Partida Rol por web

La pequeña Annie, vestida ahora con un cómodo chandal oscuro, azul marino con una raya blanca en el pantalon y sudadera larga, corrió como una exalación hacia la cornucopia. Se movia agil como un cervatillo. Se impulsaba en las ramas gruesas o en las rocas, esquivaba arbolillos y arbustos como si el bosque fuera su habitat natural. En su zona, el distrito 1, podía degustar del placer de entrenar cuando, donde y como quisiera, contando con un grandísimo entrenador. Su padre.

Pero el hielo juega una mala pasada a nuestra pequeña nancy, pues le hace tropezar y escurrirse, y aunque no pierde el equilibrio, pierde un tiempo precioso para conseguir las mejores armas. Aún así... no puede quejarse. No le hubiera gustado que le tocara el hacha o el mandoble, ¡eran gigantes! Seguro que ni podría con ellos. Recuperandose, teniendo a meno los cuchillos y el resto de cosas que pudo coger, observó a sus compañeros uno por uno. Estaba recuperandose antes de emprender otra carrera, ahora por su vida.

Solo rezaba para que el resto tuviera un poco de corazón y se dejaran, a todos, un tiempo para correr. Como una hora o así.

Lenny salió como una centella, pero al llegar al rio  no supo mantener el equilibrio y tuvo que resignarse a ver como muchos le pasaban mientras el andaba con todo el cuidado del mundo para no caerse. Cuando por fin llegó al otro lado ya era demasiado tarte, la katana y la espada estaban cogidas, así que tuvo que reamoldar su plan. En chico del distrito 3 cogió un hacha, la sopesó y, viendo que no estaba tan mal como pensaba, continuó su camino. Lo siguiente que cogió fue una de las mochilas y se obligó a confiar en que Amanda cumpliera su parte del plan.

El chico levantó el hacha y dibujó un par de círculos con el antes de mirar alrededor para elegir a su primera víctima. Ahora ya estaba preparado para comenzar de verdad los juegos.

-¡Que empiece la fiesta! -exclamó y se echó a la carga.

En cuanto tenga la ropa cogeré comida y mochila. Con eso . . . ¡Un momento! ¿Y las mochilas? ¿Dónde están?

¡CONDENACIÓN! No queda ni una. Esto no puede ser, de un momento a otro echarán a correr llevándose el premio que contengan esas mochilas. No puedo permitirlo.

Dejando el hacha a mano preparo arco y flecha buscando un buen blanco con mochila. Mis ojos ven el bulto naranja en la zona de las botellas, lo bastante claro como para hacer puntería sobre él. Tenso el arco y contengo la respiración, sintiendo el áspero roce de la cuerda en los dedos fríos. No me había dado cuenta pero pronto estaré aterido de frío salvo que la adrenalina lo impida.

Suelto la cuerda que arroja la flecha con precisión sobre la presa aunque el tiro resulta un poco bajo. La flecha penetra en la pierna izquierda de Pride. No parece que haya fracturado el hueso pero eso tiene que doler y con suerte le impedirá huir.

Quiero esa mochila.

Miranda se lanza como una flecha, buscando sus objetivos el arco y las flechas y lo basico para sobrevivir. No había demasiado tiempo y tenía que tener en mente donde esta Ethan  para escapar por su mismo lugar. Después de recoger la comida que sería necesaria se fue a por el agua, aunque seguramente después de la ropa de abrigo tuviera que marcharse, algunos de los chicos ya estaban dispuestos a cazar a los incautos que estaban muy cerca de ellos... En cuando empiece la matanza estaba dispuesta a no dejar pasar a los que fueran más peligrosos, pero antes tenia que alejarse de la zona minada de la Cornucopia. Y deseo que Thomas no viera como mataba a nadie a sangre fria...

Kim se lanza a la carrera junto a los demás, apenas se para a pensar que ese hielo podría resquebrajarse en cualquier momento. Corre gracilmente evitando los resbalones pero tampoco es de los más rápidos, digamos que esta en la media. Por suerte para él, cuando llega hasta el pedestal aún esta allí lo que quería. Toma el enorme mandoble entre sus manos y sonríe un poco torcido.

Menudo pedazo de arma -piensa mientras agradece haber practicado kendo en el pasado. 

No pierde más tiempo y corre hacia uno de los trajes aislantes, antes de salir se había esperado cualquier cosa menos este entorno. Además de preocuparse de los otros tributos , de comer, de beber y de las trampas tenían un enemigo silencioso y letal.. el frío.

Se ata el traje a la cintura como si fuera una sudadera y sigue corriendo hasta el siguiente objetivo.

Iban a ser unos juegos duros..muy duros.

Al grito de comienzan los juegos del hambre, decidí ir directo a lo que mas me interesaba, esa brillante y delicada Katana, con suerte llegaría de los primeros, me dedique a esquivar a todos los que se ponía en medio y sin perder de mi vista esa arma tan codiciada por mi.

Después de unos segundos de mucho alboroto y siempre vigilando mi espalda, no me puedo ni fiar de mi propia sombra, conseguí alcanzar mi Katana, ahora me pare en seco y observe a mi alrededor, intentando averiguar cuales eran las mayores amenazas para lanzarme contra ellos y comenzar la masacre, no pienso quedarme aquí parado mientras todos se unen a la fiesta...

Tras el ataque de Casius a Pride, cuya flecha se clavó en el muslo de la chica sin causar excesivo daño (aunque doler, dolía), Miranda corrió hacia las botellas de agua y cogió una. Marcus, por su parte, cada vez más asustado, salió corriendo hacia el sur antes de que alguien lo matase... y a juzgar por la proximidad de Kim y Troy, esto podría suceder muy fácilmente. Diana se hizo con un equipo de ropa aislante. Emma, por su parte, se acercó a la comida y cogió una lata de carne. John cogió su katana y cargó contra ella.

Mientras corría hacia la zona de armas de la Cornucopia, Bárbara notó clavarse en su corazón un dardo de frustración al ver que Casius y Miranda se habían apoderado de los arcos. Pero no tardó en apartar el pensamiento de su cabeza: todavía le quedaban opciones, y lo más importante en los juegos cuando el plan se trastocaba era saber ajustarlo a la nueva situación.

De manera que, cuando llegó por fin al lugar, cogió la honda que quedaba y colgo de su hombro la bolsa de balas. Aún le quedaba una mano libre, y reemprendió la carrera hacia la zona de comida para atrapar con ella una barra energética. El ejercicio le ayudaba a entrar en calor, pero no le cabía duda de que iba a necesitar algo más que el fino chándal para aguantar el horroroso frío.

Para cuando tuvo la barrita, miró en derredor y se dio cuenta de que la situación empezaba a calentarse, aunque en otro sentido, tal como era de esperar. Casius había iniciado el derramamiento de sangre disparando una flecha a Pride mientras huía, y tanto Lenny como John tenían sus armas en la mano y daban muestrar de buscar gresca.

¿Acabaría teniendo que usar la honda antes de tiempo?

Vale ya tengo arma, ahora necesito comida.
Termino de observar mis mas cercanos y veo el movimiento de Emma que se dirige a coger una lata de carne, BINGO!!! hay tengo mi victima!!

Me lanzo a por ella mientras mientras susurro levemente, para no advertir demasiado a mi objetivo de mi ataque:
-Ven con papa, pequeña..

Ethan cogió un saco de dormir. Tess un equipo de ropa aislante, al igual que Darius. Laura, por otro lado, viendo que Kim la miraba con ojos golosos, echó a correr hacia el este. Amanda se acercó al puesto de armas y cogió una de las últimas que quedaban, el mangual. Stan y Kim atacaron a Nim. Bárbara cogió una botella de agua. Matthew se hizo con otro equipo de ropa aislante. Jessica lanzó un cuchillo a Miranda y Annie la imitó. Tomas cogió uno de los bastones. Leyla corrió hasta las tiendas de campaña y cogió una. Lenny cargó contra Tomas. Troy ayudó a Kim y atacó a Nim después de que ésta se defendiese. Scoth, por último, se movió hasta Amanda y la protegió.

El hacha de Lenny encontró su primera víctima con facilidad. Lo había visto en los entrenamientos y lo odiaba. Aquel marine retrasado en miniatura se parecía demasiado a él y lo mejor era deshacerse cuanto antes de un posible problema. Y más aún ahora que parecía estar desarmado. Sin embargo, por cosas del destino, al tributo del distrito 3 se le fue la mano y se le escapó la piel de Tomas por los pelos.

-¡Qué hijo de puta! -dijo e hizo retroceder el arma.

La joven del distrito 4 sacó uno de sus cuchillos y apuntó a Miranda con él. El proyectil voló para ir a clavarse en la pierna derecha de la chica del textil. Jessica sonrió y preparó otro cuchillo.

- ¡Joder! - Pride No puede evitar blasfemar cuando nota dolor en la pierna izquierda. Una flecha se la había clavado en el muslo. Al mirar alrededor, ve que es Casius quien sigue apuntándola. 

- ¿Pero qué le pasa? ¿No vé que hay gente más peligrosa que yo ahora mismo? - piensa enfadada.

Aunque la pierna la duele, sabe que no puede correr con la flecha dentro, que aunque duele, no ha llegado al hueso. Además está claro que ahí no se puede quedar,aunque no está grave, al verla herida, otras personas pueden optar por atacarla también. Se arranca con un grito la flecha, mira alrededor, para ver hacia dónde han salido corriendo los demás que se hayan podido ir, y empieza a correr, girándose para ver si la vuelven a atacar intentar al menos utilizar la mochila a modo de escudo. Se dirige hacia el oeste. De momento se tendrá que conformar con la botella de agua y la mochila. 

Kim se acerca corriendo a Nim para intentar asestarla un mandoblazo, rozando el muslo de la tributo.

Mira ceñudo a Stan de reojo , que parece querer eliminar tambien a la tributo, pero de momento no dice nada, se limita a colaborar.

Nisiquiera se detiene a observar a los demas: La prioridad es seguir vivo.

Reanuda la marcha, tratando de colocar todo su esfuerzo en la carrera, mientras que trata de guardar el saco de dormir en la mochila.... se dirige hacia el noroeste.

No puede dejar caer una mirada a Miranda: Parece que tiene problemas. Si sobreviviera, arreglarían aquello como buenamente pudieran. Esperaba que lo hiciera....si no era así, entonces deberá de olvidarse de todo aquello, y mantener la lucha por su propia vida..

Decide arriesgarse e ir hasta el montón de los útiles, aunque tenga comida y agua (o hielo en breve) necesitará algo para mantenerse caliente o morirá esa noche mismo. Viendo que la gente está ocupada, corre y coge un equipo de ropa aislante y se lo ata a la cintura intentando no soltar ni el agua ni el pan. Luego se toma unos segundos para revisar la situación de todo el mundo: hay gente que ha empezado a atacar y simplemente dan miedo. Se engancha a Troy y decide arriesgarse a coger un cazo mientras el resto del mundo está entretenido.

Marcus con el cazo en una mano y la mochila a la espalda salió corriendo hacia el sur como alma que lleva el Diablo. Por un momento se imaginó a alguien que le viera correr de esa manera con un cazo en la mano y pensó que era gracioso... pero el frío hacía que le tiritaran los dientes y en nerviosismo no le permitía reirse. Cuando llegó hacia el bosque suspiró aliviado y se mantuvo ahí un minuto recuperando el aliento, pero se dijo a si mismo que no podía parar mucho más o le alcanzarían.

El tributo del distrito metalúrgico se adentró lo suficiente como para poder subirse a un árbol y que no lo vieran desde el camino que lleva de la Cornucopia hasta donde él se encontraba (y, si tenía un poco de cuidado, tampoco desde abajo). Allí buscó una rama gruesa en la cual poder sentarse apoyando su espalda en el tronco del árbol y así recuperar el aliento. Esperaba que Leyla llegara hasta su posición con sus provisiones. El hacha, la tienda de campaña... se le ocurrió una posible trampa para usar la campaña, pero se dijo a si mismo que tenía que tener paciencia. También recordo que su compañera había cogido otra moch... ¡la mochila!

Se inclinó un poco hacia delante para poder coger la mochila de su espalda. La abrió y miró en su interior para saber qué había en ella. Él no necesitaba un arma tan urgentemente (salvo algo afilado para poder cortar cosas como ramas y quizás defenderse de algún animal que no le supusiera un peligro muy grande) pero sí que necesitaba cosas para sobrevivir a ese terrible frío y algunas que otras provisiones...

La chica rubia de su distrito comentó las mismas soplapolleces que le había dicho en el tren, a las que Stan solo había respondido con un "veremos" antes de largarse.

Ahora Stan podría responderla de verdad, responderla con su verdadera naturaleza:

-"Te mataré, lo siento rubia pero la vida es así"

Y procede a clavarle la espada en el brazo, produciendo una herida brutal.

Otros chicos se habían acercado, Stan no los pierde de vista... "Yo solo quiero la mochila de esta chica, si alguno se pone sufrirá su mismo destino, aunque sea lo último que haga".

Marcus tenía suerte. En el interior de la mochila encontró: saco de dormir aislante, ropa aislante, mantas, materiales para hacer fuego, gafas de visión nocturna, dos paquetes de galletas, dos latas de carne en conserva y un termo de un litro vacío.

El terrible espadazo de Stan cortó el brazo derecho de Nim a la altura del codo con tanta facilidad que el hueso apenas hizo resistencia y se desgajó con un chirrido corto. La extremidad cercenada cayó al suelo y Nim empezó a sangrar muchísimo.