Partida Rol por web

Lenny, que se había mantenido al margen hasta ahora, tiró el tronco de la manzana al suelo y se levantó.

-Esa tia está loca -sentenció y se dirigió al tributo que le había había preguntado su nombre (Kim Lee)-. Me llamo Lenny, y ni que no se te ocurra volver a acercarte a mi, ojos rasgados.

Lo que menos necesitaba el tributo del distrito 3 era meterse en jaleos antes de empezar, pero la violencia estaba en sus genes. Bastante se esforzaba ya en no intentar machacar la cabeza con la pata de una silla a esos "escupitajos con pelo", como él los llamaba. Temiendo no poder controlarse se alejó y miró a su alrededor. Entonces una de las chicas le llamó la atención. Una que tenía cara de perturbada y que parecía tan fuera de lugar en aquella reunión de boy scouts como él.

-Ey... -dijo en bajo hasta que llamó su atención y le hizo señas para que le acompañase fuera de aquel sitio.

Después salió intentando pasar desapercibido, loc ual no resultó muy dificil, pues los presentes estaban demasiado ocupados en ponerse revolucionarios o en hacer grupos en voz alta para que todo el mundo se enterase.

Pasan cinco minutos antes de que se decida a seguir a Nim. No se molesta ni en buscar excusas para levantarse e irse, simplemente se acaba la comida y sale por la puerta. Sabe que cualquiera de ellos está pensando en tácticas o en el momento en que la matarán. No quiere ser paranoica, pero la realidad es la realidad. Sale de la habitación y busca a Nim en las habitaciones comunes. Cuando la encuentra no se anda con rodeos. Si hay alguien alrededor se la lleva aparte para hablar.

- Bien, aquí estoy. Parece que aparte de tener las cosas claras tienes algo parecido a un plan, no?- le dice con seguridad.- Creo que puedes contar conmigo, o como mínimo tienes mi apoyo. No sé si te seré de mucha utilidad. - y tras una pausa añade- Pero aun así, habría que convencer a todo el mundo, cómo lo piensas hacer?

Cita:

- Si, pero hay demasiadas trampas que ellos pueden activar, sin necesidad de ir siquiera al lugar a enfrentarse a nosotros. - Dice seriamente Pride antes de que Nim salga del cuarto. - No perdáis el tiempo haciendo planes para la batalla. Entrenad. Comed bien. Entrenad más. Después de salir de la Cornucopia será más fácil para quien quiera buscar con quién aliarse. Viendo qué ha conseguido, y en qué puede beneficiar esa alianza. Con vuestro permiso - termina diciendo con un tono que deja claro que sin él también - voy a seguir mi propio consejo. Si alguien quiere hablarme, estaré en el gimnasio.

Esperó a que Nim se hubiese ido antes de hablar. Si ella estaba dispuesta a montar una revolución y hacer que los Vigilantes lo pasasen mal, no intentaría disuadirla. Lo peor que podía pasar era que la matasen, y entonces no tendría que hacerlo ella, lo que le parecía algo bueno. Lo mejor... que se cargase a alguno antes de que la matasen. Bien también. No les tenía ninguna simpatía, ninguna. Pero no iba a ser ella quien intentase joderles a costa de su vida y la de su familia.

- Si alguien va a hacerle caso a la rubia, adelante. Yo, personalmente, no estoy dispuesta a pagar ese precio.

Tras decir eso, y sin pararse siquiera a ver si alguien la había escuchado, abandonó la habitación.

-esa tía esta loca- dice con incredulidad cuando Nim sale -con suerte en la cornucopia nos daran un arco, ¿luchar con cuchillos y palos contra armas automáticas?, menudo plan-

Deja con disgusto la bandeja en la mesa y se va a entrenar, o a hacer la siesta

Sigo a la única persona con un poco de cordura en todo el jodido hotel hasta el gimnasio, el lugar donde he pasado la mayor parte de estos días y me planto delante de ella.

Cuando hablo lo hago de manera directa, con brusquedad.

-Eh, ojos azules, ¿que me dices de una alianza una vez fuera? si sobrevives a la cornumierda, claro.-

El chico de las gafas se encogió de hombros cuando Nim le robó un poco de la manzana y se fue. Ignoró por completo los griteríos, las fanfarronerías y las absurdas declaraciones de principios de los demás y acabó por descarnar la manzana.

Buenas noches, me temo que yo también debo seguir con mi preparación. Que paséis una buena noche.

Buscó una papelera y tiró el corazón de la fruta. Antes de salir, fue a por otra pieza igual y salió en pos de su habitación. Tenía que entrenarse a solas.

Troy se reune con Lee y el otro chaval que parece interesado en formar un grupo, es del distrito 1, esos saben como ganar en los juegos, no tendrá mucho problema en cortarles el cuello cuando piense que no le son útiles pero para empezar es buena compañia

-por mi vamos en grupo, la cornucopia suele ser una matanza y la mejor forma de sobrevivir es ser varios y ayudarse. coger cosas y salir para el norte esta bien, pero si somos los primeros en tener armas igual nos podemos hacer fuertes en la cornucopia y quedarnoslo todo o casi, si huyen sin agua luego sera mas fácil-

Al parecer esa tal Tess estaba dispuesta a seguir a Nim en su plan loco. Sonrie un poco y le habla en un tono calmado.

-Necesitare que vayais entrenandoos en el uso de armas y en poner trampas, pero sin que todos esteis solo en esos puestos, seria raro. Ya te dare mas instrucciones cuando consigamos a mas personas.

Entonces piensa un poco.

-No creo que podamos convencer a esa chica del distrito 11, Pride, pero su compañero nos podria ayudar con las plantas que podemos comer o no.

Pride suelta una breve carcajada al escuchar el término "Cornumierda". En verdad muy apropiado.

- No me parece mala idea. - le contesta mientras seguía practicando distintos nudos y lazadas para usar en distintos tipos de trampas. Ni siquiera sabía si podría coger algo con qué hacer trampas. Pero nunca estaba de más. Por si acaso. - Sólo sobrevive. Una vez que estemos en la cornucopia, si podemos hablar - y no intentamos matarnos entre nosotros - decidiremos hacia dónde dirigirnos. 

Por algún motivo todos se estaba reuniendo en el salón, como si fueran figuras en una casa de muñecas.

Todos bien vestidos, maquillados, y puestos cada uno en su sitio. La audiencia quería jugar con nosotros y ver como "tomábamos el té" antes de sacarnos las tripas unos a otros.

Lo peor no era que me obligasen a estar allí. Lo pero era que algunos de los presentes disfrutaba con ello.

Aun así, mi presencia en ese lugar era importante para mi. Caerle bien a la audiencia, a la cadena de televisión, al gobierno... incluso a los contrincantes, sería algo que marcaría claramente si iba a morir, o a vivir.

No sabía muy bien como estaban montados esos juegos, pero si que hay quien invierte mucha pasta en todo eso. Y los aliados también son importantes

Lentamente me senté junto a Ammanda, la otra chica del distrito de la Madera. Y a todo el mundo les dije in prestar mucha atención a lo que estaban hablando.

-...Hey... Soy Scoth, del siete también.

Cita:

Eso fue todo lo que recibí por respuesta.

-Vaya... Encantado. Creo que ya me he perdido la mayor parte de la conversación...

Me acerco en silencio a la mesa para comer algo, ya que desde que me tocó la china y me llevaron no he tenido una dieta muy variada, no es que cambie mucho a lo que he tenido antes, pero al menos podía tener algo de variedad en mi dieta, y fiarme algo de lo que comó. Esperó que los demás coman y miró sus reacciones, al ver que no está envenenado cojo de los platos que parecen más suaves y que no me van a llenar a la hora de lo que me espera... En silencio escuchó las conversaciones, y evaluó la situación antes de saludar con una deje atono, se que está gente terminara intentandome matar y tendré que hacer yo lo mismo con ellos no hay vuelta atrás, pero no necesito que tengan enquina contra mí desde un principio:- Buenas soy Miranda del distrito 8, no he sido nunca de unirme a nadie a hacer cosas que puedo hacer yo sola, pero no solo tendremos que enfrentarnos entre nosotros, sino tambien al entorno, a las trampas... Sino nos unimos simplemente sera un tiro al pato para ver quien termina muerto el último. -Mientrás cojo una ración de uno de los platos y le doy voy vueltas con el tenedor-Después puede que tengamos que hacer cosas por sobrevivir, que nos repugnaran, pero como yo lo veo. No os odiare si teneis que hacerlo, y espero que no me odies si tengo que hacerlo yo...- Y doy un mordisco al trozo y lo tragó, brindando una sonrisa al resto.

En la Cornucopia me gustaría coger (en este orden) Una mochila, agua, un arma... estaría bien algún cuchillo (de combate o no)

Intentaré evitar la pelea inmediata, y después de coger eso, correré... según la descripción de lo que haya cerca de allí, claro.

Si veo que mis aliados (de momento Stan, no sé si pueda haber alguno más) corre para algún lado, le seguiré. Si atacan a mis aliados... bueno, no serán tales hasta salir de la Cornucopia, así que no pretendo mover un dedo por ellos. 

Mientras seguían hablado y discutiendo, Lenny también se escabulló fuera de la habitación.

-De acuerdo, parece que alguien piensa entre tanto retrasado... una cosa, por experiencia sé que las peleas dan mucha sed, yo intentaré conseguir agua, aparte de un arma... sin comida puedes aguantar más algo más; te recomendaría que hicieras lo mismo.-

Tras dar ese consejo, soltado como si estuviera contando sabiduría de los ancestros y no experiencia de un chico problemático, Stan se larga a reventar muñecos de madera con diversas armas.-

Un chico le había hecho un gesto justo cuando estaba pensando en irse de ahí. Lo miró. Parecía un tipo violento, y eso no le gustaba. Daba un poco de miedo. Pero no había dicho ninguna gilipollez ni parecía ansioso por suicidarse. Eso lo hacía... más peligroso. Tendría que escuchar qué quería decirle, por lo menos. Salió tras él y se acercó hacia donde le esperaba.

- ¿Tu también crees que esa gente no sabe dónde se ha metido? - dijo al llegar junto a él. Le miró de frente, a los ojos. No quería que la tomase por débil. Quizá ella no daba miedo, pero sabía que no era débil.

Daius siguió al sujeto que le había hecho una señal o con quien se había encontrado antes de estar en el salón… Camino con paso decidido tomando una manzana mientras le buscaba con al mirada.

Ahí estaba el Chico del distrito textil con razón parecía no incomodarle tanto lujo al igual que los joyeros, algunos nacen con suerte otro solo la crean al igual que el éxito; termino por plantarse frente a  Ethan.

Tu dirás Dijo Darius mientras daba un nuevo mordisco a la fruta