Partida Rol por web

El viaje comenzó en el pueblo en donde los antiguos estudiantes habían hecho la secundaria, Viajaron desde la puerta de la secundaria en un chevrolet S10 y tomaron la ruta 66 para poder conocer los cientos de pueblos que poco a poco quedan en el olvido por la construcción de la interestatal. En las primeras semanas recorrieron una gran parte de su camino haciendo paradas aleatoria y quedándose en algún pueblo un poco mas de tiempo para disfrutar.
 Notaron también que los tramos entre ciudad y ciudad eran cada vez mas grande y a veces se hacia difícil encontrar algún lugar para pasar la noche.

 Tras un largo viaje de casi 13 horas la Chevrolet S10 por fin paro en un motel donde pudieron cargar combustible y pasar la noche. Había solo 3 habitaciones disponibles por lo que el grupo tuvo que repartirse para dormir en las mismas.
 A la mañana siguiente se acercaron a la recepción del lugar donde se servía el económico desayuno, en una de las mesas Samuel estaba sentado con una gran mapa desplegado en la mesa casi sin tener lugar para sus tiras de tocino y su huevo revuelo, parecía estar compenetrado en dicho mapa y marcaba algo con un lápiz.

El viaje había comenzado en el pueblo que nos había unido. Había quedado en la puerta del instituto que tan buenos...y malos ratos nos había dado.

Habíamos alquilado una furgoneta los suficientemente grande como para viejar cómodos con nuestros equipajes y poder disfrutar de la ruta 66. La ruta era paso obligado para todo aquella persona que quisiera ser periodista la cantidad de cosas que se podían ver y hacer te abría mucho los ojos y la percepción del mundo. Las primeras semanas fueron divertidas y vimos muchos pueblos. Pero según pasaban los días nos dimos cuenta de que cada vez los tramos eran mas largos y alguna vez habíamos tenido algún problema para encontrar sitio para dormir.

Por fortuna hoy no había sido uno de esos días y habíamos encontrado un Motel de carretera. Al elegir las las habitaciones me había tocado con Sidney. Me desperté temprano para poder ducharme.

Pero mientras lo hacia no podía evitar pensar en ella.

Desde el tiempo del instituto nos habíamos distanciado un poco pero antes eramos las mejores amigas posibles. Habían pasado muchas cosas. La muerte de mis padres y el aceptar que me gustaban las mujeres. Veía a Sidney como una amiga pero verla ahí tumbada con ese pijama que dejaba tan poco a la imaginación me hizo suspirar.

-La verdad es que eres preciosa. Pensé al mirarla.

Noe parecía que había madrugado y ya estaba en la mesa con los desayunos. La verdad es que tenia hambre y ver a Sidney con esa ropa...no quería mortificarme mas de lo necesario.

-Sid voy con el resto tengo hambre.

Al llegar a la mesa vi a Noe y Samuel que miraba un enorme mapa de carretera.

-Hola chicos. ¿Habeis dormido bien?

-Jo tios-dijo Noe sentándose en la mesa- odio los viajes en carretera hacen que esté mareada todo el día. Una cosa os digo, como duerma con alguien que ronque lo estrangulo, asi que vosotros vereis...

En distintos momentos del viaje hasta el momento actual:

• Vaya, no tienen mal aspecto, parece que a todos les ha ido bien, siguen pareciendo los principitos y princesitas del instituto.
• Joder, espero que no me pregunten mucho sobre como me van las cosas.
• ¿Por qué me decidí a participar en este viaje? Hablan, hablan, hablan...
• Bueno, ya saben a que me dedico, genial. No hay que ser muy espabilado para ver que casi han asentido al ver a que me dedico, como diciendo "le pega".
• Ahora ya no soy una de las estrellas del equipo, ¿por qué me habrán invitado?
• Dios, que tranquilidad cuanto más nos alejamos, cada vez menos ciudades, más naturaleza. Si solo dejasen de hablar como cotorras...

¿Quedará muy raro si digo que quiero una habitación yo solo? Las chicas se han ido a dormir juntas, si a Tyler no le importa dormir con Samuel... nah, seguro que me miran raro. - Tyler, Samuel, ¿a alguno le apetece compartir cuarto? - Digo mientras les miro con una sonrisa lo más amplia que pueda.

Sea con quien sea asumo que es otra noche más dentro de nuestro viaje.

Por la mañana:

¡¡Buenas gente!! Joder, como está esa mesa, ahí no cabe ni un café, y sabéis que hasta que yo no me tomo uno no soy persona. Me pongo en la de al lado anda... - Sutil, si señor.

Me siento en la mesa que esté más cercana y cuando pueda pido uno de esos desayunos económicos. Intento de todas formas no quedarme aislado y llamar la atención. Si empiezan a entablar conversación me levanto y me acerco para participar un poco.

Sidney estaba disfrutando con el viaje, a pesar de que al planearlo había esperado que se apuntase más gente. No estaba segura de quién lo había empezado a organizar, pero como última aventura antes de terminar de sentar la cabeza y empezar a trabajar en la empresa de su padre le estaba sentando de miedo. Había sido raro durante los primeros minutos reencontrarse con todos, pero lo había disimulado detrás de una de sus radiantes sonrisas y los había saludado como si no hiciera más que unos días desde la última vez que se vieron. Y lo cierto fue que enseguida se sintió con ellos exactamente igual que siempre. Salvo con Samuel, que parecía haber cambiado muchísimo, había dejado de ser un nerd y ahora era un joven de lo más gentil. 

Y los días habían pasado mientras recorrían kilómetros y kilómetros hasta llegar a aquel motel que a Sidney le pareció un poco cutre. Sin embargo, la noche compartiendo habitación con las chicas había sido divertida. Como en los buenos tiempos. Había pensado antes de quedarse dormida. Lo cierto era que había echado de menos a Kate en los últimos tiempos, aunque era en ese momento al tenerla cerca de nuevo cuando se daba más cuenta.

Cuando se despertó Noe ya no estaba y podía escuchar el sonido de la ducha de Kate. Esperó a que su amiga terminase tumbada sobre la cama, leyendo una revista y todavía con la ropa que usaba para dormir, unos pantalones cortos de deporte y una camiseta gris de tirantes. Se giró sobre sí misma al escuchar a Kate y asintió. - Vale. Yo voy a ducharme y ahora voy. 

Salió veinte minutos después de la habitación con un aspecto impecable, vestía unos shorts de tela vaquera y una camiseta rosa que dejaba sus hombros al aire. En los pies unas deportivas blancas. El pelo perfectamente peinado y un maquillaje discreto, con un brillo de labios que les daba un toque rosado, a juego con la camiseta. Tampoco necesitaba mucho más para estar espléndida.

Entró en la cafetería con la actitud de quien sabe que su llegada atraerá las miradas y saludó a sus amigos con una sonrisa radiante. - Buenos días... -  Se acercó a la mesa donde estaban Kate, Samuel y Noe y se dejó caer en una silla. - Vaya... ¿Dónde vamos a ir hoy? - Preguntó, echando un vistazo al mapa, pero sin prestarle mucha atención. Sus ojos se dirigieron al plato que asomaba por debajo y arrugó un poco la nariz al ver el desayuno de Samuel, con el grasiento tocino. Ella no pensaba tomar algo así ni loca y mucho menos para desayunar. Así que se levantó de nuevo y se acercó a ver qué podía conseguir que fuese más ligero. Un café y una manzana sería perfecto. No esperaba poder pedir nada más elaborado en ese antro.

-Podíamos ir a algún sitio que no estuviera lejos-dijo Noe intentando que el tiempo en carretera se redujera- ¿No hay por aquí algun sitio bonito o una zona por la que salir a tomar algo? Ya sabeis, algo mas.. urbano...-dió un pequeño sorbo al café y nada más, por que sabía que si comía algo lo echaría en el coche de camino a vete a saber donde.

Durante las trece horas de viaje me mantuve bastante más callado de lo que me debían de recordar mis compañeros. Antes era bastante bocazas, chulo y presumido. Ahora resulto alguien un poco más callado y reflexivo, que responde a las bromas con una sonrisa controlada y una mirada baja.

Especialmente me resultó difícil ver a Sidney. No habíamos acabado mal, pero fue un final no bien determinado. Se la ve estupenda, fijo que le va bien, bien de verdad. También estuvo guay ver a Bill, mi antiguo compañero del equipo. Con Katherine y Noe tuve menos relación, aunque seguro que nos los podemos pasar bien en el viaje. Samuel sin embargo, eso fue una mala relación. Trataré de ser majo con él, ha pasado demasiado tiempo, y me comportaba como un idiota. 

Aparezco por la recepción con una camiseta blanca y unos vaqueros normales y corrientes, el pelo mojado de la ducha y una sonrisa. - Buenas... - Me hago con un café y nada más antes de sentarme en la mesa. - Qué, ¿trazando la ruta? Estaría bien ver una zona natural, ahí, con unas cervezas. - Miro hacia el resto buscando opinión. - Venga, ¿no estáis hartos de coche? Podríamos tomarlo de descanso y andar hasta algún lugar chulo.

-¡Eso es! Podríamos ir a visitar algún sitio y tomarnos algo. Incluso si hay un rio podríamos pegarnos un baño. Gracias Tyler-dijo animada al ver la posibilidad de no tener que coger el coche.

Cogí un Cafe con leche de la mesa cercana y una tostada con mermelada de melocotón y me senté en una silla con el resto mientras daba pequeños mordiscos a la tostada y tragos al café con leche.

Observe a Samuel , sentado mirando el mapa. La verdad es que no era como le recordaba. La verdad es que en el Instituto era un poco raro y callado no es que hablara mucho con el. Aunque el conmigo si lo hizo alguna vez. Pero ahora había cambiado mucho era mas abierto hasta gracioso.

Salude a Bill con una sonrisa cuando llego y tomo asiento a nuestro lado.

En ese momento entre Sidney iba perfecta tan perfecta que me daba la sensacion de ir en harapos con mi sencillo top morado con vaqueros y playeras. Cuando llego y nos saludo con una sonrisa no pude evitar sonreír como una estúpida.

-Deja de sonreír boba.

Entonces pregunto donde íbamos hoy y Noe propuso un sitio mas civilizado y Tyler a un sitio mas natural.

-Si estaría bien. Dije a la idea de Noe. Que tuviera un lago. Comente emocionada por la idea ¿Que nos dices Samuel maestro de ruta? ¿Algún sitio interesante?

Samuel se encontraba muy metido en el mapa hasta que sus compañeros de viaje comenzaron a llegar al modesto lugar de desayuno.

 El muchacho cerro un poco el mapa para despejar un poco la mesa y que el resto pudiera también sentarse en la misma.

-Ahora nos toca un recorrido largo hasta el próximo pueblo.- Dijo mientras marcaba una punto en el mapa. -no me extraña por que la gente dejo de usar la 66 para tomar la interestatal, los pueblos están muy distanciados en algunos puntos.-

 Esto mayormente se debía a la interestatal, muchos pueblos quedaban sin el medio turístico del que subsistían y se disolvían haciendo que hubiera esos complicados tramos sin mas que tierra y camino.

-No muy lejos de aquí esta la granja de mi abuelo.- Agregó sin dejar de mirar el mapa. -Podríamos pasar por allí el tiene una casa enorme y podríamos aprovechar para aliviar un poco el viaje.- Levanto la mirada para ver a sus compañeros y oír sus opiniones.

-Además hoy es viernes y ese día se hacen grandes festines, comeríamos como animales y sin pagar nada.-

Buena comida gratis, un ambiente relajado y dejar por fin este maldito coche. Suena bien. - La verdad es que los planes de Kath y Noe de ir a un río o a un lago suenan genial, pero sería una pena desaprovechar una oferta así, los otros planes podemos hacerlos cualquier día seguramente. Tienes mi voto para el plan granja. - Me he lanzado a opinar algo rápido, venga, dejad de mirarme y que alguien más opine rápido. Inconscientemente cojo mi taza de café y bebo un sorbo lentamente, de forma que mi rostro queda algo oculto con la misma durante unos cuantos segundos.

Sidney volvió a la mesa con un café en una mano y una manzana en la otra y se sentó junto a Kate mientras escuchaba a Samuel. - Oh, ¿y no hay algún lago cerca de la granja? Sería estupendo hacer un pequeño descanso en la ruta y pasar un día de relax.

Sidney sonrió y dio un mordisco a su manzana antes de hablar de nuevo. - Yo voto sí. Vayamos a ver al abuelito de Sammy. - Añadió bromeando y guiñándole un ojo a Samuel.

Noe le miró un poco extrañada, lo último que querían en aquel viaje era acabar en la casa de campo del "abuelo Herserl" con sus tapetes de ganchillo y sus vacas, ovejas o lo que fuera que tuvieran en la granja. Pero a todo el mundo le parecía bien así que no había mucho que decir.

-Bueno, comer gratis siempre está bien pero... tampoco nos entretengamos mucho que tenemos mas sitios que visitar-les respondió.

Escucho las opiniones del grupo.

-Esta bien podemos ir a la granja de tu abuelo. Como quitar el gusto de que un abuelo vea a su nieto hecho un hombre. Dije con una sonrisa amable. Si hay un rio o algo similar bien. ¿Si no? Ya encontraremos otro por el camino. Por no mencionar que el dormir en una cama de verdad seria genial. Dije mientras daba un sorbo al café.

-¿Y en que consisten los festines Samuel? Mi vena periodística de querer saber de todo hacia acto de presencia.

-¡Genial! a mi abuelo le gustara recibirlos, es un hombre que aprecia las visitas.- Dijo Samuel a sus compañeros, si bien Tyler no había opinado sobre la ruta pero parecía que la decisión del grupo estaba tomada.
-Vive en una casa de dos pisos es muy grande y abra espacio de sobra para todos.- Explicó mientras comenzaba a doblar el mapa para guardarlo en el bolso.
-En la casa de mi abuelo los viernes se hace una gran barbacoa con varios tipo de cortes de carne.- Comento mirando a Katherine, -de todos modos si alguien aquí no come carne también suelen servir una variedad de ensaladas para acompañar la comida.- Agregó por si alguno de sus compañeros era vegetariano.

Noe algo mas animada apuró el café.

-¿Y cuanto se tarda en llegar dices? Espero que no esté muy lejos. Tengo ganas de estirar un poco las piernas-no pudo ocultar su sonrisa picara mientras miraba a Samuel. De los que estaban allí había tenido escarceos con todos, con algunos mas serios que con otros, excepto con Samuel. la verdad es que siendo el colega con el que todos se metían no le atraía demasiado. Cosa que ahora, siendo un poco mas madura, le parecía una estupidez.

La Señorita Morristeinn tenia su Motel hacia ya muchos años, como era de esperarse en la zona había poca gente que se quedara siempre o que pasara habitualmente por allí salvo tal vez algún camionero.
 Por lo que el mal hábito de oír conversaciones se convirtió en el único entretenimiento de la mujer, además ella decía que ese acto la mantenía informada sobre lo que ocurría en el camino, y lo que ocurría en el camino a veces era muy malo.

-Irán por la 66 hacia el oeste ¿verdad?- Preguntó solo por compromiso, ella había escuchado bien hacia donde se dirigían.
-No quiero ser entrometida pero deben tener cuidado, ha desaparecido gente por esa ruta según me cuentan los camioneros, hace un par de días un joven paso por aquí, se llamaba Gregor, tenia poco dinero por lo que trabajo por un habitación y se fue haciendo Autostop, según me cuenta Phill que trabaja transportando maquinas expendedoras de una punta a la otra, el muchacho desapareció, así como una familia que viajaba de vacaciones ara cosa de 3 días.-
 Las cosas que decía la mujer no parecían tener mucha lógica, ¿como sabría ese tal Phill que el mochilero desapareció? parecía ser cosa de entupidas supersticiones de la zona o tal vez una broma frecuente de los de por aquí, aunque la señorita Morristeinn parecía preocupada al contarles esas cosas.

Sidney dio otro mordisco a la manzana mientras sonreía animada con la idea de la barbacoa. Se mantendría apartada del fuego para que el olor del humo no se le quedase pegado en el pelo o en la ropa, claro, y trataría de no comer demasiada carne roja, no quería terminar teniendo celulitis o cartucheras o alguna de esas barbaridades como la gente vulgar. Pero la idea de comer al aire libre y descansar del coche al menos un día le parecía magnífica.

- ¿Podremos quedarnos allí a dormir? - Empezó a preguntar. Aunque antes de que Samuel pudiera responder, la recepcionista se metió en la conversación con sus supersticiones. 

La ceja de Sidney se elevó dibujando un arco perfectamente delineado mientras miraba a la mujer como si fuese una especie de insecto inferior. - Oh, vaya. - Resopló, girándose hacia la mesa y dando la espalda a la señorita Morristein con un leve desdén. - Ahora tengo más ganas de ir hacia allí. Imaginad que encontramos una plaga de zombies... ¡O un asesino en serie! Me encantan los lugares malditos. - Soltó una risita que dejaba claro lo que pensaba de los temores de la mujer y de su advertencia y dio otro mordisco a la manzana.

-Si como el manson ese. Que va, pero bueno si nosotros vamos a casa del abuelo de Samuel no nos pasara nada, no es un desconocido-dijo la chica estirandose en la silla-bueeno, ¿cuando nos vamos?

 Vi la alegría en el rostro de Samuel. Y le sonreí por ello. La verdad es que a veces se le había tratado mal. Yo no recordaba haberlo tratado mal aunque no recordaba haberlo tratado mucho. Sobretodo en el año en que murieron mis padres.

Escuche lo que dijo sobre la casa de sus abuelos.

-Vaya eso es genial tiene que ser muy bonita. Y lo de la barbacoa suena genial. Has tenido una gran idea Samuel.

Escuche a Noe y asentí a su comentario. Yo también esperaba que fuera un trayecto corto.

Entonces la dueña del Motel nos confirmo lo que ya imaginaos era una cotilla en toda regla.

-Bueno no puedo decirte nada. Soy periodista mi trabajo es ser cotilla. Pensé divertida para mi.

Sonreí mientras me mordía el labio inferior.

-Si iba sin rumbo sera que simplemente a cambiado de idea o esta en otra sitio trabajando. ¿Y el matrimonio? Podría ir de acampada o simplemente no haberse parado en mas sitios y seguir su camino. Es lo que tenia la gente mayor exageraba todo y veía conspiraciones donde no las había.

Reí ante el comentario de Sidney. Me hizo gracia y aunque no me lo hubiera hecho también me hubiera reído.

-Si me parece bien Zombies. Así podría escribir una noticia sobre ello. Dije riendo. Y conseguir un buen puesto en un periódico o el pullizzer.

Noe también hablo.

-Si Noe tiene razón y con el abuelo de Samuel sea la mitad de amable y simpático estaremos perfectamente. Dije sonriendo al chico. Por mi parte cuando queráis yo ya he terminado el café.