Partida Rol por web

- ¿La propia Naturaleza, dices?... ¿Tomando cuerpo humano?...¿Estás seguro de eso?... ¡Oh, vaya! ¡Lo que me hubiera gustado conocerla!... ¡La naturaleza para mí es... es...!... ¿Crees que volveremos a verla?... ¿Y estás seguro de que no importará que esperemos?... Bueno, si estás tan seguro...

Se sienta de golpe en la silla y se queda mirando la ventana con expresión ida...

- La Naturaleza en persona... vaya... ¿lo has oído Ceamus?... uff... vaya...

El camino que se extiende ante ellos no es mas que una pista de tierra helada... parece que hace demasiado tiempo que esa carretera no es usada por los que viven allí, pero parece que hace tiempo, siglos quizá, fue un camino concurrido e importante pues entre la tierra, la nieve y el hielo se pueden ver algunos adoquines rotos y resquebrajados...

Parece que el camino va rodeando la montaña para acabar a la puertas del gran palacio, situado al borde de un gran precipicio.

Ceamus mira extrañado a Erhin y a Black ya que no habia visto desaparecer a la anciana porque estaba más ocupado calentandose con la chimenea de la posada

La actitud de Erhin le sorprende y piensa que quiza ha cogido demasiado frio, pero luego mira hacia Black y escucha como le sigue el juego.

Ceamus los mira a los dos como si estuvieran desvariando.

- ehh, si, si, la naturaleza nos habla a todos de vez en cuando... Anda Erhin acercate al fuego y tu tambien Black. Creo que ustedes dos estan muy cansados.

Parece que la mujer se divierte por el tono y la postura que adopta el elfo hacia ella... coloca una mano en su cadera y después contesta a Eólides.

-¿Y por qué supones que soy humana? ¿Es por mi aspecto?

Ahora con las dos manos, abarca todo lo que hay frente a ella con un movimiento...

-Has visto alguna vez aquello que se extiende mas allá de las Montañas de la Perdición? Alguna vez has ido más allá del Bosque de las Animas? Quizá has vivido para ver la formación de los actuales lagos y de los nuevos reinos?

-Mmmm.Que ser se supone que sois pues¿?- pregunta en un primer momento tras es cuchar su respuesta.

-Puede que no haya visto todos los ricones del mundo, pero la experiencia que tengo es inmensa, y me dice que tramais algo- termina por decir al escuchar todos aquellos lugares los cuales había escuchado, al menos la mitad de ellos, y dudaba de que la joven hubiera estado en ellos.

-Pareceis joven.¿Os ha dado tiempo a visitar todos esos parajes?- le pregunta dudando de su información.

Ríe... pero su risa no transmite precisamente felicidad, sino mas bien crueldad y frialdad, una risa hiriente...

-Alguien como yo no puede morir... nunca... al contrario que los elfos, los hombres o cualquier criatura que pisa este mundo... 

Mira de pronto hacia el castillo...

-Parece que tus amigos se te han adelantado, elfo... se dirigen raudos hacia el palacio de hielo... ellos conseguirán antes que tú ese objetivo que tanto ansias... parece que ya he acabado aquí...

Camina hacia una de las callejuelas adyacentes...

¡¡¡¡Corre idiota!!!!!- tras recibir la orden echa a correr hacia su oscuro córcel olvidando completamente a aquella mujer.

Lo sabía, querían a la bruja para ellos solos- vuelve a resonar la voz rabiosa.Este sale a toda prisa hacia el castillo de hielo, esperando que su montura pudiera llevarle hasta su exteneuación.

Detiene el caballo en las puertas del gran palacio, calma a su caballo que se encabrita un poco al notarle a ella asustada, al estar en tal lugar.

- Ya hemos llegado..

Mira a Nathan.

- ¿Y ahora que hacemos? ¿Cómo entramos..?

Erhin le hace caso sin escucharle realmente...

Se sienta a su lado y se queda mirando pensativa el fuego...

A cada poco musita cosas para sí...

- Vaya... y la he visto... cuándo se lo cuente... vaya...

Los ojos parecen querer cerrársele al cabo de unos minutos... sí... realmente está muy cansada del largo viaje...

Black paga unas habitaciones para Ceamus, Erhin y sus animales y él mismo,más tarde irá en busca de Nathan para ayudarlo en lo que pueda.

Mejor que descansemos... -decía mientras se acercaba a la barra y el posadero, pagando asi las habitaciones -

En cuando descansemos iremos en busca de Nathan y acabaremos de una vez por todas con esta pesadilla -decia serio Blackheart -

Erhin ya medio adormilada al calor del fuego, no pone objecciones por esta vez. Se levanta con bastante tranquilidad y tras mirar un momento pensativa al humano accede a retirarse a descansar...

Lo último que dice mientras sube las escaleras acompañada de su tejona suena un poco a reproche...

- Está bien... así lo espero... no se te ocurra ir tú solo como Nathan, que puede ser peligroso, y nosotros también queremos participar...

Nathan, tras la marcha, se detuvo y contempló el paisaje helado, con gran belleza, a su modo, sus ojos se adaptaron con el tiempo y vio algo que no había visto al llegar, debido a su excelente camuflaje: un palacio.

-Gaulimm.

Dijo, santiguándose.

-¿Será esta la guarida de la bruja?

Inquirió.

-Vamos a tener que hacerlo nosotros solos, lady Saffron.

Se quedó un segundo observando y luego miró a la chica.

-Primero daremos un rodeo, para saber si hay guardias y para localizar una posible entrada, sino, tocará escalar...y con todo ese hielo será peligroso. Aun hay tiempo de que vos volvais atrás, pero yo tengo que quedarme.

Le dijo, apoyó las manos en sus hombros y la miró a los ojos.

-Esta es tu decisión y no podré influir en ella.

Escuchó las palabras del hombre y le miró cuando se le colocó delante diciendole aquellas palabras. Asintió a sus palabras sin desviar la mirada de él.

- Me quedo con vos, he llegado aquí y no me iré ahora, os ayudaré en todo lo que pueda. Solo decid.. y yo lo haré

Dijo con mucha seguridad.

Buenas noches a los dos, yo me quedaré un rato más frente a la chimenea

Ceamus observaba la danza de las llamas mientras tomaba vino. A veces levantaba la copa no se sabe si brindando con un personaje imaginario o mirando el fuego a traves del vino.

Tras horas de cabalgata por la árida tierra de hielo que se extiende ante ellos, llegan a los pies del imponente muro de hielo que hay a los pies de palacio...

Las nubes se arremolinan en el cielo, teñidas de negro, azul y rojo rosáceo... parece no haber guardias en ese sitio, y tampoco ningún ser humano podría ser capaz de vivir en tal clima, incluso peor que en el pueblo de Muro.

Al acercarse más a la pared vertical, se puede observar un pequeño camino trazado en el hielo, seguramente bastante peligroso...

Parece que Nathan y Saffron le llevan bastante de ventaja al elfo, por que aunque se ha puesto en marcha, no consigue ver su retaguardia... 

El camino que se extiende ante el no es mas que una pista de tierra helada... parece que hace demasiado tiempo que esa carretera no es usada por los que viven allí, pero parece que hace tiempo, siglos quizá, fue un camino concurrido e importante pues entre la tierra, la nieve y el hielo se pueden ver algunos adoquines rotos y resquebrajados...

Parece que el camino va rodeando la montaña para acabar a los pies del gran palacio, situado al borde de un gran precipicio.

Erhindiel se tumbó en la cama tras quitarse de un puntapié las botas...

Y ¿dónde se había metido ese elfo tocapelotas?... seguro que estaba en medio de la acción mientras ellos estaban ahí tirados, perdiéndoselo todo a dos pasos de la bruja... si es que...

Cambia de postura con un resoplido... tiene todos sus conjuros intactos... no necesita descansar tanto en realidad... está lista para la acción...

Se coloca de nuevo panza arriba... era todo efecto del calorcito amodorrante del fuego... ahora no hace más que despejarse a cada minuto que pasa...

¿Seguro que era la madre naturaleza?... ¿Por qué elegiría la forma de una anciana?... Se le ocurren algunas razones... pero también se le ocurren otras tantas para que hubiera adoptado otras formas distintas...

Ese pensamiento la mantiene un buen rato entretenida hasta que vuelve de nuevo a pensar en Nathan y su viaje casi en solitario... y el desasosiego vuelve a hacer mella en ella...

¡Al carajo la siesta! No será ella la que tenga que contar a su familia que mientras otro vencía a la bruja ella estaba roncando a pierna suelta a cuatro casas de distancia...

Decidida se levanta de la cama de un salto, ganándose un sonoro bufido de su ardilla y una mirada soñolienta de su tejona, y se calza de nuevo las botas. No ha debido de haberse quedado acostada ni tan siquiera una hora... pero ya le parece mucho tiempo...

Sin detenerse, sale directa a la habitación de Blackheart para ponerse en marcha... ya han remoloneado demasiado...

Blackheart en ese momento andaba escribiendo en su diario, cuando de un casi portazo, se abre la puerta viendo a Erhin.

Vaya, veo que poca siesta has hecho, pero bien esta eso, ando precupado con Nathan, esta claro que cada persona puede llegar a tener un destino prefijado, pero soy de los que piensa, que cada uno nos forjamos nuestro destino... - dicho esto, se pone se abrigo, se coloca sus espadas -

Vamos a buscar  Ceamus y vayamos a ayudar a Nathan - dice colocandose bien su guante ballesta en la mano izquierda -