Partida Rol por web

Miro el botín un poco defraudado:

-Qué cosas más feas... estos bandidos nunca llevan joyas encima eh!. Dije y empezó a reír.

Me dirigí a los cofres y me dispuse a abrirlos.

Saco las ganzuas y rapidamente fuerzo los dos cofres.

En el cofre fácil hay:

10 monedas de oro

Un set de escritura (tinta y pluma)

En el cofre difícil hay:

Rubí (70 septims)

Zafiro (70 septims)

Gemas preciosas (150 septims)

-Bueno amigos, esto es lo que hay en los dos cofres. Digo mientras sostengo en las manos:

10 monedas de oro

Un set de escritura (tinta y pluma)

Rubí (70 septims)

Apestosos bandidos no tienen nada de valor, será por eso que nos asaltaron. ¿Deberíamos continuar no? Se hace tarde.

Unos aplausos se pudieron oír cuando decidí por fin estirarme en el carro.

-Vaya-dije con una radiante sonrisa-Buen trabajo, ya pensaba que iba a tener que echaros una mano con esos bandidos-

Lo cierto era que eso estaba muy por debajo de mis habilidades y por ello había preferido esperar sin más, pero casi cuando el aburrimiento me había hecho hacer algo se habían decidido a acabar.

-Pero el grandullón tiene razón, deberíamos seguir si no queremos que nos pille la noche a medio camino-

-Bueno... me quedare el Rubí a no ser que alguno de vosotros sea artesano y le interese. Lo venderé en cuanto pueda y si queréis repartimos el dinero entre todos.

-Los 10 Septims se los daré al Orco, creo que es lo mínimo por resistir el asalto con la caravana, es el que se está jugando más de todos ¿no creen amigos?. Dije mientras le pasaba el dinero al Orco con una sonrisa.

-Y el papel y pluma si nadie los quiere... pues aquí que se quedan... yo no quiero cargar con cosas inútiles.

Deje el papel encima del cofre y me guarde el Rubí. Me senté al lado del Nórdico y hable con el un rato.
-Tranquilo amigo. Sé que el Orco no te cae muy bien, pero diez septims no es nada eh!. En cuanto llegamos al pueblo te invito a una comida caliente que con tanta acción me está entrando hambre.

las palabras del Argoniano me abrieron el apetito, Visto lo visto mis músculos necesitan alimento, sino mis golpes no son contundentes, Ja, ja, ja. La amistad con Teeinav crecía durante el viaje, siempre era de agradecer ese tipo de compañías. 

Me echo la capucha por encima.

-Me parece bien.-Trago saliva- Si nadie tiene nadie en contra me gustaría quedarme los utensilios de escritura.

Nunca había tenido unos propios... A pesar de mis muchos años de vagabundeo siempre había cosas mas urgentes que este estúpido capricho, pero por una vez la vida sonreia al forestal.

-¡El primero en reclamarlo es el primero en poseerlo!. Dije pasandole los papeles al Bosmer.

-Ningún problema por mi parte-añadí con una sonrisa-Me parece bien que los cojas. Es más, ¿podría sugerirte que fueras tú quien narrara las futuras hazañas que realizaremos?-

Era una bonita forma de enmarronar a alguien. Y puesto que no tenían información nueva, para mi no tenían ningún valor. A ver si seguíamos avanzando de buena vez o la noche se nos echaría encima y, si podía evitarlo, prefería no pasar más noches al raso de las necesarias. El frío de Skyrim podía ser incómodo

No puedo evitar dar alguna que otra cabezada tras la espera a que el orco decidiese al fin proseguir el viaje hasta Hibernalia.

Mmmm... quizás los bandidos sean tan solo una alucinación provocada por algún tipo de sustancia proveniente del aire. ¡O si si!... o si... si... o... no... Zzzzzzzzzz...

Asiento con la cabeza y tras enrollarlo me lo guardo en la manga. Me coloco en la parte de atrás mirando ahora con desapasionado interes al bandolero atado.

-Cuelga del tejado, pequeña perezosa; a ojos humanos eres poca cosa- musito recordando una cancion de otro lugar-. La alta tejedora orgullosa vivió... y en su fino hilo estrangulada, murió...

El Orco recibe las monedas de oro, realmente no se ve entusiasmado por el botín y piensa que serán bien gastadas en una ronda de aguamiel para todos en la próxima parada. Bien, veré que las aprovechemos bien... le guiña el ojo a Teeinav.

Es hora de partir... se asegura que todos los pasajeros se encuentren arriba de la carreta, agita las riendas y el noble caballo emprende su marcha continuando la ruta que llevaban. Esto nos atraso un poco, pero diganme... acaso no querían disfrutar del paisaje? pues bandidos y alimañas también son parte del paisaje jejeje! sonríe mientras se asegura que el ultimo pasajero de atrás se encuentra cómodamente atado y tragando el polvo del camino mientras se retuerce al ser arrastrado.

Y tu que opinas amigo, estas disfrutando del camino? cuando decidas hablar paramos! le grita al pobre bandido.

Finalmente apresura el paso para recuperar el tiempo perdido.

- Déjame en paz. ¡¡No se que vas a conseguir con esto pero nada bueno seguro!! - Dije y les escupí en la cara.

-No va a decirnos nada. Matarlo y buscar el contrato en sus bolsillos. Dije mirando al bandido.

El maldito bandido estaba siendo arrastrado detrás de la carreta, y parecía que no iba a hablar... no creo que dure mucho tiempo así, en algún momento su cabeza golpeara una roca o se desangrara por las heridas de su cuerpo... tendrá la muerte triste y dolorosa que merece.

Dejénlo que muera, luego lo revisan... disfruten el paisaje de este agradable día mientras seguimos nuestro viaje a Hibernalia. 

Escuche las palabras del orco y asentí en silencio. Mire al infinito y trague aire.

Hermosos paisajes… pero odio el calor. A ver si empieza a refrescar un poco.