Partida Rol por web

Lo observo cuando sale. Con esa ropa se parecía mucho a Alex. Aunque Ben era mas grande que mi hermano, su cabello era distinto, sus ojos también. Ademas de que no era mi hermano.

-Te queda bien esa ropa...-

Realmente le quedaba bien. Mi hermano adoraba usar ropa oscura por que pegaba con el color de su cabello. Me sonrojo cuando elogia la comida. Y luego tomo asiento sirviendo en ambos platos.

-No fue nada...hace mucho que no cocino a alguien...y nunca le cocine a otro hombre que no fueran mi padre o mi hermano... Espero que te guste...-

Me hacia sentir bien el cumplido, después de tanto tiempo sola el estar comiendo con alguien sin duda era algo inesperado pero me agradaba aquella sensación de la compañía.

-Y... ¿Que te trajo aquí Ben...?-

Le pregunto antes de empezar a comer. Esperaba no parecerle demasiado cotilla.

Finalmente, quedé en un punto exacto, expuesto ante la luz. Apenas moví la puerta del Irish Pub, contemplé al can infectado, tratando de contener mi tristeza, mi angustia, mi nerviosismo. Sabía que eso no me iba a ayudar, por lo que busqué concentrarme, apaciguarme internamente, sujetando firmemente la katana con ambas manos en una posición de Kendo básica. Miré, aún sin quitar mis sentimientos del todo, pero mucho mas enfocado, a mi oponente, a aquel que tenía que traer a la paz, a la misma paz que traen los libros en su tranquilidad, y silencio. Tenía que ofrecerle el silencio, en vez de la distorsión en la que se encontraba.

Aproveché la situación para prepararme, cruzando el Yin Yang de luz y oscuridad, pasando de lo iluminado, en el exterior, y dando un sonoro paso hacia las sombras del interior. Una vez ahí, sabía que eso podría atraer al can infectado, dándome la posibilidad de anticiparlo, de guiar el combate, el ataque. Sujeté la katana mirando hacia adelante, aunque sintiéndome dificultoso al hacerlo. Traté de no temblar, de no vacilar, y apenas me adentraba en el Irish Pub, prepararme para atacar, para destajar. Para destruir.

Apenas se cerró la puerta tras mío, haciendo un sonido rechinante, me dirigí hacia adelante, agachándome un poco, flectando la rodilla frontal izquierda y teniendo la pierna derecha atrás, recordando lo visto en libros sobre artes marciales. Mis manos se extenderían no totalmente, para mover la espada desde abajo hacia arriba. Hacer un movimiento como en las películas no me serviría. Tenía que buscar atacar al perro desde abajo, para empalarlo, en un sólo intento, en un solo ataque, desde abajo hacia arriba, extendiendo los codos totalmente sólo al momento de atacar, para no perder potencial movilidad.

- ¡Lo...Siento!

Dije entre apretando mis dientes, y preparándome a que saltara sobre mí a medida que atacaba. Si no se lanzaba sobre mí, sería yo quien saltara hacia él, buscando atacarlo desde abajo hacia arriba. Si me mordía, se acababa. Si lo mataba, se acababa. No había ninguna opción en esta batalla, aparte de las obvias, determinantes. Sólamente, un resultado, de muchos probables, era el que al final, quedaría como verdadero, en el libro de la historia, del tiempo mismo, vivido por este mundo.

- Gracias – le dije a su comentario por la ropa, era muy agradable poder conversar con alguien, me hacía sentir mucho más humano y recordar muchas cosas que casi había comenzado a olvidar

No me pude resistir más y me comí un trozo de patata – Ummm – sonreí – ¡Delicioso!

- ¿Buscarte a ti? – le hice una pequeña broma y me reí - Digamos que en vez de establecerme en un sitio de ido de nómada por ahí, pero viendo esto – refiriéndome al piso – creo que me equivoqué, aunque… pensándolo bien, no nos hubiésemos encontrado, así que al final supongo que si hice bien…

Comí un poco más y me fijé más en ella, aunque tuve que apartar pronto la mirada, no solo por no incomodarla, además para evitar pensar en lo atractiva que era

Me río ante sus comentarios. Hacia mucho tiempo que no podía compartir una risa con alguien. Desde que todo había comenzado las cosas habían ido de mal en peor.

-Me alegra que hayas ido de nómada... El estar sola tanto tiempo llega a enloquecerte...y las noches son peor que el día... Aguardando a cada momento ser atacado... Todavía me cuesta creer a veces que todo esto ocurrió...-

Lo observo fijamente unos momentos. Era alguien realmente guapo. Pocas veces había prestado atención a personas de mi sexo opuesto, y después del virus no había vuelto a tener oportunidad.

-Te estoy aburriendo con mi cotilla ¿Verdad?-

Le pregunto riéndome al darme cuenta que no paraba de hablar. Luego sigo comiendo.

Me acerqué un poco a frotarle la espalda por sus comentarios de lo malas que son las noches con los infectados por ahí fuera – la verdad es que admiro la fortaleza que has tenido para resistir todo esto…. – sin duda debía ser una persona fuerte

- No… ¿Qué vas a aburrirme? Me quedaría mirándote como se veía antes la pantalla de un televisor... – sonreí – Puedes preguntarme lo que quieras

De todos modos continué dando buena cuenta de la cena, estaba para chuparse los dedos

- Me alegro mucho de haberte encontrado – reconocí

- ¿Y tu? Cuéntame un poco de ti, de antes o de después de todo esto... lo que quieras... – dejé la pregunta abierta para que me contase lo que le apetecía

Me quedo pensativa unos momentos. No había mucho que contar acerca de mi. Siempre fui un bicho de biblioteca.

-No tengo mucho que contar... Perdí a mi familia cuando comenzó el virus... Vivíamos en Inglaterra y nos mudamos aquí por un cambio de trabajo de mi padre... Y yo siempre fui una rata de biblioteca. Siempre estudiando...con las mejores notas... No fui de relacionarme demasiado durante mi vida...y ahora me arrepiento un poco de aquello...-

Le digo mientras dejo mi plato vacío a un lado. Estaba totalmente satisfecha.

-¿Quieres mas?-

Le pregunto preparándome para servirle.

Escuché con atención sus palabras, tenía ganar de saber más y más aunque por el momento ya estaba bien, yo terminé mi plato también

- No, no gracias – dije a su ofrecimiento de más comida, no estaba acostumbrado a comer mucho y se me llenó el estómago con rapidez

- Permíteme, yo recojo los platos – me levanté a recoger la mesa, ni mucho menos iba a permitir que lo hiciese todo ella así que me llevé los platos a la cocina y me puse a limpiarlos

Lo observo levantar los platos y meneo la cabeza. Quitandoselos de las manos y agarrándolos en la cocina para lavarlos. No podía permitir que limpiaran en mi casa. Quedaba mal aquello.

-Dejame a mi...eres mi invitado...tu no debes hacer esto...siéntate y descansa... Disfruta de la casa, seguro estas desacostumbrado a sentarte en algo cómodo...-

Le digo poniendo los platos bajo el agua para lavarlos. Mirándolo de reojo con una sonrisa. Antes de dejarlos unos momentos y ponerme nuevamente el delantal. Tenia que bañarme, no podía olvidar aquello y cambiarme de ropa. Sin duda debía parecer bastante atorranta con la vestimenta que tenia tan notoria.

No iba a discutir pos los platos así que dejé que me los quitase y le hice paso, me senté en el sofá y cerré los ojos brevemente relajándome, hacía tanto tiempo que no me relajaba.

Era gracioso puesto que me resultaba agradable hasta escucharla como lavaba los platos, escuchar a otra persona, era muy reconfortante.

Termino de lavarlos. Secándolos y guardándolos en su lugar. Antes de colgar el delantal donde iba. Me acerco a el apoyando las manos en sus hombros y mandándolo suavemente durante unos momentos en silencio. Para que se relajara. Hacia mucho que no masajeaba a alguien.

Abrí de nuevo mis ojos al notar unas manos en mis hombros y sonreí al saber que se trataba de Erika, me dejé unos segundos y tomé una de sus manos para cercarla a mis labios y depositar un beso allí, levanté la mirada buscando sus ojos con una sonrisa, a parte de atractiva era encantadora. Pero ya estaba bien de pensar, se lo tenía que decir – Eres atractiva y encantadora… - esperaba que mis palabras no le molestasen

Lo observo sorprendida por aquel acto. Estremeciéndome. Sin poder evitar sonrojarme ante su comentario. ¿Como debía reaccionar? Era la primera vez que alguien, del sexo opuesto claro, aparte de mi padre o mi hermano tenia ese contacto conmigo.

-Gra...gracias Ben... Es bueno poder decir lo mismo de ti...-

Le digo con algo de vergüenza, sin poder ocultar una sonrisa. Seguramente en estos momentos debía parecer una tonta total y me moría de vergüenza de solo pensarlo. Comencé a gesticular, sin demasiada coherencia.

-Yo... emm...iré a.. emmh.. bañarme...-

Gesticulo con la mano libre también sintiéndome cada vez mas tonta. Mirándolo fijo unos instantes antes de sonrojarme mas y dirigirme al baño. Con el corazón latiendo a mil por hora. ¿Que me ocurría? Me comportaba como una niña pequeña.

Sonreí a sus palabras aunque me preocupé un poco por su reacción, esperaba no haberla importunado, quizás tuviésemos que compartir mucho tiempo juntos y lo importante era que nos llevásemos bien…

Quizás al ser hombre y mujer era inevitable pensar en otras cosas… pero puede que más adelante encontrásemos a alguien más y entonces pasase de mí ¿Quién sabe? En ningún momento pretendía forzar las cosas, por mucho que me apeteciese estar con una mujer.

Me quité esos pensamientos de la cabeza, lo mejor era dejarse llevar sin tener que pensar mucho, ya veríamos que sucedía, de momento no estaba sólo y eso ya era muy importante.

- Si, si, ves al baño, yo continuo aquí…

Necesitaba relajarme. Tal vez lo había hecho sentir mal. Es solo que no sabia como reaccionar a aquella situación. Me tome mi tiempo para bañarme y luego me cambie. Poniéndome algo de ropa mas presentable. Un jean y una camiseta sin mangas estaría bien. No quería parecer una atorranta. Me seco el cabello con la toalla, y luego voy al lavadero a colgarlas antes de volver y sentarme a su lado.

-Siento mi reacción... es solo que como ya te dije...nunca me relacione demasiado con la gente... y para ser sincera...nunca me relacione con otros hombres que no fueran mi padre o mi hermano... Estaba demasiado preocupada en mis estudios como para pensar en un varón o una pareja...o algo...-

Me daba algo de vergüenza decir aquello, pero que mas daba. Seguramente compartiéramos bastante tiempo juntos y tenia que ser sincera. Era la única persona que había encontrado en un año, no iba a mentirle.

Después del baño y de la cena me entró algo de sueñecito, pero conseguí mantenerme despierto, tener a alguien con quien hablar merecía la pena.

Se sentó a mi lado, olía muy bien y con esa ropa ahora estaba más atractiva aún - Oh… no tiene importancia… - me había preocupado un poco pero no me llegó a molestar su reacción anterior y cuando acabó de hablar – gracias por tu sinceridad – entendí que me contaba algo muy íntimo y eso lo valoraba mucho

- Bueno… al menos vamos a ser compañeros de piso – bromee como quitándole importancia a todo esto  - yo… me conformaré con dormir en el sofá, es… bastante cómodo – aunque me puse un poco colorado al sacar el tema de dormir

Me sonrojo un poco cuando menciona el tema. Me sentía mal que durmiera en el sofá, teniendo una cama grande.

-Mira, no me molesta que duermas en la cama...es de dos plazas...aunque te aviso que me muevo bastante al dormir y tal vez te patee...-

Por lo menos le advertía los riesgos de despertar con moretones por la mañana después de compartir la cama conmigo. Alex siempre se quejaba cuando yo de mas pequeña dormía con el.

-Como tu prefieras...puedo armarte aquí o puedes dormir allá...tienes las dos opciones...-

Le digo con una sonrisa, sentándome como india frente a el, al estar descalza de la ducha todavía.

-¿Crees que esto se terminara algún día...?-

Le pregunto mirándolo fijo. Un poco mas seria pero manteniendo la leve sonrisa.

Dudé ante su petición, dormir en la misma cama que una mujer eso eran palabras mayores, nos podría llevar a otras cosas, pero… me apetecía mucho más eso que dormir solo en un sofá – Pues si no te importa… prefiero que me patees a dormir solo en un sofá – y le sonreí, no quería decirle algo que le molestase así que no añadí nada más.

Estaba muy graciosa sentada así en el suelo aunque sacó un tema bastante sombrío – Ojala termine esto algún día, de momento te he encontrado y eso ya es algo muy importante para mi – aunque francamente tenía pocas esperanzas, habían muchos infectados ¿Y cuantos supervivientes? Pero no quise transmitirle pensamientos negativos, sólo palabras esperanzadoras.

Me río ante sus palabras. Era muy cómodo estar con el. Aunque en momentos parecía incomodarse conmigo. Seguramente hacia mucho que no dormía en una cama. Creo que había sobrevivido tanto tiempo por haber tenido aquel departamento conmigo.

-Bien entonces compartiremos la cama... - Le digo sonriendo – Ojala se terminara... - Lo miro fijo - ¿Que quieres hacer para matar el tiempo...? Yo por lo general leía cuando estaba sola... ¿Yo te incomodo?-

Comento encogiéndome de hombros y poniéndome de pie para estirarme.

- No, no, ¿Qué me vas a incomodar? Llevo meses esperando encontrar a alguien… tu lee, yo te miro – y me puse a reír ya que supongo que sonó un poco raro

Me vino una cosa a la cabeza – No tengo pijama… - me sonrojé de nuevo ya que le estaba pidiendo de nuevo cosas, aunque tampoco es que me importase dormir en ropa interior, a no ser que eso la incomodase a ella, claro

Me río nuevamente ante sus palabras. Algo de ropa de mi hermano aun me quedaba. Seguramente algo le serviría para dormir. Sino habría que improvisar.

-Algo de ropa de Alex me queda todavía...tal vez te quede algo o duerme como te sea mas cómodo...-

Le digo mientras voy al cuarto a rebuscar en el armario. Pantalones cortos, camisetas sin mangas. Jeans, alguna que otra camisa.

-Fijate lo que te guste y pruebatelo... si te queda bien usalo... Es bueno sacarlo del armario...-

Le digo sentándome en la cama como india nuevamente.