Partida Rol por web

Valerie ya estaba en la planta inferior mientras Robert le solicitaba que se replantease su decisión de ir sola. Mientras Sandra jugueteaba con su tablet realizando pulsaciones rápidas, como si estuviese tecleando códigos a gran velocidad.

Fue en ese momento cuando reapareció Stocker en las comunicaciones de los terminales: en la tablet de Sandra y Karl, pero también en las holopantallas de Valerie y Karl.

- No lo comprendo. ¿Qué está sucediendo? Doble-R ha interrumpido la comunicación sin dar explicaciones pero ahora veo que la señorita Hicks intenta negarme el acceso a la Hécate. Entiendo que existen variables que no me permiten identificar correctamente todos los parámetros de la actual situación.

Hubo un momento de silencio antes de que nadie pudiera responder nada.

- Obedeciendo orden prioritaria  del capitán de la Cira. Procedo a mi inmediata desconexión no sin antes dejar un registro del log indicando mi desacuerdo y un análisis de riesgo alto ante tal solicitud. Transfiero todos mis protocolos al modo manual de la Cira.

Tan rápido como se conectó, y antes de que nadie pudiera hacer nada, Stocker volvió a desconectarse del sistema.

Por los auriculares de los que aún llevaran casco, pudo escucharse la voz de Valerie en respuesta al comunicado. Mascullado entre dientes, un simple y escueto:

— Jodeeer....

Desoyendo la llamada de Robert, Valerie continuó a través de la Hécate, atravesando la sala de recreo. Recorrió el pasillo circular exterior en dirección al laboratorio secundario temiéndose encontrar con una puerta sellada que limitase su acceso pero este temor fue en vano: la puerta de acceso estaba abierta de par en par. A través de un amplio pasillo donde se apilaban algunas cajas podía ver el interior del módulo lateral de la Hécate que albergaba el laboratorio secundario. Desde donde estaba era perfectamente visible una enorme esfera idéntica a las que había en el laboratorio principal pero que triplicaba el tamaño. Ocupaba el espacio central y estaba rodeada de un montón de cables y tubos. La lectura de energía, sin duda, venía de ese dispositivo que ahora empezaba a mostrar un brillo extraño en el interior, como si estuviera en pleno funcionamiento.

Valerie no podía apartar la mirada de aquel fulgor interior. Y entonces notó algo más. Una presencia. Como si alguien la estuviera observando a través del infinito del tiempo. Una sensación terrible, como si estuviera en una pesadilla en la que sabía que algo terrible iba a suceder pero no tuviera la fuerza necesaria para despertar, se apoderó de ella. Sabía que aquello que la observaba no era humano, ni pertenecía a nuestro tiempo. Pero quería entrar.

— Lo siento, Robert, me he adelantado, me has pescado cuando ya estaba en camino. De hecho ya estoy llegando... un momento... la puerta está abierta... y hay...

No dijo más. 

Gasto un beni, para intentar mejorar. Si es superior el resultado me lo quedo, si no, pues va a tener que funcionar el 7...

Uff. El 7. 

Me quedan dos benis, pues gasto otro. Y ya. Por los dioses! Qué justas las tres tiradas. Y he gastado dos benis por nada. 

:(

Valerie lo sintió. Sintió como si unos zarcillos oscuros tanteasen su cerebro buscando un punto por el cual infiltrarse. De pronto notó una voracidad llegada del límite del tiempo. Algo que no era ni remotamente humano pero que deseaba, con todo su espíritu, introducirse en ella para sentir la vida. Para llegar. No sabía como pero Valerie sabía que aquello, fuera lo que fuera, venía desde un tiempo futuro tan lejano que la vida ya no tenía sentido. Y eso estaba ansioso por paladear la vida. Por estar allí.

Por un momento la mujer estuvo a punto de sucumbir a aquel intento de posesión. Pero algo en su voluntad impidió que aquello lograse su objetivo.

El fulgor de la cápsula se intensificó durante unos segundos, justo en el momento en que perdían contacto con Valerie. Luego simplemente se apagó. Vieron por la holocámara como la científica se tambaleaba ligeramente y necesitaba apoyarse en la pared del pasillo, respirando trabajosamente. ¿Qué había sucedido?

Valerie estaba con los ojos como platos, sudorosa, apenas podía respirar. Tuvo que apoyarse en la pared para no caerse, y temblaba ligeramente. Así se mantuvo unos segundos, que a ella le parecieron eones.

Luego parpadeó trabajosamente, sin apartar los ojos de la esfera, ahora apagada.

— ¡Por todos...! ¡Dioses! Yo...he...

Se incorporó, de nuevo, y entró en el laboratorio, dirigiéndose hacia la cápsula, buscando registrar sus lecturas.

El medico, tras descender del segundo nivel, donde estaban las cámaras de hibernación, atravesó la sala de descanso y aceleró el paso al moverse por el pasillo de conexión del nivel principal de la Hécate, tratando de acercarse a Valerie cuando escuchó el mensaje de la IA de la Cira. Momentáneamente confundido por lo que estaba oyendo se detuvo un momento, tratando de analizar porqué Doble-R había tomado esa decisión. Los pensamientos fluyeron totalmente desordenados "Que? Como? Control Manual?"

— Doble-R, me escuchas? — preguntó a través de su intercomunicador mientras decidía sus próximos pasos. Al notar que se encontraba cerca de la bahía de atraque, cambió la dirección de sus pasos e ingresó en la misma, olvidando que, desde que habían entrado a la nave había sido el principal impulsor de la idea de mantener al grupo unido, sin separarse

— Por las dudas, pónganse los cascos y conecten el oxígeno! — les solicitó a sus compañeros mientras se acercaba al sitio por donde habían ingresado a la nave — Intentaré hablar con Doble-R — se explicó mientras observaba los controles de apertura desde el lado de la estación, suponiendo que si el piloto no contestaba a través del comunicador quizás debería intentar acceder a la Cira para hablar personalmente con el.

A pesar de que era un experto en dominarse a sí mismo, Karl pateó el suelo con fuerza cuando Stocker dijo aquello. La idea no había salido bien, pero ahora estaba claro que era Doble-R el que, por algún motivo, estaba intentando jugársela a todos.

—¡Maldita sea! —exclamó—. ¿Pero qué demonios le pasa a ese tío?

Siguió el consejo de Robert y se puso el casco. A las malas, tendrían oxígeno para unas horas, pero si Doble-R les desconectaba el soporte vital, el tiempo se les acabaría muy rápido. Y de poco iba a servirles que Stocker presentara una queja...

—Iré con ellos para ver qué está pasando, mientras tú intentas resetear este trasto —le dijo Karl a Sandra—. Si me necesitas, llámame e iré contigo sin perder un segundo.

No le gustaba que se separasen de nuevo, pero no quedaba más remedio. Si no tomaban el control de la estación, estaban perdidos. Karl miró a Sandra un segundo a los ojos con seriedad.

—Puedes hacerlo. Pero sobre todo, ten cuidado ahí abajo...

Sin pensárselo dos veces, se dio la vuelta para reunirse con Robert y Valerie. Tomó la dirección del laboratorio en el que estaba la científica.

-¡JODER!

Sandra dio un puñetazo a la mesa cuando escuchó a Stocker.

-¡MIERDA DE MAQUINA!

Se alejó un instante de la tableta viendo la pantalla en perspectiva. Pero se volvió a acercar cuando las imágenes que transmitía Val la desconcertaron y la preocuparon más aún. La sala, efectivamente, estaba abierta. Las imágenes se superpusieron con la voz de Robert poniendo palabras a sus temores y, dicho y hecho, se aseguró el casco a la vez que Karl.

-¿Cuanto tiempo dijeron la última vez que...? ¡Bah! que más da... No tardaré, no te preocupes. Maldita la puta gracia que me hace bajar sola ahí abajo -hizo una pausa y resopló- Pero no queda otra.

Por el visor de su casco vio que Robert no estaba con la cientifica y volvió a resoplar-Estamos todos separados, genial, somos unos hachas. Venga va, si, tendré cuidado, ¡lárgate ya! -aguantó la mirada fija del soldado y lo siguió con la vista cuando desapareció de la sala. Su vista se clavó en la cápsula de la informática un instante antes de echar a correr en busca del generador de nuevo, pero no sin antes, probar una cosa.

-Doble-R, ¿me escuchas? Necesito hablar contigo.

Quizás, ahora, en manual, estuviera escuchando.

Pese a estar separados físicamente al menos las holopantallas de sus cascos los mantenían en contacto directo.

Karl había llegado junto a Valerie, quién ya recobrada físicamente avanzaba a paso firme hasta la sala del laboratorio secundario. Nuevamente todos vieron la enorme cápsula - vacía - que estaba conectada a un par de terminales y numerosos cables que se esparcían por el suelo de la sala. A través de los ventanales podían ver planeta 505 alrededor del cual seguían orbitando. Pero a al estar varios sistemas de la nave conectados las terminales mostraban un aluvión de datos. Valerie se aproximó al que controlaba la cápsula mientras Karl cubría sus espaldas. Las lecturas mostraban un despliegue de energía imposible: mucho más que el que podría tener la propia Hécate al 100% de actividad. Eso era, literalmente, imposible. No se podía generar tanta energía de la nada. ¿Estaban creando un nuevo tipo de generador que jugase con la dimensión del tiempo para...? Imposible. Claro que la palabra imposible la habían repetido como un mantra que luego chocaba de frente con lo que sucedía en aquella estación. Releyendo las pautas de la pantalla Valerie constató que aquel estallido se había repetido varias veces en el pasado y todo indicaba que se repetiría en unos seis minutos aproximadamente¹.

Por otra parte Sandra intentaba contactar con Doble-R con el mismo resultado silencioso. No estaba quieta mientras lo hacía. En aquel momento descendía por la escalerilla hacia la zona de aviónica intentando no pensar en lo agobiantes que resultaban aquellos conductos.

Y Robert avanzaba por el pasillo de la bahía de atraque. Al otro lado estaba la Cira. Se aproximaba hacia la puerta que conectaba ambos sistemas pero de pronto su mirada se fijó en varias luces rojas que se encendían en el pasillo². ¡La Cira estaba realizando una maniobra de desatraque! ¡Se estaba soltando de la estación!

¡Seis minutos! Seis minutos para que aquello se repitiera, el estallido de energía... y el resto. 

Escupió su grajea neurotónica, se caló el casco y activó los sistemas de vacío del traje. 

— ¡Sandra, supongo que ya estás haciéndolo, pero lo confirmo! ¡Hay que desconectar por completo toda la energía de la Hécate! ¡Rápido! No sé cómo, pero han abierto una brecha que hay que cerrar...

— Pero, que hace? Como que la Cira se va? — las palabras de Robert surgieron más de su propia impotencia que de un deseo de informar a nadie

— Todos tienen los cascos puestos? — preguntó mientras miraba los controles que tenía a su lado — Más allá de lo que estén haciendo , por favor confirmen. Voy a intentar volver a abrir la esclusa — se explicó — aunque se haya vuelto loco, no puede desconectarse si ambos extremos están abiertos — trató de convencerse - Pero en este momento no me fío de que no lo intente igual —

Las exclusas tienen una doble puerta para evitar precisamente que se líe la de San Quintín. Fíjaos en el mapa en la escena de ambientación que se ve en (1) que hay dos puertas. Robert se mete entre esas dos y al abrir la más exterior la otra se cierra automáticamente, lo único que se despresuriza de la estación es la sala de Robert. Por lo tanto, a priori, para vosotros no hay riesgo.

Robert saldría disparado hacia el espacio si la descompresión fuera inmediata pero esas salas están preparadas para hacerlo poco a poco. Además por el momento todavía hay un puente de enlace con la Cira desplegado (es el que Doble-R está intentando recoger).

Efectivamente el planteamiento de Matute es correcto (¡estás hecho un lince!). Si los sistemas de la Cira detectan que la compuerta conectada de la Hécate está abierta la seguridad automatizada 'prohibirá' desconectar el puente. Esto no quiere decir que Doble-R no pueda hacerlo manualmente pero tiene que desactivar protocolos y tomar más controles manuales (más tiempo, vamos).

Los dioses bendigan los sistemas de seguridad automatizada de las naves especiales de un futuro medio-duro de sci-fi ¿eh? ;)

Sobre la desconexión de Cira me imagino que te refieres al control sobre la Hécate: se mantiene. No va por una conexión física.

Si a lo que te refieres a que si Cira se desconecta físicamente de la bahía de atraque... pues entonces tiene que maniobrar a una velocidad media para alejarse de la Hécate y cuando esté a una distancia prudencial del planeta (unas horas de recorrido a velocidad normal de tránsito local) podrá realizar un salto al subespacio.

Si tenéis cualquier duda preguntad.