Partida Rol por web

Habia pasado tanto tiempo en aquel día dentro de la fortaleza que al salir al jardín y recibir la tenue luz que alumbrara el hermoso lugar le molestó por un momento. Paró y apreto con fuerza los dientes llevandose la mano a la pierna. Alzó la vista y dió un rapido vistazo a los asistentes.

Le alegró de que todos estuvieran allí, bueno, casi todos. Un pequeño atisbo de melancolia recorrió su corazón. Nunca pensé que os hecharia tanto de menos. Pensó al recordar a Jodeph y Alys. Instintivamente miró a su sobrino, quien guardaba un gra parecido con su padre. Al igual que Whalen con su madre.

De todos era sabido que Lord Evan heredó gran parte de los rasgos físicos de Lord Duncan. Aunque sus caracteres eran, en la gran mayoria de ocasiones, muy diferentes.

Continuó su camino hasta llegar a la posición a vista de todos. Miró a su esposa y esbozó una leve sonrisa. Veamos como esta el patio, que empiece el baile. Cogió aire y habló para los presentes.

- Buenas tardes. Hemos recibido noticias de desembarco del rey. - Hizo una breve pausa. - Su majestad el rey Robert nos ha invitado a celebrar un torneo en la capital. - Es una gran noticia - Dicho torneo se celebrara en un par de semas. La Casa Crogall no faltará a este reclamo y no desperdiciará esta gran oportunidad. Así que preparad todo para partir la semana que viene hacia Desembarco.

Hizó una pequeña seña a los sirivientes. Le sirvieron una copa de vino y luego empezaron a repartir copas entre el resto de los asistentes. Miró la reacción de su familia ante la noticia.

Ser Roshar avanzo tras Lady Varya, cerrando la pequeña comitiva, hasta llegar al jardín principal de la fortaleza donde habían sido convocados. Echó una mirada a Galdrin y le dedico un pequeño gesto con la cabeza. No sabía que se esperaba de aquella reunión, por lo que prefirió silenciar cualquier broma, al menos por el momento. 

Se sentó ante la sugerencia de Lady Crogall. Quizás algunos pensaran que debería mantenerse en pie, como hacía en las audiencias, por ser un caballero y por deber considerar todo un honor por encima de su posición estar invitado a una reunión así. Pero lo bueno de su mala reputación es que no necesitaba ser formal ni cumplir el protocolo en todo momento, no iba a empeorar nada. 

No pudo evitar una breve risa cuando su amigo Galdrin pide permiso para mantenerse de pie. Le dedicó una burlesca mirada acompañada de su habitual sonrisa. Estaba a punto de soltar algún comentario cuando Lady Tamy se aproximó tras su hijo. Lejos de ignorarla giró su atención sobre ella con su alegre gesto, aquel que soportaba prácticamente cualquier insulto, aunque prestó aun más interés al resto de convocados. Se limito a inclinar ligeramente la cabeza ante cada uno mientras su cabeza lo registraba todo. 

Finalmente entro Lord Crogall y el caballero mostró su indiferencia. Perdió la mirada en los alrededores fingiendo estar distraído, como siempre. Pero no perdió detalle de las palabras de su señor y se alegro al escuchar que se trataba de una celebración en lugar de una tragedia. Los rumores de aquella noticia ya habían llegado a sus oídos, pero desconocía que era el tema tratado en el mensaje que se había recibido. Pues ya se sabe lo que dicen de los mensajes traídos por cuervos... 

Agarró una copa con alegría y dejó que los sirvientes se la llenaran. Aunque esta se la bebería más despacio que las anteriores, ahora que iban a desplazarse a Desembarco debería mover ciertos contactos hacia allí... ¿A quién tiene pensado llevar Evan? Suponía que no tardaría en descubrirlo. 

El maestro de armas no pudo evitar moverse incomodo ante la noticia. Eso significaba que buena parte de la familia se marcharía. No le gustaba tener lejos al Lord, pero estaba claro que podría apañarselas sin su maestro de armas en desembarco. 

Le tocaría lo mas seguro, organizar las patrullas, reforzar algunos puestos, y tratar con quien quedara como cabeza de la familia. 

Seguía sin entender para que había sido citado allí, pues sus experiencia solo andaba en temas puramente militares. Quizás el Lord pretendía que organizara las necesidades del viaje. Puede que como en otras ocasiones fuera menester tener todo listo par el torneo, y para eso estuviera el allí. 

Seguía desconcertado, pero se atrevió a hablar. 

Mi Lord, tendrá todo equipo necesario para el torneo listo, en cuanto sepa que pruebas hay engobladas en el mismo, prepare todo el material, y los miembros de la comitiva que vayan a participar tendrán el mejor equipo posible. 

Casi tuerce el gesto hacia Adrik, pero estuvo rápido, y miro al joven heredero. Sabia que contra cualquier idea razonable, si alguien tenia que participar en un torneo, seria el joven heredero. Aquello empezaba a no gustarle nada. 

Ante la sugerencia de Lady Varya todos tomaron asiento pero se podía oír y ver claramente como el maestro de armas no estaba cómodo, al cabo de unos momentos pidió permiso para levantarse y se pudo oir una corta risa que venía del caballero sentado a su izquierda.

- Por supuesto Galdrín – dijo en respuesta con una sonrisa – como gustéis.

En su cara apareció una leve sonrisa, le falta vocabulario pero intenta mostrar buenos modales, es un buen hombre, pensó mientras veía como se levantaba y se quedaba de pie cerca de las sillas en espera de la llegada de los demás. Llegada que no se hizo esperar pues de inmediato entraron Lady Tamy y su hijo Ser Adrik, el muchacho saludó a Galdrín, parece que se llevan bastante bien, y fué a sentarse junto a su madre que había entrado con la cabeza bien alta y sin mirar a nadie se había sentado, si sólo intentase ser más de la familia... Los ojos de Varya se quedaban fijos en la entrada esperando que entrase su marido, como si no hiciese caso de lo que pasaba una vez iban entrando los convocados, pero no perdía detalle de lo que hacían gracias a los muchos años de práctica de mirar sin ser vista.

Cuando instantes después entraron Whalen y Lady Scarlett, Tamy mostró una sonrisa e inclinó un poco la cabeza en dirección a la mujer, ¿qué habrá hecho Scarlett para que se muestre así de amistosa con ella?. La joven mostraba una sonrisa radiante y cuando llegaron hasta las sillas se escurrió entre su marido y la señora de la casa para sentarse a su lado, posó su mano lo que dura un parpadeo en la mano derecha de Varya y en un susurro la saludó.

- Hola Scarlett, – contestó del mismo modo – el paseo a caballo te ha sentado bien.

Comentó viendo la sonrisa que asomaba en sus labios, al girar un poco la cabeza para mirarla a la cara mientras le hablaba, Varya vió como los ojos de Whalen hacían un esfuerzo por separarse del escote de su esposa y se dedicó a mirarse las manos hasta que en un par de latidos el señor de la casa hizo su aparición, momento en el que levantó la cabeza y en su mirada pudo apreciar un sentimiento que no esperaba. Se demoró un momento más mirando al heredero de los Crogall y cuando quiso volverse hacia la entrada, su esposo ya estaba junto a la mesa y le dedicaba una mirada y una sonrisa. Veamos de qué va todo esto.

Desembarco del Rey en dos semanas, su mirada se dirigió sin querer hacia ser Roshar antes de volver a su marido, una gran oportunidad sí señor, por fin veré la gran capital de Poniente.

Un criado se acercó a Lady Varya con una copa que ella cogió de inmediato, enseguida ésta fué llenada y cuando el criado se retiró dirigió su mirada hacia Lord Evan, con una sonrisa elevó la copa en su dirección en un brindis silencioso, a ver qué podemos sacar de este viaje, iba a decir unas palabras cuando Galdrín se le adelantó, al callar el joven Varya habló con voz clara y segura.

- Una gran noticia mi señor – dijo mirando a Evan para de inmediato volver su mirada y pasearla por todos los allí reunidos -. Una gran oportunidad para la familia de mostrarse unida y lograr destacar - con las últimas palabras su mirada pasó de Lady Tamy y su hijo, a Whalen y por último volvió a centrarla en Lord Evan.

Whalen se remueve inquieto en su asiento. Primero Galdrín pregunta sobre quien irá en la comitiva y lo mira, luego Varya también parece que espera que acuda al torneo... Y su padre, por supuesto. Y seguro que su esposa también lo espera.

Sí... Todo eso es lo que se espera del heredero. Me he estado entrenando duro... no ya para ser un buen gobernante, sino para ser un guerrero pasable... Alguien capaz de proteger a los suyos... ¿Qué mejor que un torneo para demostrar que estoy preparado?

El muchacho hace caso omiso de las miradas, pero se mantiene serio, sereno. Hasta está más erguido, mientras mira a su padre, como si esperara que confirmara que va a ir a defender los colores de su casa a Desembarco del Rey.

¿Qué coño querría de mí antes mi señor padre?

Toma su copa y le da un trago, en parte para distraer su mente y en parte para humedecer su boca por si le toca hablar.

Desembarco del rey!- penso Scarlett. 

Era una gran oportunidad para su nueva casa. La ocasion para extender sus brazos hacia otras casas mas poderosas y ayudarse de esas manos para escalar mas alto, atraer inversiones al pujante comercio de la ciudad y promocionar los productos artesanales que tan bien habian funcionado aqui. Por no hablar de buscar apoyos politicos entre las casas aliadas de los Tully teniendola a ella de nexo de union.

Tenia claras dos cosas: Los Crogall tenian que destacar (ya fuera en el torneo o en los pasillos de la corte) y ella iba a necesitar nuevo vestuario.

Scarlett agarro a Whalen por el brazo y le susurro al oido.

-Creo que deberias apoyar a tu padre en esta idea y animar a tu familia a esforzarse ante esta oportunidad. Di unas palabras.

Desembarco del rey!- penso Scarlett. 

Era una gran oportunidad para su nueva casa. La ocasion para extender sus brazos hacia otras casas mas poderosas y ayudarse de esas manos para escalar mas alto, atraer inversiones al pujante comercio de la ciudad y promocionar los productos artesanales que tan bien habian funcionado aqui. Por no hablar de buscar apoyos politicos entre las casas aliadas de los Tully teniendola a ella de nexo de union.

Tenia claras dos cosas: Los Crogall tenian que destacar (ya fuera en el torneo o en los pasillos de la corte) y ella iba a necesitar nuevo vestuario.

Scarlett agarro a Whalen por el brazo y le susurro al oido.

Casi se le atraganta el vino al oir las palabras de su mujer, pero era verdad. Dejó la copa sobre la mesa y se limpió la boca con la manga. Carraspeó un poco para templar su voz y que no le saliera un gallo.

Muy buena idea, mi señor. Sin duda, me encargaré de preparar algunos regalos para nuestros anfitriones... Quizás podríamos acudir al torneo con algo que nos diera, además, un golpe de efecto... Quizás un lagarto-león vivo, para recordar a todos nuestro legado y que los Crogall somos una familia a tener en cuenta.

Acierta a decir, paseando la mirada por los presentes, tal y como me le había enseñado su buen maestre, pero sin detenerse en nadie, por temor a que su timidez le hiciera perder el hilo.

Gadrín aun esperaba su respuesta, y saber quienes partirían, para saber exactamente que preparar, pero la propuesta de su querido Whalen le pillo por sorpresa, casi consiguió que sus palabras le hicieran perder la compostura. 

Respiro mas hondo y medito sobre lo que pedía. 

Era una verdadera locura. Aunque pudiera llevarse a cabo, pues hacia tiempo que se habían capturado lagartos-león vivos, el traslado, la alimentación y el cuidado de semejante bestia no eran ni de lejos fáciles. 

Pero nada dijo, cayo, pues no estaba en su mano decidir sobre semejante tema. 

Pero si por el fuera, no llevarían la bestia mas peligrosa de aquellas tierras a la capital de la educación y las altas casas. Muchos podrían ver el gesto como un ataque, y aunque se divirtieran viendo al animal, seguramente les parecería un gesto fútil. 

Pero que demonios, que sabría el de gestos y cortes, cuando no era mas que un bastardo. Solo deseaba que de hacerse, aquella bestia no escapara por ningún medio de su prisión y atacara a nadie. Pues eso si seria desastroso para la familia Crogall. 

Cuando ya alejaba la mirada de Whalen, Varya vió cómo éste se rebullía inquieto por unos instantes para luego sentarse bien recto, recobrar la serenidad y beber tranquilamente, parece que ha llegado a una decisión, pensó al ver el cambio operado en el heredero de la casa, aunque cuando oyó como casi se atraganta al oír lo que su esposa le dijo al oído no lo tuvo tan seguro, ¿qué le habrá dicho?, una ceja se alzó de forma involuntaria con la pregunta mental y media sonrisa acudió a su cara al pensar en posibles respuestas.

Un lagarto-león vivo en Desembarco...  igual puede ir bien tener uno por allí. Se le ocurrieron varios usos que se le podía dar. La captura, el transporte y su mantenimiento serán todo un logro, pero que los nobles vean a semejante criatura viva y luego reciban los regalos hechos con su piel sabiendo lo feroces que son, puede ser el empujón definitivo a nuestro producto... o ser un desastre descomunal, Lady Varya dirigió la mirada a su esposo e intentó transmitirle su agrado ante la idea, aunque cuando llegase el momento le apoyaría en lo que él decidiera, como siempre. Ante todo unidad.

Se llevó la copa de nuevo a los labios mientras con la mano izquierda atrapaba un mechón de su pelo y lo ponía en su sitio, buen vino, pensó al mojarse los labios con él, éste tampoco está rebajado, deberé hacer que dure.

Este momento compensa el resto del día... y del año. Pensó al ver la cara de los Crogall. Devolvió el gesto su bella esposa y atendió a las palabras del joven maestro de armas. Dió un leve trago a su copa y saboreo un instante el momento.

- Al ser un torneo en la capital se celebraran juegos para las tres categorias y espero que podamos participar en todas ellas. - Acarició levemente la barbilla - Cualquiera que se vea capacitado para defender nuestro buen nombre puede participar. En particular, a los aqui presentes os he hecho llamar por cuento con vuestra colaboración. - Centro su atención de una manera más directa en Galdrín - Como maestro - y joven - no estaria de más que participarais en alguna de ellas. Ya ultimaremos detalles cuando vengaís luego a presentarme el informe rutinario.

Mientras pronunciaba las palabra gesticulaba lo gustó para reforzar sus palabras y transmitir un mensaje de unidad. Tomo otro sorbo de su copa y le sorprendió escuchar las palabras de su hijo. Tomo aire y le escucho con atención. Disimuló su sorpresa como pudo, adoptó una posición reflexiva. Puede funcionar.  Con tranquilidad contestó a su heredero:

- Esta bien. Te encomiendo de este presente especial. Habla con Quarren* para que te asesore de la viabilidad de la misma. ¿Alguien aporta alguna idea más?

Al escuchar la buena aceptacion de la idea de Whalen, Scarlett le sonrio y puso su mano encima de la de su marido. Estaba orgullosa de el. Esa idea era brillante y, si les salia bien, supondria un golpe de efecto de cara a hacerse notar en el torneo. Quizas entre aquello y algun exito de Galdrin podian tener la suficiente repecursion para llamar la tencion de posibles casas en busca de oportunidades de comercio.

Scarlett escucho a Lord Evan preguntar por mas ideas pero considero que no podia aportar ya nada mas asi que guardo silencio mientras acariciaba la mano de su esposo.

La cara del maestro de armas era un poema. Parecía que le estaban apuntando con el filo de una espada al a misma garganta. Tras unos pocos instantes con esa cara. Hizo una inclinación de cabeza y contesto al señor de la casa. 

Como gustéis mi señor. Si me dispensáis, voy a prepararlo todo lo antes posible. El material para los torneos, y los hombres para la captura del Lagarto-León. 

Espero una respuesta, aunque teniendo en cuenta que el no bebía de ninguna copa, y no era parte de la familia Crogall, y poco mas que un bastardo con suerte, su cuerpo ya estaba entornado hacia la salida. 

Era evidente que la noticia sobre que el tuviera que participar, le había dejado completamente extrañado. Tenían a Ser Adrik, que era sin duda, un gran luchador, a Ser Roshar, que llegado el momento, podría demostrar cuanto se equivocaban sobre su persona. 

Y estaba Whalen, el bueno de Whalen, que podía fácilmente demostrar que era la mente mejor preparada de todos los pantanos. Pero no venia la necesidad de que un maestro de armas, saliera de los dominios. Y aunque no le costaría participar e incluso morir en cualquiera de las pruebas dispuestas en Desembarco, la idea de ir con la familia Crogall al completo le desconcertaba.

Sintió ganas de preguntar, ¿porque?. Pero no iba a discutir con el señor de casa. No delante de nadie. Sin duda. 

Ser Adrik se puso en pie. Había esperado a que el heredero fuera el primero en ofrecerse para participar en el torneo para poder ofrecerse él también, pero ese momento no llegaba y notaba como el asiento empezaba a incomodarle cada vez más. Finalmente, el Lord aseguró que quien quisiera podía participar y entonces se levantó como impulsado por un resorte y habló con orgullo y determinación.

-Mi señor. Me gustaría tener el honor y el orgullo de defender los colores de nuestra casa en el torneo y tratar de hacer un buen papel para que todos allá en Desembarco conozcan la fuerza de los Crogall. - Para un joven como él, una oportunidad como aquella era de una importancia vital para demostrar su fortaleza y su valía como caballero ahora que el reino estaba en paz. -Si a vos os place. -Añadió con humildad.

Lady Tamy se había mantenido en silencio escuchando la noticia que el Lord les comunicaba, aplaudió para si misma la determinación de su hija y se mostró satisfecha con él cuando el caballero volvió a tomar asiento. Luego, con bastante discreción, dirigió una mirada hacía Lady Scarlett y le dedicó una misteriosa sonrisa.

-Mi señor, -Dijo poniéndose en pie. -No podemos partir todos y dejar abandonado el cuidado de la fortaleza, como tampoco podemos dejarlo en manos incompetentes. -Hizo una pausa. -Cuando mi marido vivía, tuvo que quedarse alguna vez como castellano en las partidas de vuestro padre. Vos sabéis que lo hizo bien y que gestionó con sabiduría. Mi marido ya no está, y mi hijo es un caballero y le corresponde participar en el torneo. Pero cuando Ser Joseph era castellano, yo estuve a su lado y lo ayudé. Me veo capacitada para hacerlo de nuevo. Os pido humildemente poder serviros con ese honor. -Agachó la cabeza y se sentó a la espera de la respuesta del Lord.

-Creo que es buena idea dejar que Adrik participe. Tiene una gran necesidad de gloria si quiere conseguir el objetivo de su madre y hacerse con un hueco de poder en la familia. Lo peor que puede pasar es que pierda y entonces Roshar no contara con oposicion como lider militar. Y si vence, sera Roshar el que tenga que destacar. Creo que la conpetenecia entre esos dos nos beneficia.

Lo de Tamy como castellana ya no lo veo tan claro. Esa mujer es demasiado ambiciosa pero tampoco se me ocurre quien podria quedarse al cargo de la fortaleza.

Whalen mira con arrobo a su esposa cuando posa su mano sobre la suya, y hace lo que puede para mantenerla allí, jugueteando con el pulgar, acariciando los dedos de la pálida mano de su esposa, que destacan sobre el tono algo más bronceado de la piel del heredero.

La piel de un hombre de los pantanos...

Piensa con cierta vergüenza, al compararla con la tersa y blanca piel aristocrática de su mujer.

Entonces van llegando las noticias, como una fuerte granizada. Primero Galdrín que se atribuye la caza del lagarto-león, cuando le ha encargado a Whalen que fuera a buscar a Quarren para gestionar la captura.

Quizás sólo se trata de una buena ayuda... Bueno, no me irá mal su apoyo en esta tarea... Sí, debe ser eso... No pienses tan mal de la gente...

Y está con esos pensamientos cuando salta Adrik ofreciéndose para el torneo.

¡Pero si ya le dije a padre que iba a participar!

Y entonces salta su madre para ofrecerse como castellana. Mira confuso a unos y a otros... Y se inclina hacia su esposa, muy cerca de su rostro, medio vuelto hacia él, sin dejar de mirar a su padre. No quiere montar un número en la sala, y menos siendo su padre el señor de  la casa, pero tampoco quiere dejar perder esta oportunidad para demostrar que no ha descuidado su instrucción de combate.

Whalen escucha con atención las palabras de Scarlett, muy cerca de ella pero sin dejar d emirar a su padre, y asiente a todo lo que va diciendo, sin añadir nada para no llamar demasiado la atención sobre ellos, a la espera de la reacción de su padre para decir la suya.

Varya vió como su gesto era devuelto por su esposo y, cuando éste retomó la palabra, se dedicó a mirar sin ser vista las caras del resto de ocupantes del jardín.

Tres categorías y cuatro candidatos, espero que destaquemos en alguna, pensó mientras veía como Scarlett le sonreía a su marido y se cogían de la mano, supuso que por la buena acogida de su idea y su cabeza hizo un leve asentimiento sin dejar de mirar al frente. Por su parte la cara de Galdrín decía como se sentía, parece haber visto a un furioso dothraki entrando por la puerta con todo su khalasar detrás, la señora de la casa enarcó una ceja ante la sequedad de la respuesta, pero atribuyó la actitud a su incomodidad en presencia de la nobleza. Entonces Ser Adrik se levantó y habló como lo hace un Crogall, con orgullo, fuerza y confianza, un gran hombre, digno hijo de su padre, una lástima que muriera y tenga a su madre todo el rato encima, y no bien Lady Varya había acabado con este pensamiento cuando, con una mirada hacia la izquierda donde se sentaba ella, que seguía mirando al frente aparentemente, y un atisbo de sonrisa, se puso en pié Lady Tamy Crogall.

Como un grano del tamaño de Pentos en mitad del culo, no pudo evitarlo, el pensamiento salió tan rápido que casi no pudo cerrar los labios para no decirlo en voz alta y también estuvo a punto de no poder aguantar la máscara de su cara impasible ante la propuesta de la mujer, pero qué... ¡los otros se la lleven! para eso está el castellano, ella a seguir maquinando que le sale muy bien, miró a Lord Evan y lo único que tenía vida en su rostro eran los ojos que le decían que no se dejase engañar y no aceptase.

Para quitar la atención de las últimas palabras, Varya decidió cambiar de tema y se puso a hablar como si hubiese estado perdida en sus pensamientos y no se hubiese enterado de casi nada.

- Ser Roshar, vos participaréis en el torneo, ¿verdad? - su sonrisa se amplió, parpadeó repetidamente y miró a todos los integrantes del grupo por primera vez, como si ahora recordase que estaban ahí, se giró hacia su izquierda para encarar al interpelado y apoyo una mano sobre la del caballero - Seguro que tenéis más de un as bajo la manga y podéis dar lecciones a los jóvenes.