Partida Rol por web

La venganza del León

Últimos preparativos en Puerto Rojo

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29/09/2016, 21:41
Myles Hartman
Sólo para el director

-Desde luego el caballero no carece de ímpetu y arrojo. Quizás demasiado literario, incluso teatral, pero mejor eso que la desidia y la desgana.- Pensó para sí mismo.

-Si es capaz de no dejarse desbordar por ese arrojo, por esa actitud, sin duda será lo que necesitamos.- Concluyó de nuevo para sus adentros.

Notas de juego

 

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29/09/2016, 23:43
Julia Alander

La entrada de Héctor fue de los mas oportuna. Justo para distender un poco el asunto de Tormen. Julia miró a Héctor y escuchó sus palabras con atención., tratando de mantener la calma. Se acercó a su hermano y lo tomó de la mano.

 

- Vamos Tormen... mejor salgamos de la sala a tomar un poco de aire.

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30/09/2016, 00:02
Myles Hartman

Myles observó al caballero entrar y reportar a la vez que brindaba aquel discurso a Ser Alarich. A su finalización, con ambas manos juntas sirviendo ligeramente de apoyo a su barbilla, las comisuras de sus labios se estiraron ligeramente para conformar un leve sonrisa

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30/09/2016, 08:06
Tormen Alander

Por un momento parece que Tormen vaya a rebotarse, pero la gentileza de Julia le hacen darse cuenta de que está haciendo el ridículo.

- Sí. Mejor me voy. Disculpenme, mis señores. Señoras.- hace un gesto de cabeza a los invitados. Sostiene la mirada a su padre unos momentos, y luego se va del brazo de Julia.

- Tiradas (1)
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30/09/2016, 08:09
Director

Notas de juego

No me molesta, al contrario. Adelante!

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30/09/2016, 08:11
Ser Alarich Alander

- Esto... Disculpad a mi hijo. No se encuentra bien.- Alarich parece embarazado. Cuando entra Hector y hace su discurso, parece agradecido de la interrupción de la incómoda escena.

Varios caballeros y capitanes de barco que se sientan en las mesas secundarias aplauden las palabras de Héctor.

- Ser Héctor, bienvenido. Sentáos y cenad. Luego hablaremos de ese hallazgo. ¿Conocéis a Lord Roland Amberwell y su familia? - Alarich agradece la llegada de Héctor. Hace las presentaciones.- Este es Ser Héctor Westerling, heredero del Risco.

Notas de juego

Como ha dicho Myles, el intento de provicación ha sido público y sin éxito. Si queréis hacerlo discretamente hay que hacer un privado y explciar como os acercáis, porque no estáis pegados uno al otro.

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30/09/2016, 08:16
Ariana Amberwell

- Todos hemos oído hablar de Ser Héctor el Audaz.- La hermana de Waylar parece encantada de verlo.- Ser Héctor, yo y mi padre os vimos en el torneo de Aguasdulces hará dos años. Luchasteis con gran pericia. Cuando derribasteis al Toro de Bracken, el clamor fue tal que creí que se hundía el castillo y me estallaba el corazón.

Hector estuvo en ese torneo y quedó finalista. El Toro de Bracken es un famoso caballero del Tridente. Aunque como justador deja algo que desear. En la melee es más duro. Le rompió una costilla a Héctor antes que lo venciera.

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30/09/2016, 08:20
Director

Te das cuenta que a ti no te presentan...

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30/09/2016, 08:21
Ser Osmund Leygood

Tu amigo Osmond Leygood, que conociste en Lannisport, entra por la puerta poco después e Héctor (sin entrar con él) y se sienta en la mesa de los nobles secundarios tras saludarte con un gesto. Gesto que dice "luego hablamos".

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30/09/2016, 09:22
Myles Hartman
Sólo para el director

Myles no pareció darle importancia a aquel hecho. En cierto modo, le pareció lógico que presentase antes al lord, el cual había acudido con toda su familia, que a él mismo. La familia Hartman era una familia importante del norte de la Tierras del Oeste, pero él no era Lord Bernard. Otra cosa distinta sería que en algún momento, tras las alabanzas y el intercambio de cumplidos, por deferencia, no fuese presentado.

En cualquier caso, no pudo evitar caer el la reflexión sobre las palabras y reacción de la joven. ¿Eran aquellas palabras entusiastas una vía libre a su alcoba para aquel caballero o simplemente elogios medidos para agradar a aquel que podría aumentar el patrimonio familiar mediante un enlace?...puede que ambas cosas.

En realidad tampoco le importó en exceso, pues estaba más interesado en los varones y por lo poco que había visto, nada le había convencido hasta el momento para su hermana Selena. Si bien Ser Héctor parecía a priori un buen partido, le pareció aún inmaduro. Demasiadas historias habría oído sobre honorables caballeros y demasiado exaltaba aquellos valores. No carecía de cierta ingenuidad infantil, aunque en realidad, todos empezáramos así. Supuso también que de optar por alguien de su familia, lo haría por su sobrina. Un imposible, pues esa joya estaba reservada para una de las grandes familias de Poniente. Puede incluso que para algún miembro destacado de la Casa Real.

Bueno, si aquella empresa trascurría con cierta armonía, quizás le invitase a él y a su familia a conocer las tierras de los Hartman. Su casa era adinerada y tenía lazos con Los Lannister y los Brax. Eso siempre es una digna carta de presentación. Aunque mucho se temía que para esos menesteres sería mejor hablar con su señor padre que con el caballero, que probablemente aún soñase con grandes gestas épicas, como derrotar a un dragón, mientras dormía.

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30/09/2016, 11:27
Ser Patrick

El tiempo parece detenerse con la entrada del heredero de los Amberwell. Es todo lo que le hubiese gustado ser: Nacer en una familia acomodada, poder dedicar su vida a lo que gustase, tener recursos para ser, estar o aprender lo que le viniese en gana. Lo que vendría a ser un caballero de pleno derecho. A él lo habrían nombrado Ser en algúna construcción de renombre como el Septo de Baelor o como mínimo el castillo de un gran señor como su padre, el mismo que posteriormente le sería entregado tras la muerte del mismo. Ser Patrick nunca había tenido aspiraciones de ese tipo, más que nada porque sabía que no se las podría permitir.

Los grandes castillos, las gestas y el renombre estaban marcados por el lugar en el que nacías, así que siempre se limitó a hacer lo que le mandaban del mejor modo posible hasta llegar a donde estaba ahora, a punto de embarcar en una expedicion real para acabar con un contingente de sucios y apestosos saqueadores. Tal vez no es lo que hubiese elegido de haber sido Ser Héctor, sin embargo estaban destinados a estar en este mismo lugar y en este mismo momento. Puede que al fin y al cabo, ni tan siquiera las monedas te asegurasen un final de los días plácido y sutil, envuelto en jergones sobre un mullido colchón de plumas de oca.

Así que cuando pasó a su lado antes de pedir disculpas por su tardanza, asintió con la cabeza a modo de respetuoso saludo. A pesar de su juventud, su valía era reconocida por Lady Ariana, aunque a decir verdad no estaba seguro si era su destreza con las armas lo que más le llamaba la atención a la dama. No lo conocía personalmente y tampoco era muy dado a las justas, por lo que desconocía su auténtica destreza. Su mentor le contaba que en Braavos nadie mostraba su habilidad con la espada en público, decía que era un acto que tan solo daba ventaja a los enemigos y que al espadachín no le reportaba más que alimento para el ego, haciéndolo narcisista y por tanto débil.

No pasó desapercibido el detalle de Ser Alarich que parecía haberse olvidado de él durante las presentaciones. Mejor así -pensó- a veces es mejor no estar. ¿No es ese pues mi cometido? Procuraré que siga siendo así, en el fondo son todo ventajas. Asintiendo para sí, el viejo Ser se giró para comprobar que la pequeña de los Amberwell seguía en su sitio. Era una criatura complicada, pero los años habían forjado una relación inquebrantable entre ambos, así que aunque lo volviese loco la tenía en especial estima.

Notas de juego

Estaria bien saber mas o menos con quienes estamos sentados cada uno. Imagino que con los miembros de cada casa, pero hay comentarios que estando sentados cerca de los anfitriones o de los miembros de otras casas, pueden constituir un peligro xD

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30/09/2016, 16:26
Waylar Amberwell

Observo a Tormen disculparse, sin dar crédito a mis oidos. Parece, que de alguna manera, sabe cuando la ha cagado. Sin embargo, a mi no me termina de convencer, desde el primer momento la casa Alander ha empezado con mal pie con nosotros... Aunque he de decir, que yo también he intentado prolongar el conflicto que se generó a causa del insulto de Tormen hacia mi hermana.

Me importan una mierda las razones que pudiera tener, podría haberse enfrentado a su padre sin usar a mi hermana de muleta. En cualquier caso Alarich parece un hombre medio decente, por lo menos intenta poner calma en su casa y satisfacer a todos los presentes, en la medida de lo posible, así que trataré de no poner las cosas más dificiles de momento.

Cuando llega Héctor y da su enorme discurso, vitoreo junto al resto. En realidad me habría gustado algo más directo al estilo "Les vamos a patear el trasero", pero me ha gustado ese cambio de aires, nuestro enemigo es escoria y hace peligrar nuestro estilo de vida. Sospecho que quizás he vitoreado porqué mi copa siempre termina llena de golpe.

Cuando Alarich nos presenta, asiento formal, tras dejar la copa y coger un poco de compostura. No he podido evitar darme cuenta de lo mucho que mi hermana le admira, por no se qué de un torneo. Mujeres... cualquier hombre que domine una lanza tan grande como un caballo... les fascina*.

Cuando mi padre, madre y el heredero le saludan, saludo yo también siguiendo el orden correcto:

-Bienhallado seáis Ser Hector, parecéis tener la admiración de mi hermana. Y mi hermana es buena juzgando, así que sospecho que estamos de suerte por teneros a bordo. Soy Waylar Amberwell, más disculpadme, no quiero robaros más tiempo del necesario, debéis tener hambre.

En algún momento, deberia ir a cazar a mi hermana para preguntarle por Tormen, sin embargo, sé que si quiero respuestas voy a tener que esperar, ahora no es el momento. Echo un vistazo a mi alrededor, y veo a mozas. Siempre podría tratar de preguntar al personal que pasa con Tormen. Ha sido todo muy raro, eso desde luego. Pero no quiero tampoco implicarme demasiado, no me decido.

Ante la duda, me lleno otra copa.

En mi cabeza aparece una mirada recriminatoria de Nathan, y suelto la copa de repente, como si fuera veneno. Joder, ya no sé que más hacer. Lo siento, ¿vale? Ya lo intenté, lo repaso en mi cabeza miles de veces, pero no pude evitarlo... Aunque esa es la excusa perfecta, sé que fue mi culpa. ¿Dónde esta la pequeñaja? Ah, ¿agarrada a mi madre?

Observo a madre. Me pregunto como lo está llevando, así que me levanto y me acerco a ellas.

Le susurro al oido, mientras los hombres siguen hablando.

-Madre, ¿que tal te encuentras? ¿Te has repuesto del viaje?- le guiño un ojo a la pequeña.

Me preocupo por ella de veras, aunque lo cierto es que también la señora de una casa puede ser el vivo retrato de la preocupación del Lord.

 

Notas de juego

*Cualquier parecido a otra cosa es pura coincidencia.

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30/09/2016, 17:01
Ser Héctor el Audaz

Asentí hacia los Amberwell, no los conocía y participarían en la aventura.

-Lord Amberwell -saludé-, Señora, un placer conoceros. Igual a todos vosotros -dije, haciendo un gesto hacia sus hijos. 

Mientras el dulce trago de vino pasaba por mi garganta escuché las palabras que la hija de Lord Amberwell me profesaba. Inmediatamente atrapó mi atención, no podía negarme a un halago.

-Me alegra, mi señora -dije, con una grata sonrisa-, que mi actuación os haya placido. El Toro de Bracken fue, ciertamente, un enemigo feroz. Lo digo especialmente porque me partió una costilla antes de derrotarlo. Ese torneo en Aguasdulces fue especialmente emocionante. Una de las cosas que más provoca en mí añoranza es el sonido de una multitud clamando, enardecida, por el vencedor de un duelo. 

-Encantado de conoceros -respondí a la presentación de Waylar-, me atrevo a decir que vuestra hermana juzga bien. Encontraréis en mi un aliado en tiempos de guerra y un amigo en tiempos de paz. 

Tras echar una segunda mirada a Ariana*, y que Waylar se inclinara a hablar con su madre y hermana, dirijo mis palabras a Lord Amberwell.

-Mi señor -dije, tragando un poco de carne para poder hablar-, sabed disculpar mi más absoluta ignorancia. Conozco poco de vuestra hermosa familia, vuestro emblema me es conocido pero no sé mucho más. ¿Podríais hablarme de los Amberwell?

Notas de juego

No tengo idea cuánto puede durar esta escena o qué se supone que vinimos a hacer. Lord Alarich debería ser quién marcara el paso de la velada, ¿no?

*¿Cuántos años tiene Ariana?

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30/09/2016, 17:21
Waylar Amberwell

Notas de juego

25 años. En el hilo de creación de personajes, deberían salirte todos los miembros y su edad entre paréntesis.

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01/10/2016, 16:28
Director

Después del incidente la cena transcurre más o menos normalmente...

Notas de juego

La idea de esta escena es más o menos presentar a los personajes.

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01/10/2016, 17:14
Director

Después de cenar y alguna conversación cortés, los señores nobles (Alarich, Ulfryd, Waylar y Myles) se reunen para hablar de la estrategia de la campaña. Héctor también tiene algo que contarles.

Notas de juego

Dejo la escena abierta para que habléis entre vosotros también.

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01/10/2016, 17:18
Ser Alarich Alander

Las mujeres se retiran para hablar de sus cosas. Aquí se hablará de cosas de hombres. Tras retirarse la cena, se pone un mapa de las islas de hierro sobre la mesa.

- Bien, señores. Como sabéis nuestro objetivo deben ser las casas Merlyn o Stonetree. Los Stonetree viven en Harlaw, y los Merlyn en Gran Wyk. De forma que creo que atacar a los Stonetree es más factible. En esta época tendremos los vientos a favor. De manera que hemos de poder llegar a Harlaw, atacar y retirarnos antes de que reaccionen. No hemos de complicarnos con asedios.

¿Les parece bien?

Notas de juego

Puerto Rojo está situado al sur de Fuerte Desolación.

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01/10/2016, 17:25
Lord Roland Amberwell

- Harlaw es la isla más poblada, si recuerdo bien. No sería provocar a casas más importantes? Los Harlaw de Diez torres sobre todo.QUizá un ataque en Gran Wyk sea más sorpresivo. Y según ese mapa tiene muchas calas deshabitadas donde ocultarse.

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01/10/2016, 19:51
Ser Héctor el Audaz

La cena había transcurrido normalmente. Los invitados habíamos comido, bebido y conversado cordialmente luego del momento tenso del comienzo. Ahora, los comandantes del ataque nos reuníamos en consejo de guerra para estudiar la estrategia. Yo tenía un aporte interesante que realizar, algo que nos podía dar una ventaja sobre el enemigo.

-Mis Señores -dije, tomando la palabra con cortesía-, antes de continuar creo que debemos discutir un tema de importancia. En mi camino hacia aquí me he encontrado con un grupo de soldados que habían capturado a una chica de las islas. En estos momentos, ella se encuentra en los calabozos del castillo. Ella clama que fue enviada por su señora, Myriel Kayce, capturada hace más de tres décadas, para solicitar su rescate. Si bien esto puede ser una falacia, no debemos tomarlo a la ligera. De ser cierto este pedido, y no cumplirlo, puede acarrear una dolorosa mancha en la reputación de todos los aquí presentes. Aún así, esta chica no deja de ser una habitante de las islas, y puede que tenga información valiosa sobre el enemigo. Debemos encararla como un elemento a nuestro favor, y persuadirla para que colabore con nosotros. ¿Quizá alguien más dado al dulce encanto de la palabra? Mis arengas se limitan a enardecer a la tropa.

Tomé mi copa, ahora llena con agua, y la vacié de un trago.

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02/10/2016, 09:40
Waylar Amberwell

Escucho con antención. Sé que mi padre me requiere por mi capacidad de observación, y espero a que los Lores dictaminen su opinión inicial. Ambos tienen parte de razón.

Así són las cosas, todo el mundo tiene parte de razón. Si no la tuvieran, si fueran cien por cien tienes razón, cien por cien no la tienes, sería todo más sencillo.

Cuando voy a intervenir, Ser Héctor nos pone al corriente de una prisionera de las islas que venia de parte de su señora para obtener un rescate.

Me contengo mucho de no reirme, cuando menciona nuestra reputación. Creo que nos daría peor reputación rescatar a una zorra de las islas que dejarla pudrirse. Sin embargo también tiene "esa parte de razón" tan molesta, cuando menciona que podría tener información valiosa.

Hay tantos "podría" en éste tipo de reuniones que producen jaqueca. Me quiero llenar otra copa de vino, busco con la mirada pero no veo ni copa ni botella. Creo que ésto ha sido una recomendación de mi padre, me quiere bien sereno. Bueno, voy a intervenir.

-Permitánme señores, repasar los puntos desde el inicio. Ser Alarich tiene parte de razón al mencionar la facilidad con la que podriamos atacar Harlaw, en un tiempo no muy largo. Pero como bien señala mi padre, está muy bien poblada. Eso significa que mientras atacamos, podrian enviar mensajeros a pedir refuerzos para un posible contraataque. Al ser tanta región que cubrir, en verdad lo que pudiera parecer una razzia de lo más sencilla, acabaría convirtiendose en un asedio naval. Cabe preguntarse de cuántos suministros disponemos en nuestra campaña, antes de que la tropa empiece a sentir el desgaste.

Me acerco al mapa y coloco el dedo entre el Alcantilado de Sal y Pyke.

-Sí, esto podría servirnos de parapeto para ocultarnos en un ataque hacía el Gran Wyk, sería una sorpresa total. -Me siento como que le estoy dando la razón a mi padre (y en parte la tiene), pero necesita que sea su contrapunto, que le diga las contras de dicho plan.

Tomo aire y miro directamente a mi padre.

-Sin embargo, también veo penalizaciones al seguir ésta sugerencia, padre. En primer lugar, el viaje es más largo. Eso significa el doble o el triple de suministros. Además, si alguien estuviera alertado por algún infortunio del destino o algún espia... sería más fácil montarnos un cerco y atraparnos entre las islas de las que precisamente ibamos a usar para ocultarnos.

Miro hacia Ser Héctor, creo que su parte de razón pesa más que la de los demás.

-Lores, creo que ambas ideas son buenas y muy a tener presente, pero nos falta información por desgracia. No creo que debamos cometer errores por pecar de audacia y de celeridad. Aún tenemos el factor sorpresa de nuestro lado y debemos aprovecharlo para tantear el terreno. Por eso, creo que la sugerencia de Ser Héctor es muy acertada. Deberíamos, sin comprometernos demasiado, averiguar de la prisionera todo lo que podamos. Una vez estemos mejor informados de lo que nos despara en nuestra campaña, podremos tomar una decisión más adecuada con la certeza de que es la correcta.

Me cruzo de brazos y tamborileo los dedos en ellos, signo de impaciencia. Hecho de menos el sabor del vino.

-¿Qué opinan, tratamos de averiguar algo de ella? Ser Héctor, vos habéis tratado con la prisionera. ¿Qué opinión os merece? Según su personalidad, valdría más la pena enviar a un tipo de hombre u otro...