Partida Rol por web

Palabras de paz, vientos de guerra

Algunas cosas interesantes...

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28/04/2023, 15:41
Tlatoani

En esta escena iré añadiendo algunos datos de interés para las partidas. Serán ideas generales de la ambientación, para tenerlas en cuenta del lugar y época donde jugamos:

Sobre la organización en América (Extraído del manual de Nahui Ollin):

Los virreinatos se dividían para su mejor organización en gobernaciones, que dependían tanto militar como políticamente del virrey. En cada una de las capitales de gobernación había, por supuesto, un gobernador, que era, además, presidente de la Real Audiencia de la ciudad.

La justicia civil estaba representada por la Real Audiencia. Había una en cada gobernación. Su presidente era el virrey (o el
gobernador) y estaba formada por cuatro oidores (jueces) y un fiscal. Normalmente los cargos de gobernador, presidente de la Real Audiencia y capitán general recaían en la misma persona, con lo que su influencia era inmensa, pues controlaba tanto el poder político como el judicial y el militar.

A su vez, las diferentes gobernaciones se dividían en corregimientos, cada una a cargo de un funcionario elegido por el gobernador llamado corregidor. Sus funciones incluían cobrar impuestos, realizar tareas administrativas, las obras públicas, la seguridad interior (vigilancia contra la delincuencia) y velar por el buen trato hacia los indígenas. El corregidor presidía el cabildo de la ciudad, pero no tenía derecho a voto.

Finalmente, en cada municipio existía un cabildo. Institución elegida por los vecinos, se encargaba de los asuntos administrativos de la población y la resolución de los problemas. Sus competencias abarcaban la higiene pública, la economía
de la población, la buena convivencia y los precios de ciertos productos considerados de primera necesidad. El cabildo administraba también el mercado, el matadero y los basurales. Igualmente estaban a su cargo la cárcel, la seguridad local y la manutención del orden público.

Un cabildo estaba comúnmente formado por dos alcaldes, los regidores, el alférez real, el alguacil, el fiel ejecutor y el procurador general.

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Sobre el Alférez Real (Extraído de Wikipedia):

En la institución del cabildo indiano, el cargo de alférez real se le otorgaba a modo de reconocimiento a alguno de los miembros de mayor prestigio del cabildo. Con ello se le daba el honor de presidir las ceremonias oficiales y fiestas populares portando el pendón o estandarte real, que representaban la presencia del propio monarca.2 El cargo lo solían portar los caballeros de mayor fortuna de las ciudades coloniales, puesto que el ser honrado con el cargo incluía la obligación de solventar de su propio bolsillo todo gasto relativo a fiestas patronales, proclamaciones, exaltaciones y agasajos a autoridades, así como proveer las monedas que serían arrojadas al pueblo durante dichas ceremonias.

La asunción del cargo se hacia en una ceremonia solemne en la cual el Alférez Real saliente entregaba el Estandarte Real y quedaba liberado de su juramento. El nuevo Alférez realizaba entonces el llamado "Pleito Homenaje", jurando defender al real pendón con su vida.

A pesar de carecer de poderes de mayor utilidad que la de cualquier otro miembro del cabildo (voz y voto), su prestigio fue tal que el cargo fue perseguido por miembros de las familias más encumbradas de la aristocracia criolla, ávidas de posicionarse al frente de las ceremonias y como orgullosos representantes visibles del poder real en las provincias del imperio.

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09/05/2023, 13:00
Tlatoani

Sobre los Chichimecas (Extraído del manual de Nahui Ollin):

Los españoles llamaban chichimecas (palabra náhuatl que significa «del linaje de los perros») a todos los pueblos nómadas (o seminómadas) al norte del valle de México. Las cuatro naciones principales en la época del contacto con los españoles eran los pames, guamares, zacatecos y guachichiles, aunque había infinidad de tribus menores, como los tecuexe, caxcanes, tezol, cocas, sauzas y guaxabanes. Tenían rasgos culturales comunes, pero no una unidad lingüística. De hecho, cada tribu tenía sus propios registros dialectales.

Salvo las tribus asentadas junto a ríos, que practicaban la agricultura, eran un pueblo nómada de cazadores-recolectores. Comían caza menor (liebre, pecarí, perrito de la pradera), aunque no desdeñaban las serpientes ni las ranas si las encontraban, así como todo tipo de pescado. Complementaban su dieta con frutas silvestres y raíces. De la tuna, la fruta del nopal, hacían una especie de licor, y del mezquite, unas obleas que comían a modo de pan. Las tribus que practicaban la agricultura cultivaban sobre todo chile, frijol y maíz, con lo que estaban mejor alimentados, pero por su carácter sedentario eran menos aguerridos que los nómadas, acostumbrados a hacer incursiones en territorio ajeno o a defender el propio.

El jefe o cacique de la tribu solía ser el guerrero más fuerte y valiente, pero su liderazgo era limitado: lo seguían en la batalla y poco más. El chamán (llamado por los chichimecas madai cojoo) tenía, en la práctica, mayor influencia. Su religión era animista y bastante sencilla: adoraban a los espíritus, el sol y la luna, así como a ciertos animales que consideraban totémicos, protectores de la tribu (y que variaban de una a otra). Si tenían tiempo, se preparaban antes de la batalla con cantos y danzas para pedir el favor y protección de los espíritus. Su arma principal eran el arco y las flechas, y su característica es que iban a la guerra desnudos, apenas con sandalias y un taparrabos, pues sus pinturas, que representaban víboras, sapos, coyotes y otros animales, eran suficiente protección.

Tampoco es que fueran mucho más vestidos en tiempo de paz: como mucho, los principales entre ellos llevaban una manta de piel de puma o similar a modo de capa y plumas (a veces tocados enteros) adornando la cabeza. La cabellera, tanto en hombres como en mujeres, la llevaban muy larga, muchas veces hasta la cintura. Las mujeres a veces llevaban un huipil (blusa) y una falda corta hasta las rodillas.

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23/06/2023, 11:03
Tlatoani

Algunos datos sobre monedas, aquí.

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22/08/2023, 19:35
Tlatoani

CAPÍTULO 11. De fray Antonio de Cuéllar, guardián del dicho monasterio de ezatlan, provincia de Xalisco (Juan de Torquemada. "Monarquía Indiana").

(...)por fin del mes de mayo y llegó a Ezatlan mediado junio; y como cuando Moisén,bajando del monte de recibir la ley, halló al pueblo idolatrando, así este siervo de Dios. Cuando volvió del capítulo a Ezatlati, halló la tierra muy alborotada y muchos pueblos alzados y puestos en arma; y que los españoles se habían ya encontrado con los indios infieles y los indios con los españoles; en los cuales reencuentros habían muerto muchos indios de la una parte; y de la otra, cerca de treinta españoles. Y como el bendito fray Antonio era padre de aquella república, por haberla comenzado a poner en policía y predicado la palabra de Dios a sus moradores. luego como llegó comenzó a tratar paces entre los españoles y entre algunos de los pueblos que menos culpa tenían; y trajo muchos indios de paz y tornáronse a asentar y asegurar en sus poblaciones, como de antes estaban; porque los españoles amaban mucho y no menos los indios; y él se daba tal maña (mediante la graciade Dios) que todos lo tenían por padre.

 

(...) En medio del camino que hay de este pueblo al de Ezatlan se hace una serranía áspera, donde un capitanejo de los alzados, con otros indios llamados yugualuzos lo aguardaron. Y aunque el santo religioso (viendo que venían con mal intento) no se alteró ni demudó, antes los saludó y habló mansamente; ellos, revestidos de la malicia de su padre Satanás, cuyos corazones como el de otro Judas para vender a su maestro estaban ya llenos de su infernal ponzoña, no sólo no estimaron su paternal y mansa salutación; pero olvidados del respeto que como a sacerdote y ministro de Dios le tenían, le respondieron con fiera inhumanidad y crueles flechas. Y tan sin piedad le tiraron que entre otras con que le hirieron el cuerpo le enclavaron tres por el rostro y la una de ellas le entró por la boca y le salió por el celebro; y cayendo en tierra le dieron muchas pedradas y palos en la boca y por todo el cuerpo, como si fuera algún cruel enemigo, habiéndoles sido verdadero y amoroso padre.

Y dejándolo de esta manera por muerto se fueron aquellos apóstatas y parricidas alegres en dejarlo por muerto.

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29/08/2023, 10:29
Francisco Temanaxtli

Francisco Tenamaztle

En la época en que nació Tenamaztle, el territorio que hoy corresponde a Jalisco, Aguascalientes, Colima, Zacatecas y Durango, estaba ocupado por tepehuanes, tepeques, tecuexes, cocas, otomíes, tecos, huachichiles, tochos, zacatecos, caxcanes y otros grupos, que genérica y despectivamente los españoles llamaban a todos “chichimeca”.

Tenamaztle (o Temanaxtle) fue señor de Nochistlán. Sus primeros encuentros con los españoles fueron más o menos pacíficos. Pero muy pronto, al igual que los otros pueblos de la región, su gente fue sometida a la encomienda y a la esclavitud. Tamanaztle fue asignado a Miguel de Ibarra, encomendero de Nochistlán. Durante años soportó las vejaciones de los españoles, quienes eran intransigentes en cuanto a los usos, costumbres y creencias de los indígenas. Cuando este maltrato se le hizo insoportable, Tamanaztle encabezó la rebelión indígena más grande que se dio durante la colonia y que estuvo a punto de incendiar a toda Nueva España.

Para combatir la sublevación, Nuño de Guzmán, a quien los indios pintaban en sus códices como una serpiente a caballo, mandó a Cristóbal de Oñate, que gobernaba Guadalajara, al frente de un contingente de 50 jinetes, 30 infantes y 500 naturales auxiliares. En Teponahuasco, cerca de Nochistlán, le salieron al paso cuatrocientos guerreros que construyeron un pequeño fuerte para defender el camino. Los resultados de este primer encuentro contra los españoles fueron adversos a los indígenas y a pesar de sus actos de valor, murieron muchos.

Después de este suceso, los conquistadores tomaron posesión de Nochistlán, donde Temanaztle había sido señor, y permanecieron ahí hasta que Oñate avisó a Nuño de Guzmán de la victoria obtenida. Al llamado de Tenamaztle para enfrentar al conquistador español  se le llamó la “rebelión del Miztón” o la “guerra chichimeca”, que integró un movimiento general de numerosas tribus “chichimecas”.

Hacia 1540 la sublevación fue generalizada, dos veces fue derrotado Miguel de Ibarra en el Miztón. Cristóbal de Oñate, en tanto llegaba el virrey Antonio de Mendoza, solicitó el auxilio de Pedro de Alvarado (1er capitán de Cortés en la conquista de México). La soberbia de Alvarado lo hizo atacar en tiempo de lluvias y resultar muerto.

Entretanto, Tenamaztle, se preguntaba de los españoles "¿qué buscan en tierras extrañas?, ¿por qué quieren despojarnos de nuestras pertenencias y personas, reduciéndonos al vasallaje de un señor de allende el mar?" Su grito de guerra: "Axcan quema, tehuatl nehuatl" (ahora sí, tú o yo), y el 28 de septiembre de 1541, sesenta mil caxcanes al mando de Tenamaztle sitiaron la antigua Guadalajara (Nochistlán). 

Tras cuatro días de sitio, Tenamaztle y su fatigado ejército tuvieron que abandonar el cerco. El gobernador Oñate reunió al Cabildo y a los vecinos principales, a fin de exponerles la imperiosa necesidad de escoger otro sitio más adecuado para cambiar ahí, de manera definitiva, la ciudad de Guadalajara. Después de grandes polémicas se aceptó el cambio de la ciudad al Valle de Atemax (donde ahora está la actual Guadalajara).

A partir de octubre de 1541, los españoles, al darse cuenta de cómo se estaban organizando los naturales, por órdenes del virrey, salieron a combatir a los sublevados, primeramente a Nochistlán. Miguel de Ibarra, antes de emprender el ataque, les ofreció que les perdonarían las muertes e incendios que habían causado en combates anteriores, pero no fue suficiente. Aunque los españoles tenían la ventaja de sus armas, detrás de cada roca, árbol y de cada accidente del terreno se erguía un guerrero indígena que no pedía ni daba cuartel; lanzaban una lluvia de flechas, arrojaban peñascos y ofensas, estaban poseídos de la fuerza que les daba la justicia de su causa.

Poco a poco los caxcanes fueron replegados hacia el cerro del Miztón -cerro muy elevado- que era tenido por inexpugnable, ahí se empeñolaron con sus mujeres e hijos para presentar la batalla definitiva, eran más de cien mil sublevados que de Juchipila y demás pueblos inmediatos habían ido a hacer causa común con los caxcanes. Estuvieron parapetados allí más de un año.

Tras la derrota, Tenamaztle fue uno de los prisioneros, y siendo preso, los españoles lo utilizaron para apresar a otros. Logró escapar mediante un ardid, y anduvo alzado nueve años, sosteniendo combates cada vez que se hacía necesario. Finalmente, Tamanaxtle decidió entregarse a los frailes franciscanos, quienes lo llevaron con el obispo de Guadalajara, Pedro Gómez de Maraver. A su vez, éste lo condujo a la ciudad de México con el segundo virrey de la Nueva España don Luis de Velasco, con la esperanza de que fuera perdonado porque su lucha era justa.

En 1552, Tamanaxtle fue deportado a Valladolid, España, lugar donde se encontró con fray Bartolomé de las Casas, dos o tres años más tarde. Allí continuó su lucha en defensa de los derechos de su pueblo y en busca de su libertad. Emprendió una nueva forma de combate: en vez de flechas usó las palabras y las ideas en defensa de la justicia y la libertad para sí y para los suyos.

Así defendió Tenamaztle con razones, lo que antes había defendido con las armas, gracias a la ayuda de fray Bartolomé de las Casas quien, además de asesorarlo, traducía los alegatos que presentaba al Rey de España y al Consejo de Indias. De Tenamaztle se tuvieron noticias sólo hasta 1556. Después de ese año se perdió su nombre. Lo más seguro es que nunca haya vuelto a la Nueva España.

Notas de juego

Extraído y resumido de la web "Memoria política de México".