Partida Rol por web

Otto mira a Hanna entre asustado, dubitativo y confuso. No puede decir nada porque no puede pedir eso a su hermana pero...

- Alianza honesta significa exatamente... - elevo el final de la frase, para que suene como una pregunta

- En este caso concreto creo que lo único que haría que nuestra alianza se rompiera sería una traición que pusiera en peligro mi vida y la de mis allegados. 

- Agradecería que fuerais más concreto, no me gustaría morir porque vuestro mayordomo se ha resbalado con una cascara de plátano...

- Simplificando una traición sería algo del nivel de atacarme a mi o mi casa con vuestra red de contactos por ordenes directas vuestra o de tu hermano. 

- ¿Queréis que sea más concreto o detallado? No tendremos un notario que asegure la fiabilidad del contrato por lo que seré yo quién finalmente decidirá tomar tu vida si lo veo justo. 

- Entonces, si sois vos el que muere, ¿quien lo decidiría?

- Si yo muero, la "maldición" moriría conmigo. Por lo que no tendrías que temer por tu vida. 

Al día siguiente vas a trabajar. Mr. Leylo está preparando el teatro. No te puedes creer tu suerte cuando te dice que vas a ser el acomodador de lujo esa noche porque el de siempre está enfermo. Normal, piensas, las venéreas pasan factura.

Te da el día libre hasta la noche. Te viene bien, debes descansar. O no. ¿A dónde ir? Aun te reconcome la noche de ayer. Por una parte piensas que no es tu problema... pero por otra... 

- Lo encuentro un trato fantástico ciertamente - Sonrío - Para dejarlo claro, si mis acciones o las de los camaradas de Otto ponen en peligro tu vida o la de tus aliados, yo muero ¿no? Pero si tú te mueres "solo" a mi no me pasa nada ¿no?

Decidi que aunque fuese inutil, debía acercarme a mirar la casa en la que todo habia pasado, aunque se hubiese convertido en una ruina quemada. Después iria a ver a Kavi, quizá el pudiese decirme algo interesante

Después de haber escuchado lo suficiente decido volver a la sala de banquetes donde se halla Victor, para que Aedalus no se tome como una ofensa el hecho de que haya escuchado a escondidas.

Entro en la sala de banquetes y cierro la puerta tras de mí. Tranquilamente me voy al asiento que había ocupado anteriormente y sin decir nada, me dedico a comer, lo servido en el plato, mientras espero el regreso de Aedalus.

Entro en la sala de banquetes y cierro la puerta tras de mí. Tranquilamente me voy al asiento que había ocupado anteriormente y sin decir nada, me dedico a comer, lo servido en el plato, mientras espero el regreso de Aedalus.

Vyktor estaba aburrido mirando el mantel en el momento en el que entra Victoria. Levanta la cabeza y la mira con curiosidad hasta que se sienta. 

- ¿Has podido averiguar algo? 

- Al parecer nuestro grupo va a aumentar - le miro y con tono inocente, como de burla, digo - lastima, yo que te quería para mí sola - hago un chasquido con la lengua - es una pena - le ignoro y sigo con mi plato.

Pasados unos minutos y dejando a un lado el plato digo - esperemos que no tarde mucho más Aedalus y así poder enterarnos de todo de una vez.

- Exacto. Entonces ¿Qué me dices? 

- Pones tu vida como garantía? 

Cuando llegas a la casa, está todo carbonizado. Casi todo. Han empezado ya la obra de reconstrucción, es lo que tiene la gente pobre, cuando depende de ello tu casa...

Hay un policía gordo en el fumadero de opio de al lado, El Dragon Bleu, hablando con una joven china.

-Fue un gesto de la diosa fortuna que me encontraras esta noche. El joven herido se llama Kavi, un amigo que me ayudó cuando yo más lo necesitaba y quiero justicia por lo que le han hecho. En cuanto al porqué de mi condición actual digamos que hay experimentos que sólo pueden ser probados en uno mismo, y no siempre salen bien.

-Tengo conocimiento y una especial sensibilidad psíquica, puedo leer la mente de otros sujetos, hipnotizar si hace falta, incluso identificar a un enmascarado por su huella mental, tu tienes los medios y la experiencia.

Al llegar al puerto, hay varios barcos dispuestos a salir con las primeras luces del alba. En la zona de embarque de uno de ellos hay gente con paquetes, esperando. Los demás parecen sólo mercancías. Es posible que dos de ellos sean los chinos pero tendría que acercarse más y perder el anonimato.

- Ahora que lo pienso, tal vez deberíamos hablar y llegar a nuevos tratos, aparte del anterior de no matarnos - me quedo mirándole fijamente - conoces mi objetivo y eres consciente de que os ayudaré en todo lo que pueda, no os traicionaré, pero me gustaría saber cuál es tu objetivo, ¿qué es lo que quieres? - hago una pequeña pausa, sonrío - si no es indiscreción, claro.

Me acerco a alguno de los guardias, vigilantes o revisores de tickets y pregunto sobre un hombre de etnia china que fuera solo, acompañado por una mujer o con claros síntomas de nerviosismo.