Partida Rol por web

Hunter, se integró con su unidad, en lo más profundo del bosque escuchando de fondo los bombardeos de mortero y los lejanos gritos de batalla. Se centró en la misión y  se fijó en el bosque conocía aquellas tierras o al menos eso creía ya que el espesor del lugar le recordaba a su planeta natal. Aún creyendo que conocía el lugar esperaba que su sargento se ubicase y pudiera llevarlos por buen camino.

Con nuestro sargento de hombre en punta, caminábamos por el nevado bosque intentando adentrarnos en las posiciones orkas. Sin ser localizados tendríamos mas posibilidades de llegar a nuestro objetivo con mas posibilidades de regresar sanos y salvos.

La tensión flotaba en el ambiente en cualquier momento podíamos entrar en combate. Vigilábamos a nuestro alrededor intentando no caer en una emboscada.

- Chavales, atentos que podríamos haber entrado en territorio orko.

El auspex parecía no estar funcionando correctamente, así que seguía intentando darle un apaño mientras avanzaba en primera línea al lado del sargento y el cabo. Como no consiguiera arreglarlo aquello iba a ser una mierda, así que le dedicó toda su atención toqueteando la configuración y varios de los remedios que solían haberle recomendado.

Plantas, plantas de colores, plantas llamativas, plantas espinosas, asco de plantas, este sitio esta demasiado bonito, le falta un toque de destrucción. ¿Dónde están los surcos dejados por los tanques?, ¿Dónde está el enemigo desangrándose en el suelo?.....eso...¿Dónde coño están esos pieles verde?, -¿Veis algo verde moviéndose? los voy a deshacer a disparos...

Biggs juraría que ya habia pasado por allí. Acaba por mirar al Sargento, encogiendose de hombros.

Estaba perdido, mucho. El odiaba los bosques, todos le parecian iguales. Todos estaban llenos de hojas, matorrales, arboles y demas mierda lejos de las colmenas que tan poco le gustaba. Da una larga calada, tirando la varita de lho al suelo y pisandola, y acaba por tener una idea. Una basica.

Le da un nuevo viaje a su hermano en el pecho, con el dorso de la mano, para llamarle la atencion. Acto seguido, hace el gesto de coger algo con la palma de la mano hacia arriba, con una forma redondeada, y hace con la otra mano como si tuviera una flecha. Acto seguido, señala al Sargento.

Avanzar por un bosque no es tarea sencilla cuando hay ausencia total de caminos o senderos. Cada dos por tres uno tiene que retroceder porque se ha encontrado un paso infranqueable y se pierde la orientación con mucha facilidad, así que permanezco en silencio (muy a mi pesar) intentando fijarme en todos los detalles posibles para procurar ver si vamos en la dirección concreta.

A esto hay que sumarle, que un bosque es uno de esos sitios de mierda para ir armado con un arma de larga distancia ya que si no estas defendiendo una buena posición, pierdes mucho horizonte...así con mi pistola en la mano, avanzo con el resto esperando salir de los arboles cuanto antes.

-Joder...por lo menos cuando caiga la noche podremos ocultarnos con más facilidad en esta mierda de bosque...

Avanzamos y dirijo a mis hombres como buenamente puedo, pero el bosque es todo lo mismo.... hiebas, plantas, flores, árboles y más árboles y por si fuera poco..... más arbustos y arboles juntos. Estoy un poco desorientado y lo único que hago es continuar andando siguiendo las indicaciones de mi brújula, la cual no parece estarse quieta. - Maldita brújula ¡deja de moverte coño! - A cada paso que daba, la brújula se llevaba un buen meneo... pero seguía igual, marcaba lo que le daba la gana y yo seguia las indicaciones lo mejor que sabía interpertarlas.

En un instante, echo la vista hacia atrás y veo que mis hombres están un poco desordenados - Vaya, parece que van dando un paseito por el campo como nenas con la melena al aire.... vamos a ver..... - Viendo que llevamos buen paso, hago un pequeño alto y mediante señas voy colocando a los chicos en sus respectivas posiciones..... - Os quiero a todos en guardia y preparados para un posible ataque orco, pues estamos en territorio hostil.... - echo un vistazo a todos lados - No quiero que se os pase ni un matorral, ni una rama partida, ni una hoja que no esté en su sitio, un crujido, el más mínimo ruido..... os quiero en guardia a la mínima que sentais que se os mete la polla dentro de los huevos -

Una vez todos colocados, seguimos con el pequeño paseo por el bosque, avanzando sin pausa y totalmente centrados en lo que pueda haber tras los matorrales o árboles que hay en el bosque.

Avisados por varios de vuestros compañeros sabeis de los orcos que se acercan y estais preparados para enfrentaros a ellos segun aparecen entre los arboles.

Mierda, no conseguí arreglar el auspex a tiempo. - Pensó el soldado Callidon en cuanto vió a lo lejos aparecer Orkos, con el preaviso de algunos de sus compañeros. Por suerte, la perspicacia de algunos había conseguido detectarlos a tiempo y aquello no era un ataque sorpresa, había tiempo de reaccionar.

Guarda el auspex, deja en paz las comunicaciones. Ahora mismo, solo necesitamos más potencia de fuego. - La prioridad número uno en estos casos era añadir candencia de tiros y derribar a los enemigos antes de que pudieran alcanzarlos. Por su experiencia anterior, si dejabas llegar a los pieles verdes cuerpo a cuerpo estabas jodido, casi te doblan en tamaño y te parten en dos a la velocidad de un rayo. - Que así sea.

En menos de lo que se tardaba en hacer la señal del águila, Callidon se preparó para reaccionar. En cuanto recibiera ordenes del sargento abriría muerte entre los bárbaros xenos.

Una suerte que sus compañeros los vieran antes que él. Ha sido un golpe de suerte, pero a quien le importa, lo único que necesito es tenerlos cerca para coserlos a tiros.

con cuidado de no empeorar la situación -Esto va ser pan comido chicos, echando una sonrisa a los hermanos -¿Cuales son las ordenes, sargento?

Al escuchar los avisos y agudizar un poco el oido, (los orkos no destacan por su sigilo y menos aun, en un bosque, ya que parece que van buscando las ramas para pisarlas...todas) le da un codazo a su hermano antes de empezar a descolgar de su espalda el cañon de asalto, preparado para montarlo y murmurando una ultima plegaria al dios emperador.

Biggs pasa las manos por debajo de las asas de la mochila, dejandola caer tras el cuando recibe el codazo de su hermano. Niega, y abre la palma, señalando cinco, y luego hacia el frente. Saca la pistola, quitando el seguro.

Aparto a algunos de mis compañeros que no parecen estar tan apispados, y apunto a los orkos, con la decision de descargar la bateria de la pistola contra los orkos si hace falta.