Partida Rol por web

Nobu al principio permaneció en silencio, esperando a que las palabras de sus compañeros llenaran el aire que les rodeaba. La petición de Togashi sonaba algo extraña a oidos de Nobu ¿Como podía alguien querer acompañarlos cuando se encontraban en una situación tan precaria?-Lo cierto es que no comprendo bien vuestro afán de acompañarnos Togashi-san, hasta ahora nuestro viaje no ha hecho más que tornarse más y más arduo.-

Nobu sostenía un gesto serio en su rostro cuando añadía;-Vuestros motivos son nobles si tratáis de cambiar el destino de unos desconocidos, pero no por ello deberemos ser menos francos. Ya hemos perdido varios compañeros en el camino, y a cada paso que damos se complica aún más. Por mi parte sois libre de acompañarnos pero debéis ser totalmente consciente de que vuestra vida peligra en esta campaña.-

Nobu suspiraba y se llevaba una mano a la nuca;-Dicho eso, solo falta saber la opinión de los demás.- La verdad era que sonaba como una petición extraña.

Niou es el último en hablar, pero cuando lo hace se le nota tela que llevaba un buen rato riéndose por medio. Desechando los modales, como ni es raro en él, Niou finalmente suelta una carcajada y exclama:

- ¡Keeeeehehehehe, creí que ya había visto todos los milagros posibles pero aún me faltaba por ver un Dragón proactivo, keeeehehehehe! Amigos, si la Dragona desea unirse a nuestra misión tanto como para abandonar su meditación, ¡temblemos! ¿Quién sabe los horrores que debe haber vislumbrado?

El Cangrejo se palmea las rodillas riendo mientras se encorva. Hacía tiempo que no se reía de manera tan sincera, pero parece que incluso en esta vorágine de engaños y confusión aún queda un buen hueco en el corazón de Niou para el humor.

Secandose algunas lágrimas de la risa el shugenja finalmente se Serena y concluye:

- Kehe... Ay por los sagrados takoyakis de Amateratsu... Que risa... En fin, si deseas unirte, como ya te han dicho, prepárate para sufrir lo indecible, pero por mi parte no vas a encontrar impedimento alguno, Togashi-san... Kehe..

La Togashi le parecieron extrañas algunas reacciones de sus nuevos compañeros, pero todo parece coincidir con que tendría una compañía... Extravagante. Igualmente, ella no rompió su etiqueta ni su seriedad, así que se alzo y miro a cada uno con una tez totalmente seria.

- No se trata de cambiar el destino de unos desconocidos, tan siquiera de sobrevivir a una muerte segura, al fin y al cabo, de todas las verdades universales la muerte es la más certera. No deseo ver el Rokugan por la que lucharon mis antepasados destruidas por unas criaturas extrañas o por ese extraño concepto llamado "caos". Si vosotros estabais en aquella Iluminación no era por casualidad, vosotros tenéis el poder de cambiar las cosas y aunque no sea capaz de ver bien... No veo maldad en sus palabras y como dice el Tao de Shinsei "Las personas con propósito puro tienen la fuerza para no caer" y, aunque con sus luces y sombras, veo esa pureza en ustedes. Quizás muera en el camino y posiblemente alguno de nosotros caiga, pero mientras mi vida haya sido dada para evitar el horrible futuro que he presenciado, no existe mayor honor y propósito que esa. -hace una ligera pausa- Por lo tanto si me preguntan que si estoy segura de emprender un viaje en una situacion precaria, difícil y larga... solo puedo responder "El peor enemigo es la falta de esperanza." -referenciaba para terminar la Togashi- Si tienen alguna pregunta más pueden hacérmela sin ningún problema.

La Togashi se quedo en silencio después de soltar su discurso, esperando más preguntas.

Después de escuchar el pequeño discurso de la Togashi, Nobu no pudo reprimir una sonrisa que ensanchaba su rostro, aunque bien pensado, si aquella mujer veía tan mal como decía, probablemente no se diera cuenta. Fuera como fuere las palabras de la mujer consiguieron que Nobu rompiera su silencio;- Vuestras palabras derrochan honor, Togashi-san. Mi única intención era advertiros de los peligros que hemos vivido y viviremos a partir de ahora. Pese a ello, si poseeis tal fuerza de voluntad y determinación, por mi parte será más que un placer que nos acompañéis de ahora en adelante.- La sonrisa que había conseguido sacarle anteriormente aún se denotaba en su rostro una vez dijo aquello.

Aquellas palabras significaban el total y completo visto bueno por parte de Nobu, después de la tristeza por todos los que habían caído en el pasado en pos de un futuro mejor, aún quedaba la esperanza de encontrar más y más gente que compartieran su causa, en tan poco tiempo habían sido capaces de encontrar muchos nuevos aliados. Quizás y solo quizás su suerte por fin estuviera cambiando y no tendrían que lidiar con la muerte de nadie hasta dentro de mucho tiempo.

-Entonces... tienes el visto bueno de todos, Togashi-san. Esperemos que nuestros esfuerzos no sean en vano y podamos cumplir con nuestro objetivo de la mejor manera posible. Siéntete bienvenida...- se acercó a ella y cogió sus manos, apretándolas con cierta ternura.

-No creáis que no me he dado cuenta. Desde el primer momento sabía que algo no andaba bien con vuestra visión. Por ello, y si necesitáis reconocerme de alguna manera, solo me resta recordaros que mi nombre es Yusei-san.  Porque, me gustaría pedirte por favor, que si vas a ser parte de nuestro equipo, no me llaméis por mi nombre. Y espero que vos me deis vuestro permiso de hacer lo mismo- tras ese pequeño apretón de ambas manos las dejaba nuevamente sueltas y, por la cercanía de Yusei, si la Togashi quisiera reconocer su rostro. Eso sí, sin pasarse. Que Yusei tampoco es un sobón ni nada de eso.

Akira se vuelve a cruzar de brazos y asiente con la cabeza esbozando una ligera sonrisa de lado entre dientes. Aunque no le gusten nada las filosofías extrañas del clan dragón, Niou tiene razón. Está feo generalizar y más si de verdad quiere seguirles por la causa justa por la que intentan luchar.

-¡Bien! En ese caso no hay nada más que hablar. Todos le han dado su visto bueno, así que está hecho.- Con respecto a lo que dice Yusei, Akira agacha la cabeza y rie suavemente entre dientes. -Para reconocerme solo ha de oir quién grita con más entusiasmo, Togashi-san. No seré difícil de sentir.

-Por mi parte, nada más. ¿Tiene alguna pregunta por su parte que quiere que le respondamos? Porque ahora es el momento.

Tras echarse las risas Niou finalmente suspira relajándose y se palmea las manos para limpiarlas, tras lo que anuncia: 

- En fin, si todo está dicho este Cangrejo vuelve a su orilla, kehehe. Tengo mucho conocimiento aún que recolectar, y como NO decía el Tao Shinsei, "El pájaro madrugador se lleva el gusano, pero a mi dadme takoyaki", keeeehehehehe...

Y riéndose de nuevo Niou da por concluida su intervención y se larga a sus cosas.

Nobu alzaba una mano y se rascaba la cabeza sin saber exactamente como continuar, lo cierto es que ya lo había dicho todo y si el asunto había sido resuelto solo quedaba zanjar el asunto.

-Al igual que mis compañeros creo que ya se ha dicho todo respecto al tema.-Nobu sonreía hacia la togashi- Como dice Akira-san ¿Tiene alguna pregunta más? Es el momento para ello, siéntase libre de preguntar lo que guste.-

Esperaba la respuesta de la nueva incorporación del grupo mientras escuchaba a los demás hablar de trivialidades, lo que realmente reconfortaba a Nobu, ese momento de descanso era cuanto menos necesario.

El espíritu pulpero del Cangrejo no paso a mal por la mente de la Dragona. Aunque poco respetuoso, parecía ser sincero y simpático. No le dio ni tiempo a despedirse de él. Por otro lado apareció Yusei y le cogió las manos entendiendo su enfermedad. La calidez de las manos de Yusei era palpable y eran suaves, aunque duras en las yemas, posiblemente por su entrenamiento con el arco, sin embargo la mano con la que manejaba el arco parecía estar más torturada.

- Muchas gracias Tsuru... -dice intentando quitar el apellido de sus labios antes de equivocarse más- Yusei-san, como dije soy Togashi Hikari, pero podéis referiros hacia mi como Hikari-san -dice sonriendo mientras mira de cerca a Yusei, bastante de cerca.

Con sus manos empieza a tocar su cara con suavidad y delicadeza, como si estuviera tocando porcelana, incluso le toco un poco los labios para saber su textura. Ella mientras lo hacia estaba con los ojos cerrados y algo separado de él. También aprovecho para tocarle el pelo y las orejas, ciertamente estaba haciéndolo como un escaner, pero al fin y al cabo era también una especie de caricia sutil. Al terminar lo primero que pensó fue "Pensaba que era más femenino, pero es un samurai bastante atractivo...".

Hikari estaba meditativa y sus nuevos compañeros rompieron la meditación ante lo que acaba de tocar. Ciertamente tenia preguntas, pero no sabia como hacerlas.

- Aunque sea un poco extraño, tengo varias preguntas, pero no sabría como hacerlas -dijo pensativa- No obstante eso no me hace querer haceros preguntas típicas de como os conocisteis, que habéis experimentado en el camino... y un largo apartado de preguntas, pero comprendería que como una persona nueva en vuestra comitiva no me contéis todo lo sucedido, ya que tener a una gaijin en el grupo, sobre todo si conoce a Halona-dono, puede resultar bastante complejo.

La Dragona se queda esperando tranquilamente mientras observa a Yusei, pero ya sin las manos encima. Parece estar enfocada en el que tiene más cerca, posiblemente por que puede verle un poco mejor que a los del fondo.

Akira se cruza de brazos de nuevo y asiente con la cabeza, decidiendo hacer el primer movimiento para integrar a la monje. Akira sabe con certeza de que si no le cuenta ella todo, el resto de sosainas capaces son de dejarla ahí imaginándose las cosas por las que han pasado.

-Pues vamos a ver, la cosa empezó en el Torneo Topacio, en el hogar de Nobu-san y su familia en...-

Y hay una larguísima historia a contar que desde luego se dedicaría a relatar con lujo de detalles y, sobretodo, de la forma más espectacular posible, con grandes gesticulaciones. Akira es buena contando historias, ¡como lo oyes!

La joven Togashi se quedo completamente boquiabierta con la historia que le contaba la joven Utaku. Sus ojos se abrieron como platos, se podría decir que casi parecía occidental con esa abertura de ojos. No pudo desviar la mirada y parecía estar memorizando en todo momento lo que decía la joven y como todo buena monje de las respuestas salían nuevas preguntas.

- Disculpa Utaku Akira-san ¿Me esta diciendo que fuisteis atacadas por unos hombres vestido de negros, por un hombre que hablaba mal, unos gaijin atacaron la sala del Daymio Leon y tenían vestiduras extrañas, invocaban onis, usaban maho, le quitaron algo su mente al Daymio y Kuni Niou-san rompió un pergamino que saco un espíritu maligno? -tomo aire para continuar-  ¿Después llegasteis a una fortaleza León y descubristeis que Kakita Hana-sama era una impostora y luchasteis contra un ser de "caos" y usasteis katanas elementales espirituales para luchar contra ella? -la cara de la Dragón no tenia comparación, Akira podría apuntarse un reto, hacer flipar a un monje Dragón- ¿Y encima la mayoría de vosotros esta manchado?

Hikari no pudo evitar quitarse un poco de sudor ante todo lo que le estaban contando. Por todo lo que pasado lo impresionante es que salieran vivos y ademas que alguien pudiera creerles ¿Pero por que no iba a creerlos Hikari? Ella había soñado con invasores que destruían Rokugan.

- Utaku Akira-sama, le juro que no diré nada de lo que me ha dicho a nadie -dice haciendo una reverencia- Gracias por confiar de esta sobremanera en mi.

Sí.

La Dragona vio como todos los se quedaban en silencio después de la narración de Akira y su contundente respuesta a la pregunta de Hikari. La mujer tenia que digerir todo lo que había escuchado, por lo que la mejor opcion antes de que tan sepulcral silencio se convirtiera en símbolo de la incomodidad decidió marcar retirada para meditar sobre lo sucedido. Aun con Yusei delante, se levanto con precaución y dirigió unas palabras de despedidas a sus oyentes.

- Ha sido un placer conocerles y conocer su historia, honorables samurais -dice con una sonrisa- Sin embargo voy a ausentarme un tiempo para meditar. He sido totalmente impresionada por la increíble narración de Akira y, sobre todo, lo bizarro de su historia. Así que si me lo permiten, viendo que no hay ningún tipo de preguntas entre ustedes y yo, me retirare a meditar -pronuncia haciendo una reverencia severa- Que los Kamis estén con ustedes.

Hikari se marcha de la habitación una vez acabada. Parece que se va a marchar hacia la ciudad, buscando algún santuario donde poder meditar y buscar consejos en los Kamis. La Dragona se toma muy a pecho el consejo de estos y ademas parece necesitar meditar gradualmente, posiblemente derivado de su estilo de vida.

Hikari después de pasarse la tarde meditando y rezando pudo encontrar la paz. Este es el camino que se había elegido para ella y tenia que hacerlo, la llevase a donde la llevase. Ciertamente las palabras de Akira podían ser inimaginables ¿Pero aquellos invasores del territorio León serian los mismos que los de su visión? Claramente se trataba de otros por que, según Akira, iban extrañamente vestidos... ¿Eso significaba que había más de un invasor? Sin embargo según parece Halona, Arcadia y demás también son invasores... ¿Como saber diferencias si son aliados o enemigos? ¿Y si son todos del mismo mundo... Como distinguir sus intenciones? Demasiadas cosas que pensar y muy poco tiempo para actuar...

Después de que los kamis no resolvieran sus dudas, pero si le dejaran meditar estas mismas, pudo volver a la casa con tranquilidad. Ella sabia a donde dirigirse para terminar de sofocar sus dudas y sobre todo para despedirse de su antigua amiga, ya que en el fondo de su corazón sabia que iba a estar sin verla más tiempo de lo previsto.

Cuando entro en la casa, dio el respeto que se merecía esta y se dirigió a la habitación de Halona para visitarla, al fin y al cabo era su objetivo. Hikari cuando la fuera a ver parecía seria y algo preocupada, ciertamente necesitaba consejo.

Halona está en su habitación, sentada en una silla al lado de la mesa, leyendo un libro con unas gafitas puestas. Suele pasarse casi todo el día leyendo o bebiendo algo, una de dos. Es una mujer bastante tranquila y maternal. Cuando ve a la dragón Togashi pasar por su puerta tras pedir permiso esboza una leve sonrisa y asiente.- Pasa Hikari, y dime qué clase de preguntas aflijen tu mente y tu corazón.- Comenta riéndose un poco. Seguro que ha hablado con muchos ya como ella.

-Toma asiento si lo deseas. ¿Quieres algo de beber?- Ofrece sonriendo.

Hikari se sentó como solía sentarse cuando estaba con Halona, como un occidental. Estaba bastante preocupada y no es que le costara a hablar con ella, pero ahora mismo estaba dudosa sobre muchas cosas y hacia demasiado tiempo que no hablaba con ella.

No sabia como hablar, pero tenia que hacerlo ¿Hasta que punto podían confiar uno de los otros?

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Eras tan extraña y hacias cosas tan extrañas... Pero al final me pegue a ti como un Cangrejo a la Muralla.. Desde siempre me has despertado curiosidad y nunca he dudado de ti. Todas las cosas que nos has enseñado y la cantidad de cosas que he aprendido de ti hacen que te tenga bastante aprecio... No obstante... -suspira durante un momento- Todo este problema de la Iluminación, tantos gaijins... Halona -dice sin el sufijo como denotando la circunstancia- ¿Que es realmente lo que esta pasando? ¿Cual es el peligro que amenaza a Rokugan? Lo único que sabemos es sobre el "caos" y sobre que hay invasores... Pero... ¿Como vamos a prepararnos para el peligro? -guardia silencio un momento- ¿Que sois, Halona?

Se mantiene en silencio esperando una respuesta, parece preocupada y tiene confianza en su amiga, sin embargo quiere respuestas ¿Quizás este momento tendría que llegar ¿Lo sabría la propia Halona?