Partida Rol por web

Escucho todas tus palabras finalmente recuperandose y cuando terminaste beso tus labios y se incorporo sin decir nada entrando en el baño de la habitación, no tardo ni dos minutos en salir de nuevo aseada ya, sin tus fluidos en su pecho.

- Esta noche que entra quiero ser tuya en todos los sentidos, quiero que te vean como mi pareja, quiero bailar contigo, beber contigo, ser tu muñeca en la cama y morir a tus manos... - No sabias por que pero cada vez que decia lo de matarla se te ponia un calor interno y una excitacion impresionantes.

-Eso no lo dudes. Eres mía y pobre del mortal que ose ponerte una mano encima. Lo mío es mío y no se toca bajo pena de muerte. -mi tono tajante dejaba claro que no bromeaba con el tema. Pero el tema de la muerte seguía en el aire. -Yo... yo nunca he convertido a nadie...nunca he encontrado a nadie tan especial como para hacerlo. ¿Cómo quieres que pase? -igual quería que le rompiera el cuello, que la desangrara... yo sólo quería tenerla a mi lado como vampiresa y cumpliría sus deseos.

Te miro confusa mientras se acurrucaba en tu pecho tapandoos con las sabanas.

- Pues no lo se... supongo que de la manera menos dolorosa posible... y... - se puso algo colorada ante sus siguientes palabras - Mordiendome cuanto quieras - sin duda aquello le encantaba y tu ya no sabias, pues su cuerpo lo mostraba a la perfección.

La abracé contra mi y tras taparnos besé su pelo rojo como el fuego. -Está bien. Si así lo deseas lo haré Alice. Pero si en algún momento deseas echarte atrás lo comprenderé. Otra cosa no, pero tengo todo el tiempo del mundo para estar contigo y esperar a que estés preparada si es que lo estás. -besé su frente y cerré los ojos contento de lo bien que me sentía.

Ella no tardo ni cinco segundo en dormirse tras tus palabras pues la noche habia sido bastante intensa y estaba agotada. La verdad es que a ti tampoco te costo mucho y aquel dia los sueños con una vida bajo el sol te llenaron pues seria el ultimo dia que tendrias que ocultarte...

Aquellos sueños estaban siempre acompañados de aquella melena pelirroja, la fascinacion por la niña que daba calor a tu cuerpo mientras dormias era impresionante y una parte de ti ardia en tenerla como compañera pero otra... otra sdoraba que fuera humana, esa vulnerabilidad, esa belleza única que da la vida y ese instinto protector y dominante hacia que la parte humana fuera morbosa.

Desperté sin saber qué hora era ni cuánto había dormido pero con la sensación de haber descansado como un rey. Abrí los ojos aún con el perfume de Alice en mi nariz y la busqué con mis brazos para besarla y darle los buenos días. Hoy sería un día largo pero intenso: con suerte acabaría con el cazador, tendría mi ansiado anillo y una compañera para vivir aventuras.

Al despertarte Alice ya no estaba en la cama pero sobre su mesita habia una nota doblada, y marcada con un beso de sus labios con un color carmesi intenso.

He tenido que salir temprano, tengo que ayudar con algunas cosas de la fiesta y comprarme el vestido. Ire toda de negro y espero ver a mi príncipe pronto.

Eternamente tuya Alice.

Aun quedaba un poco para el anichecer asi que curioseaste un poco por la casa aunque aparte de fotos de ella de niña no tomaspte nada mas interesante. Al ponerse el sol ya quedaba poco para la fiesta pero por suerte al llegar a casa tu sobrino tenia todo listo y te habia dejado tambien un traje sobre la cama con una nota.

Como supongo que iras a la fiesta te ruego que no me metas en ningun problema, es una fiesta de largo y etiqueta asi que me he tomado la molestia de cogerte un traje y una corbata a juego del precioso cabello de Alice, tambien un ramillete para ella.

Nos vemos allí.

P.D. Por favor no hagas nada raro.

P.D. 2. Cuidado con la posible verbena de la fiesta.

Aún flipando por la nota de mi sobrino me di una buena ducha pues la noche se antojaba ir de punta en blanco. La verdad es que Arthur se está ganando una buena herencia. Reí para mis adentros y tras salir y secarme me recorté la barba con maestría pues con las nuevas tecnologías en higiene del hombre era super sencillo. Quisiera ver yo a los de Gillette afeitarse con un cuchillo oxidado y borracho de ron como una cuba.

Me coloqué el precioso traje que Arthur me había preparado, tomé el ramillete entre mis manos y tras una breve parada en mi cámara del tesoro salí de la casa dispuesto a pasar una noche perfecta junto a Alice. La ilusión de verla y ver cúan guapa se había puesto para mi competía con la ilusión de tener al fin el anillo.

Salí de la casa y decidí ir dando un paseo hasta la fiesta, me vendría bien que la gente me fuera viendo de cara a integrarme un poco y no causar problemas a Arthur.

Al llegar viste uqe ya habia mucha gente y el lugar estaba precioso, los arboles llenos de luces, farolillos por cada cable y unas maravillosas carpas, una de bebidas, otra de comidas, y en medio de ambas el escenario donde habia un grupo tocando. Habian puesto una especie de tarima por toda la zona sobre el cesped para poder andar comodamente.

Habia mucha gente tanto adulta como adolescente que charlaban bebian y bailaban, entre ellos reconociste tanto a la buja como a a tu sobrino que charlaban con tranqulidad con otras personas, y al final casi al lado del palco del grupo estaba Alice hablando con otra chica.

Estaba realmente preciosa, con un vestido negro estilo palabra de honor o corset, largo y entallado a su cuerpo, realzando sus formas, y con su preciosa melena agarrada en un sencillo recogido con algun mechon suelto, de forma que sus hombros y su cuello quedaban mas que sujerentes.

Mi traje sobrio pero moderno a la par que elegante no desentonaba con el estilo de la fiesta y me acerqué sin reparos a saludar a Alice. En mi mano llevaba el ramillete que Arthur había comprado y en mi rostro llevaba mi mejor sonrisa. -Podrán decir lo que quieran sobre las 7 Maravillas del mundo antiguo y moderno, pero ni todas ellas juntas podrían hacerte sombra esta noche querida. Estás deslumbrante. -Acorté la distancia entre ambos y besé sus labios dulcemente antes de entregarle el ramillete. -Creo que esto debe llevarlo la chica más guapa del pueblo. -Se lo coloqué y la abracé por detrás para sacar algo de mi bolsillo. -Y esto debe llevarlo la mujer que me hace sentir el tío más envidiado del pueblo. -Deposité en su cuello un precioso collar de plata con diamantes engarzados que deslumbraban con la luz de la luna. 

Alice ya te vio acercarte y sonrio de medio lado aun hablando, pero ya cuando llegaste a su lado su mirada se ilumino por completo mientras todos los que os rodeaban se quedaban bastante atónitos y la chica joven que habia estado hablando con ella ya habia desaparecido completamente del mapa.

Al ver el colar se quedo bastante parada mirándote - Primero... Estas increíble...Segundo... No tenias que traer nada y ambas cosas son preciosas... Y tercero... - Te rodeo con sus brazos besandote con cariño y apoyando su frente en la tuya gracias a los tacones - Me muero por arrancarte el traje...

Volvio a reir y entrelazo vuestras manos poniendo algo en medio... el anillo.

Sonreí en silencio a sus palabras mientras mi mano apretaba la suya reconfortándola por su silencioso regalo. -Tu me has regalado el placer de tu compañía y la belleza de tu sonrisa, sin contar con lo que tu ya sabes que llevaba demasiado buscando. -Tanto el anillo como una compañera. -Así que todo lo que te de es poco, por lo que sólo puedes sonreírme y disfrutar de esta fiesta tan encantadora. El ramillete y el traje los ha escogido mi tío así que deberíamos ir a darle las gracias. -me encaminé de la mano de Alice como quien porta el mayor de los tesoros y al llegar a l altura de Arthur le puse una mano en el hombro. -Qué fiesta más preciosa tío, está claro que sabéis lo que hacéis. -sonreí ampliamente e hice una leve reverencia hacia la bruja. -Señorita Blame está usted preciosa, espero que luego pueda concederme el placer de un baile. -esperaba que pillara la indirecta: quería hablar con ella respecto al cazador. -Por cierto tío, gracias por el traje y el ramillete, eres un crack.

Tu tío os miro de arriba abajo y ignoro tus palabras aposta cogiendo la mano de Alice y besándola de forma caballerosa Estas preciosa Alice, no tengo duda en que este año si te presentas ganaras el concurso de Miss Mystic Falls... Tras esas palabras si que te miro de nuevo a ti De nada, me alegra acertar con la talla, tu tampoco estas mal esta noche.

La bruja te miro sonriendo y asintió mientras veías como una pareja detrás os observaba con atención y al ver el cabello pelirrojo de la mujer algo te dijo que eran los padres de Alice.

Sonreí de forma encantadora sin soltar la mano de Alice. -De presentarse ganaría Miss Universo con la punta de la ming...lo ganaría sobradamente vamos. -me reí un poco nervioso pues hacía mucho que no estaba en una fiesta tan estirada.

 Cuando vi a sus padres le di un suave apretón para llamar su atención y me acerqué a su oído de forma melosa. -Ahora toca saludar a los suegros, espero que no me monten una escena. 

Suspiré y me acerqué a los padres de Alice para alzar mi mano a su padre. -Un placer conocerles señor y señora Gibson. Mi nombre es Killian Jones. -Y me follo a vuestra a hija a diario, bebo de su sangre y la convertiré en vampiro esta noche.

El padre de Alice era un hombre muy bien conservado de unos cuarenta y largos cincuenta y pocos y su madre una pelirroja tambien muy bien conservada pero para que negarlo con bastante cara de arpía, esa tipica sonrisa que no te daba ningun buen rollo.

Tu chica se dejo guiar por ti a regañadientes y al llegar ocn ellos os presento como si nada - Victoria y Adam Gibson el es Killian Jones el sobrino de Arthur... - Su madre estaba claro que te examinaba con la mirada mientras le padre miraba  Alice en todo momento como tanteando sus reacciones.

- Encantada seños Jones, visto que viene de la mano de mi hija me parece raro no conocerlo.

-Qué mejor momento para que nos conozcamos que esta preciosa celebración. ¿No creen?. -pregunté mientras tomaba la mano de la señora Gibson para besar su mano. -Su hija me ha concedido el honor y el placer de acompañarme en esta fiesta y puedo decirles que es una las mujeres más excepcionales que he tenido el gusto de conocer a lo largo de mi vida. -sonreí encantadoramente y besé la mejilla de Alice. Me importaba bien poco que pensaran sus padres pues ella ya había decidido. Era mía y unos simples mortales no tenían nada que decir al respecto, por muy padres  suyos y miembros del Consejo que fueran.

Se perfectamente como es y lo que es mi hija señor Jones, lo que me inquieta es quien y que es usted, pues como entendera esta claro que no va al instituto, y seguramente ni a la universidad ya - Bueno ya sabias de donde habia sacado Alice lo de no tener pelos en la lengua.

Antes de que pudieras decir nada tu chica intervino - Por suerte desde los dieciseis años soy libre de elegir quien va de mi amno, quien me besa y quien se acuesta conmigo - Su padre que se habia mantenido ausente ahora la miro de forma directa - Alice controla esa boca, pues estamos en una fiesta y te enseñamos modale sy educacion, y seras libre de elegir pero por ahora y hasta los veintiun años eres nuestra responsabilidad.

Viendo como estaban yendo los acontecimientos decidí intervenir antes de que la cosa se saliera de madre. -Tu padre tiene razón querida, no es el momento ni el lugar para hablar de esos temas. -concedí acariciando su mano. -Pero si quisiera dejar claro que no soy ningún acosador de menores sin oficio ni beneficio. Soy licenciado en filología antigua con matrícula cum laude por Harvard, dónde también me licencié en derecho y magisterio por lo que estaba pensando en optar al puesto de catedrático de letras del instituto. -no iba a dejar que una insignificante humana me humillara. -Como ya le dije me llamo Killian Jones y mi tío Arthur me llamó para firmar unos papales de la empresa familiar por temas de herencias. No debería tener que darles más explicaciones pero a mi me educaron según las tradiciones antiguas por lo que quisiera pedirles permiso para cortejar a su hija, con la que me interesaría tener una relación formal, seria y madura. -las cosas claras y el chocolate espeso. Si ellos estaban educados a la antigua, yo había vivido a la antigua.

Estaba claroq eu la madre de Alice iba a saltar pues si tu no dejabas uqe ella te humillara ella era muy como tu en aquello pero en el momento que hiba abrir la boca su marido la agarro de la mano y la miro a los ojos - Ve a la barra querida necesito otra copa - Termino lo de su vaso y se lo entreog a su mujer que mirandote bastante mal se alejo.

- Señor Jones, no sere yo quien le diga si puede o no salir con mi hija, pues eso es decision de ella pero si le digo que agradezco que se presente ante nosotros, solo decirle que esta invitado a nuestra casa siempre que quiera y que lo unico que espero que no olvide es que si hace daño a mi hija se arrepentira de por vida, pues es mi mayore tesoro.

Asentí agradecido a las palabras de su padre por su capote y sonreí. -Puedo asegurarle que ésa no es mi intención señor Gibson. Soy consciente de cuánto vale su hija por eso no tengo intención de perderla ni de hacerle daño. Conmigo jamás sufrirá ningún daño, aún a coste de mi vida. -no bromeaba con aquello. Era mía y si alguien osaba hacerle algo sufriría tanto que acabaría suplicándome su muerte. -Gracias por su apoyo. Si nos disculpa, le he prometido a esta belleza bailar y tengo que demostrarle que soy el mejor bailarín del pueblo. -sonreí amablemente y estreché de nuevo su mano antes de dirigirme con Alice a la pista de baile.