Partida Rol por web

Shiro se acurruca junto a ella tapándose ambos con el cobertor de la cama apagando la luz y encendiendo la lamparita de la mesa de noche.

-Pues veras Star Trek la película trata sobre el destino de la galaxia , que está en manos de dos encarnizados rivales nacidos en mundos muy diferentes. Uno, James T. Kirk, es un joven granjero de Iowa, amante de las emociones fuertes, un líder nato en busca de una causa. El otro, Spock, se ha criado en el planeta Vulcano, y es un marginado debido a su origen medio humano, lo que le hace vulnerable a la emociones volátiles sin las cuales los vulcanianos han vivido desde hace mucho, y que es sin embargo un ingenioso y decidido estudiante que llegará a convertirse en el primero de su especie admitido en la Academia de la Flota Estelar. Kirk y Spock no pueden ser más diferentes. Pronto se encuentran compitiendo con todas sus fuerzas para estar entre los pocos elegidos para formar parte de la tripulación de la nave espacial más avanzada que se haya creado jamás: la nave USS Enterprise , y de todas las aventura que tiene mientras se convierten en dos grandísimos amigos.
Finalmente después de muchas horas de charla de Star trek , Star wars , manga, anime y rol ambos quedan dormidos acurrucados juntitos. Cuando por fin llega el amanecer , un rayo de sol despierta a Bennet que oye un extraño sonido de ronroneo mientras nota algo peludo que toca donde su espalda pierde su nombre.

Puerta principal de la Escuela, viernes noche 19.00 pm

Todavía no ha oscurecido cuando, a la puerta de la escuela, llega Warren vestido con un elegantísimo smoking, conduciendo un costosísimo descapotable.

Ángel sonríe como un niño con zapatos nuevos y, pese a que su llegada ya ha causado algo de revuelo, toca varias veces el claxon de su Bugatti Veyron descapotable, para reclamar la presencia de su pareja

¿Era esta noche cuando tenía que recoger aquí a alguien para ir a cenar? bromea abriéndote la puerta del coche galántemente cuando apareces... ¿Satisfecha la senorita con este modesto descapotable? ríe Warren, sentándose al volante

Bajaba las escaleras de la Escuela, lenta, para no matarme con los tacones, y escuché varias veces el sonido de un claxon.

Resoplé. Sabía perfectamente que no podía ser otro que el don perfecto y don maravilloso Warren Worthington III. Pese a todo odiaba que me metieran prisas, así que, sólo por fastidiar un poco, fui con cuidado y parsimonia y sin ninguna prisa hacia la entrada de la Escuela.

Claro, obviamente corrí hacia el coche en cuanto lo vi, olvidándome de la tontería.

-Madre mía- murmuré, al ver el coche y antes de salir despedida hacia él-. Qué juguete.

Saludé con un gesto de la mano a Warren y rodeé el coche con los ojos como platos, rozándolo con las yemas de los dedos como si necesitara sentirlo para creerlo.

Miré a Warren con una media sonrisa y enarqué una ceja.

-No está mal- dije, escueta, fingiendo desinterés-. Un descapotable más. Ya ves tú...- reí.

Agradecí con una inclinación de cabeza que me abriera la puerta y me recosté en el cómodo asiento, poniendo los brazos por detrás de la cabeza.

-Efectivamente, no te confundes de noche- respondí, aún admirando el coche.

Miré a las personas que se habían congregado allí y les saqué la lengua, chinchándoles, luego, reí como una niña.

-Dios, Warren, lo reconozco el coche me encanta- me sinceré, tocando el salpicadero-. Y descapotable, como te dije. Muy bien, muy bien- aprobé-, muy buen chico- bromeé.

Hice una pausa y murmuré, mirando al cielo:

-Pero, la moto que me va a dar Logan mola más.

Me aclaré la garganta y miré a Warren.

-¿Nos vamos?- pregunté.

Observo bastante impresionado el coche de Ángel desde la fuente que hay a un lado de la entrada donde estaba tratando de convencer a las carpas de que hicieran un pequeño baile, Trixie estaría a punto de llegar y quería darle un pequeña sorpresa , aunque desde luego no iba a ser del calibre de la que estaba recibiendo Jane. Por un momento siento un poco de envidia por el desigual reparto de riquezas , pero rápidamente recuerdo que aunque muy trabajadores , nuestra familia no es que sea pobre precisamente. ME alzo y me acerco hasta el coche donde un muy ufano Warren le abre la puerta a Jane.

-Bonito coche , 16 cilindros con caja de cambios de 7 marchas , lo único que consume demasiada Gasolina , no se porque te imaginaba con algo mas exclusivo , no se un Varley evR450 eléctrico , o ta vez el híbrido. Aunque debo reconocer que esta es toda una maquina , la unica pega es que jane te va a estropear toda la tapicería si sigue babeando tanto digo para picarla un poco.

-¡Shiro!- saludé-. ¿Has visto que pedazo de carro?- pregunté, riendo-. Sí, le estropearé la tapicería, pero seguro que no le importa- alcé las cejas y sonreí a Warren- porque el don perfecto y don millonario Warren Worthington III puede permitirse comprase otro coche, en lugar de llevarlo al túnel de lavado- reí.

Miré a Shiro y le pregunté:

-¿Esperas al alguien, Shiro?- alcé una ceja-. ¿Alguien especial?- añadí, enfatizando la última palabra y reí-. Te diría que os unieseis, pero, no tengo ni idea de a dónde vamos, así que...- me encogí de hombros-. Además- me incliné y le susurré en el oído a Shiro-, me da que el dios de dioses quiere algo más que cenar, así que...- me tapé la boca, ruborizándome un poco-. Nos vemos, Shiro.

Sonrio con un gesto afectuoso , antes de decir:

-Creo que Warren ya ha tenido en cuenta la posibilidad , por eso ha venido en un coche de DOS plazas - digo haciendo énfasis en el dos con los dedos-Ademas , no me veo en un cena de alto copete de nuevo , soy mas de hamburguesa y patatas , pero señor Wortington , si algun día le apetece , le hago algo especial para usted y sus invitados , no le cobrare.... Demasiado digo con una sonrisa mientras le guiño un ojo pícaro a Jane, porque aunque todos los X men nos tratan con cordialidad y una familiaridad especial, sigo viéndolos como los profesores que son, y mi educación es demasiado estricta como para romper los tabúes,y tratarlos con la familiaridad que casi todos mis compañeros los tratan ,ademas , algo en mi interior me dice que es poco probable que yo acabe siendo uno de ellos y ello hace que evite aun mas tomarme familiaridades.

-Con un poco de suerte Trixie llegara de un momento a otro , y me han hablado de una hamburguesería fenomenal en el pueblo , así que tenia pensado invitarla a cenar y luego al cine , y créeme , seguro que disfrutare tanto como tu con tu cena.

Se me iluminó la cara.

-Ay, sí, Shiro, porfa- dije, sonriendo-. Otro día nos cocinas algo que seguro que tu comida no tiene nada que ver con la que nos sirvan esta noche. Vamos, yo tengo claro a qué cocinero prefiero- añadí, guiñándole un ojo-. Ah, no, y sácale toda la pasta que puedas, si tiene a espuertas- reí.

Me encantaba Trixie para Sihro. Eran tan perfectos como pareja. Me hubiera gustado que vinieran con nosotros, aunque siempre había más días.

-Pues, Shiro, disfurta de tu cena con Trixie y, otro día, que éste- señalé a Warren- se traiga otro coche para que quepamos todos y nos vamos los tres a cenar- dije, riendo-. El don perfecto se queda guardando el coche- añadí, dándole un suave empujón al mutante-. Ríete, copón, que es una broma.

-Vale , trato hecho, si me regala uno como este os hago una cena que se os ablandaran los dientes de tanta saliva que vais a segregar, y no te apures que me lo pasare en grande. Digo haciendo un gesto de despedida hacia la pareja.
-Diviértase señor Wortington digo antes de volver a mis carpas a ver si consigo que bailen algo parecido al vals.

Warren no puede sino terminar riendo ante las bromas de Jane y Shiro, y asiente complacido a la propuesta del muchacho

Shiro, me parece una buena idea lo de que cocines un día para nosotros. Tráete a tu chica y te compensaré de maravilla por el hecho de tenerte que entretener primero con los fogones...

Y en voz baja añade para Shiro, con una sonrisa pícara Lo del coche es cosa de Jane, quería un descapotable que la deslumbrara y... pues eso, nada mejor que un Bugatti para eso

Una vez se quedan solos, Warren le sonríe a Jane Así pues, anulo la reserva del Masa, ya que como chef japonés dices que Shiro no tiene igual... Así pues ¿a dónde quieres ir, porque tengo dos reservas más hechas?

¿A Ducasse o a Balthazar? te dice abriendo su lujoso móvil y entrando en la web para que veas la información de ambos restaurantes...

Y riendo añade Como ves, soy un chico precavido, tres reservas para que la dama elija...

Despedí a Shiro con nuestro particular saludo de Star Treck y me arrellano en el asiento del coche esperando a irnos.

-¿Puedo elegir?- pregunté, inclinándome y mirando el móvil de Warren-. A ver, a ver...

Tardé lo que me parecieron horas en usar con claridad el navegador del móvil, pero, al final, tras mirar ambas páginas y cotillear lo que decían sobre los restaurantes, me decidí por el más caro. Que se fastidiara, para eso tenía pasta. 

-Vale, pues vamos a cenar a Ducasse- opté, devolviéndole el móvil-. Vete preparando la tarjeta, porque hoy se funde- reí-. Ale, pon esta monada en marcha y vámonos que tengo hambre- añadí, sonriéndolo.

Warren ríe divertido ante tus palabras, y tras anular las otras reservas, le da al encendido del Bugatti, cuyo motor ronronea suavemente. En un instante, tras pisar el acelerador, dejáis atrás la escuela y el pueblo, dirigiéndoos hacia la carretera principal en dirección Nueva York

¿Qué le parece el mísero descapotable a la señorita? pregunta el X Man sonriendo, antes de apretar más el acelerador al llegar ya a la autopista en dirección a la Gran Manzana...

Al igual que con la lancha, Warren demuestra que es un gran conductor, aunque esta vez evita hacer exhibiciones peligrosas, más que nada porque hay más tráfico...

En un tiempo recordo llegáis a la gran ciudad y, tras introduciros en el tráfico de Manhattan, llegáis ante las puertas del restaurante, donde un atento mozo acude a hacerse cargo del coche.

Warren le da un billete de 50 dólares al chico, que abre los ojos ante la sorpresa, prometiéndole otro tanto si cuida bien a su vehículo y, ofreciéndote su brazo galantemente, os disponéis a entrar en el local...

¿Dispuesta para cenar quelque chose, señorita? bromea divertido el multimillonario

Me quedé mirando a Warren cuando puso el motor en marcha. Eso era un coche y los demás sólo aspiraban a ser juguetes del Scalextric.

Se me erizó la piel al poner el descapotable en marcha y reí como una niña que estuviera montando en una montaña rusa. Era la misma sensación que la de la lancha.

Me encantaba que fuera descapotable, necesitaba que me diera el aire en la cara como cuando volaba. Aquello se había convertido en una exigencia, por eso estaba deseando que Logan me diera la moto.

Enarqué una ceja cuando el don perfecto me preguntó sobre el coche y miré a mi alrededor, evaluándolo.

-¿Que qué me parece?- repetí, arrastrando las palabras-. No está mal- opiné, sin mucho entusiasmo-. No, miento como una bellaca, me encanta- dije, emocionada, levantando los brazos y sintiendo el frío viento-. Es un juguete muy bonito. ¿A que me vas a dejar conducirlo?- pregunté, inocentemente y sonriendo-. Porfis, porfis- reí.

Cuando llegamos a la Gran Manzana no pude sino mirar por encima del hombro a todos aquellos que llevaban un... algo con cuatro ruedas y se movía. En un semáforo, se nos pusieron a nuestra altura un par de muchachos con el BMW del padre.

No me resistí y les guiñé un ojo, burlándome. Pobres. Su coche no jugaba en la misma liga que el de Warren.

Eché una mirada hacia atrás cuando el mutante aceleró y dejó al BMW clavado en el semáforo, como si no se moviera.

-Ay- suspiré-. Me encanta este coche- dije, inclinándome para mirar el retrovisor y me reí cuando vi que intentaban seguirnos el ritmo, los muy picados-. Qué lástima.

Al rato, llegamos al restaurante (aunque, yo sólo me enteré porque Warren había parado el coche, ya que yo seguía en mi mundo mirando el resto de coches de categoría inferior).

Se me quedó cara de boba cuando vi el billete que le daba al muchacho.

-Warren, esto...- dije, riendo, ante la cara de felicidad del mozo-. Acabas de alegrar la noche al chico, sin duda- sonreí, aún mirando al muchacho.

Tomé el brazo que me ofrecía el don perfecto y entré con él al restaurante, mirando a todos los lados, disfrutando. Era la primera vez que iba a un sitio tan lujoso, sin contar con la fiesta de la embajada de nombre impronunciable, por lo que me sentía que no encajaba allí del todo bien. Como si el resto de personas pudieran saber con tan sólo echarme un vistazo cuál era mi origen no multimillonario.

Sacudí la cabeza y miré a Warren.

-Nací preparada, don perfecto- respondí, riendo.

Mientras sigo esperando la llegada de Trixie , y después de haber visto el deportivo de Warren , se me ocurre un idea. Con paso rápidos me acerco hasta el taller donde suele estar coloso trabajando , y como no me lo encuentro enfrascado en un bonito motor de 8 cilindros que parece estar restaurando.
Disculpe Profesor Rasputin , queria comentarle algo si no le importa , vera , Mi amiga trixie perdio su coche al caerse a la bahía, allí fue donde la conocí , bueno no viene al caso , la verdad es que queria preguntarle si usted me podría ayudar a reparar y remozar un coche para poder regalárselo para su cumpleaños. Quiero hacerle un buen regalo y esta me parece una idea estupenda , quiero hablar con brian para que me ayude con la carrocería , e visto en un desguace un viejo escarabajo que esta muy bien de precio, pero como no entiendo mucho de mecánica había pensado que tal vez usted y Logan podrían echarme una mano para encontrar un buen motor y arreglarlo para ponérselo.

Piotr asiente a tu idea, con una gran sonrisa Porr supuesto que te ayudarremos!

Dinos dónde has visto ese proyecto de marravilla, e iremos a buscarlo parra ponernos manos a la obrra cuanto antes! te propone Coloso, añadiendo que Logan estará encantado de ayudar...

Y en cuanto al motorr, déjalo en nuestrras manos! Harré unas llamadas en cuanto tengamos aquí la carrocerría ¿de acuerdo?

Un recepcionista muy atento comprueba vuestra reserva, más por costumbre que otra cosa porque por lo visto conoce a Warren y acto seguido llama a un amable camarero que os lleva hasta vuestra mesa, una de las mejores del local...

Bonsoir, Monsieur Worthington, encantados de tenerle otra vez en nuestro local. Espero que la señorita y usted pasen una velada sumamente agradable dice, mientras os guía

Una vez allí, el camarero te acerca la silla gentilmente y, tras traeros la carta, os dice que el chef saldrá en persona en unos minutos, para ver qué queréis cenar...

Gracias, Nicolas, ¿puedes servirnos un aperitivo primero, por favor? Lo que le venga de gusto a la señorita... dice Warren, disfrutando de todas tus reacciones

Y en cuanto el camarero se aleja, el X Man añade divertido ¿Y bien, era como te imaginabas, o te estoy decepcionando?

Disfrutaba con todo aquello. Me sentía como una reina colmada de atenciones. Y, para un día que me sentía así, lo iba a disfrutar hasta el último minuto.

"Creo que me puedo acostumbrar a esto", pensé, sonriendo e inclinando la cabeza para agradecerle al camarero sus atenciones.

Miré a ambos lados y curioseé lo que tomaba el resto de la gente. 

-Por favor, ¿podría traernos lo que están tomando los de aquella mesa?- señalé con la barbilla a la mesa de mi derecha y miré al camarero-. Tiene muy buena pinta- sonreí.

Me eché el pelo hacia atrás para que no cayera sobre el plato y sonreí a Warren.

-Veo que te conoce todo el mundo- comenté-. Así que, ¿sueles venir mucho por aquí?- pregunté, curiosa, colocándome el vestido-. Seguro que sí, porque a ti te encanta fardar- reí.

Volví a echar otro vistazo y sentí envidia por parte de los comensales de la mesa que le había señalado antes al camarero. Me pregunté quién sería con una medio sonrisa en mi rostro, escudriñando las caras de aquellas personas.

-¿Eh?- me giré hacia Warren-. Sí, sí, todo muy bien, rubio- contesté, aún pensando en la mesa de al lado-. Superas mis expectativas, 

Estáis charlando cuando se acerca primero el camarero con la bebida y los aperitivos que estaban degustando en la otra mesa y, un momento después ves que viene hacia vosotros un individuo impecablemente vestido de blanco que lleva en un mano una pequeña bandeja.

Muy buenas noches, señorita... Warren... espero que me hagan el honor de probar estas piruletas de cordero que acabo de terminar en la cocina. Es algo absolutamente nuevo y exclusivo que quiero dar a probar a mis mejores clientes... el chef luce una amistosa sonrisa y os ofrece el aperitivo que está recién salido de la cocina...

Aquí quien manda esta noche es la señorita, Tony. Así que esmérate si no quieres que te tenga que reñir... dice Warren en tono divertido y os presenta

Jane, te presento a Tony Esnault, el chef principal del restaurante. Puedes pedirle a él mismo qué quieres cenar, o que nos aconseje, tú misma...

-Gracias- dije al camarero y probé los aperitivos-. Dios, Warren, tienes que probar esto. Está delicioso- añadí, entusiasmada, bebiendo de la copa-. Muy, muy rico. Me hubiera gustado que Shiro lo probara, a ver qué opinaba él- sonreí, recordando a nuestro pequeño gran cocinero particular de la Escuela-. Él también cocina muy bien- aseguré.

Se me cortó la respiración cuando levanté la vista del plato y miré hacia el pasillo que se formaba entre las mesas. El mismísimo chef. El mismísimo chef salía de su templo de cacerolas y sartenes a hablar con nosotros. Me quedé en blanco, sin saber qué decir.

-Pues, eh...- balbuceé como una idiota-. No sé qué pedir. A ver- hice una pausa y tomé una de las piruletas para degustarla, mientras pensaba-. Me apetece algo de carne asada con verduras. Dime qué tienes así y escojo- me decidí, tomando otra de las piruletas-. Ah, sí, y vino para acompañar. El más caro- enarqué una ceja y miré a Warren-. Un día es un día- añadí, sonriendo-. El más caro- repetí-. El rubio se lo puede permitir.

El chef te recita sonriente varios platos, pero te recomienda uno en especial

Agneau du Colorado rôti, avec mi-confit piquillos... estoy seguro que le encantará y guiñándote un ojo añade en voz supuestamente baja Además, es uno de los platos más caros, nuevos y exclusivos de la carta...

Y, con un gesto, llama al sommelier para que os sirva el vino más adecuado al plato escogido... Pero la señorita quiere que sea siempre el más caro posible! Añade Tony antes de despedirse amablemente.

Volveré a verles tras los postres, esperando que todo haya sido de su agrado... dice Tony Esnault, mientras el sommelier descorcha una botella de Romanée-Conti DRC 1990

Espero que éste le guste a la señorita, hace un maridage perfecto con el plato elegido, y la botella le sale al Señor Warren por la bonita cantidad de 28.112 dólares... dice el sommelier, ofreciéndote la copa que acaba de escanciar

No entendí ni la mitad de las palabras que me dijo el chef, pero asentí de todas formas.

-Sí, eso mismo- acepté-. Sólo con el nombre ya tiene pinta de estar delicioso- bromeé-. Perfecto- añadí al chef al escuchar lo que me decía sobre el plato-. Paga el caballero, así que...- hice una amago de lavarme las manos y sonreí, mirando a Warren-. Te vas a acordar tú de esta cena- le señalé, riendo.

Despedí con un gesto de la mano al chef y miré al sommelier abrir la botella. Tomé la copa que me tendía y olí el vino. Tenía un olor dulzón y afrutado. Bebí un sorbo y me pasé la lengua por los labios.

-Sabe bien- dije, escueta, dejando la copa en la mesa.

Miré al sommelier y a Warren alternativamente cuando aquél dijo el precio del vino. Me quedé con los ojos como platos y la boca abierta.

-Dios, rubio, si llego a saberlo te aseguro que no hago la tontería del vino más caro, de verdad- me sentía terriblemente culpable-. No sabía que podían alcanzar los vinos un precio tan alto- me reía de puro nerviosismo.

Sabía que el don prefecto podía permitirse aquel vino e, incluso, comprar los viñedos donde se hiciera, pero, quizá, no entraba en sus planes gastarse tanto dinero. 

-Lo siento de veras- me disculpé, sonriendo como una idiota por la bobada, tapándome la boca con la mano como si hubiera dicho una mentira o algo indebido.