Partida Rol por web

Cuando la puerta se abre al girar el pomo me caigo de bruces, realmente no esperaba que lo hiciera y la abrí con demasiada fuerza. Levanto la vista y veo a alguien hablando con un fuerte acento frances.

Nos estaba esperando... pienso desde luego tiene pinta de lider de secta, bastante guapo y sabe hablar.

Me quedo de rodillas en el suelo asustada, sin mover ni un musculo, Dodo se esconde detras mia pero mirando de reojo al hombro como si desconfiara de que fuera a hacerme algo y estuviera dispuesto a defenderme.

Cuando doy la patada a la puerta suena como si no estuviera cerrada realmente, acto seguido la chica que estaba a mi lado gira el pomo de dicha puerta blanquecina y tras ella aparece un hombre trajeado y empieza hablar en ingles con un pronunciado acento francés, muy formal, muy amable pero aun así la duda estaba clara:

-¿podría decirnos donde estamos por favor?-pregunte de forma educada mientras ayudaba a levantarse a la chica rubia que se había caído de bruces al suelo.

La apertura de la puerta atrajo mi atención por completo, al ver entrar al tipo de traje blanco me levante, aunque hablaba al parecer ingles lo hacía con un acento muy extraño. Ya un par de chicos tomaron la palabra, por lo que me ahorre hacerlo yo, con tantos como éramos seguro que las cuestiones básicas serian expuestas.

Por tanto me puse en pie y solo espere ver que sucedía.

Iñigo, con una tranquilidad plena, muy distinta a la de los demás presentes, se mantiene mirando el actuar de todos los presentes.

Viendo su alrededor y ante la aclaración de como Luis llegó a este lugar, Iñigo responde.

- Veo que tenemos otra cosa en común, a parte del idioma... Yo también vine voluntariamente. De hecho creo que puedo salir de esta habitación cuando quiera... Dice recordando el camino de como llegó al lugar, o por lo menos la entrada. Tan solo recordando un lugar donde haya estado, él se puede teletransportar a ese sector.

En algún momento pensó en usar su poder, pero prefirió mirar que hacía el resto, hasta que llegó el francés.

Ante la presentación, Iñigo solamente miró y escuchó todo lo que Frank decía, sin emitir ningún comentario o expresión.

El hombre les observa unos segundos y esboza una leve sonrisa, amable mas que amenazadora y añade:

• Compgendo su inquietud… ega necesagio hacegles un geconocimiento medico… no quegemos que pogten enfegmedades que contagien a las pegsonas que están aquí… y bueno, son suficientemente adultos paga vestigse solos no?

Mira a Alex y le responde como si dijera algo muy evidente:

• Pogque son peliggosos paga ustedes y los demás… así que aquí les enseñagemos a usag sus habilidades adecuadamente

Mira a Cathleen y sonríe mientras dice:

• Lo siento señogita pego pog el momento no puedo decigselo…

Mira a todos y dice:

• Si espegan unos momentos que sus compañegos estén menos atugdidos les contague como funcionan aquí las cosas

Liv miró al tipo de blanco apostado más allá de la puerta. La corbata roja le dio la impresión de ser un grueso chorreón de sangre que cayese de su cuello.

La imagen la hizo sentir incómoda. Nada de lo que estaba viendo ni sintiendo allí le gustaba. El tipo habló y ella no entendió un carajo, comprendió por los gestos que les hacía que los audífonos debían servir precisamente como traductores o algo parecido, puesto que entre ellos se hablaban idiomas muy dispares, sin embargo, entre toda la algarabía hubo una voz masculina que sí entendió y cuyo acento además reconoció a la perfección. 

Lanzó una breve mirada a Álex cuando alzó la voz y tuvo que reprimir una risita de sorna ante sus palabras, ella pensaba igual, y no lo hubiera expresado mejor que él. Quizá - al igual que ella- Estaba allí en contra de su voluntad. 

Se colocó el aparato en el oído y afirmaciones como "Reconocimiento médico" y "enseñar a usar sus poderes correctamente", llamaron su atención: ¿Quién coño había decidido que ella no sabía usar su poder? ¿Quién se creía con la suficiente capacidad como para decidir por ella? 

Lo que quieren es que pongamos nuestra capacidad a su servicio, y no hay más. Pensó. Seguro que esta gente es del Gobierno y nos quieren usar como armas, o como conejillos de indias, o vete a saber qué mierda...  

El comentario sobre vestirnos solos me hace enrojecer otra vez de vergüenza, me cubro un poco como si todaví siguiera desnuda.

Tambien acostumbro a desnudarme solita... Murmuro, esta claro que no me hizo ni pizca de gracia el despertarme desnuda en una sala llena de desconocidos.

No estoy segura de a que se refiere con que somos peligrosos para otros... ¿acaso creen que el incidente del centro comercial fue cosa mia? bueno yo desee que aparecieran  pero no puede ser...

En este momento estoy confusa e incomoda

Veo al tipo de la bata que acaba de entrar y escucho su explicación pero tengo algunas preguntas que decido hacerle para obtener mas información.

-Yo tengo una pregunta, ha dicho que el auricular sirve para poder entender el ingles, ¿eso quiere decir que todos los que no lo tienen entienden el ingles? Ademas no ha dicho para que sirven estas pulseras que también nos ha dado a todos.

- Muchas veces, por más que uno se dirija a un lugar voluntariamente, no significa que realmente sea así - le digo a Iñigo ante su comentario - Pero si, podría decirse que no opuse resistencia, mas no esperaba encontrarme en pelotas al frente de tanta gente. Por suerte al no conocerlos ni ellos a mi, mucho no me importa.

Observo como empiezan a querer abrir la puerta y las posteriores escenas y diálogos se van sucediendo uno tras otro. El francés inglesado comienza a hablar y capto un par de palabras en el aire, no hacía falta ser un genio para entender que quería me ponga el auricular. Pero si ellos estaban interesados en mí que lo hagan en mi idioma. 

- Si quiere que lo entienda, a mi me habla en español señor. - le digo mientras pongo al lado de la caja que tenía mi nombre el auricular. Personalmente no tenía nada en contra de nadie, pero si algo no iba a dejar era que pasen por arriba mío y me empiecen a dar ordenes en un idioma que no es el mío. - Y le agradecería, si la charla va a ser muy extensa y explicativa, un termo con agua caliente, yerba y un mate... y cascara de naranja para darle un poco más de gusto. - no sabía si el tipo me entendía o no, pero esta era la forma ideal para ver si esta famosa "organización", si es que estábamos dentro de la misma, esta a la altura de las circunstancias. 

Bueno lo que exponía el tipo de traje blanco no era nada malo, no me sonaba mal, un lugar donde enseñarían a usar mi capacidad y además cama, techo más comida “¿Qué más puedo pedir?” Pensé jocosamente “A ultimas siempre habrá tiempo para escapar” Pero por lo que veía algunos no se lo tomaban tan tranquilamente y freían a preguntas al pobre tipo.

“Veamos que sacan y que saco” Seguí en mi postura de no llamar la atención, de no preguntar y ser solo una sombra, algo que me estaba marchando bien. Luego recordé que entonces seguramente no podría participar en el torneo de Surf nacional que podría darme oportunidad de medirme a profesionales.

El hombre sonríe levemente y hace un movimiento de mano como pidiendo pausa y dice:

- Bueno... como he dicho antes, buenos días y bienvenidos... no puedo decirles donde están exactamente, pego me alega que estén bien, como supongan hemos comprobado que están perfectamente sanos y saludables... en cuanto a sus pertenencias, bueno, aquí creemos en la igualdad de oportunidades y paga ello lo ideal es que todos empecemos de la misma forma y sí, eso es la forma en la que vinimos al mundo.

El hombre les observa durante unos segundos y tras pasar su mirada por todos sonriente dice:

- No se preocupen por mi, poseo una habilidad como ustedes y esta por fortuna o desgracia me hace totalmente inmune a sus habilidades, paga bien o para mal. Bueno, supongo que andaréis deseosos de saber algo mas, como funciona esto, que hacéis aquí, quienes somos... pues muy sencillo

El hombre se toca el brazo, todos pueden ver como tiene una pulsera similar a las que les han proporcionado:

- Estas pulseras os las debéis poner, son vuestros monederos, en ella tenéis registrado el dinero que tenéis que en este momento es cero, nosotros vamos a dar una habitación paga cada dos o tres, con una cama paga cada uno y una musa a parte de esa que lleváis, además de un desayuno, comida y cena adaptado a vuestras necesidades, todo lo que este fuera de esto tendréis que comprarlo y venderlo y cuando digo todo es todo.

El hombre sonríe y mira a todos y dice entonces.

- Por ejemplo, si el señor X quiere comprar a la señorita Y, puede hacerlo, ellos determinaran el precio y las condiciones del contrato y lo formalizaran con la encargada de la tienda. Algunos recién llegados se venden a sí mismos a los que llevan más tiempo a cambio de que les mantengan, es una forma como otra cualquiera... pero no os preocupéis podéis ganar dinero de muchas formas que iremos comunicándoles...

El hombre mira con una sonrisa y añade:

- Comprenden porque esas pulseras que puede ser robadas son importantes no? y bueno pueden comprar también mejores ropas, habitaciones mejores... lo que deseen, ah por cierto, los menores no pueden ser comprados, están en un sistema diferente a no ser que tengan 14 años o más y renuncien a este sistema...

El hombre se queda mirándoles y añade:

- Si lo desean pueden ir al comedor del edificio residencial a desayunar... tienen libre acceso a todos lados salvo a los laboratorios y no, de momento no pueden salir del complejo ya que como han ido demostrando no están preparados para la vida en el exterior del complejo aun y supongo que no quieren tener problemas.

El hombre vuelve a sonreír y añade:

- Las normas son muy sencillas, no pueden entrar en donde no deben, no deben agredir a nadie o mejor dicho que no nos enteremos, básicamente las leyes y normas de cualquier país desarrollado normal, cualquiera que las incumpla, pues tenemos una zona de detención... bueno creo que no se me olvida nada, aun así, cualquier duda que tengan pueden preguntarme, aun tenemos tiempo antes de que termine la hora del desayuno

Continué con la espalda contra la pared, en una pose cargada de desidia, y jugando con los dedos a enredar aquella pulsera dándola vueltas y estirándola. No paraba de preguntarme para qué serviría, tal vez fuese algo del estilo abre puertas o similar. Como esas pulseras que dicen que venden en según que parques de atracciones y eres vip, quizás fuese algo del estilo.

Entonces un tipo demasiado arreglado y con un acento marcado que se hacía llamar Frank no sé qué más irrumpió en la habitación. Separé mi espalda de la pared y permanecí atenta a lo que podía pasar. Lo único que me apetecía en ese momento era patearle sus partes hasta que se retorciese en el suelo y después salir corriendo de aquel lugar.

La sarta de tonterías que soltó a continuación aquel tipo hicieron que me arrepintiese de no haberle pateado y me dejaron estupefacta a partes iguales. ¿En serio estaba diciendo todo aquello, que si pruebas médicas, que si dejarnos desnudos, que si pulseras que eran monederos... que si comprar personas?

─Puto enfermo... ─dibujé una cara de asco en mi rostro mientras volvía a mirar a Frank de pies a cabeza─.

Me crucé de brazos, habiendo colocado la pulsera previamente, y no porque estuviese de acuerdo con esa basura de política en la cual estaba basada aquel lugar, o por lo menos nos estaba haciendo creer que estaba basada en esas normas absurdas que desde luego una civilización desarrollada no permitiría. Esperé a ver si alguien me hacía el favor de romperle la espalda, o si simplemente se aceptaba que allí éramos cobayas humanas.

¿Comprar personas? ¿Vendernos a otros? 

¿Y éramos nosotros los que supuestamente no estábamos preparados para vivir en sociedad? Joder... Llegado el momento de ruegos y preguntas, di un paso alante para hacerme notar y procedí a lanzar mis dudas al aire. Después de toda aquella perorata, aún no tenía claro lo principal, aunque ya empezaba a hacerme una idea.

- Si no queremos estar aquí ¿Podemos irnos o estamos... presos?

Iñigo sonríe luego de lo comunicado por Frank, mira su pulsera y piensa el lo acontecido.

- Bueno, después de todo creo que estoy como lo demás... Da lo mismo si vine o no voluntariamente, estoy dentro de esto y no era lo que esperaba. Espero que sea provechoso el tiempo que esté acá, no se si tengo otra opción en realidad...

- ¿Usted es voluntario para entrar pero no para irse? Piensa algo arrepentido de su decisión de ingresar.

- No podemos hacer mucho Dice mirando a Luis - Vamos a conocer el lugar que nos va a tener detenidos por quizá cuanto tiempo...

- Me metí voluntariamente en una cárcel... resonaba constantemente en su cabeza.

Miraba con desafio a todos los nuevos internantes de la sala. Decían de comprar personas o vendernos.
Que coño se creen esos bastardos? Espero que sea sólo una broma por su bien.
No quería, pero decidí ponerme a pulsera. Me podía ser útil, así que me la pongo, espero que no mienta, aunque me parezca un disparate.
Entonces, yo salgo ya. No me apetece estar mucho rato aquí, cada momento que estoy es dinero que pierdo en mi empleo.
Dicho eso, salgo de la sala y voy a desayunar al comedor del edificio residencial.

Tommy sale de la habitación.

“Vaya así que la esclavitud está vigente en este lugar interesante. Lástima que no haya precio para pagarme” Atendí a los comentarios del tipo, más o menos comprendí las reglas, no meter el morro donde no te llaman y si no te pillan hacer lo que quieras. Venía a ser un instituto pero a lo bestia y con gente con poderes “Que bien si ya los abusones son una molestia, con poderes no puedo imaginarlo”

*Vale jefe, pues entonces marcho a desayunar, mi estómago pide combustible, aparte es gratis. Acabe por decir despidiéndome del tipo. *Bueno chicos nos vemos en el comedor, suerte.

Tras ello tome camino hacia el comedor “A ver que nos dan” Imaginaba que si era gratis y mi pulsera a 0 “Pobre antes, pobre ahora, tendré que buscarme la vida”

El tipo seguía hablando y hablando y hablando, y yo no entendía nada de lo que decía. Solo palabras sueltas, pero sin coherencia aparente. Lo único que comprendí fue gracias a Iñigo al decirme que íbamos a estar aquí bastante tiempo. 

- Así que estamos en cana (*), o algo similar.... que lindo. - digo mientras sigo a quien, aparentemente, es el único con el que me puedo comunicar abiertamente y en mi idioma.

Ante la pregunta de Livia el hombre con una amable sonrisa dice:

- Hasta que no aprendan a usar sus dones de forma que no afecte a la sociedad normal me temo que no podemos dejarles salir de aquí, una vez comprobemos son capaces de usar sus poderes sin producir daños a las personas que están a su alrededor y por supuesto son capaces de mantenerlos en secreto podrán marcharse sin ningún problema.

Mira entonces a Iñigo y de nuevo sonriente dice:

- Tenga seguro que será un tiempo provechoso el que pase en este lugar

Ante el comentario de Javier y Tommy simplemente asiente y dice:

- Que tenga buen provecho

¿Y no era más facil usar las huellas dactilares para que no pudieran robarnos las pulseras?- pregunto, a pesar de que doy por supuesto que no entenderá japonés, sinceramente me da igual que me entienda o no- capullos.

¿My bedroom?

Me piro a desayunar.