Partida Rol por web

No tengo información a que pueden pertenecer, pero abrir los ojos, puede que no estén solos y haya más por aquí. Tengamos cuidado con las emboscadas.
Tras esto agarro la empuñadura de mi arma de manera disimulada por si hubiera que sacarla con rapidez ante un posible ataque.

- Nunca he visto ese colorido en la indumentaria. Veamos quién son. Con máxima atención, pero con calma. Muchos de los que encontremos en el camino seguro que van con buenas intenciones. Puede que los nortenños que has visto no deseen compañía en su camino. Pero estaré alerta.

Como quien está tomando un respiro de su largo camino, me detengo a mirar por los lados del camino, entre la vegetación. Podría crecer alguna de esas hierbas que nos comentó la señora Grumm por aquí. Pero mantengo mi atención en los dos que vienen con el mulo. Parecen leñadores, deben conocer esta zona de bosque.

Poco a poco, con paso lento, los hombres van acercándose a donde estáis, tirando de mulo y con la cabeza baja. Mientras se van acercando, veis que se protegen con la piel de un lobo, cuya cabeza la usan de capucha. El resto de la indumentaria es de cuervo verde y botas marrones claras. De su espaldas cuelgan dos espadas. 

Cuando llegan al lado de vuestro grupo, sin levantar la mirada ni aminorar el ritmo de su lento caminar, saludan con oestrón y con un gesto de su mano. 

Uno de los enanos nos para en nuestro caminar, ofreciendo vino. Miro a mi compañero y nos paramos, sujetando las riendas de nuestro mulo. 

- No venimos de ningún lado al cuál pudiera interesar a un grupo de enanos. 

Deniego la oferta del vino, y vuelvo a tirar de las riendas del mulo. Mi compañero vuelve a reanudar el paso lento. 

     -- Saludos viajeros, no queremos entretenerles, pero entre nuestra raza siempre compartimos por lo menos un saludo entre los viajeros, asi que hay va el mio, espero sigan su camino en paz y sin problemas como el nuestro nos ha traido hasta aqui...

   -- Digo a los viajeros, mientras les miro intentando observar si llevan algun simbolo o escudo de armas, y me fijo si han intentado ocultarnos sus rostros.

Kramghrat arrugó el entrecejo y frunció el ceño ante la actitud de aquel tipejo, pero pronto lo suplantó con una maquiavélica sonrisa.-Bueno, quien sabe. Al fin y al cabo el invierno está a la vuelta de la esquina, no creo que sea este el primer año en que los Cultirith dejan de asediar una de la Gondym y a los enanos siempre nos ha gustado una buena paga, más teniendo en cuenta que si al llegar al Thirthon comentamos que os hemos visto rondando por aquí igual se ponen en alerta y nos contratan para la defensa. ¿Qué decís muchachos?- espero a que los enanos asintieran con él.-Pero somos honrados Airund Shegan, dado que os hemos encontrado primero siempre podemos escuchas primero vuestras ofertas en esta guerra. Poco me importa lo que llevéis escondido y vuestras intenciones si la paga vale la pena.-el enano tratada de soltarles la lengua aquellos dos tipejos, él no era un vulgar mercenario ni un tramposo pero intentó usar la jerga Dunlendida para hacerles creer que ya llevaba tiempo en estas tierras y que sabía como funcionaban. Bien sabía que aquel clan Dunlendino era de la peor calaña pues los Cultirith colaboraban con la sombra, por eso mismo cuanto más supiera de ellos mejor. "Ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más", decían los viejos dichos.

Kramghrat va fuerte. Parece que se lo juegue a todo o nada. Y si fuese nada, seguiríamos nuestro camino con un saludo más o un saludo menos. Pero el nada podría convertirse en un enfrentamiento si se toman mal su provocación. De todas formas y pase lo que pase la vida estamos para vivirla y por fortuna compartiendo este tiempo. Nos podrá traer riquezas o infortunios pero nuestra hermandad prevalecerá. Somos los hijos errantes de Durin.

Cuando Kramghrat nos apela en su arriesgado discurso yo asiento sin dudarlo y con una expresión impávida, como quitando hierro a sus palabras.

Mientras suelta el discurso, aprovecho para examinar más detenidamente los ropajes, armas y la carga del mulo.

Asiento las palabras de mi compañero, sigo empuñando mi arma por si es necesario sacarla de golpe. No sabemos como se lo tomarán, pero hay que estar prevenidos por si acaso para poder defendernos.

La insinuación de aquél enano de que éramos guerreros me sentó peor de lo que hubiera pensado. Quizás por venir de aquellas criaturas tan despreciables. Me niego a girar la cabeza hacia él o alguno de los suyos y continúo mi paso firme.

- Seguir vuestro camino y dejad en paz a estos pobres campesinos que sólo quieren llegar a su destino. 

-Debéis ser campesinos muy ricos para llevar esas espadas, pero estas son tierras peligrosas y toda precaución es poca ¿verdad?-dijo con algo de sorna tirando por los suelos se débil coartada, aunque poco le importaba eso. Tenía otros asuntos entre manos más importantes que averiguar las verdaderas intenciones de esos dos chacales de la sombra.-¿Habéis visto a una vieja Dunlendina cojeando, vagando por los caminos?Algo de cordialidad entre viajeros y así cada uno podrá retomar su camino en paz.-el enano había perdido el interés en aquellos tipejos en cuanto le vino a la mente el recuerdo del tesoro de aquellos bandidos y obviamente no les iba a preguntar a esos por las viejas canciones o poemas de aquellas tierras.

Espero la respuesta de los dos viajeros. Sino, ver sus espaldas alejarse.

Espero ver su reacción, si llevan las manos a las armas antes de contestar, atacare sin pensármelo dos veces.

- La última vez que la vimos, se dirigía por el camino de Herubar Gûlar. 

Sin aminorar el paso, seguimos nuestro camino.

Negó con la mano, no quería perder más el tiempo con aquellos indeseables y no tenía ningún sentido que una vieja coja fuese hacia un lugar maldito. Se dirigió a sus hermanos en su lengua materna para preguntarles su opinión, mientras con la mano hacia un gesto como para retirarse.-Estos desgraciados quieren enviarnos a una emboscada, a mi poco me importa pues no creo sus mentiras pero no se que pensar de ellos,me dan mala espina. Seguro que le han gastado esa treta a más de un viajero incauto, se de buena tinta que estos tipejos son Cultirith, lacayos de Angmar y que los montañeses que les espiaban no lo eran, son asuntos y guerras de los humanos yo me centraría en nuestra búsqueda.Qué su guerra siga su curso sino hay un buen motivo para que nosotros luchemos.-una vez hubo algo de espacio y los ánimos se relajaron les preguntó a viva voz.-¿Sabéis cómo se llamaba la vieja o de qué clan era?¿Os preguntó algo?-era un último intento de al menos sacar algo de provecho a aquellos dos, aunque Kramghrat no tenía muchas esperanzas en ello.

Los toscos norteños no dieron la vuelta a contestar a Kramghrat y siguieron su camino.

- Bueno Kamghrat, dejemos que esos campesinos vayan a labrar sus campos a espadazos - digo en broma - sigamos nuestro camino, seguro que encontramos almas más abiertas a charlar un rato con unos enanos errantes en tierras extrañas. Seguro que la curiosidad de vernos por aquí atrae a más de uno a compartir historias.

Doy un último vistazo a los dos norteños que siguen el camino en dirección opuesta a la nuestra con su paso lento pero decidido. Saco mi bota y aprovecho el alto para hacer un trago de la cerveza que los Grumm han tenido a bien de ofrecerme para el camino. No es miruvor pero satisface mi paladar y me da un empuje para andar las siguientes leguas.

- Amigo Bodolf, estate atento por si el camino nos ofrece alguna de tus hierbas mágicas. ¡Aprovechemos con gratitud lo que la tierra verde nos ofrece!

     -- Tranquilos compañeros que atento voy, pero es preferible esperar y cuando acampemos intentare aprovechar un rato y localizar algo que la tierra nos ofrezca, pues sino ahora retrasaria mucho la marcha.

   -- Compañeros, centremonos en nuestro objetivo y amigo Kramghrat, ya llegara el momento de volver y charlar con esos viajeros tan amables. Digo mientras tambien bebo, aprovechando el pequeño descanso que las circunstancias nos han hecho realizar,  Y quiza debamos mantenernos alerta si como dice Kramghrat, esos no son viajeros corrientes... 

Continuemos nuestro camino,pero como bien decís con los ojos abiertos. No me dieron buena espina >
Suelto poco a poco la empuñadura de mi arma para continuar el camino junto a mis compañeros.

Dejó que se alejasen en paz, pero aún seguía preocupado por los otros tres que habían huido a través de la foresta.-¿Qué me decís de aquellos tres que han huido bosque a dentro?No nos vieron venir ¿queréis ir a echar un vistazo mientras Bodolf busca algunos remedios?Rothrim podría rastrearlos, mientras Thorin y yo os cubrimos. No se, todo esto me da mala espina, cierto es que tenemos nuestro propio camino pero bueno es un pensamiento al aire.¡Pronunciaos vosotros también rediez! que no sea esto una comparsa de monjes que cada cual sigue en fila al que tiene delante, oliéndole el trasero jajajaja.-tomó de nuevo las riendas del pony bebió algo de agua y empezó a avanzar discutiendo el curso de acción con sus hermanos.

A mi me parece perfecto, necesito algo de acción, se me están agarrotando los músculos. Así que os cubro sin problemas, no me importa tener que luchar.