Partida Rol por web

Miguel habla yucateco, y te das cuenta, obviamente, porque lo entiendes.

En el segundo día de viaje, cuando todavía no habéis abandonado los manglares más cercanos a Belize, es cuando Mortimer señala a un punto de la costa. Allí se puede ver una modesta edificación de madera con una cruz, inequívoca señal que revela de qué se trata.

Patterson, que es quien guía el bote, se acerca a la costa, pues antes de salir, Mortimer acordó con Morgan esta parada, con el fin de visitar la misión del hombre de Dios, antes de continuar arriba.

Desembarcáis y veis algunos indígenas y otro hombre de Dios que saluda a Mortimer efusivamente.

Robert, tras abandonar el bote, se acerca también a lo que cree reconocer como una misión cristiana, saludando a todos los indígenas que encuentra por el camino y curioseando sobre su forma de vivir y su relación con la iglesia. Por último se acerca al hombre de Dios y, con el gesto sonriente, se presenta.

- Saludos y encantado de conocerle, soy el Padre Sunhold, ¿qué tal van las cosas por aquí?.

Al desembarcar pueden comprobar que la misión son sólo dos pequeños edificios de madera ennegrecida por la humedad. Uno es la iglesia, más bien capilla, que habian vislumbrado desde el río. El otro una pequeña cabaña de un solo piso, donde habitan los misioneros. Hay también algunas chozas nativas, pero muy pocas. Mortimer les explica que la mayoría de indígenas viven dispersos en diferentes poblados de los alrededores.

A los alrededores se pueden vislumbrar algunos nativos, pero se muestran recelosos y tímidos. Salvo con Mortimer, al que saludan en su lengua nativa con evidente afecto. Con ayuda de uno de estos indígenas, desembarca el pesado baúl que había traido, trasportándolo al interior del edificio.

Allan Grey aprovecha para tratar de interactuar con los residentes en la misión, pero lo cierto es que nadie le entiende, así que se acerca a donde está el padre Tregenis, segundo miembro de la misión. Un hombre de unos cuarenta años, fibroso y de amplia sonrisa. No hace nada por disimular la satisfacción que le produce encontrarse con compatriotas.

-Pues, la verdad, sé que hubo una expedición hace poco tiempo río arriba, pero no he vuelto a pensar en ellos desde que los vi. Sólo, cuando me avisaron, recé por ellos, por lo peligroso de los terrenos en los que se adentraban, pero nada más. Me entristece saber que finalmente puede que mis miedos se hayan consumado. Y más aún ahora que sé que van ustedes a seguirles, y con Mortimer, lo que me intranquiliza aún más.

Mortimer desembarca junto con el padre Sunhold y se dirige hacia el misionero con una sonrisa en el rostro. Debe ser la primera vez que le ven sonreir.

-¡Padre Tregenis! Me alegra verle en buen estado -toma la mano del misionero entre las suyas, en un efusivo apretón. Después le presenta al resto de miembros de la expedición que hayan desembarcado y le pone al corriente de su triste aventura.

-Entonces vio a la expedición del doctor Williamson. ¿Le comentaron algún detalle sobre la ruta que iban a seguir?

No, no. Ni se pararon. Es más, no creo ni que repararan en nuestra misión. Yo me enteré de su paso por los niños, no, no sé nada, vaya por Dios, de haberlo sabido me hubiera afanado en averiguar algo.

Dice el cura, con palabras que parecen sinceras.

Pues iban en busca de yacimientos arqueológicos, de civilización maya, sin duda. El profesor Williamson, que es el director de la anterior expedición era casi el mentor de Morgan, de la misma Universidad Miskatonic, de donde ocupaba cátedra de arqueología. El doctor Franklin también le conocía, y dice de él sólo cosas buenas. Gordon no tiene ni idea de quién ese ese Williamson, sólo sabe que le pagan por que no falte de nada en la expedición, no se interesa por nada más.

No investigaba nada raro, y no, no hay notas de su expedición, salvo la ruta que iban a tomar por el río, que es lo único que tienen.

Walter no puede evitar una mirada de recelo hacia Miguel, los demás indígenas y Patterson.
Y es que cuando ve gente hablando en idiomas que no entiende se siente muy en desventaja....

Aprovecháis la estancia para reponer algunas provisiones, ya que, aunque no pedís nada, el padre Tregenis no os deja marchar sin ellas. Fruta y algo de carne seca, en su mayoría, víveres muy útiles para vuestra misión.

Uno de los ancianos indígenas, probablemente descendiente de la antigua civilización maya, os dice que en su niñez se hablaba de ruinas de la antigüedad río arriba, muy lejos. Pero que los suyos ya nunca iban por allí. Son tierras abandonadas.

Tras comprobar que no podéis sacar nada más de información de la misión, pues sólo algunos niños vieron la embarcación remontando el río, y con la confirmación del misionero de que los indígenas jamás van hacia el Oeste, sino que sus zonas de caza son siempre hacia el Este, por las junglas y manglares que van hacia Belize, os ponéis de nuevo en marcha.

Son cinco días más de viaje río arriba, aparte de los casi dos que empleasteis en llegar a la misión. Al fin, llegáis a lo que parece ser la última posición conocida del grupo anterior. Lo encontráis en uno de los rastreos de la orilla, cuando Patterson encuentra una linterna oxidada. Luego, indagando más, encontráis más cosas bajo la alfombra de hojas muertas infectadas de hongos: latas metálicas de comida, anillas de metal y algunas cosas más no biodegradables.

A unos ocho metros al sur se puede ver lo que parece ser una pequeña pirámide, de aproximadamente cuatro metros de lado y tres de alto a la que apenas comienza a cubrir la vegetación. Parece claro que la expedición de Williamson limpió la estructura durante su estancia.

La excitación os invade. Al fin, tras el penoso periplo por el río habéis encontrado muestras de las dos cosas que veníais buscando, la expedición de Williamson y ruinas de civilizaciones antiguas.

¿Qué hacéis?

Martes 18 de Marzo de 1921 - Jungla de Belize (última posición conocida del grupo de Williamson) - 14:35 horas

-No parece que partieran con tranqulidad precisamente- digo mientras observo la zona cubierte de objetos -Lo de las latas podría ser normal, pero ¿por qué abandonar la linterna?

Parece cada vez más evidente que la anterior expedición pasó por ahí. Interesado, me acerco con cierta cautela a la pirámide, quedando a unos dos metros y media de ella aún, intentando examinarla con la mirada y sacar conclusiones a partir de mis conocimientos teóricos sobre Historia, a la espera de encontrar algún tipo de grabado o marca de algún tipo que evidencie la procedencia que supongo es maya.

Thomas se queda en el barco , esperando que vuelvan para continuar el viaje . La verdad a el la misión le importa poco .

Revisa el desvencijado barco una y otra vez esperando a que los señoritos decidan volver .

-Joder si ya lo sabia yo , se juntan tres curas y ya tenemos el día echado- . Va maldiciendo entre dientes.

-Miguel anda saca el ron y damos un tiento que esto va para largo-, le dice entre español y yucateco .

-Diría que podríamos montar un campamento aquí pero viendo como lo dejeron nuestros predecesores la idea no me seduce, la verdad- comento mirando la construcción y al rededor de lo que fuera el campamento -Si el profesor es como imagino, deberíamos dirigirnos a la pirámide, allí seguro que encontramos algo más.

Me muevo entorno al antiguo campamento, pisando con cautela para evitar estropear algún rastro que pueda indicarnos el rumbo seguido por la expedición.

-Quizá simplemente se les estropeo y la abandonaron -respondo a la señorita Dresden, y me inclino un poco para examinar más de cerca la linterna y las anillas de metal.

Thomas intenta pese al tiempo imaginar y recrear como era el campamento que montaron , como lo orientaron , de cuantas tiendas podia ser , si hay rastros de pelea , de desmontar todo deprisa o de ser arrancado sin cuidado .

Deja de lado la piramide ya que de ella se encargarian los eruditos , Thomas le interesa mas el campamento , los restos , por ellos intenta averiguar hace cuanto tiempo se marcharon .

-Podrían ustedes intentar no pisar demasiado por esta zona , voy a ver si entre Miguel y yo podemos averiguar algo de los rastros ... va a ser difícil pero si estan pisando lo será mas , así que por que no se acercan a inspeccioanr por la piramide a ver si descubren algo mas .-

Allan, tras animar a Vincent a ayudar al amigo del indio a buscar cosas por entre los restos del campamento, enciende un cigarrillo y tras plantárselo en los labios va con su asistente y el perro a colaborar en la tarea. No sin antes comunicar unas básicas medidas de seguridad para minimizar el riesgo de ser picados por algún animal venenoso.

Siguiendo su ejemplo, Allan solo remueve cosas con la punta del bastón cuando alguna de ellas le llama la atención.

Walter mira en torno ¿Hay señales para tener una idea de si el campamento fue abandonado de manera ordenada o precipìtada?