Partida Rol por web

Valytria miró al jefe goblin con desprecio mientras sacaba la última jabalina que tenía.

Espero darle con esta jabalina. El combate está controlado, pero no parece que podamos hacerle mucho daño desde lejos, maldita criatura asquerosa. No me gustaría tener que gastar conjuros en él.

La jabalina volvió a refulgir en azul y salió disparada hacia la horrenda criatura.

Jarlan estaba harto del maldito goblin así que decidió probar suerte con su arco, soltando la espada y lanzando una flecha, pero que no parecía que fuera ha acertar...

El goblin destrozaba el común mientras no paraban de lanzarle jabalinas. Jarlan disparó una flecha de su arco, Marissa se acerco y le otorgó la guía divina. 

Ni la jabalina ni el arco impactaron en el goblin, que siguió riéndose.

Aquel pobre diablo me había cabreado. No nos podíamos demorar más y menos aún persiguiendo a aquel rastrero cobarde subido a un árbol. Corrí y me acerque lo máximo posible al árbol para luego treparlo.
Cuidad de mi lanza, si hace falta yo subiré a por ese adefesio

¡Ya está! ¡No te soporto más! Volviéndose hacia Benito ¡Gnomo, aguarda!

Más furiosa de lo que debería, pronunciaba unas palabras entre dientes mientras hacía un ademán con la mano. De imprevisto, de ésta comenzaron a salir partículas brillantes y de diferentes colores que rodearon al goblin y su montura

El goblin ríe ... y cae desde el arbol, inconsciente debido al hechizo de Circe.

Entre sus posesiones encontrais la vara que le visteis usar al principio, cuya manufactura no es globlin claramente y tiene algunas runas inscritas. 

Recogiendo el baston volveis a la capital ... 

Al fin cayó el maldito bicho verde, había costado y Colmillo había sufrido, pero por los demás habían acabado bien, y en verdad tenía bastantes cosas, que miró con interés. Mientras le echaba un vistazo a las heridas de colmillo y observaba como estaban sus compañeros organizándose.

- Que os interesa de lo que hay por aquí?

Por fin habían conseguido el bastón, cumpliendo así la primera misión que habían mandado a Marissa en la sociedad pathfinder. Ella misma había liquidado "humanamente" al goblin "para que no sufriera" y así tampoco sufrirían otros pájaros, animalitos y pobres niños perdidos en el bosque al que el goblin mataría y torturaría sin dudar. 

Marissa sanó todas las heridas e incomodidades que sufrían sus compañeros y volvieron a la base, donde les encomendaron la siguiente misión, el siguiente objeto. 

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Pronto se encontraron delante de la mujer, una mercenaria aguerrida. Marissa hizo una reverencia formal. 

—Saludos, mi señora, somos Pathfinders y estudiantes de de la historia de este lugar, mi nombre es Marissa Dravere y mis compañeros son... —dejó que se presentaran—, es verdad que se negocia y se charla mejor con el estómago lleno y agradecemos su hospitalidad. 

Justo cuando me iba a quitar la armadura para subir al árbol ví como aquel inútil caía de el. Eso era lo mejor de la gravedad. Que todo lo que sube tiene que bajar.

Volví a por mi lanza y me la guarde, y luego miré entre los restos del jefe cadáver.

Podéis dejarme los Tindertwigs, nunca se sabe cuándo necesitaremos luz y os digo por experiencia que los mejores tesoros están guardados en oscuras cuevas

Había cumplido mi primera misión ayudando a encontrar aquel bastón que era uno de los 4 objetos que buscábamos. Al siguiente día fuimos a por el segundo.
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Me senté en la mesa junto a mis compañeros. Debía ser y comportarme como un huésped civilizado.
Yo soy Benito, mi señora. Gracias por acogernos en su casa. Aceptamos gratamente su comida así luego hablar el asunto que nos concierne

Observan que al fin el goblin cae muerto en el suelo, al fin completamente derrotado y dejando ver de manera evidente varios objetos mágicos que podrán resultar indispensables.

-Nos llevamos todos los objetos, sugiero que los dejemos como propiedad común y en las misiones veamos su distribución de acuerdo a la necesidad como capacidad de cada integrante-.

Es la sugerencia del elfo tras observar los alrededores para asegurarse que no serán emboscados por el enemigo. De acuerdo a la respuesta que presente el resto terminará por acatar sin problema alguno.

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Al volver hacia quien encargo la misión en la capital, durante todo el trayecto Melcorian guardó silencio como un gesto de recriminación por no tener un buen desempeño. Aun cuestionándose que lo llevo a experimentar ese profundo miedo capaz de paralizarlo y quitar toda iniciativa.

-Melcorian y agradecemos su hospitalidad-.

Dice en ese altivo tono de voz élfico que vuelve elegante la lengua común, preparándose a ingresar al recinto luego que los otros lo hicieran.

Doy un paso al frente y hago una leve reverencia a modo de saludo:

Mi nombre es Sedrik Tirentar, como ha dicho mi compañera de viaje Marissa somos Pathfinders y nuestros pasos nos han traido hasta su hogar, para pedirle un favor...

Tomo la taza entre mis manos para calentarme pero sin llegar a beber. sosteniéndola cortesmente y examinando el contenido disimuladamente por si contuviese alguna sustancia "de dudosa procedencia" o algún componente para hacernos hablar más de la cuenta. También le echo un vistazo a Delara para ver su actitud ante la presencia de un grupo tan variopinto de aventureros que vienen a su casa...

Delara sonríe.

- El un placer recibir visita de gente de mundo con modales, no de nobles estirados, para variar.  Pero imagino que vuestra visita tiene algún propósito concreto ... y yo ya no estoy en edad casadera así que dudo que sea eso.

¡Dejádmelo! ¡Voy a enseñarle como se las gastan los pathfinder cuando uno se ríe de ellos!

El grupo la sujetaba mientras Marissa lo ejecutaba razonablemente. Gruño.

Está bien... blandengues

Tras varios días de viaje llegaron a la hacienda de los Delara. 

¿Quién es esta anciana? Murmuró

*Tú no te enteras de nada que no tenga que ver contigo, ¿verdad? ¿Por qué me ha tocado sufrir esto?

Casi a escondidas sacudió la empuñadura de la espada, desgastada tras el paso de los años o de los golpes. Pese a su carácter sabía mantener ciertos modales cuando tocaba.

Buen día, mi señora, mi señora... Disimuló. Le agradezco su generosidad. Mi nombre es Circe, un placer.

Hablar recatadamente era tan inusual en ella que parecía un autómata repitiendo unas palabras. 

-Saludos Señora mi nombre es Jarlan, y aunque decís no estar en edad casadera estoy seguro de que no le faltan... admiradores, pero por desgracia nos trae aquí una misión oficial de la mayor prioridad.

Unas amables palabras pueden abrir más puertas que una maza, pero no esperaba tener que hablar mucho.

—Sí, no es una visita de cortesía ni de placer, aunque está siendo muy agradable. Somos eruditos aventureros, Pathfinders, y en nuestro afán de catalogar artefactos antiguos, había un medallón que queríamos ver. 

Continue el diálogo de Marisa
Su medallon, señora, junto a otros 3 objetos de su prestigiosa familia podrían desentrañar algo muy peligroso. Nosotros fuimos enviados para investigar esto y sobretodo para ayudarla, mi señora. Entenderíamos que ese medallon no se encontrará más a salvo en ningún sitio excepto con usted. Pero por favor, déjenos investigarlo, sería tan solo unos minutos

Delara asiente y sonríe ante las explicaciones que daís.

- Os agradezco vuestra honestidad, será un placer.

Os lleva a otra sala, y abre un pequeño cofrecillo del que extrae un medallón plateado. Una especie de "huevo" aplanado.

- Lo guarde sin prestarle mucha atención, la gente decía que daba mala suerte y escuchaban voces ...

Lo observais, y mientras lo manipulaís Kiko observa una pequeña pestaña que debe abrirlo ... al presionarlo no se abre y aparece la imagen fantasmal de una mujer en la superficie del medallón.

- “Por favor, no molestes mi medallón. Es precioso para mi, y yo me gustaría mantener sus recuerdos para mí ¿Quienes sois, extraños? ¿Has venido por fin a traerme la paz? 

Delara parece asustada.

- Esta es Althea Irrica, la propietaria anterior del medallón. La encontraron muerta en su habitación unos días antes del ataque a La finca Irrica. 

La imagen fantasmal os habla.

- Dentro del  medallón esta el retrato de su prometido fallecido y el dolor de su muerte todavía es demasiado reciente.  Si encontraseis mi anillo de pedida ... yo descansaría  y abriría el medallón.

Los ojos de Delara se abren como platos.

- Vendí ese anillo hace unas horas a una caravana de mercaderes... todos sus poseedores han aparecido muertos ... Si os daís prisa, podreis alcanzarles. Pero tened cuidado con ese anillo ...

Marissa apretó el símbolo sagrado de su dedidad ante la aparición de un malvado no-muerto... pero sólo era un fantasma que tenía algo inacabado. El anillo de pedida. 

—Es obvio que el fantasma quiere lo más importante para toda mujer, su anillo de pedida. Maldita sea...

Marissa se aclaró la boca —Mi señora Irrica ¡Iremos ahora mismo! —todos los poseedores anteriores habrán muerto por el fantasma. Mierda.