es curioso, antes hubiera dado mi brazo derecho por esas bendiciones, ahora daria mi brazo, mi poder y todas mi riquezas, por volver a mi hogar y volver una vez mas con mi señor. Que mas daba no poder ver por un ojo, si nunca ibas a ver por el otro, la sonrisa de Nina y la de mis seres queridos." Pense deprimido, mientras me giraba en el asiento y observaba aburrido la discusion sin sentido de mis compañeros, aunque centrandome en ver si Roderigo aun seguia en la sala y en la mirada de Dalina, que aunque no parecia arrepentido, si que estaba dolido por las duras palabras de la dama, la cual a diferencia de la arpia y el feo, la consideraba mas importante y a tener en cuenta.

-Dalina, siento que mi sentido del humor no sea de vuestro gusto. Es mas, si vos lo quereis, prometo no abrir mas mi bocaza delante vuestra en lo que nos queda de esta "Maldita Aventura".- Dije lo mas sincero posible que se puede, sentado en una silla y con unas manos que no paraban de gestuar al ritmo de mi palabras.- Pero daros cuenta, de que me es muy dificil no sacar mi humor macabro y deslenguado, ante personas que piensan que meter una daga en el ojo de alguien y decir "No se juega con la comida", es un chiste divertido y con gracia.

-¡¡Suficiente!! -dice Tudor, pegando con su puño en la mesa- No es este el momento de rendir cuentas por los agravios pasados, como si habláramos con un igual. Sin duda reconozco en aquellos que no están acostumbrados a servir el intento inútil de recobrar su señorío perdido. Para mí no hay diferencia apenas entre una vida de servidumbre y esto: mas para alguno de nosotros temo que no es así. Y sin embargo, no somos más que peones. Intentemos, al menos, ser peones valiosos, para que no salga gratis sacrificarnos: estoy de acuerdo con Mihaela. Descansemos y cumplamos con esta labor.

Dicho lo cual se levanta de la mesa y se dispone a ir a una habitación del piso de arriba.

Dalina observa como Tudor golpea con el puño en la mesa y alzando la voz dice "¡suficiente!". Parecía cansado, abatido de que unos y otros vampiros no parasen de jugar con ellos.

La vampiresa se limita a seguirlo con la mirada mientras se dirige hacia la puerta.

- ¿Peones, Tudor? Tal vez... Pero un peón cuando llega al otro lado del tablero se convierte en reina... Lo único que hay que hacer es ser inteligente y llegar hasta el final, esquivando las fichas más fuertes.

Una sonrisa maliciosa aparece en su rostro. Después se dirige hacia Ion tranquilamente, aún con la sonrisa en su cara.

- No me ofendes con tu humor Ion... Y entiendo que estés molesto con ellos por la manera que nos trataron inicialmente, pero sólo remarco que hay momentos para todo. Ahora estamos de su lado y debemos controlar bien nuestras palabras. Actua inteligentemente y con respeto y es probable que puedas recuperar ese precioso ojo tuyo. - dice sin tono de burla en la voz.

Apoya ambas palmas sobre la mesa y se levanta.

- Ahora si me disculpáis, creo que voy a hacer lo mismo que nuestros anfitriones. Ha sido un día largo y empiezo a estar cansada.

Mientras se dirige hacia la puerta, menea ligeramente las caderas en su retomado contoneo seductor.

- Bien... Ahora que las cosas empiezan a estar un poco bajo control, debemos seguir en el juego. Veremos a Japheth y qué parte toma en esta lucha de poder...

- Buenos días. - dice con voz suave mientras desaparece por la puerta hacia las habitaciones con postigos.

Bien... entonces mandaremos el mensajero... francesco siente como le pesan los ojos bien... a dormir pues....hablamos en unas horas mas..... diriguiendose a sus habitaciones

-Estoy de acuerdo. Descansemos ahora.-digo, mientras busco con la mirada las habitaciones y me dirijo hacia alli.

Grigore observa cómo todo el mundo va retirándose, cansados, abatidos, pensativos o airados. Todo es lo mismo. Pocos parecen ser conscientes de en qué situación se encuentran y cuáles deberían ser sus principales objetivos: la supervivencia. "Más sabe el diablo por viejo que por diablo". Los diablos son lo que son por su antigüedad, además de por sus dones impíos. Y éstos sin duda crecen con el tiempo. Hay que sobrevivir. Como sea.

Cogió la vela con algo de suspicacia y ascendió a su habitación, que atrancó bien.

Hans desconfiaba de todo y de todos, habiendo plantado giovanni la semilla de la duda en su grupo Hans solo se fiaba de dos personas.
Anton, pues era el único con el que había mantenido cierto vinculo.
Y Grigore, aunque el oscuro personaje no había dado muy buen aspecto desde el principio era el único que parecía querer salir de ese embrollo cuanto antes, como el.
Sin embargo aún quedaban muchas mas cosas sueltas, como por ejemplo. Si hardestadt había asaltado sin problemas un castillo, que le costaría atacar la posada y matarlos a todos...

Hans se va de la habitación principal en la que os encontrais todos hacia las habitaciones.

Hans continuó por el pasillo a la vez que vió como Grigore entraba en una habitación y después escuchó ruidos de como si alguien estuviese atrancando la puerta.
Sin pensarlo dos veces llamó a la puerta.
-Soy yo Hans-Dijo para identificarse.

-Espera -dijo desde el otro lado, desatrancando la puerta. Al cabo de un instante la puerta se entreabría y al comprobar que Hans no parecía guardar ningún truco o estar acompañado, abrió un poco más la puerta para dejar pasar al hidalgo- Pasa -y cerró nuevamente la puerta tras comprobar que no hubiera oídos extraños, volviendo a guardar su daga.

Agradecia que Dalina me comprendiera, tanto que mi rostro se habia relajado y llenado de felicidad, de tal manera que ya parecia el hombre jovial y teatrero que visito la posada donde conoci a los demas, no en el quisquilloso y deslenguado que era ahora. Aun asi, mi felicidad desaparecio enseguida, tenia cosas que hacer y algo me preocupaba inmensamente. No encontraba Roderigo, al igual que mis anfitriones.

Me levanto de la silla, en silencio y centrado en mis pensamientos, para luego buscar por toda la casa con mi nueva "vista" y echando breve vistazos al exterior, controlando el poco tiempo que me quedaba. No iba a arriesgarme la vida, en cuanto ya fuera peligroso, iria a mi cuarto y me esconderia de la luz, pero mientras pudiera, iba a asegurarme de que nuestro protegido, no se hubiera muerto o convertido en un esclavo descerabrado.