Partida Rol por web

Llevamos ya un rato caminando.

Las largas conversaciones y la caminata hacen que mi garganta se resienta, así que procuro hidratarme deshaciendo de apoco pequeñas bolas de nieve a las que voy dando forma con las manos.

Veo el habilidoso trabajo de Benjamin. Podrán parecer rudimentarias, pero sin duda esas lanzas atravesarían la corteza animal si fuera necesario.

- Si esta es la misma dirección donde se encuentra el riachuelo que indicó Christopher, puede que de la misma forma que nosotros necesitamos beber, los animales de la zona lo usen de abrevadero - dije esperanzado.

T.J. se tensó bajo el apretón de Ben y recibió sus palabras con una negación y un resoplido, pero se guardó de responderle lo que realmente pensaba de toda aquella muestra de apoyo. Le caía bien el chaval, se esforzaba, que cojones, no se merecía que la pagara con él. Se tragó la amargura y la rabia haciendo rechinar los dientes y deseando poder descargar tanta mierda contra lo primero que se le pusiera por delante. Solo se reprimía por lo que había dicho la japonesa desquiciada sobre respetar el bosque...

No despidió del resto del grupo antes de seguir a Ben y Makoto, solo aceptó el palo afilado que le tendió el chico dragón y echó una última mirada a Kat antes de adentrarse en el bosque.

Iba en silencio mientras los demás comentaban esto y aquello sobre sus vidas, la situación en la que se encontraban y demás. De ve en cuando añadía algún comentario soez o inadecuado pero sin implicarse. Estaba demasiado concentrado en cagarse en sus muertos por haber decidido apuntarse al grupo de caza. Se estaba pelando el culo de frío, estaba cabreado, sediento, hambriento y mataría por fumarse un cigarro. 

En algún punto imitó a Makoto y agarró un puñado de nieve para llevársela a la boca e hidratarse un poco. Se le estaban congelando los mocos, sentía los labios agrietados y secos y le dolían los oídos. Puto frío. La nieve era una mierda.

- A ver si nos encontramos un ciervo o algo del pelo - Dijo al hilo de lo que había comentado Makoto - Porque como solo encontremos ardillas o conejos nos van a dar mucho por culo...

El grupo caminaba por el bosque, en algunos momento iban a tomar un camino pero Giulia les dijo que por ahí no era, que estaba totalmente segura que tendrían que coger en otra dirección, sin duda se notaba que la chica estaba segura de lo que decía ya que no dudaba en guiar a sus compañeros por un sendero determinado. El camino era bastante pesado en realidad y el frio no ayudaba nada a caminar por la nieve, además el estar cansados y hambrientos ayudaba aun menos.

Mientras caminaban Nyara se da cuenta de un par de cosas y aparta a sus compañeros, sorprendida puede ver como son trampas, la mayoría de ellas simples, pero efectivas y si no fuera por ella sus compañeros habrían caído en alguna. Tras unas 3 horas llegan a un sitio que les resulta familiar, el bosque termina y ante ellos tienen una puerta cerrada que les resulta tremendamente familiar.

Tras un rato el grupo parecía que estaba preparado y encontraron un rastro. Además el perro de Chris parecía que seguía caminando el mismo rastro que ellos habían encontrado. Tras un rato caminando comienzan a escuchar un sonido de agua caer, saben que están algo lejos de la cueva, puede  que a casi una hora andando pero tienen muy cerca el sonido y el rastro sigue hacia allí. Tras no demasiado tiempo, apenas unos 15 minutos llegan a una impresionante cascada que tiene partes congeladas.

En seguida obtuve respuesta y pronto vi como Katarzyna se acercaba hacia mí cargando algunas ramas en sus brazos. Las posó sobre un montón que estaban haciendo junto a la entrada, y se reclinó descansando apoyada sobre sus rodillas.

-Muchas gracias… - dije algo avergonzada, al ver cómo colaboraban trayendo cosas que aprovecharíamos todos. – O-os buscaba a ti y a Erik, para ver si llevábamos algo de nieve dentro para poder beber. Pero por lo que dices ya estáis en ello. - sonreí a Katarzyna. - ¿P-puedo ayudar en algo? ¿V-voy llevándola dentro? – pregunté, tratando ver en qué podía colaborar. – De bayas y raíces no tengo ni idea… S-soy chica de ciudad. – dije sonrojándome.

No le daba tanto lo de cazar; aunque podría deshuesar cualquier mamífero y quitar las partes que no eran comestibles. Pero aun así prefería la pesca y la recolección. Por lo menos aquellas actividades se le hacían mas familiar que andar por el bosque con un arma de fuego o un arma blanca.

- Es buena idea juntar nieve - contesto a Kat mientras Eli se acercaba. Para su sorpresa ella tenía la misma idea, - que chicas tan audaces - pensaba respecto a la idea encontrada por aquellas dos mujeres que apenas hace unas horas se conocían. - Si quieres ir llevando el agua, no hay problema. Supongo que con el propio ambiente cálido de la cueva el hielo se volverá liquido - comento respecto al hielo dentro del impermeable. tomó un poco de hielo apenas el tamaño de un pequeño hielo y lo calentó con sus manos para luego llevarlo a su boca. - Wooo, esta fríooo - comento mientras dejaba derretir el agua en su boca. Necesitaba lubricar un poco su boca y legua seca.

- Con lo de las bayas, pues pueden ir buscando y les diré. Conozco sobre especies comestibles gracias a enseñanzas de mi padre y del curso de chef - agrego sonriendo a la jóvenes de forma alegre y amorosa. Ambas chicas junto con Ben y Chris, eran de los pocos que había agradado de forma inmediata a Erik; ya sea por su forma de ser y la forma en la cual habían encarado toda la situación con el grupo desde el principio.

- Bueno busquen cerca de los arboles, o incluso de la cueva, la humedad es un indició de posibles especies vegetales comestibles - comento mientras se ponía a buscar bayas, setas y raíces comestibles.

Katarzyna asintió las palabras de Erik y miró a su impermeable, en el suelo, que estaba ya lleno ya de nieve que habían puesto hace unos momentos.

- Si, sería una buena idea llevar el impermeable lleno de nieve junto al fuego  -  dijoa Eli.

Nosotros buscaremos a ver si encontramos algo de comer, aunque no sé si será facil.

El grupo comienza a buscar algunas bayas y raíces comestibles, sin embargo, tras un rato buscando no encuentran nada que parezca que es comestible o al menos en las inmediaciones de la cueva en la que se encuentran, tendrán que adentrarse más en el bosque y sus peligros si quieren continuar su búsqueda donde realmente no saben si podrán encontrar algo

Tanto a Erik como Katarzyna les pareció bien que fuera metiendo dentro algo de nieve, así que me dispuse a hacerlo, pero antes de ello me quité el abrigo, ofreciéndoselo a la chica.

-T-toma, no cojas frío. – le dije a Katarzyna dándole mi abrigo, ella lo necesitaría más aquí fuera, y además aún se la veía acalorada por el esfuerzo, cosa que no le iría nada bien con ese frío exterior.

Agarraba el impermeable por uno de los extremos cuando vi a Erik exclamar por el frió de la nieve, sacándome una sonrisa.

Entonces el chico comentó que podríamos echar un vistazo por los alrededores, y él nos indicaría si se trataba de algo comestible. Era una suerte contar con ellos dos.

-Vale. Llevo esto y ahora vuelto. - dije con decisión.

Comencé a arrastrar el impermeable por la nieve, hasta acercarlo a la entrada de la cueva lo suficiente, y entonces traté te unir varios extremos de la prenda, para cargar la nieve en un improvisado atillo. Bajé poco a poco por la entrada, caminando con sumo cuidado, y haciendo el esfuerzo que suponía cargar con la nieve.

Los chicos se encontraban buscando bayas y raíces por las inmediaciones, así que decidí echar un vistazo yo también, sin embargo, no fui capaz de encontrar nada. Les saludé al encontrármelos, levantando la mano tímidamente.

-Por aquí no parece haber nada… Q-quizás deberíamos ir entrando, está oscureciendo. – sugerí, resaltando la evidencia de que la noche estaba llegando.

Aquel bosque helado se antojaba inmisericordemente cruel con los chicos.  La humedad les penetraba por las botas en forma de rastros de nieve, y le calaba las manos, que inexpertamente manoseaban el lugar en busca de algo que llevarse a la boca.  La escasa luz se perdía por el horizonte, condenándolos a varias horas de oscuridad.

- Si, me temo que no hay nada que podamos hacer hoy.  -  dijo mirando hacia el casi extinto sol
- Bueno, al menos podremos calentarnos.  -  bajó la vista hacia su interlocutora.

Le devolvió el abrigo a Eli (la pelirroja no tenía la cantidad de capas de ropa que ella disponía), y se dispuso a coger lo que pudo en ramas y las llevó dentro de la cueva.

- Toma, que como te resfries luego Ben me gruñe  -  soltó una leve risa por la improvisada broma.
- Bueno, nos vemos dentro. -  concluyó.

Cogí el abrigo cuando Katarzyna me lo devolvió y me lo puse, forzando una sonrisa ante su broma. No es que no tuviese gracia, pero me recordó la ausencia de Ben.

Recogí yo también algunos de los palos y entré en la cueva poco después que ella.

El frío persistía y aquello dificultaba la búsqueda; para la colmo a lo lejos se podía ver como el sol caía lentamente en el horizonte detrás del paisaje.

Los intentos fueron en vano, allí no había nada. Lo que había aprendido no era exacto, quizás anteriormente fueron aquella fuente de alimento encontrados por otras personas o por animales. Su alternativa era seguir detrás del grupo de caza y adentrarse al bosque para aumentar sus chances y probabilidades de búsqueda. Pero aun así no tenía con que defenderse en caso que algo llegará a pasar.

- Pues me parece lo más sensato entrar y esperar al grupo de caza - comento a la jóvenes para seguirlas dentro donde podrían tener cobijo ante el clima