Partida Rol por web

-Encantado de conoceros pero...No soy una... Criatura extraña.- Dije en defensa propia y levemente molesto.- Soy un tiefling... y clerigo de la orden de Kelemvor.

Sospechoso, esa era la palabra que se me venia a la cabeza al ver al grupo. Uno no podia evitar mirar semejante grupo diverso de tantas razas y nacionalidades y pensar que no podia ser la clase de gente que se queda en un mismo lugar durante mas de una semana. Bueno, mientras no fueran saqueadores de tumba, supongo que no habria problemas con echarle una mano con los ogros.

-Tranquilos... No os molestare.- Me explique cortesmente antes de supusieran lo incorrecto.- Solo vengo para rezar... por los espiritus de los ogros... que estais a punto de exterminar.

-Clérigo de Kelemvor, ¿ehh? Ya he conocido algunos de tu clase.-le digo al recién llegado, para luego agregar rápidamente:

-No tengo nada en vuestra contra...es mas, me he llevado bien con otros anteriormente...de a ratos. Mi nombre es Barak.-le digo.

-¿Vienes sólo a rezar, o darás una mano?-no puedo evitar preguntarle luego. Su pretendida neutralidad, a vecs es algo molesta. Por ello es que sólo a veces me llevo bien con los sacerdotes de Kelemvor.

-Venia a rezar, nada mas... Pero que haya presencia de un "extraño" en la cueva.- Dije refiriendome al Slaad que habia en la cueva.- Me hace sospechar de que los ogros tengan... relacion con una brecha entre planos... y por tanto, es mi obligacion investigar... para prevenir cualquier incidente que peligre el ciclo de la vida... y la muerte.- Me rasque la barbilla nervioso y con ganas de fumarme algo, estaba hablando mucho y no estaba muy acostumbrado, y aun menos delante de un publico tan extenso.- Pero... comprendere si prefereis que me quede al margen... Despues de todo, soy un extraño metiendo... sus zarpas en vuestro trabajo.

¿Zarpas? ¿Tienes zarpas?
Diablos! SI!!! Tiene zarpas!!

-Ugghhh... Esto...- Agacho la cabeza deprimido mientras escondo mis manos detras de mi espalda, ahora si que me estaban dando ganas de fumar algo.-Si... Lo siento.

Estaba claro, fuera donde fuera, conociera a quien conociera, la gente le resultaba mas facil identificarme con una criatura extraña que un planodeudo. Sigh, a veces me pregunto porque no me apunte algun circo ambulante.

Miau miau miau dice la druida intentando dar la bienvenida al recién llegado.

-Pues, de mi parte te doy la bienvenida, si es así.-digo, fulminando de una mirada a garch. ¿Que tenían todos en contra de los que eran diferentes? Si hubieran sido mis padres así...quiero decir, mis padres adoptivos.

-Entonces, ¿este slaad, o como sea, es muy peligroso? ¿Y puede llamar a otros como el? ¿Cómo funciona eso? ¿Magia?-pregunto, con algo de asco. No entendía muy bien la magia, auqnue la respetaba. Distintos eran los poderes de Lehira, provistos por un dios de la naturaleza. O los míos propios, bien bastos en comparación.

"Creo que has venido a caer al mejor grupo que jamás hayas imaginado, tiefling clérigo de Kelemvor, ¿cuál es tu nombre?", dice el bardo ofreciéndo su mano al clérigo.

"Una centauro, un gnomo, un enano y guardabosques, más raro lo quieres, un aasimar y un semielfo, yo mismo, unidos a una clériga oriental, un nómada cabalgavientos y una druida. ¿Has visto a muchos humanos que no vivan en ciudades?, porque en este grupo no hay ninguno", enumera mientras señala uno a uno a sus compañeros.

"Este grupo es variopinto de narices", tras lo que rie, en tono bajo debido a la cercanía de la cueva, pero ríe.

"Se bienvenido entre nosotros"

Cállate gato!!! Chuff Chufff, fuela fuela.

-Hey, tu!-le digo apremiante a Shi.

-Deja en paz al gato, que es Lehira! Pregunta si no sabes, demonios!-le digo, algo enojado.

¿Pero se piensa que no vemos al gato? ¿O que es un animal peligroso?

Por un momento, alze las orejas y movi la cola con alegria, pero al instante volvi a mi porte seria y desconfiada. Me agradaba ver a un grupo aquel que me aceptaba tal como era, en serio, pero aun asi yo tenia un sueño que cumplir y... bueno, no queria colgar mi deber como clerigo y mi futuro para dedicarme a cazar ogros durante toda la vida.

-Mi nombres es... Rack.- Dije mientras le daba la mano a tan misterioso hombre.- Y me gustaria estar con vosotros... en serio, sois los cazadores furtivos mas... amables que he conocido nunca. Pero mi destino... esta en el servicio de mi orden y... ayudar a equilibrar el ciclo de la vida y... la muerte, no en recorrer bosques en busca de alguna... valiosa presa.

"¿Cazadores furtivos?", pregunta extrañado el bardo, "creo que te equivocas, compañero", le dice alegremente al clérigo.

"Lo que nos trae aquí fue el ataque que sufrieron en el pueblo, y estamos intentando evitar que se vuelva a producir. Nuestro camino tan solo pasa por casualidad por esta gruta. Vamos a resolver enigmas y saldar cuentas, aunque no voy a ser yo quien te lo cuente, ni que fuera el bardo del grupo", mira a ambos lados fingiendo una cara de sorpresa, "ah, sí, que soy el bardo. Bueno, bueno, demasiado te he contado ya, aunque si Laucian da su permiso, y tú me quieres escuchar, podría contarte el resto", dice sacando una bandurria de su mochila.

Me acerco rápido a Kalim y uno de mis pequeños dedos se mete bajo una cuerda de su laúd.
Clang! resuena el vibrante sonido grabe.
El gñomo mira con el seño fruncido al nuevo acompañante de Shi. No puede evitar fijarse constantemente en sus zarpas, y con una u otra mano, se aguza el bigote anaranjado.
No creo que debamos contar nuestra...mmm...mmm...ision, a cada individuo zarpado que nos crucemos...

Aunque este parezca simpático. agrega al final

De todos modos, es cierto. Vamos a entrar a esa cueva a hablar con el gigantón jefe, y si el sladd azul se interpone podrás demostrar tu valía...mmm...jiji...clavandole esas zarpas!

Se bienvenido Rack, mi nombre es Laucian saluda educadamente toda ayuda será bien recibida.. pero quizás deberíamos darnos algo de prisa... cuanto más tiempo pasemos aquí más probabilidades hay de que nos detecten...

Basta ya de charla. Si quieres ayudarnos, bienvenido seas, pero como dice Laucian aquí seremos detectados fácilmente. Si queremos entrar hagámoslo cuanto antes.

No creo que un grupo como el nuestro pueda pasar desapercibido fácilmente, o sea que aprovechemos el factor sorpresa mientras está de nuestro lado.