Partida Rol por web

Orbis 5: Ramelok [DM05/21]

02 Sombras

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24/05/2021, 10:16
Director
- Tiradas (3)

Notas de juego

a) ¿Este tallo tiene alguna conexión con el árbol de Beory que surgió por la magia de la Tenebrïs? Entiendo que no, pero para descartarlo completamente.

c) ¿Esta planta tiene algo mágico? 

Este tallo está imbuido de cierta magia verde, como el Oasis de Beory que invocó la Tenebrïs.

b) ¿Me estoy volviendo paranoico o las sombras me están mandando el mensaje de que TODO va a ser consumido por el Kaos? xDD

Las sombras provienen del Kaos, son parte de él. Son Kaos. ¿Pretenden devorarlo todo? ¿O ya lo han hecho?

d) ¿Ni rastro de la Tenebrïs y Cía? o_O

Ni rastro.

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24/05/2021, 13:54
Lord Sil
Sólo para el director

En mi quiescencia, observo con detenimiento la planta moribunda encogerse, marchitarse ante el corrosivo abrazo que le profesan las sombras de Ramelok. Ignoro por qué, pero encuentro una singular y amarga fascinación en la macabra y solitaria danza que el tallo realiza para mí en sus últimos instantes de decrepitud mientras abandona todo rastro de existencia. Es, en efecto, un elocuente presagio que las sombras han decidido comunicarme. Todo está condenado. Todo será consumido.

Nada hay a mi alrededor, y en mi soledad siento que debiera tener miedo, pero ni las tinieblas más inexpugnables arrojan sombra de terror en mí... Hace demasiado tiempo que soy una de ellas.

Percibo un tenue rastro mágico en la planta cuando las sombras devoran su envoltura externa, algo que solo contribuye a incrementar el enigma que rodea al tallo. 

¿Qué hace aquí, en mitad de este océano de cenizas? ¿Acaso es una prolongación de la magia de Beory que vi desplegar a Lady Diheröt ayer?

Notas de juego

Dejo la intervención in media res porque, leyendo tu entrada, detecto un sospechoso "incesantemente". 

¿Acaso la planta resiste el embate de las sombras?

Por otra parte, pregunta importante: ¿Veo el cielo? ¿Puedo saber qué hora del día es?

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24/05/2021, 21:53
Anwië Diherôth
Sólo para el director

De nuevo viento, corrupción, y oscuridad.

La vaina en la que estaba envuelta comenzaba a deshacerse. Fui consciente de ello cuando, al despertar, sentí de nuevo toda la corrupción y kaos derroyéndola. Mi hermano estaba confuso e inquieto...

—Tranquilo —le dije, en voz suave, tratando de tranquilizarle—. Beory nos protege.

Sin embargo, ¿qué fuerza podía ser tan poderosa como para destruir el escudo de Beory? ¿Qué debía hacer si la vaina se deshacía por completo? Podía potenciar el hechizo, pero... ¿sería suficiente? ¿o podría sobrevivir al aire cargado de corrupción?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Estoy en un punto en el que no sé bien cómo continuar, máster. Si salgo de la vaina, ¿muere Anwië? ¿o puede sobrevivir al ambiente corrupto?

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26/05/2021, 10:31
Ramelok

El capullo está siendo deshojado con violencia. La planta de Beory se resiste, pero la energía viva del desierto es muy poca. Al contrario, la muerte, el kaos y la korrupción reinan en Ramelok, y marchitan cualquier atisbo de vida o belleza. Despojada la planta casi en su totalidad, marchito y ennegrecido ya su tallo, descubres a Anwië refugiada en su interior, junto a su hermano gélido, ambos adormecidos, envueltos en un líquido viscoso. La corrupción pronto llegará hasta ella, y la devorará como ha hecho con su protección vegetal.

Notas de juego

¿Acaso la planta resiste el embate de las sombras?

Ya no.

¿Veo el cielo? ¿Puedo saber qué hora del día es?

No.

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26/05/2021, 10:35
Ramelok

El capullo está siendo deshojado con violencia. La planta de Beory se resiste a morir, pero la energía viva del desierto es muy poca. Al contrario, la muerte, el kaos y la korrupción reinan en Ramelok, y marchitan cualquier atisbo de vida o belleza. Despojada la planta casi en su totalidad, marchitas y ennegrecidas ya sus hojas, descubres a Sil en el exterior, envuelto en sombras, altivo, mirándote fijamente. El líquido viscoso que os envuelve empieza a corromperse y evaporarse, tu hermano gélido está débil.

Notas de juego

Estoy en un punto en el que no sé bien cómo continuar, máster.

Lo sé. Te estoy dejando la iniciativa, poniéndote contra las cuerdas. Usa la magia y sé creativo ;)

Si salgo de la vaina, ¿muere Anwië? ¿o puede sobrevivir al ambiente corrupto?

No lo sabremos hasta que lo haga. Si sale haz una tirada de MM + el color que quieras.

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26/05/2021, 11:34
Lord Sil

Sombras...

Tenebroso es su sentido del humor.

La jerarquía de los dioses está clara, y Beory no tiene mando alguno sobre la muerte o la korrupción que rezuman este desierto. Y esta, esta visión que ahora escudriño con asombro y fascinación, es un valioso recordatorio de que Ramelok es un erial consagrado a la desolación. Así ha sido, así es... y así será hasta el fin de los tiempos.

Me asaltan dudas sobre dónde me hallo en este preciso instante, pero todo parece indicar que Ramelok, haciendo gala de esas leyendas que le otorgan vida y consciencia propias, desea retrotraernos en su macabro sadismo hacia la desvencijada y ominosa atalaya en aras de aniquilar toda esperanza en nuestros corazones, korrompiendo el árbol consagrado a Beory sobre los restos de De Sartes, erradicando esa onírica vaharada que transportó nuestra memoria al viejo Adarnaj.

Sin embargo...

La propia naturaleza kaótica de mi enemigo subleva algo en mi interior. ¿Acaso está jugando con mi mente...? La pregunta es retórica.

Recuerdo: "El azul es el color de la magia de la erudición, entre otras... también de la ilusión".

En este orbe impenetrable a la luz solar en el que me hallo soy consciente de que mi enemigo no desea solo nuestra aniquilación física... Así mismo anhela nuestra obliteración espiritual. Y para ello, debe quebrar algo que he aprendido a fortalecer de modo sistemático y disciplinado con mi constante suplicio en este pellejo maltrecho... Mi voluntad.

No, viejo amigo. Ambos sabemos que la última vez aprendimos algo valioso el uno del otro.

Yo aprendí que tú eres inevitable. Creces, lenta e inexorablemente, pero tu expansión es firme. Imparable.

Y tú también encajaste una dura lección... que no puedes doblegarme.

Notas de juego

Este el introspectivo.

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26/05/2021, 12:04
Lord Sil

 

Observo en su vulnerabilidad absoluta a la inconsciente Tenebrïs, sumida en el abrazo de cenizas al que la somete Ramelok. Aun adormecida, su rostro parece atesorar una extraña quietud y su piel cetrina reluce entre el pegajoso y embriagador almizcle que baña su cuerpo. Me detengo un instante a mirarla en la quietud al tiempo que los sombríos carroñeros amorfos devoran la planta que trata de protegerla con su último y silente aliento.

Hace largos años que no poso mis ojos en ella deleitándome en la suavidad de sus facciones. Toda ella es perfecta, incluso ahora, desprovista de su penetrante mirada esculpida en jade. Sé que creyó que Beory podría hollar este desierto, vencerlo... conquistarlo. Un pensamiento que Ramelok se ha encargado de desaprobar de forma expeditiva.

Desvisto mi diestra, quitando mi guante de cuero y desvelando una lechosa y enjuta mano de esbeltos dedos sembrada en palma y dorso por cicatrices horrendas. Me sorprendo a mí mismo acercando mis yemas desgastadas a su mejilla y la acaricio con parsimonia infinita, algo que antaño anhelé hacer en las horas del crepúsculo, algo que incluso ahora, en este momento, me sigue resultando impensable... Imposible.

La voracidad de las sombras me alerta de que el final es inevitable, y sin embargo no pueden quitarme este efímero momento de triunfo. Ramelok, de modo inesperado, me devuelve fragmentos olvidados de mis sueños rotos. La caricia final de la muerte, pienso, solo para llegar a la amarga reflexión de que solo estoy probando aquello que jamás podré tener.

Percibo un aguijón al rojo hundiéndose en algún lugar en mi pecho. Un lugar vacío desde largo tiempo ha. Aún así... Abrasa todo lo que toca. El dolor que causa no es físico, quizás por eso estoy empezando a sentir. Es la vaga sombra de una antigua y profunda lamentación. Arrastra recuerdos, memorias, nostalgias y todo aquello que pudo, pero que nunca fue. Y que nunca será.

Mis dedos se enroscan en el sedoso cabello de la Tenebrïs, impregnándose de una negrura abisal ajena a mi lívida tez. Si supiera lo que una vez estuve dispuesto a hacer por ella... Si supiese lo que he hecho por ella... Temblaría de miedo.

-Shaël-väasthanäin valëek-do-säan, Tenebrïs*-, susurro mientras mi rostro de plata desciende sobre los labios de Anwië Diheröt buscando su contacto, acaso para tomar el impulso necesario antes de retirarla del interior del capullo.

Luego, me dirijo a las sombras que nos rodean.

-Gahül sothäanlendoneth ghÿnn valaebrïs... Ramelok väaslapüur myshyogäarläak, mäalik-vhiistaniäa kaëblis-.

Notas de juego

* N. del T.- "Ni siquiera la Muerte puede separarte de mí, Tenebrïs".

Cuidao ahí, lo que la' disho... ;D

** N. del T.- "Comprendo vuestro mensaje... Ramelok puede deleitarse con esta ofrenda a su piedad, pero ella es mía".

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26/05/2021, 21:57
Anwië Diherôth

Y, entonces, entre la agitación y el fragor de la virulenta corrupción... apareció él... Caminando hacia mí, dirigiendo su débil voz al Kaos y acariciando mi cabello con sus frías manos.

La oscuridad me había mostrado cosas que Lord Sil desconocería por siempre. No era una enemiga, sino una reveladora de la verdad... de algo que ansiaba conocer y que ahora podía apreciar en plenitud. Sin embargo, a pesar de las palabras de Lord Sil, y sus acciones, no le rechacé. Por el contrario, me ayudé de él para salir del capullo...

—Chä ghäbh äm bàs thâiris mi gû bràth, a Thigheärna Sil —contesté, una vez en el exterior—. Chän eil mi a’dol a bhàsachädh.

Luego alcé ceremoniosamente una mano en dirección a mi hermano, invintándole a acercarse a mí...

Podía notar cómo su cuerpo se debilitaba poco a poco... Mi alma se desgarraba cuanto más patente se hacía su sufrimiento. Si no lo evitaba, moriría. No podía permitirlo... había jurado cuidarlo, y pensaba hacerlo aunque ello supusiera desgastar la totalidad mis energías...

Después de todo, él y yo éramos uno...

—Nä biôdh eagäl ort, a bhràthäir.

En mi rostro se dibujó una calmada sonrisa. A pesar de notar el ardor, el fuego y la corrupción corroyendo mi rostro... sonreía como sólo una hermana puede sonreirle a su pequeño hermano, quien tiembla de miedo en la oscuridad, tratando de infundirle seguridad.

Yo no moriría... No podía morir... Él tampoco moriría... No podía morir.

—A’faireachdainn blàths mô chorp, mô bhràthäir. Läigh air mô uchd. Còmhla bidh sinn mär än solas, a’tolladh än dorchadäis, ag'atharrachadh coirbeachd gû raointean helleborûs dûbhä. Chän urräinn dha dâd stad a chuir oirnn, mô bhràthäir. Chän eil dâd.

Mi voz sonaba suave, pero segura y orgullosa. Con una confianza plena, y una devoción inquebrantable. Acabaría con la corrupción, y de ella surgiría vida. Haría del desierto mi reino...

Ramelok JAMÁS me dominaría...

Notas de juego

Traducción1: La muerte no me alcanzará jamás, Lord Sil. Yo no pienso morir.

Traducción2: No tengas miedo, hermano.

Traducción3: Siente la calidez de mi cuerpo, hermano mío. Acuéstate en mi regazo. Juntos seremos la luz, atravesando la oscuridad, transformando la corrupción en campos de eléboros negros. Nada puede detenernos, hermano mío. Nada.

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26/05/2021, 22:58
Anwië Diherôth
Sólo para el director

Notas de juego

Intento realizar un hechizo verde junto al Gélido contra la corrupción.

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27/05/2021, 17:47
Ramelok

La planta, la vaina, termina por marchitarse, dejando a Anwië y a su hermano gélido desprovistos de su protector caparazón. El fluido que les envolvía se evapora, y su gas os envuelve a los tres, rodeándoos y creando una atmósfera vuestro alrededor. Las sombras se apartan. Sentís un dolor intenso, es la korrupción que intenta hacerse con vosotros. Las sombras intentan penetrar el aura mágica que ambos construis con vuestra férrea voluntad, sin éxito. El Kaos os roza, juega con vosotros, os hiere. Absorbe el poder de algunos de vuestros enseres mágicos. Os resistís. Finalmente conseguís expulsarlo, con un gran esfuerzo. Y tras moverse violentamente, las sombras se alejan, se van. No se disipan, sino que huyen, en su forma menos corpórea, hacia el noreste. Arrastrándose sobre la negra arena y bajo el inmutable cielo plomizo de Ramelok. Habéis vencido, esta vez.

Hoari, al igual que Nevalar, ha sido devorada por el Kaos. De sus cuerpos sólo quedan negros huesos corrompidos, carbonizados, y los jirones de sus ropas mezclados con los de su piel. Vilnës y Kronaz yacen tumbadas en el suelo, flageladas, llenas de cortes oscuros, ensangrentadas, y con su cuerpo plagado de sombras que corren bajo su piel, por sus venas; están vivas, inconscientes. Respiran, pero en vuestro fuero más interno teméis por su despertar. De Heimdallr no hay rastro, no hay restos, ni cuerpo, ni huellas. Ha desaparecido, se ha desvanecido.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Anwië recibes 3 de Corrupción. Sil recibes 1 de Corrupción.

Anwië, pierdes dos cartas Magenta. Sil tú pierdes una. Podéis elegirlas, pueden ser objetos, conjuros o grimorios.

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27/05/2021, 18:51
Lord Sil

Notas de juego

Uuuuuhhhhh... Bajas. Bajas a montones. I LIKE IT.

Pregunta prepost... ¿Puedo usar mi rara y recién adquirida habilidad para con las sombras para evitar que se jalen mi gemita magenta de alguna forma?

Estaría dispuesto a adquirir algo de korrupción incluso, que sé que tengo margen ;)

Tú me dices.

Y otra cosa muy importante: ¿Estamos en Ordogor aún?

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27/05/2021, 19:32
Lord Sil

Una vez la Tenebrïs recupera la verticalidad, me alejo unos pasos de ella para otorgarle la necesaria soledad para ordenar sus pensamientos... Sus sentimientos.

Clavo mi báculo en la arena como un punto de apoyo para entregarme a la contemplación de nuestra situación. A nuestro alrededor todo evoca una amarga pérdida y una inevitable sensación de fracaso. El desierto compone un lienzo consagrado a la extinción. Los caídos, sus rostros irreconocibles, riegan el suelo con sus despojos calcinados. Los vientos ululantes y abrasadores de Ramelok lo han consumido todo en un festín de sangre y sombras. Todo... salvo a ella. Lo demás, me digo, es irrelevante. No lloraré a ninguno de ellos. No lo haría ni aunque así lo quisiera.

Tengo la irrefrenable sensación de que hemos portado en fúnebre procesión la ofrenda que este antiguo enemigo mío ansiaba con voracidad infinita al traer con nosotros a Nevalar. ¿Cuál es entonces el propósito de mantenernos con vida en este instante?

-Mi señora-, digo entre un breve episodio de tos sin girarme a mirarla. No voy a dedicar ninguna alabanza a los caídos. No es, ni remotamente, mi estilo. Voy a hablarle de la naturaleza de nuestro antagonista. -Conozco un relato que merece la pega contar... Un hábil pero confiado guerrero enfrenta a un coloso de raudos reflejos que con una prodigiosa exhibición de astucia y poder logra inmovilizarle en el suelo. El primer luchador, orgulloso, renuncia a rendirse. Es entonces cuando el segundo le parte un brazo con una dolorosa maniobra. Este segundo guerrero dice: "He puesto a prueba tu talento. Ahora, pongamos a prueba tu juicio". Luego, le rompe la nariz de un terrible golpe y sisea... "Ríndete". Y vuelve a golpearle, cada vez rompiéndole varios huesos. El siseo, otra vez, persistente... "Ríndete"-.

Considero necesario sumirme en el silencio para reprimir un esputo.

-Parece evidente que, a veces, lo lógico es desistir. Es la moraleja de la historia... Al menos, eso pensé la primera vez que la escuché. Sin embargo, muchas veces ha vuelto a flotar en mi memoria... Y considero que la valiosa lección que nos aporta la misma es diferente...-. Observo el cielo libre de las cenizas de este abyecto engendro arenoso e inspiro el hediondo y penetrante aroma de la carne calcinada. Me agacho y tomo un puñado de la grisácea materia que compone a mi enemigo. 

-Luchar contra lo desconocido nos aboca al fracaso... Conoce a tu enemigo... Compréndele... Y tu victoria será total-. La arena, las cenizas, manan escapándose entre mis dedos mientras centro mis ojos glaucos en la Tenebrïs.

-Yo entiendo este desierto... Comprendo a Ramelok. No estáis sola. Aún os quedo yo, Tenebrïs... Aún podemos vencer-.

Notas de juego

Aguardo reacción de Anwië ;)

AVISO: Si lanza magia druídica sobre el gélido... ¡SALGO POR PATAS! ;D

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27/05/2021, 22:11
Anwië Diherôth

Me sentía débil, pero seguía viva. Pocos habían corrido la misma suerte...

Guardé silencio, percatándome de la ausencia de Nevalar y Hoari. Sin embargo, no sentí lástima por ellos... había algo más que me preocupaba y que no podía percibir. Mi hermano... mi hermano de sangre... ¿Dónde estaba?

—¿Heimdallr?

Pregunté, incluso sabiendo que no hallaría respuesta...

En ese momento sentí como un puñal se clavaba en mi pecho. Por primera vez en demasiado tiempo sentí angustia, asfixia, y... miedo. No podía perder a Heimdallr... mi hermano... No podía perderle...

Entonces Lord Sil me habló, sacándome de la espiral de angustia en la que había entrado mi mente... Recobre el aliento, y traté de no mostrar debilidad. Nunca debía mostrarlo, ni siquiera cuando la esperanza se agotaba y sólo quedaba la desolación. No podía permitirme mostrarlo.

Me erguí, centré mi atención en él y me tomé algunos segundos para responder...

—Rendirse nunca es una opción, Lord Sil —negué con la cabeza, enfatizando mis palabras—. Su primera interpretación fue errónea.

Hice un intento por sonreír, aunque quedó en una mueca amarga...

—Ramelok no vencerá. Juntos lo destruiremos —mis palabras brotaron con furia.

No pararía hasta dar con mi Dagthir...

Finalmente, avancé hasta mi otro hermano... luego puse mi mano en su suave pelaje. Podía sentir sus heridas... su agitación... pero seguía vivo. Seguíamos vivos. Pese a todo, ambos habíamos sufrido...

—Dígame ahora, Lord Sil —dije, sin dejar de acariciar a mi hermano—. ¿A qué se refería con que yo soy suya?

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28/05/2021, 10:41
Lord Sil

—Rendirse nunca es una opción, Lord Sil —negué con la cabeza, enfatizando mis palabras—. Su primera interpretación fue errónea.

Omito adrede que la primera interpretación me salvó la vida... aquella vez.

Contemplo silente el inusual halo de vulnerabilidad que emana fugaz de la Tenebrïs. Es un efímero instante, pero suficiente para hacerme saber que donde reina el hielo anida una chispa de emoción que es furia y agonía a un tiempo por las muertes que ha sufrido nuestra expedición. Aunque me percato de que no todos los cadáveres captan su atención... Hay uno que parece preocuparla en especial. Uno cuya ausencia resulta a la vez intrigante y perturbadora.

Mi silencio es denso y se prolonga mientras Anwië se debate entre la cólera y la desazón.

—Ramelok no vencerá. Juntos lo destruiremos —mis palabras brotaron con furia.

 —¿Es esa la razón que os trajo aquí, mi señora?—.

En la intimidad que Ramelok nos ha brindado al exterminar todo lo que nos rodea, entiendo que es el momento de averiguar por qué está aquí. Por qué ella, una de las más altas embajadoras de Anodiräs, se digna a hollar con sus pies estas arenas putrefactas.

—El desierto siente vuestro desafío. Ahora os envía un mensaje...—, extendí mi brazo, señalando en derredor lo que quedaba de los nuestros. —¿Por qué lo hacéis...? ¿Por qué anheláis destruir Ramelok?—.

Sé de sobra que mi enemigo no puede ser destruido. 

Es... inevitable.

—¿Acaso queréis erradicar el Kaos mismo de este mundo...?—.

—Dígame ahora, Lord Sil —dije, sin dejar de acariciar a mi hermano—. ¿A qué se refería con que yo soy suya?

La brisa del desierto agita mi capa al tiempo que su pregunta flota en el éter. Me tomo la licencia de observarla un largo instante en completo mutismo. No escucho nada más que las palpitaciones taladrando mis sienes, queriendo arañar mi cráneo.

—Ramelok... Sus sombras... Necesitaban un recordatorio...—. 

Las palabras, estas palabras, me son elusivas en su presencia. Es muy difícil expresar lo que sientes cuando has transitado un largo y tortuoso camino en la soledad y la mortificación, perdiendo todos y cada uno de los recuerdos que debieran corresponderse con tus emociones. Y sin embargo, no recuerdo haberla olvidado.

Ella es, en cierto sentido, el último vestigio, el último jirón, la última pieza del puzle que es mi pasado. También lo único que me impide trascender...

Ellas han tratado de destruir... lo único que he aprendido a amar...—, pronuncio con gravedad. Y en mi voz resuena una advertencia que las cenizas que ahora piso han de transmitir a mi némesis.

Lo que más congoja me produce de esta situación es que mis palabras no se apoyan en una memoria cerebral o en un acto reflejo. No son lo que debieran ser según la reminiscencia de lo que habrían de ser. No estoy diciendo lo que se supone que tengo que decir.

No estoy emulando un sentimiento.

Estoy sintiendo... otra vez.

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28/05/2021, 13:39
Ramelok

Una voz resuena en tu mente:

él

NO

te

pertenece

...

Notas de juego

¿De qué dos cartas Magenta te deshaces?

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29/05/2021, 11:50
Anwië Diherôth

Las preguntas de Lord Sil de sus labios en ordenada y obediente procesión. Su innata curiosidad le pide respuestas para poder comprender mi motivación para estar en Ramelok, y por qué ansío destruir la corrupción que embarga el desierto.

En ese momento, me separé de mi preciado hermano... luego anduve hasta colocarme frente a Lord Sil.

—Al igual que usted, la razón que me trajo aquí fue descubrir qué se mueve en el desierto, Lord Sil —contesté, decidida. Sin embargo, hice una pausa, en la que me tomé mi tiempo para sonreír amargamente—. Pero... hace bien en entender que no sólo la orden del Barón fue mi única motivación.

 

 

Negué con la cabeza. No, en este lugar sólo esperaba la muerte. Nevalar y Hoari eran muestra de ello... Sin embargo, incluso teniendo en cuenta el riesgo que ello conllevaba, nada lo merecía más que volver a estar cerca de mi reino...

—Es una lástima descubrir el estado actual de Ramelok —añadí, nostálgicamente—. Antaño sus tierras eran fértiles y repletas de vida; sin embargo... ahora... no son más sombras dominadas por las cenizas y la corrupción. Y, pese a todo, Ramelok no es sino una ínfima parte de lo que era Adarnaj...

Probablemente, el estado de mi reino sería aún más deplorable de lo que era el propio desierto... pero, incluso así, ansiaba volver a pisar sus tierras...

Poco después de que el eco de mis palabras desaparecieran, retrocedí unos pasos y me acerqué a Vilnës hasta estar a su lado. Entonces me puse en cuclillas... hice algunos jirones de mi vestimenta que mojé en agua de mi cantimplora y comencé a limpiar sus heridas...

Kronaz permanecía a su lado... sus heridas eran igual de graves, pero mi atención y cuidado no iban con ella.

—El Reino de Adarnaj debe ser recuperado, y la corrupción erradicada, Lord Sil... por el bien de los Elfos Oscuros —acompañando mis palabras, acaricié el rostro de la exploradora... como una madre que cuida de sus hijos en la enfermedad—. Y, por extraño que pueda parecer, no hay momento más propicio que éste para conseguirlo... en la inestabilidad del continente y el ascenso de Anodiräs gracias al favor que la diosa Beory nos ha otorgado.

Debemos aprovechar la oportunidad que se nos ofrece, Lord Sil. Sería necio no hacerlo... Debemos limpiar de sombras las tierras que pertenecen a los Elfos Oscuros... Nuestra raza debe dominar el continente, y no los humanos ni el Kaos; menos aún los enanos...

Entonces, tras mis contestaciones, vino su respuesta...

Me detuve unos segundos en mi cuidado de Vilnës para tratar de entender, no el significado de el evidente significado de sus palabras, sino el hecho de que... por primera vez... Lord Sil se mostrara vulnerable y terrenal...

Durante esos segundos, las sombras me hablaron... y yo sonreí como contestación al tiempo que reemprendía mi labor por sanar a la elfa...

—Sé de su devoción por Anodiräs, Lord Sil. No somos diferentes usted y yo. Mi anhelo por recuperar Adarnaj es equiparable a la suya por proteger Anodiräs. ¿No cree que es el momento de que ambos reinos reinen juntos en favor de los de nuestra raza? ¿No cree que es el momento de que nuestra especie domine, como merece, el continente?

Juntos, Anodiräs y Adarnaj podrán repeler las tropas del Kaos y dominar el continente. Sin embargo, puedo sentir la corrupción que embarga su cuerpo y alma. ¿Cree ser capaz de controlarla? ¿O le ocurrirá como a Nevalar?

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29/05/2021, 13:37
Anwië Diherôth

Notas de juego

Khörn Jellas es una carta, pero imagino que de ella no puedo desprenderme tan fácilmente, xD

Pues... no me queda más que quitarme el grimorio y la joya de la armadura... por mucho dolor que me dé hacerlo ya que no les he dado utilidad en la partida.

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Por cierto, ¿puedo sentir a Heimdallr de alguna manera? ¿O no hay ni rastro (absolutamente ninguno) de él?

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29/05/2021, 15:40
Director

Notas de juego

Te deshaces de:

Puedes sentir la presencia de Dagthir flotando en el aire. Si quieres saber más deberás usar magia.

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31/05/2021, 10:09
Lord Sil

Ardo por dentro, como nunca antes.

Su frialdad, su indiferencia… Beory ha enfatizado un aspecto maternal en ella, un aura de majestad. Aunque no tenga ojos, escucho sus palabras con atención y comprendo que en su pecho solo late el impulso, por momentos fanático, de doblegar, de erradicar el Kaos. Solo hay espacio para un pensamiento en su mente, y sé que se trata de un recuerdo, un vestigio del pasado.

Adarnaj… Aunar Adarnaj y Anodiräs… Qué bello sueño.

Y qué imposible de lograr.

—¿Me comparáis con un títere?—. Mis ojos son acero anhelando hundirse en su pecho.

Siento la brisa arrastrar una voz cruel.

Corrupción.

—¿Dudáis de mí, Tenebrïs? —, inquiero ocultando la desolación que sacude los restos de mi alma. No me siento capaz ya de dirigirme a ella por su nombre. El impulso me abandona... ¿Volverá alguna vez?

La pregunta que le hago es retórica.

Sé que duda.

Dejo escapar un siseo para enmascarar la fría cólera que termina de devastar mi alma.

—Mi alma es lo único que pervive a la corrupción… El resto… es cicatriz. Mas mi disciplina, mi voluntad de hierro, me han disuadido de tomar el sendero que conduce al Kaos—. Hasta ahora. —Nevalar era una marioneta nacida, sospecho, del mismísimo Kaos. Un vial, un portador condenado a cumplir su propósito. Él… era débil… ¿Pero yo…? Oh, no… Yo… no soy… débil—.

Me duelen los nudillos de mi diestra. Estoy apretando mi báculo con demasiada fuerza. Toso por la ansiedad que agita mi pecho.

—¿Recuperar Adarnaj…? ¿Con el favor de la diosa Beory? —. Río amargamente. —¿Creéis que podéis domeñar el Kaos? ¿Creéis que esto… tiene un final feliz? —. Ha llegado la hora. —Escuchad el viento de Ramelok, Tenebrïs… Porta funestos presagios para los reinos... Escuchad su apetito por la destrucción... En la hora del lobo, solo los lobos pueden proteger al rebaño

Me sumo en un mortífero silencio. Mi voz emerge gutural, cual Segador de Almas.

—¿Queréis destruir Ramelok? —.

Mi pregunta está cargada de intención.

—¿Queréis recuperar Adarnaj? —.

Desenvaino mi estilete.

Demostradlo—, digo mientras apoyo la afilada hoja con sutileza en su cuello.

Ignoro el nudo que amaga con formarse en mi garganta.

Es la hora del lobo.

—Lleváis sangre divina, Anwië Diheröt. Una vez lo intuí…—. No voy a contarle que la primera vez que la vi pensé que era un mortecino y oscuro ángel caído del cielo. No voy a hacerlo. Adiós, Körad. Tuviste tu oportunidad. AhoraSolo quedo yo. —A vuestro regreso de Uldatär, lo supe con certeza—.

El viento se agita, vaticinando un dramático desenlace.

—He visto lo que hicisteis con Des Sartes… Sois, de un modo que no puedo comprender, la Elegida de Beory. Si vuestros ojos esmeralda engendraron el bosque sagrado de Uldatär… ¿Qué no hará vuestra sangre aquí, en la Tierra de las Sombras? —.

Tomo su mano y deposito mi estilete en ella, aferrándola con fuerza.

—Solo hay una flor que puede germinar en el desierto…—.

Estoy muriéndome por dentro al tiempo que entierro la idea del sacrificio definitivo en su mente.

—La llaman esperanza—.

Retiro despacio la venda que cubre sus ojos. Quiero ver lo que ha dejado tras de sí su tributo a Beory.

—Solo puede crecer con fe verdadera—.

Qué ironía, pienso en un destello mientras la contemplo en su inexpugnable belleza.

Una Reina que jamás reinará.

Y sin embargo, una Reina que  vivirá... para siempre.

Mi último pensamiento va dirigido a mi viejo enemigo, Ramelok.

Ahora, al fin, lo entiendo.

El enemigo natural del Kaos no es el Orden.

El enemigo natural del Kaos es lo Imposible, lo Impensable. Eso convierte la azarosa naturaleza del Kaos en la parte más bella de nuestra existencia…

Los milagros.

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31/05/2021, 21:50
Anwië Diherôth

 

Escucho atentamente cada palabra que pronuncia. Está colérico, y sus palabras demuestran una fiereza sin igual. Incluso cuando escucho, y luego siento, el acero del estilete siendo desenvainado y llevado a mi cuello.

¿Quién, en su sano juicio, se atrevería a hacer algo así? ¿Quién osaría llevar el filo de su arma al cuello de una Diherôt? ¿Quién tendría el suficiente valor de retarme a mí y pensar que saldría ileso?  Y, pese a todo... permití que lo hiciera. A pesar de sus palabras, a pesar de sus acciones... estaba siendo generosa...

Soy generosa.

Sin embargo, cuando trató de llevar su mano a la venda que cubrían donde antaño debían estar mis ojos, apresé la muñeca con todas mis fuerzas... impidiendo que completara su acción...

Mi rostro estaba serio, y mi voz sonó fría y mordaz...

—Nevalar pudo haber sido una marioneta, pero incluso las marionetas reaccionan a los impulsos de aquel que las domina —sentencié, aunque el tono de mi voz se alzó en casi un grito de furia—. ¡NO OLVIDEMOS QUE ESTABA BAJO SU TUTELA, LORD SIL...!

Y, pese a todo, explotó en corrupción... no sólo poniendo en peligro nuestras vidas, sino provocando que perdiera algo más importante para mí que mi propia existencia...

Mi rostro estaba contraído por la furia y el dolor que sentía... sin embargo, tras algunos intensos segundos, suspiré y relajé mis músculos, tratando de hacer un esfuerzo de empatía... Entendía a Lord Sil... entendía que no había sido culpa suya que Nevalar explotara, y entendía lo que quería tratar de explicarme...

Luego volví a alzar la mirada, aunque ya no era furia, sino afecto...

—Oh, Koräd... Yo confío en ti —mi voz sonaba ahora suave y cariñosa, incluso acaricié suavemente aquella férrea mano que me tendía el estilete... El contacto fue delicado, incluso cálido... aunque finalmente mis dedos se hicieron con el mango para quitárselo suavemente—. Sin embargo, bien siento tu aflicción y sufrimiento. Ha sido mucho lo que has perdido en Ramelok. Y no maldices por ello... no lloras, ni gritas en dolor. Tu vida es frágil, puedo percibirlo, y sin embargo tu voluntad es imposible de quebrar...

Sin dudar, llevé mi mano libre a la venda, y... tras deshacer el nudo, mostré... por primera vez a alguien, mis cuencas vacías...

El lugar en el que debían estar mis ojos permanecían ahora inquietantemente oscuros, y la carne alrededor de ellos cicatrizada de las heridas que mis propias uñas provocaron cuando entregué a Beory mis ojos... Mi rostro había perdido el fulgor de mi mirada, pero había ganado en cambio un aspecto aterrador y escalofriante. No necesitaba ojos para ver, pues incluso Lord Sil, quien podía verificar la ausencia de mis globos oculares, sentiría que le estaba observando...

 

 

... tan difícil de quebrar como mi fe y devoción:

—Destruiré la corrupción en Ramelok, y recuperaré Adarnaj... y podré hacerlo sola. Pero no es eso lo que quiero, Koräd. No quiero hacerlo sola. Estoy cansada de caminar en este cruel mundo solamientras hablaba, corté superficialmente la piel de mi muñeca con el estilete, haciendo manar de ella sangre... luego me acerqué a Vilnës, puse su cabeza en mi regazo, y alcé con cuidado su rostro para dárselo de beber—. Es hora de que los Elfos Oscuros vuelvan a tener un reino al que llamar Hogar, y una Reina que les proteja de los peligros. YO soy esa Reina, y haré que Adarnaj florezca de nuevo bajo el nombre de Beory, erradicando la corrupción de sus tierras...

Chä bhith än fhuil agam ach a ’dìon mo dhaôine, Koräd, agüs cuiridh mi crìoch äir än fheadhâinn a bhios a’feuchâinn ri bagairt ôrra. A bheil earbsa agad ôrm...?

Notas de juego

Traducción: Mi sangre sólo servirá para proteger a los míos, Koräd, y acabaré con quienes intenten amenazarlos. ¿Confías tú en mí...?