Batsy observó entre sorprendido y asustado la reacción del hombre... y vió con horror como las ramas serpenteaban hacia el nativo y acababan con él con precisión quirúrgico. Se le revolvió el estómago, pensando que un segundo, sólo un segundo antes, había intentado ayudarlo que era un ser humano vivo, con sus propias ideas y personalidad y, de repente.... Al bibliotecario se le revolvió el estómago, cuando se unió a esta expedición esperaba encontrar problemas con insectos, terreno inestable, ruinas peligrosas... no aparecer en medio de una guerra ancestral entre humanos y humanos-plantas, para ser herido y observar muertes. Sintió que la nausea le ascendía a la boca del estómago, incapaz de moverse.
El matemático se halla estupefacto, paralizado. La sucesión de escenas que acaba de contemplar le han sobrepasado. Ahora, que parece que el peligro está, o bien alejándose atemorizado, o bien tirado en el suelo sin vida, desliza una mano a uno de sus bolsillos y saca la cámara digital. Comienza a hacer fotos del cuerpo sin vida y las punzantes ramas arbóreas.
- Jo... der... Recojamos datos y... y no tardemos en largarnos de aquí. - Exclama, sin dejar de apretar el botón de la cámara. - ¿Cómo... cómo es posible que esas ramas se muevan de esa manera?
El bibliotecario salió de su parálisis al ver como Kengsinton empezaba a documentar todo lo que estaba ocurriendo. Con manos temblorosas, sacó su propia cámara y empezó a hacer él mismo fotografías de todo: ambos estaban conmocionados con lo que estaba ocurriendo, quizá así entre los dos pudiesen cubrir todo lo que estaba ocurriendo. Quizá así pudiesen registrar todos los detalles.
- ¿Se-se-se-ssss-se-seran los indígenas "blancos"? O-o-oo-o-o- quizá lo que sea que vimos en el "laboratorio", pero ya crecido.- dijo Batsy, intentando llenar el silencio con su voz, para así no oír los ruidos que producían las ramas al desplazarse y los ruidos que temía que se produjesen cuando alcanzasen a los otros nativos. Dándose cuenta entonces de que podía registrarlo, puso la cámara en modo video y pasó a grabar todos los alrededores, incluido el cadáver y a sus compañeros. Quizá así les creyensen cuando explicasen todo aquello.
- Sr. Baterman, le pido consejo a ver si en su... biblioteca mental puede encontrar la mejor opción. Acabamos de asistir a una extraordinaria puesta en escena de la vegetación del lugar. Ejecutan los movimientos de alguna extraña manera pero... Dios míos, ¡los árboles se mueven! Es algo que debemos documentar a Alma Máter, sin duda. ¿Sugiere hacer una investigación de campo, aquí mismo o... o tomar una muestra, seccionando una de estas ramas? ¿Y usted, Sr. Ohrin?
Albert Allister Kengsinton mira de reojo las ramas mientras baja el tono de voz, temeroso de ser empalado al ser escuchado por un árbol mientras habla de la opción de seccionarle una de las ramas.
- ¡Dra. Srinivasan, ¿cómo va ahí arriba?! - Dijo elevando la voz, para dirigirse a la arqueóloga, que estaba fuera del recinto circular, en una posición más elevada.
¡Todo bien! Al igual que a ustedes, las ramas me han rodeado para atacar a los carnívoros. Ahorita no parecen hacer nada más. Creo que ya se calmaron. Tengo una muestra de su savia, y si, confirmo que en sus troncos tienen como altorelieve las figuras de humanos, quizá los humanos que fueron.
Guerra civil es mi hipótesis. Y que raro que respeten a los "periodistas", pero bueno, agradezcamos a Hanumann el gesto.
¿Que hacemos? ¿Investigamos más aquí o intentamos visitar el siguiente edificio?
Sharada se movió entre las ramas, buscando saber de donde venía el movimiento, y de donde la comunicación entre ellas.
* ¿Investigación? ¿O nos movemos al otro edificio?
- Dudo que podamos llevarnos el cuerpo sin vida o estas ramas articuladas con nosotros, si es eso lo que le parece interesante, doctora. - Apuntó el matemático. - Si se me permite, creo que deberíamos analizar lo que acaba de ocurrir aquí, y luego, continuar.
Albert Allister Kengsinton no quería dejar escapar la oportunidad de recabar datos de la frenética y sangrienta escena que habían protagonizado los nativos del lugar y las ramas tentaculares.
Adelante Albert, tomemos muestras y analicémoslas. -siempre científicos antes que nada. Y procedió a llevar a cabo esto. Siempre con mucho cuidado, respeto, diciendo con permiso y uniendo las manos para reflejar que lo estaba haciendo así.
Valor de viaje, 6, fichas 2.
Las ramas atacaban selectivamente a los nativos "negros" que huían por el bosque. Ante mi asombro, una de esas ramas empaló al que yo había intentado socorrer del suelo.
Seguí corriendo mientras escuchaba a los demás intentarle buscar una explicación a aquella masacre. La explicación parecía bastante clara. Aquello ya no parecía una guerra por el territorio o por los cuerpos o por la supervivencia. Aquello ya tenía pinta de exterminio racial. Se estaba pareciendo más al Holocausto que no a una necesidad de ascender o nada parecido. Era un genocidio con todas las letras.
Se estaba matando indicriminadamente a los "negros" sin que hubiera un patrón en las muertes. No se llevaban a los más jóvenes, o viejos, hombres o mujeres, adultos o infantes. Todos estaban bajo el ojo de los árboles y sus ramas asesinas.
En torno a ti, las figuras humanas, con sus rostros, que adoptan los árboles te hacen sentir observada. Tras lo acontecido hace escasos minutos, contemplas las largas ramas como brazos alargados de unos seres que ya no distinguen entre reino animal o reino vegetal, y justo en ese instante, se ilumina la certeza frente a ti:
Algunos miembros no completaron su transformación en planta, son árboles inmensos, de movimientos lentos y majestuosos, pero con reflejos de protección contra los invasores, y cuyos últimos vestigios de humanidad se esconden entre lo más profundo de su follaje.
Gastas entonces dos Fichas (bórratelas) y surge una nueva Revelación.
Aumenta el nivel de Vigilia.
- Los-los-los árboles no deberían moverse.- susurró Batsy con la cámara en las manos, repitiéndoselo a si mismo una y otra vez, como una especie de cantinela, mientras seguía registrando en vídeo lo ocurrido, totalmente en automático. Incluyó a sus compañeros en la grabación, casi como si fuesen rocas u otros elementos del paisaje. En algún momento, la salmodia cambió y el bibliotecario empezó a elucubrar, aún de manera mecánica.
- Qui-quizá se trate de la fase final de lo que vimos en el laboratorio: gue-gue-guerreros perfectos, híbridos de humano y planta. Las-las-las plantas tienen una suerte de sistema de movimientos, muy básico, ritmos circadianos, nastias, tropismos... salvo las sismonastias de las plantas carnivoras... o no carnívoras, Mimosa pudica también.... las sismonastias pueden ser muy rápidas, se ven con el o-o-o-ojo a simple vista... sí-si-si una planta pudiese gozar de un sistema nervioso análogo al mamífero ¿qué no podría hacer? Las plantas son protectoras consigo mismas y el entorno donde crecen: espinas, sustancias irritantes, incluso venenos, se protegen...se protegen....
Movimientos de las planta uno y dos
Reacción de la mimosa ante el contacto (sismonastia)
Sharada bajó, con sus conclusiones bajo el brazo y quizá temblando un poco por ello. Al llegar a estar junto a sus compañeros escuchó a Batsi, admirando su imaginación y forma de encontrar conclusiones, y les dijo las suyas, con voz de asombro:
Algunos miembros no completaron su transformación en planta. Son árboles inmensos, de movimientos lentos y con reflejos de de protección contra los que ven como invasores. Sus elementos de humanidad se alcanzan a ver reflejados en los troncos y en huecos y recovecos. No son figuras talladas, son el humano aún pudiendo verse en el árbol.
Ese había sido su sesgo, haber supuesto y creído que era real que eran altorelieves puestos por escultores. De nuevo, un sesgo antropológico que se negaba a creer lo inverosímil, como cuando la comunidad científica no le creía a Jane Goodall que los chimpancés de Gombe hacían sus propias herramientas (las varitas saca-termitas) o que tenían una estructura social al interior del grupo. Simplemente partían del supuesto que no era posible, y por eso sólo ella, no entrenada en el "conocimiento establecido" pudo ver con claridad lo que ahora nos parece obvio.
Podemos intentar comunicarnos con ellos, o podemos ir al siguiente edificio por más claves y regresar aquí.
Lo que es cierto es que defienden del sitio de los Otros y no de nosotros, como si fueran anticuerpos con una reacción específica, y no haciendo caso de aquellos que no fueran su objetivo estar en contra.
¿Que quieren hacer? Preguntó con los ojos redondos de la sorpresa aún.
Cuando la doctora termina de hablar, en el corto espacio de tiempo en que todos quedáis callados, os percatáis de dos cosas. La primera es un sonido grave, lejano, que retumba por el cielo. Tiene poca intensidad todavía, pero parece incrementarse, pues hace un minuto no se escuchaba. Os recuerda a una tormenta lejana, pero el cielo está despejado ahora mismo.
La segunda cosa que llama vuestra atención es un olor intenso, dulzón y que os recuerda a una mezcla de moho y humedad.
Añado la Revelación a la lista en Diario de campaña.
Ese olor, ¿lo recuerda Threkor? ¿No es similar al de el cementerio de plantas, el de la "última fase de transición"? Este lugar tenía dos preguntas por cada respuesta que uno encontraba, ni modo.
Vayamos a ver si es cierto. ¿Creen que los "carnívoros" que acaban de morir, fueran a ser reciclados como plantas más adelante, siguiendo el mismo proceso?
Una tiende a pensar que los animales son los depredadores y las plantas las presas, pero en este caso bien podría ser al revés.
¿Vamos? En eso oyó el retumbido. No, eso no es una tormenta. ¿Serán más árboles acercándose? Estuvo expectante, tratando de saber si era seguro seguir o no. Esperó la opinión de sus compañeros.
Buscas con la mirada la dirección a seguir para ir al cementerio, pues piensas que el olor que teje sus tentáculos por la "biblioteca de piedra" proviene de allí, pero te percatas silenciosamente de algo: el olor proviene de uno de tus bolsillos donde guardas tu equipo.
Ups, creo que ese olor ha de ser algo de comida que estaba guardando que quizá se me está echando a perder en el bolsillo, -Uy ojalá no sea el mango, se veía muy rico- Mmm, perdón, dejen lo tiro.
En eso sacó el vial con la savia que había recolectado. Jeje, no bueno, quizá sea esto.
¿Quieren examinarlo con su equipo? Apostaría que corresponde a la fórmula de las estelas, y que podría reproducirse en el laboratorio. Ha de ser con lo que se inicia la transformación. -Sharada resistió la tentación de probarlo, le daba mucha curiosidad el saber que podría recorrer el camino a volverse árbol ella. Pero no, sus hijos la esperaban allá en Bangalore. Mejor no.
Olisqueé lo que mostró la doctora, y aparté de golpe la cara de eso.
¡UF! Sí, doctora. Es el mismo olor que detectamos en aquel cementerio.
Las revelaciones que habíamos conseguido sobre aquel conflicto, empezaban a dar más claridad a lo que ocurría allí. Pronto tendríamos una fotografía completa de lo que se había gestado en aquella selva durante siglos.
El vial que la doctora sostiene entre sus dedos pulgar e índice corresponde a un líquido espeso y translúcido. En la capa superficial de la savia comienza a formarse una película finísima de musgo verduzco que parece aumentar de tamaño lentamente por las paredes interiores. La parte con aire dentro del vial es ahora más oscura, y parece ser debido a los vapores que liberan algunas reacciones bioquímicas que están teniendo lugar. Dichos vapores han hecho que la presión aumente en el interior y el tapón tenga que soportar más resistencia. El olor es insoportable.
Espero que esto no explote. ¿Continuamos explorando, señores?
Sharada buscó la salida por donde pretendían ir los carnívoros. Puso el vial de nuevo en su bolsa. Lo estaría checando a cada rato para ver si funcionaba o no mejor dejaba salir el aire. Se encaminó hacia allá.
¿Qué será ese sonido? ¿Explosión en el laboratorio por estos mismos gases-miasmas expansivas?
¿Hacia dónde os dirigís, entonces?
¿Qué edificio nos falta por explorar? -preguntó Sharada azorada. Tal vez ya habían explorado todos, pero no estaba segura. Revisó con Albert el mapa que habían hecho desde el aire y con los drones.
¿Alguno falta?
Si ya los vimos todos, ¿entonces que queda? La verdad es que ya tenemos más piezas de valor científico para cambiar al mundo. ¿Regresaremos? ¿Está nuestra civilización lista para este conocimiento?
Antes de especular más, miró a sus compañeros. Quería saber más antes de salir.
En eso cayó en cuenta.
¡El sonido!, ¿no es? ...¿no es? ¿una nave? Trató de escuchar con más cuidado, para saber si era una nave de "ellos", su fundación, su universidad, su país, su civilización, o de "los otros", los seres-planta, en transición, los originadores de este pueblo-fusión.