Partida Rol por web

- Vamos hacia allí, te acompaño pero no me dejaré ver.

Dicho esto salió por la puerta sin siquiera hablar con el viejo para encaminarse hacia su destino. Sobrevivir dependía de no dejarse ver.

Valerio os expresa su gratitud, el jinete es conocido suyo, y se fía de él, pero claro también se fía de un elfo y un guerrero que conoce desde ese mismo día.

El anciano parte a la par que vosotros hacia una casa cercana de un pastor para conseguir algo de carne, sin el miedo de antes pues la lejana batalla ya terminó, y encima del lado de los buenos.

Así que tras andar casi una hora por un desdibujado sendero que os indicó el viejo llegáis a una destartalada cabaña. Las contraventanas están cerradas, pero de la chimenea sale algo de humo.

La voz de Valerio vuelve a sonar en vuestra memoria al llegar allí, tras dejar claro que el ermitaño está un poco ido de la cabeza os contó lo que sabía de él:

"Cuando se topa con alguien, le cuenta que es un poderoso archimago, y que era el consejero de Sir Celene. Decidió retirarse porque la vida cortesana esta llena de detestables intrigas y traiciones. También cuenta que guarda muchos recuerdos y trastos de esa época en su sótano. Entre ellos, un vino estupendo."

El nórdico no podía parar de mirar alrededor. Estaba bastante preocupado por el hecho de llegara ser identificado por ese señoritingo que casi acaba con su vida, si tenía una oportunidad iba a enseñarle lo que suponía intentar acabar con un verdadero hombre de Norska.

Se acercó a la puerta, y la aporreo. Tras esto esperó pacientemente a que alguien abriera la misma y miró a su compañero:

- Creo que tú inspiras mas confianza que yo. ¿Hablarás tú? - dijo señalandose los tatuajes y sus ropajes.

Observé a mi norteño compañero y, con una sonrisa de compresión, asentí ante su pregunta

Veamos que sorpresas guarda este hermitaño borrachín- dije mientras me colgaba el arco a la espalda e intentaba adoptar una expresión amigable y relajada, pese a la creciente inquietud que parecía desprenderse de Einar...

Tras los primeros golpes en la puerta de Einar no hay respuesta, por lo que al pegar la oreja a se oyen unos graves ronquidos. Einar se ve obligado a insistir y a aumentar la fuerza de los golpes que provocan un ahogamiento sobresaltado en la fuerte respiración del inquilino, al que le siguen unas maldiciones y un arrastrar de pasos que se acercan a la puerta. Esta se separa a penas dos palmos de su marco y se puede ver la cara de un hombre arrugada que denota desconfianza frunciendo el ceño.

- ¿Quienes llaman a mi puerta a la hora de la siesta? - Aunque se le ve algo molesto porque le han interrumpido su descanso, también se le nota cierto aire de curiosidad, pues no suele recibir visita y menos de alguien nuevo a quien contarle sus batallitas.

Buenas tardes, disculpe las molestias Digo con la mejor de mis sonrisas. Somos viajeros que necesitamos algo caliente que tomar, y un poco de descanso despreocupado. Este día ha sido muy duro para nosotros. Muchos goblins nos hemos cruzado por el camino y aunque hemos dado buena cuenta de ellos, necesitaríamos descansar la mente y dejar de estar alerta unos instantes, antes de proseguir. Digo con la mejor de mis sonrisas. Mientras digo esto de forma calmada y despacio, intento mirar dentro de la casa algo que me llame la atención para continuar la conversación o sacarle algún tema que nos permita empezar a hablar con él de algo que le pueda interesar.

Realmente no se aprecia nada claramente en el interior de la casa, pues el pequeño espacio que ha abierto Alaren lo ocupa su cuerpo casi con la cabeza asomada.

- O no puedo hacer eso por unos desconocidos señor elfo - dice casi divertido - Me duele decirle algo así creame, a una raza que tanto hizo por la magia y de la que tanto pude aprender en mis comienzos del dominio de los vientos, cuando era joven y fuerte y Altdorf se veía llena de sueños... - el viejo parece que está a punto de ponerse a recordar historias de su juventud.

Vaya!!!!!!!!!!!!  Exclamo con sorpresa, así que usted también es mago? Y en que viento se especializo? Tengo entendido que a los humanos solo se les permite especializarse en un solo viento. No, espere, no me diga, déjeme adivinar........... Puede ser el viento blanco? Empiezo a comentarle con el fin de tirarle de la lengua.

-¡Por el amor de Ulric! Anciano solo venimos a buscar algo de vino para el tabernero. Con un fuerte y rudo acento nórdico le digo al anciano mientras observo su decrepita cara. Puede que usted tenga todo el tiempo del mundo para morir en su cochiquera, pero andamos con prisa, viejo.

- Por supuesto que soy mago, de hecho, soy el antiguo Archimago de Brasov! - Cuando parece que va a empezar a contar su historia, se queda fascinado al haber averiguado que tipo de magia usa y abre un poco más la puerta para poder hablar más comodamente - Ustedes los elfos tienen un don, desde luego... Así es me especialicé en el saber de la luz, en el viento de Hysh, la magia de la verdad filosófica y la sabiduría, la magia luminosa... - su mirada se pierde de nuevo mientras enumera la cantidad de nombres que recibe su escuela, parece que podría tirarse todo el día con aquellos sinónimos para referirse a ella hasta que Einar lo corta tajantemente - ¿Mi vino dices? No me desprenderé de mi magnífica reserva de vino de Brasov, es un vino espéndido que no se encuentra por esta zona. - parece que su confianza se desvanece por momentos - Si ese viejo de Valerio no tiene vino para su taberna será porque él mismo se lo ha bebido todo, pues no será porque lo haya vendido a unos clientes que no existen desde hace años.

Joder Einar, así no. Pienso Como queriendo transmitirle mentalmente que se callara.

Vaya!!!!!!!!! Exclamo sorprendido El archimago de la orden de la Luz en Brasov. Debe de haber tenido muchas experiencias en la lucha contra el Caos. Comento mientras hago un pequeño silencio esperando que se arrancara en una de sus historias. 

Alaren viendo que el elfo no insiste en el vino si no que parece más interesado en darle conversación sobre su fama y gloria arranca de nuevo distraido:

- Por desgracia si tuve que verme varias veces las caras contra esas malditas criaturas deformes, los hombres bestia de las Montañas del Fin del Mundo. Pero gracias a mi arco y mi espada forjada por un enano, un herrero rúnico formidable de la corte pude salir con vida de aquellos enfrentamientos, aún guardo mi cota de mallas llena de marcas de hachazos y cornadas de esos mutantes. Estoy muy orgulloso de ella, y la guardo con gran cariño pues me recuerda mi gran pasado lleno de aventuras. ¿Quieres verla elfo? - Dice invitando a Ellad como si el norse no estuviese allí. Parece muy animado a causa de que un elfo, raza por la que siempre ha sentido admiración se haya interesado por su glorioso pasado.
 

Sinceramente, sería un honor para mi. No todos los días se conoce a un archimago de la orden de la Luz. Un herrero rúnico dice? La verdad es que el celo con el que los enanos han guardado sus secretos, ahora se me antoja práctico. La verdad es que en ese aspecto, tengo que reconocer que les envidio. Me encantaría saber sobre herrería rúnica y forja lo que mis ancestros los altos elfos sabían. Me encantaría encontrar algo que me diera alguna pista de donde poder conseguir ese conocimiento. Respondo al humano que en verdad me había empezado a caer bien.

Alaren abre del todo  la puerta y dándose la vuelta sigue la conversación con el elfo dando por hecho que este le seguirá al interior mientras habla:

- Pues la magia rúnica para alguien con tus orejas yo la considero imposible, la verdad, siento decepcionarte. Esos enanos son muy celosos con sus conocimientos. Yo conseguí esta espada por pertenecer al séquito del rey de Brasov, y ese herrero era el encargado de fabricarnos las armas. Esta en concreto la hizo especialmente para combatir a los pieles verdes...

Mientras le seguís al interior de su austera casa, la véis decorada de la forma más humilde posible, entráis directamente a un pequeño salón compuesto por una pequeña mesa y una silla para comer, una mesa para el té sobre una alfombra entre un sofá de tres plazas y una chimenea encendida.

Mirando con recelo a Einar empieza a mover la mesita del té hacia a un lado despejando la zona de la alfombra, la coje y también la retira enrollándola dejando ver una trampilla en el suelo. Aunque le cuesta un poco levantarla, lo consigue y se ve unas escalerillas que descienden a un sótano oscuro.

Alaren baja por los peldaños mientras tras decir unas palabras aparece en su mano una bola de luz, al perderse en el interior se le oye gritar muy escandalizado:

- ¡Mis cosas!¡Mis cosas! ¡Esos malditos topos de anoche!....

Espero arriba paciente a que el humano regrese de su sótano. Mientras él baja, aprovecho la ocasión para susurrarle a nórdico. Debemos de ser un poco más pacientes. Solo lo conseguiremos si nos hacemos "amigos de él" le digo mientras le guiño un ojo de complicidad.

De pronto, escucho las exclamaciones del mago. Instintivamente, bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Qué le ocurre Alaren? Le pregunto ya llamándole por su nombre, queriendo así crear así una pequeña correlación amistosa.

Cuando bajáis al sótano véis una simple habitación vacía con paredes de piedra, no muy grande y completamente vacía.

- ¿Qué que ha pasado? Mis cosas, mis recuerdos, mi vino... - dice el pobre anciano que se ha venido abajo inmediatamente después del descubrimiento - Anoche escuche como si algunos topos correteasen bajo el piso, pero no le di importancia. Desde luego este agujero de la pared es demasiado grande como para haber sido hecho por unos topos... - dice señalando un agujero en la pared de un metro de ancho por uno de alto.

Qué es lo que había pasado? En verdad había sido robado por alguien? O quizás se trataba de algo inventado. La verdad es que no tenía ni idea de lo ocurrido, pero algo había que hacer al respecto. Ya no por recuperar las pertenencias del humano, si no, porque quizás descubríamos algún nido de goblins a los que acribillar. Me asomo con cuidado por el agujero hecho en la pared. Miro el agujero hecho en la pared. Lo inspecciono queriendo saber si acaba de ser hecho hace unas horas como nos dice el humano, o por el contrario, lleva ya tiempo así.

Tras inspeccionar el agujero de la pared y el suelo percibes un par de detalles importantes gracias a tu vista excelente de elfo. Lo primero es que el suelo del sótano está lleno de tierra e indica que el agujero se hizo desde el otro lado del muro, es decir del exterior al interior. Y lo segundo, es que descartando vuestras huellas que apenas os habéis movido por la estancia se diferencian otras muy distintas, dos pares de pies más pequeños y estrechos que los vuestros y otro par casi el doble de grande que los del anciano.

Tras comprobar que no es una invención o un delirio del anciano, comento: Creo que esto no debe quedar impune Alaren. Debemos de ir tras ellos de inmediato. Nosotros iremos a la cabeza siguiendo las huellas, cubranos la retaguardia. Vamos Einar, es hora de fiesta.

Veía al elfo completamente decidido a ir en su búsqueda. La verdad era, que si quería pillar algo de ese oro, tendría que por lo menos ayudar para conseguir el vino.

Entiendo que tu ves mejor en la oscuridad y esas cosas Elladân, pero crees que es una buena idea? Prefiero ir yo delante´. Me puede seguir el anciano y después tu cerrando el grupo. Será más fácil que nos ataquen por la retaguardia que por el centro del grupo, y así, él no corre peligro. Qué opinas?​ Digo a los dos queriendo ser más educado que pidiendo su opinión. Yo era el hombre de armas, y no iba a permitir que nadie me quitase mis funciones. Así, embrazo mi escudo y desenvaino mi espada, y me dispongo a seguir el recorrido del túnel.