La noche pasa el rumor del viento, la claridad de la luna que asoma entre las nubes de vez en cuando, el sonido de los animales proclamando su autoría nocturna y sobre todo el reto al que os habeis enfrentado contra el demonio, hacen que paseis la noche un tanto intranquilos, pero aún así sois capaces de dormir y pasar una buena noche reparadora.
Amanece y el día se presenta radiante, las nubes se han retirado y el sol brilla con fuerza, el sonido de las gentes en las calles con sus trabajos y deberes diarios os despiertan.
Me levanto lentamente y mientras me restriego los ojos cojo mi espada la vuelvo a colocar en la funda y recojo el resto de cosas del arcón dejándolo abierto para los demás abierto. Salgo de la posada y del pueblo antes de perderme en el bosque en dirección hacia donde voló el anciano y Arubino por la noche me giro para mirar la ventana de la habitación.
-Gracias chicos ha sido un placer.
Cuando despertais veis que Rikard no está en la habitación.
Te diriges hacia el este en dirección al bosque donde viste que el anciano se dirigia. Al cabo de unos 20 minutos estás frente al bosque, ves que es de gran extensión, con árboles grandes y frondosos que se balancean con el suave viento de la mañana.
Toco uno de los árboles y pienso: Otra vez en casa.
Silbo para llamar a Arubino por si esta cerca y me pongo a buscar pistas a mi alrededor, por el suelo y por los árboles cualquier indicio sospechoso o fuera de lugar.
Motivo: Rastrear y cazar
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 8 (Exito)
Me despierto y veo como en la cama de Rikard no hay nadie, pero no me preocupo, ya que pienso que a lo mejor fue a dar un paseo, entonces me siento en el pie de mi cama y trato de despertarme mejor, mientras espero a que los demas despierten.
Ves una serie de huellas que te hacen pensar que son de un hombre mayor, las sigues y te adentran en el bosque. Llegas hasta una encrucijada y allí se pierden no tienes claro que dirección han tomado, podría ser cualquiera, tambien puedes ver huellas de lo que parece ser un animal muy grande.
Mientras estés solo marca, solo para el director.
Miro hacia los lados buscando a mis compañeros tras unos segundos de reflexión me dirijo al paladin y le despierto.
- hora de despertarse tenemos trabajo que hacer.-
tras lo cual bajo a desayunar.
-Wou, calma guerrero que me tienes que decir que paso ayer, parece que se ha liado una buena fiesta- le digo mientras camino hacia el para acompañarle al desayuno
Maldita sea ¿ahora que? Encima Arubino no viene espero que este a salvo. Me agacho para ver mejor las huellas del animal. Tengo un presentimiento. Sigo las huellas pero por fuera del camino escondido entre los árboles vigilando por si me encuentro algo o alguien. Desenvaino la espada y avanzo poco a poco con mucho cuidado. Me pregunto que habrán pensado los demás al ver que me he marchado desde luego sin mi lo tendrán mas difícil buscar al demonio si lo van a hacer.
Arubino aterriza en tu hombro derepente, y lanza un graznido en tu oído . Sigues las huellas y de repente en un claro del bosque ves un animal enorme que parece un oso que esta destrozado a un ciervo con su enorme pico y garras, la sangre cubre el lugar.
.-el malo escapo, vamos a por el. y rikard se ha ido.-
tras decir esto bajo, me preparo el desayuno y me dirijo a a la entrada del pueblo. para buscar algún rastro del anciano.
-Arubino muestrame el camino- le susurre no sabía muy bien el por que pero Arubino parecía entenderme cuando le hablaba como si supiera mi idioma eso junto con que actuaba de una manera mas inteligente que las demás águilas lo convertían en un ave muy especial. Arubino empezó a volar y yo le seguí con cuidado de que no me viera el animal entonces se me ocurrió una idea. Y si ese animal fuese... Me encantaría que ese paladín estuviese aquí.
Hazme una tirada de desafiar el peligro, por destreza quiero saber si te oye o no el animal
Oswin hazme una tirada de discernir la realidad.
Motivo: Desafiar el peligro
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 6(+1)=7 (Exito)
-Wou, no me lo esperaba, y tampoco que lo digieras tan resumido-Dice Kuroe mientras persigue a Oswin.
Kuroe sale a la calle en busca de Oswin, al que ve mirando fíjamente al suelo y a la gente, como buscando algo. La calle está muy movida, numerosos carros pasan traqueteando aprovechando que el día es soleado y falto de viento. Las madres salen a las calles con sus hijos y los trabajadores se dirigen hacia sus labores diarias. Kuroe ve a una pareja de guardias que se acerca hacia la zona donde están, más adelante puede ver como otros tres guardias están dando vueltas y tambíen se da cuenta de que están parando a gente foranea interrogándoles y cacheandoles. Parece que están buscando algo.
También podeis ver a Frido (el personaje con el mechón blanco en el pelo que les ofreció ayuda contra el Zug) que sale de una casa dándo un apretón en el trasero a la mujer que se despide de él, una morena muy guapa.
Oswin si quieres saber donde fue el anciano, tírame "Discernir la realidad", o algún movimiento que tengas que se adapte a esta situación.
Consigues salir hacia atrás mientras el monstruo sigue comiendo sin parar al pobre ciervo, estás alejándote de él pero una rama suelta en el camino cruje y de repente notas como el ruido que hacía el monstruo al comer ha cesado, te ha escuchado y ha salido en tu búsqueda. Ves como se mueven algunas ramas a tu izquierda el monstruo va hacia ti como un carro cargado de hierro.
No tengo tiempo de esconderme, si me subo a un árbol un animal de ese tamaño lo destrozara y si salgo corriendo me alcanzara fácilmente así que saco arco, tenso la cuerda con una flecha y lo apunto a donde se movieron las ramas un poco mas alto del suelo preparado para en cuanto se asome disparar a sus piernas así se le ralentizare y podre escapar corriendo.
Motivo: Disparo certero
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 7(+1)=8 (Exito)