Partida Rol por web

Después de esquivar a tan molestos periodistas, pero no tanto como los del puerto, te encierras en tu habitación donde tomas un largo baño en la bañera de mármol del hotel. Repasas todo lo acontecido estos días donde, a pesar del asesinato del comandante, te encuentras muy a gusto. La expedición promete, los compañeros son buenas personas y aunque haya bastante caos logístico crees que todo saldrá bien.

Media hora más tarde estás sentada con un albornoz en tu cama cuando tocan en la puerta.

  La llamada me sobresalta un poco. Sí, ahora mismo voy. - contesto, agitada. Camino lo más rápido que puedo y abro la puerta unos centímetros para ver quién llama.

-bueno, a falta de una opcion mejor tambien ire a la funeraria- contesto Bell - pero no antes de hacer como dice Ernest, lo mas lógico y sencillo es que esten en sus habitaciones, y comprobarlo cuesta bien poco-

Tras decir esto Bell se levanta y se deirige a la salida de la sala -voy hacia alli, si no estan bajare enseguida-

Por la rendija de la puerta ves a hombre con el traje arrugado y el sombrero manchado. En una de sus manos lleva un bloc que consulta antes de hablar.

-Buenos días, señorita... Laughton -dice. Después se lleva la mano libre al bolsillo donde saca una cartera. La abre con agilidad para mostrarte la placa de la policía de Nueva York-. Detective Hansen, sección de homicidios, ¿puedo pasar?

Coges el ascensor hasta el quinto piso con la intención de comprobar si Starkweather está en su habitación, pero no estás preparado para lo que te encuentras cuando se abren las puertas:

En la quinta planta reina el caos. Los pasillos están llenos de reporteros y las bombillas de los flashes lo iluminan todo con sus irregulares estallidos de luz. El aire está viciado por el calor de las luces y el humo de tabaco. Algunos de los hospedados en el hotel que intentan escapar de toda esta locura con sus maletas están siendo acorralados por los periodistas cerca de donde te encuentras, ametrallándoles con sus preguntas. Muchas de las puertas de las habitaciones están abiertas y los reporteros están dentro, llamando por teléfono.

La puerta de la suite de Starkweather está abierta y casi todos los reporteros se agolpan allí. Oyes retazos de la conferencia de prensa que está dando tu jefe. Con lo cual deduces que se encuentran ambos en la habitación.

 Cierro la puerta para sacar el seguro y la abro nuevamente para dejar pasar al detective. Por supuesto, adelante.

 Camino hacia la pequeña mesa ratonera con dos vasos y busco alguna botella de whisky o cualquier otra cosa que pueda ofrecerle. ¿En qué puedo ayudarle?

El primer impulso de Bell es salir en dirección contraria, pero lo que puedan decir sus jefes es casi mas importante, como la posibilidad de hablar con ellos una vez acabe la rueda de prensa, y antes de que desaparezcan

Asi que empieza a caminar hacia la habitación intentando no llamar la atención demasiado, si eso es posible "pero que monton de buitres de la prensa tenemos aqui"

Al principio, Ernest confiaba en la buena organización de la expedición y pensaba que todo lo que estaba pasando era fruto de las casualidades, pero ya no. En esos momentos estaba tan escamado como el resto de sus compañeros e impaciente por conocer más detalles de lo que estaba pasando ...

-Si, vayamos a su habitación y después a la funeraria a ver si podemos averiguar algo más ...-

-Sólo quería hacerle unas preguntas rutinarias, nada más -al verte buscando algo que ofrecerle para beber, se adelanta-. Sólo agua de sifón, gracias. Dígame señorita Laughton ¿Dónde estaba usted la pasada noche a eso de las doce?

Sin embargo, tu intento de pasar desapercibido no tiene demasiado éxito. Los periodistas del fondo, incapaces de escuchar mucho de la rueda de prensa de Starkweather, te ven a ti y se acercan intentando que hagas unas declaraciones mientras te apuntan con las cámaras.

"sabia que esto era una mala idea" se lamenta mientras retrocede lo que puede para alejarse de los periodistas

-señores, se lo mismo que ustedes, si no no habria venido aqui, tendran que escuchar lo que dicen mis jefes si quieren enterarse de algo- su voz no suena demasiado firme, pero espera que sea suficiente para que le dejen en paz

  Le alcanzo su bebida y me siento frente a él con un vaso de vodka con limón entre mis manos. Estaba descansando en esta misma habitación. Verá, la expedición tuvo unos cuantos problemas durante los preparativos de embarque; nada serio, sólo algo que suele pasar. Ese día había estado trabajando desde muy temprano, por lo que ni bien llegué, tomé un baño y me recosté. Recibí la trágica noticia a la siguiente mañana. Al terminar de hablar tomo un gran trago. Hablar de esas cosas me hace sentir realmente mal.

-Gracias, hace demasiado calor ahí fuera -dice cogiendo el vaso y bebiendo un largo sorbo. Después toma unas notas en su bloc mientras le explicas tu coartada. Asiente mientras escribe y luego añade- ¿Tiene a alguien que pueda corroborar su declaración?

Los periodistas quedan un tanto decepcionados pero enseguida regresan a la puerta de la habitación de Starkweather donde se agolpan el resto de compañeros de los periódicos. La rueda de prensa continua unos minutos más hasta que se oyen exclamaciones de disgusto y la puerta se cierra ante las narices de algunos rezagados. Los corresponsales, abatidos, regresan caminando despacio ya sea hasta sus oficinas o a las habitaciones que siguen abiertas para llamar nuevamente por teléfono.

Bell espera unos minutos a que se despeje un poco el pasillo de periodistas, se acerca y toca a la puerta

-¿Señor Starkweather? soy Bell Mellor, creo que debemos hablar- luego espera pacientemente que le abran la puerta

 Pues...sí. Casi todos los que forman parte del grupo expedicionario que estén alojándose aquí estuvieron presentes durante una pequeña discusión pasada la madrugada. Mi voz suena algo nerviosa mientras me explico.¡No se preocupe, no fue nada serio! Sólo cosas de trabajo. A decir verdad, ni yo misma lo entendí, pero creo que nombraron a alguien...una tal Acacia Lexington. Al parecer, es una rival de nuestro líder, pero no creo que ella sea capaz de cometer semejante atrocidad. ¡Sería una barbarie!

El que abre la puerta es el profesor Moore, apenas una rendija.

-¿Qué ocurre, señor Mellor? Como ve, hoy no es un buen día para nada.

-¿Y ese grupo suyo puede corroborar su coartada? -pregunta el inspector con interés-. Si es así, ¿dónde podría encontrarles?

Asiento a Moore cuando abre la puerta y me dice eso -En eso he de darle la razón señor Moore, hoy es un día pésimo en todos los sentidos. Precisamente por eso hemos de hablar. Han ocurrido muchas cosas estos últimos dias y yo y los otros miembros de la expedición empezamos a ponernos nerviosos, hemos permanecido en silencio mientras los eventos se han mantenido dentro del margen de lo razonable, pero ya no es el caso. Es necesario hacer algunas preguntas y obtener algunas respuestas para tranquilizarnos, si es que queremos que esta expedición tenga alguna esperanza de exito-

Dicho esto doy un paso atrás -así que confío en que me permita entrar y podamos seguir esta conversación como caballeros-

El profesor Moore abre la puerta por completo y te deja entrar. Starkweather que está mirando unos papeles y cotejando unos albaranes frunce el ceño mientras te mira pero sigue con su trabajo.

-Pues usted dirá, señor Bell -responde Moore.